tag:blogger.com,1999:blog-15264772030676984012024-03-08T05:31:18.467-05:00ATISBOS ANALÍTICOSEs una publicación mensual, creada en el año 2000 alrededor de la experiencia de REDUNIPAZ, en la que se recogen problemas ligados a un proyecto de investigación amplio y a largo plazo sobre "Cultura, Estado, Sociedad y Convivencia en Colombia".Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.comBlogger18125tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-24535524798648634022010-01-16T10:36:00.003-05:002010-01-16T10:39:12.298-05:00Atisbos analíticos 109, Enero 2010EL PENTÁGONO COMO IMPERIO, MÁS SEIS;<br />OBAMA COMO PROMESA, MENOS CINCO:<br />UNA REALISTA CALIFICACIÓN.<br /><br />INTRODUCCIÓN<br />Para hacerle un seguimiento, desde las lógicas de los intereses de América Latina, al liberal demócrata Obama, que venía precedido de una linda historia biográfica, fue por lo que escribimos “OBAMA, OBAMANÍAS Y OBAMAPOSIBILIDADES”. Al cumplirse su primer año de gobierno, es claro que el Pentágono, la máxima expresión institucional del Imperio ha triunfado, sobre todo en lo que a la región surmamericana se refiere, sobre un presidente que, como mínimo, prometió ser distinto de su predecesor, lo que no era irrealista al tratarse de George Bush. Al iniciarse este 2010, tres eventos sobre todo, nos señalan que la relación de poder se ha venido resolviendo a favor del Imperio. Han sido ellos, una conducta casi cobarde frente al bloqueo a Cuba, el zigzagueo finalmente derrotista de cara al golpe de Estado en Honduras y la regalada instalación de siete bases militares colombianas en el corazón y en las necesidades imperiales del Pentágono.<br />En el prólogo al citado libro, Fernando Cruz Kronfly recogió, con su palabra densa y bonita, nuestro horizonte de inspiración. Dijo que el autor consideraba que lo que podía esperarse de Obama “no es mucho, aunque lo poco que pueda hacer en la dirección de su liberalismo democrático resulte demasiado importante como para considerarlo irrelevante y secundario”. Al cumplirse el primer año de Obama en la presidencia, dada la brevedad del tiempo, continuamos pensando lo mismo: no será “mucho” lo que podrá hacer, pero el tiempo nos hará ver que Obama no seguirá a Bush con la misma lógica que el dos sigue al uno. Releemos ahora el texto en la página 24, “Obama tendrá su margen de acción…y deberíamos darnos por satisfechos si en el capitalismo maduro retrocede la inequidad social y si su gobierno contribuye a que en el mundo haya menos tiranos”. Obama no le mintió al mundo cuando hace unas pocas semanas atrás envió tropas extras a Afganistán, pues en plena campaña electoral había previsto esa posibilidad, la de fortalecer en lo cuantitativo “su guerra”, la única guerra que él consideraba como necesaria para los Estados Unidos.<br />En la página 81 del citado libro le damos una forma más concreta a nuestra posición cuando señalamos que “lo que el observador logra aprehender es que en los Estados Unidos por estos días (nos referíamos a los de su elección y posesión) se ha desatado un conflicto real entre los entresijos del poder, manifestado en un divorcio entre la cabeza y la maquinaria. Este parece funcionar sin obedecer a la cabeza…Obama diciendo y pensando una cosa y el gobierno que detenta haciendo otra. El presidente hablando de paz, de retiro de tropas, de derechos humanos y su gobierno haciendo la guerra, negando el retiro de tropas, violando como es su tradición los derechos humanos y lanzando golpes de Estado por doquier…A este respecto, nuestra hipótesis abierta y precisa es la siguiente: el real o sentido divorcio entre el presidente que dice y que ordena y el gobierno que continúa ejecutando lo contrario, no es más que el divorcio entre el presidente constitucional y el efectivo poder imperial”. Entonces, es a la luz de esta hipótesis que hoy, al año de su posesión, podemos decir que el Pentágono, no obstante la evidente caída del imperio, le está ganando la pugna al presidente.<br />De cara a la vertiginosa caída de la imagen del nuevo presidente, no nos interesa en este momento la defensa del ya citado libro. Si, en algo o en mucho, nos equivocamos o acertamos, nos equivocamos o acertamos y punto. Ese libro no es más que un marco hipotético para hacerle un seguimiento de cuatro o de ocho años al nuevo presidente norteamericano y en esta línea lo que nos interesa es fijar y precisar sus contenidos. Es por esto por lo que ahora cuando el país ha entrado a una coyuntura definitiva para su futuro, la de la reelección o no reelección de Uribe, presentamos a los lectores de los Atisbos el Epígrafe No 41 titulado “La relación Obama-Uribe: los Estados Unidos sólo necesitan ‘un centímetro de territorio colombiano’ para reposicionarse en América Latina”. Los siguientes son los temas tratados en este Epígrafe: <br />1. El presidente Uribe: punta de lanza, real y simbólica, de la campaña de Mackein; 2. Apenas posesionado, Uribe, sin mayores resultados, buscó un acercamiento; 3. El Plan Colombia, entre la contención de las guerrillas, éxito parcial de Uribe, y el fracaso de la lucha contra la droga; 4. En un segundo momento Uribe, con timidez, buscó aproximarse a Obama; 5. A Uribe no le ha importado la caída del Muro circular del Neoliberalismo; 6. La pequeña historia de una Servilleta trofeo: Otro intento de Aproximación; 7. La Visita forma de Uribe a Washington: Obama o la Pedagogía de la Diplomacia; 8. Entre Manta y las siete Bases colombianas; 9.En Estado Unidos, aunque lo exaltan, la reelección de Uribe no es bien mirada; 10. El Imperio y su Presidente constitucional, ¡le pagarán a Uribe el favor prestado?<br />Humberto Vélez Ramírez<br />humbertovelezr@gmail.com<br />atisbosanaliticos2000.blogspot.com <br /><br />41<br />La relación Obama-Uribe: los Estados Unidos sólo<br />necesitan 'un centímetro cuadrado de territorio<br />colombiano' para reposicionarse en América<br />Latina<br /><br />1. El presidente Uribe: punta de lanza, real y simbólica, de la<br />campaña de Mackein<br /><br />Estamos de cara a dos líderes, especiales en sí mismos, pero, sobre todo,<br />por sus marcadas y notorias diferencias personales y políticas.<br />No es que Uribe hubiese corrido a escribirle a Obama para congratularlo<br />por su victoria electoral. Pero, cuando las exigencias de la diplomacia se lo<br />impusieron, con seguridad que lo hizo con íntima molestia, pues dentro de sus<br />cálculos de ideas, de poder y de deseos el triunfo del hawaiano no le había<br />gustado. En plena campaña electoral, así se había expresado el presidente<br />Uribe sobre el candidato demócrata: "…es joven y tiene poca experiencia.<br />De todas formas, yo no creo que Estados Unidos esté preparado para un<br />presidente de color. Pienso que va ganar el candidato republicano McCain,<br />quien para nosotros representa la continuidad de las relaciones políticas y<br /><br />14 Entrevista a Noam Schomsky, Eva Colinger, enviada por Oscar Delgado, osdelgad@<br />unirosario.edu.co<br />15 McCausland, Ernesto. La mascarada de Bariloche. ElTiempo.com, 02-09-09<br />Humberto Vélez Ramírez<br />182<br /><br />comerciales".1 Y, consecuente, actuó como punta de lanza de la campaña del<br />candidato republicano en América Latina.<br /><br />2. Apenas posesionado Obama, Uribe, sin mayores resultados,<br />buscó un acercamiento<br /><br />Triunfante Obama, el gobierno colombiano empezó a dar pasos, entre tímidos<br />y estridentes, orientados a congraciarse con el nuevo presidente negro de La<br />Casa Blanca. Tímidos por pena, dados los contrastes ideológicos y personales,<br />y estridentes, por lo abultado de la delegación que se fue a Washington a<br />finales de febrero del 2009, así como por algunas declaraciones ligeras del<br />líder del grupo, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos. Hubo por cierto<br />tapete rojo y zalemas diplomáticas, pero el gobierno recibió una clara advertencia:<br />que urgía modificar la agenda, desmilitarizarla, bajarle el tono al anterior orden<br />del día con el Plan Colombia, el narcotráfico y el TLC como puntos casi<br />exclusivos; que en ella, problemas como los derechos humanos, la protección<br />de los sindicalistas, el medio ambiente, la Amazonía, las fuentes alternas de<br />energía, debían ganar centralidad; y que todo eso se manejaría por la vía<br />diplomática con la participación de organismos multilaterales. Así fue como<br />evaluó esa visita uno de los columnistas más respetados de un diario gobiernista<br />como 'El Tiempo' de Bogotá.2Digámoslo desde la periferia colombiana: no es<br />que problemas como el conflicto armado, el narcotráfico, la ayuda militar y el<br />TLC ya no interesen a Washington sino que, más bien, ese gobierno se<br />encuentra centrado en otros asuntos, razón por la cual esos temas - casi de<br />principio para el gobierno de Uribe- o han disminuido su grado de importancia<br />o han adquirido nuevos significados o han quedado reinscritos dentro de otros<br />enfoques de análisis y de gestión.<br />Para brindarle un contexto explicativo a este balance de los esfuerzos por<br />ubicar 'la obsesionada y unidimensional problemática uribista' a la luz de las<br />lógicas del gobierno de Obama, recordemos cómo, a escasos cuarenta días<br />de su posesión, empezaron a insinuarse importantes cambios en la relación<br />Estados Unidos-Colombia.<br /><br />1 La República. Italia, 11-07-2008; citado por Esperanza Vieira<br />2 El Tiempo. Bogotá. Contraescape, 10-03-2009.<br />Obama, obamanías y obamaposibilidades<br /><br />183<br />En materia de el Plan Colombia, por ejemplo, aunque no se modificó el<br />monto del aporte, se produjo un importante cambio en la composición del<br />gasto con mayor énfasis ahora en los programas sociales y en la reinserción.<br />Por otra parte, de acuerdo con el proyecto de presupuesto presentado por el<br />nuevo gobierno, el cobro de esos dineros sólo se viabilizaría en la medida en<br />que el gobierno de Colombia fuese presentado al congreso estadounidense<br />informes periódicos sobre la situación de los derechos humanos en el país. El<br />gobierno de Colombia, entonces, debía probar que estaba 'desmantelando las<br />redes paramilitares' y que 'había cortado vínculos con ellas'. En similar dirección,<br />el Plan Colombia recibió por estos días un campanazo de alerta cuando uno<br />de los más influyentes líderes del partido demócrata, el senador Patrick Leary,<br />presidente del Comité de Apropiaciones del Senado, condicionó el envío de 72<br />millones de dólares al esclarecimiento de los problemas de los 'falsos positivos'.<br />Puede que se hayan tomado "algunas medidas", dijo, pero es "muy poco lo que<br />se ha hecho por encausar y castigar a los responsables".3<br />De entrada, entonces, el gobierno de Colombia llegó perdiendo terreno<br />frente al presidente Obama.<br /><br />3. El plan Colombia, entre la contención de las guerrillas,<br />éxito parcial de Uribe, y el fracaso de la lucha contra la<br />droga<br /><br />Importa recordar ahora que el Plan Colombia ha sido un programa ambivalente<br />que ha buscado, en un mismo movimiento, reducir la producción de la droga y<br />derrotar a las Farc. Pues bien, todo indica que fracasó en la primera meta y<br />que, en cuanto a la segunda, el éxito ha sido muy relativo. Fracaso y éxito<br />relativo, que costaron entre cinco y seis mil millones de dólares. Fue esa la<br />suma que el gobierno de Bush le envió a Uribe entre el 2002 y el 2008. Las<br />guerrillas, por cierto, se han visto contenidas - con todas las consecuencias<br />derivadas de esa estrategia de contención - pero los insurgentes no han sido<br />derrotados y ni siquiera colocados en condiciones objetivas de casi obligatoria<br />negociación. Por otra parte, el Plan Colombia resultó un fracaso en su propósito<br />de reducción de la producción y de mercadeo de la droga. Fue a una conclusión<br />3 Columnistas Libres. Bogotá,05-03-2009; 18-03-2009<br />Humberto Vélez Ramírez<br />184<br />así a la que se llegó en un estudio realizado por la GLAO, encomendado por<br />el propio vicepresidente Joe Biden.4<br />En resumen, las guerrillas colombianas hoy por hoy, y en contraste con la<br />tradicional mirada doctrinaria de la extrema derecha norteamericana, no son<br />un factor de elevada preocupación para la seguridad norteamericana en la<br />región. El propio gobierno colombiano, a su turno, se ha encargado de bajarle<br />el tono al asunto pues, lo ha reiterado hasta el cansancio: que las guerrillas ya<br />no son más que una serpiente mortalmente herida que solo alcanzará a dar un<br />coletazo final.Nadie ha podido explicar, por otra parte, el porqué el gobierno de<br />Uribe necesitó de unos 'acuerdos' militares tan intensivos para enfrentar a<br />unas guerrillas en el fin de su final.<br /><br />4. En un segundo momento Uribe, con timidez, buscó<br />aproximarse a Obama<br /><br />Ante el fracaso de la primera misión que fue en febrero a Washington, el<br />presidente Uribe, por varias vías, quiso borrar la imagen que tenía de busheano<br />integral. Primero, abriéndole silenciosamente campo, tanto geopolítico como<br />funcional, a una base que como la de Manta, el gobierno ecuatoriano, por<br />dignidad nacional, había ordenado clausurar; segundo, prometiendo enviar<br />soldados y policías a Afganistán, a una guerra de la que ya se estaban retirando<br />los aliados europeos; y tercero, desplegando un comportamiento torpe, entre<br />ingenuo y genuflexo, en la última Cumbre de las Américas. O si no ¿en qué<br />relación interpersonal inscribir un evento singular en el que un presidente le<br />solicita a otro presidente, su par institucional, un autógrafo en una sencilla<br />servilleta de comedor?<br />De todas maneras, este segundo momento terminó por evaporarse.<br /><br />5. A Uribe no le ha importado la caída del muro circular del<br />neoliberalismo<br /><br />Haciendo, por lo menos, algunos ajustes internos básicos en el manejo de su<br />gobierno, Uribe se habría preparado mejor para encontrarle una ventana de<br />entrada al nuevo presidente estadounidense. Pero no. En una época que ha<br />significado el comienzo del derrumbe de otro muro, del 'muro circular del<br /><br />4 http://www.ircamericas.org/esp/5680<br />Obama, obamanías y obamaposibilidades<br />185<br />neoliberalismo' en el que el imperio ha mantenido encarcelados a los países de<br />la periferia, y en la que, además, la cultura y la práctica de la guerra han sufrido<br />serios cuestionamientos, Uribe no hizo nada por adecuar su modelo económico<br />y político de gobierno. Continuó privatizando y echando para adelante su<br />'neoliberalismo comunitario'. Prosiguió actuando como si, en el último año, en<br />el mundo no se hubiese marchitado una sola una flor neoliberal. Como si la<br />política de seguridad democrática ya no hubiese dado de sí todo lo que podía<br />dar. Como si Bush todavía lo estuviese esperando en la Casa Blanca para ir<br />hasta el rancho a condecorarlo como héroe de la libertad. Y como si Lula, sin<br />estridencias, no se estuviese posicionando como el nuevo líder de América<br />Latina.<br /><br />6. La pequeña historia de una servilleta trofeo: otro intento de<br />aproximación<br /><br />En la V Cumbre de las Américas Trinidad y Tobago abril 2009, todos los<br />presidentes habrían deseado colocar sus intereses, problemas y necesidades<br />en la mente, la agenda y en los bolsillos de Obama. Pero, la movida que más<br />se evidenció fue la colombiana interesada en arrancarle unos minutos bilaterales.<br />Al final, como por arte de magia y por fuera de todas las lógicas del protocolo,<br />Uribe resultó almorzando al lado de Obama. Fue en este episodio en el que se<br />coció el autógrafo que, orgulloso, Uribe exhibió al regresar al país.5 Por ahora,<br />la nueva diplomacia estadounidense no ha hecho desaires a Uribe al estilo del<br />que le hizo el exvicepresidente Al Gore, que no asistió a un foro organizado por<br />la revista Poder en Miami, pues se negaba a compartir el podio con el presidente<br />de Colombia. Pero si con Bush, con quien tenía una clara identidad doctrinaria<br />y hasta emocional, tuvo que pagar un elevado costo político externo, en América<br />Latina, sobre todo, con Obama, por antecedentes y por lo que son- dos mundos<br />mentales y sicológicos muy distintos-, las relaciones no serán tan fluidas y bien<br />pagadas.<br />Por otra parte, no hay nada que indique que Obama esté dispuesto a otorgarle<br />a Uribe un tratamiento similar al que le brindó Bush para enfrentar la crisis<br />asociada a, primero, a la situación de la economía, y segundo, a la supervivencia<br />de la guerrilla.<br /><br />5 Ver un facsímil del autógrafo en, El Espectador. Bogotá, 24 de mayo de 2009, p.22.<br />7. La visita formal de Uribe a Washington: Obama o la<br />pedagogía de la diplomacia<br /><br />Para iniciar la distensión Obama-Uribe, todas las expectativas estaban puestas<br />en esta visita. La más rica indicación empírica de los resultados magros de<br />este encuentro, la proporcionaron los grandes medios de difusión que apenas<br />si lo relacionaron cuando estaban preparados para un gran despliegue.<br />Tras las invitaciones a Lula y a la Bachelet a visitar Washington, el gobierno<br />de Colombia quería ser el tercero, por lo menos, para probar que continuaba<br />estando entre los primeros aliados de Estados Unidos. Obama ya había dicho<br />que esos dos países prefiguraban el nuevo modelo de relaciones de su gobierno<br />con los de la América del sur. En la primera semana de junio, Uribe visitó<br />formalmente los Estados Unidos, impuso la agenda, así lo declaró su ministro<br />de Relaciones Exteriores, Obama, dentro de su ya conocido estilo, lo escuchó<br />durante cuarenta minutos y luego lo invitó a pasar al Salón Oval donde exhibió<br />la más magistral pedagogía crítica diplomática que se le haya conocido a un<br />presidente Sin decirlo, condensó la actual coyuntura colombiana en cuatro<br />puntos y uno por uno se los presentó así al presidente de Colombia en la<br />conferencia de prensa. Empezó diciéndole que se acordara del ejemplo de<br />Washington, el primero entre los padres fundadores, "no sólo fue nuestro<br />primer presidente, sino que en parte lo que lo hizo grande fue que pudo haberse<br />quedado por vida en el cargo. Tomó la decisión de regresar al trabajo civil y<br />eso marcó un precedente muy importante para el país". Luego lo invitó a<br />observar la experiencia estadounidense, "nuestra experiencia en los Estados<br />Unidos es que dos períodos funcionan muy bien para completar el trabajo".<br />Enseguida le manifestó que su gobierno respetaba la autodeterminación de la<br />ciudadanía de cada país, "que la gente sienta una sensación de legitimidad",<br />pero que sienta también que "no es algo impuesto, que no involucra la<br />manipulación". En un cuarto momento lógico, Obama le reconoció a Uribe su<br />popularidad, pero lo importante, señaló, es que "esos procesos no se impongan<br />'desde arriba'…o que se acallen las voces opositoras". En su conjunto, la<br />intervención de Obama en esa conferencia de prensa estuvo cruzada por la<br />idea de que en el paradigma militar no podía agotarse la dirección de una<br />sociedad.6<br />6 Conferencia de prensa en el Salón Oval de la Casa Blanca. Columnistas Libres.<br />Bogotá, 29-06-2009.<br /><br />Obama, obamanías y obamaposibilidades<br />187<br /><br />8. Entre Manta y las siete bases colombianas: los Estados<br />Unidos sólo necesitan 'un centímetro cuadrado de<br />territorio colombiano' para reposicionarse en América<br />Latina<br /><br />Fracasados todos los intentos por ganar aceptabilidad obamiana, Uribe empezó<br />a pensar en una salida de casi necesaria aceptación. Fue en ese contexto en<br />el que caviló y concretó la idea de las siete bases.<br />Brindémosle unas líneas al caso de la base de Manta, así como a la generosa<br />entrega que el gobierno de Uribe le ha hecho a Estados Unidos de siete bases<br />militares.<br />Como hipótesis digamos que Uribe y su obsesión programática -gobernar<br />para derrotar a las Farc- no compaginan del todo con las lógicas de Obama.<br />Esto no obstante, mientras los Estados Unidos mantengan su status de imperio,<br />Gobiernos como el suyo cumplirán un importante papel en la región.<br />Recordemos que cuando apenas se estaba insinuando la discusión sobre un<br />posible traslado de la base de Manta a Colombia, Uribe, de modo tajante,<br />afirmó que algo así nunca iba a suceder. Más adelante, se filtraron algunos<br />rumores sobre negociaciones secretas adelantadas por el ministro de Defensa,<br />Juan Manuel Santos, sobre la materia, pero más temprano que tarde el asunto<br />salió de la discusión. Pero, transcurridos apenas unos días de la lánguida e<br />improductiva reunión formal de Uribe con Obama, el presidente de Colombia<br />citó a una rueda de prensa para hacer saber que había tomado la decisión de<br />actualizar y modernizar los acuerdos militares existentes con los Estados Unidos.<br />Como podrá observarse, Uribe fue a los Estados Unidos a reunirse con<br />Obama y, al regresar, constató que para el mes de junio se hallaba más alejado<br />del nuevo gobierno que en enero del 2009. Por lo tanto, como hipótesis puede<br />plantearse que cuando el presidente de Colombia visitó Washington, llevaba<br />ya entre las mangas alguna oferta especial, que le permitiese romper la frialdad<br />de una relación meramente diplomática. En Trinidad y Tobago, lo único que<br />había logrado había sido una servilleta firmada por el presidente Barack.<br />Entonces, al regresar a Colombia sin un botín político que lo apalancara en el<br />mundo exterior, con habilidad de político práctico, hizo la gran jugada: cancelada<br />Manta, pensó, Estados Unidos requería de una nueva base de operaciones<br />para su guerra contra la droga en la región. Había que sacar ventaja, entonces,<br />Humberto Vélez Ramírez<br />188<br />de esa necesidad que tenían los Estados Unidos de mantener una base militar<br />en esta parte del mundo. Desde esa mirada, salvada quedaban su reelección,<br />la aprobación del TLC, la reproducción ampliada de su política de seguridad<br />democrática y, sobre todo y ante todo, la derrota definitiva de las Farc. Es<br />decir, salvada quedaba la quintaesencia de su gobernar. Por otra parte,<br />continuamos así la hipótesis, como era contra toda táctica, sobre todo ante<br />América Latina y el mundo, entregarle siete bases militares a los Estados<br />Unidos, la mejor salida era la de presentar el asunto como una simple<br />actualización y modernización de acuerdos militares preexistentes. Fue entonces<br />cuando, en círculo cerrado, decidió, pasando por encima de toda institucionalidad,<br />concederle u otorgarle u ofrecerle al gobierno norteamericano siete bases<br />militares 'colombianas' para que las usase a discreción. En el decir del gobierno,<br />en ellas mandarían los generales colombianos quedando así exaltada y exultada<br />la soberanía nacional. Pero, en términos de realidad y de relaciones de poder,<br />¿en qué cabeza puede caber que, estando en su neo-colonia trasera, un<br />encumbrado general estadounidense llamado 'Jhonson' va a estar dispuesto a<br />recibir órdenes de un general colombiano de apellido 'Jaramillo'? Fue con una<br />pregunta similar con la que uno de los presidentes de la región le desmontó al<br />presidente Uribe el argumento ideológico de la autonomía de la soberanía<br />colombiana frente a la soberanía imperial.<br />Resultado final: Bajo su forma de base norteamericana, la base de Manta<br />no se trasladó a Colombia, pues ése enfoque, propio de una base militar de la<br />guerra fría, se ha tornado obsoleto. Como ha destacado Raúl Zibechi7, "las<br />enormes concentraciones humanas de aparatos, fijas en inmóviles, han quedado<br />en desuso por las nuevas tecnologías, pero sobre todo por los objetivos trazados<br />por el Pentágono consistentes en el control a distancia y la disuasión, dejando<br />la intervención directa para casos excepcionales. Esto pasa por labrar buenas<br />relaciones con los gobiernos que les permitan fácil y rápido acceso a instalaciones<br />para desplegar batallones en cuestión de horas". Precisamente para eso y por<br />eso se reunieron el 18 de agosto Hilary Clinton y el ministro de Relaciones<br />Exteriores de Colombia en la primera reunión técnico-política entre los dos<br />gobiernos: no para formalizar la creación de siete bases norteamericanas en<br />Colombia. Eso ya no era necesario. Aún más, era obsoleto. Se reunieron, más<br />7 Zibechi, Raúl. Imperio, bases y acumulación por desposesión. La Jornada, 14-08-<br />2009.<br />Obama, obamanías y obamaposibilidades<br />189<br />bien, para refinar unos acuerdos, de naturaleza muy distinta a los preexistentes,<br />que le permitirán, a los Estados Unidos, hacer inteligencia refinada -para lo<br />cual no necesitan sino un centímetro cuadrado de territorio colombiano- ,<br />supervisar la racionalidad de la producción de la droga y "desplegar batallones<br />en cuestión de horas" y, a al gobierno colombiano, derrotar definitivamente a<br />las Farc montando la seguridad democrática sobre una tecnología militar de<br />punta.<br />En Colombia, entonces, en su materialidad no habrá bases militares<br />norteamericanas. Pero, en lo funcional, todo lo que éstas han hecho, y mucho<br />más, será realizado desde siete bases colombianas al servicio de generales<br />americanos. Fue así como el gobierno de Colombia colocó en las narices de<br />Chávez y de una región prochavista, varias bases, pronorteamericanas en su<br />espíritu, pues su función real no serán otras que: 1.Controlar la producción de<br />droga hasta los límites de la rentabilidad adecuada; 2. Llevar a su desenlace<br />final lo que el gobierno de Colombia ha proclamado que ha hecho, pero no ha<br />podido realizar, vale decir, la derrota de las Farc; 3. Intensificar "el control del<br />continente y de las rutas que se dirigen hacia el Africa como, sin mayores<br />vueltas, lo ha planteado 'El informe 2009 global en Route strategy' de la Fuerza<br />Áerea"; 4. "Introducir una cuña entre los países de UNASUR y China, Rusia<br />e Irán"; y. 5. Lograr una posición dominante en la competencia por los bienes<br />comunes: agua, biodiversidad, minerales, combustibles fósiles y monocultivos<br />para biocombustibles. Como ha escrito el politólogo colombiano Ricardo García<br />Duarte, "cambiar una base en Ecuador por siete bases en Colombia significa<br />pasar de la guerra local contra la droga a una estrategia de contención eventual<br />ante un subcontinente que estaba distanciándose de Washington. Y esto cambia<br />de modo radical el papel de Colombia en América Latina".8<br />Como corresponde a las lógicas de las relaciones de poder, nada de eso<br />aparecerá en la letra de los acuerdos, ni en la gruesa ni en la menuda, pues se<br />comenzará diciendo que se trata de un acuerdo bilateral soportado en la<br />soberanía interna de los dos Estados firmantes y que con él no se afectará a<br />terceros pues, de modo explícito, se reconocerá el principio de la<br />autodeterminación de los pueblos. En un acuerdo de este tipo, firmado entre<br />un Estado subalterno y otro imperial, cabe toda la retórica que se quiera. Lo<br />8 García Duarte, Ricardo. 'El lío diplomático de Colombia y la nueva estrategia de<br />Estados Unidos'. En, Razón Pública. Bogotá, agosto 2009.<br />Humberto Vélez Ramírez<br />190<br />único que dirá ese acuerdo será que los Estados Unidos podrán acceder y<br />usar esas siete bases estacionando sus naves y posibilitando, de modo<br />permanente, la presencia de tropas norteamericanas sea el que sea su<br />número.¿Para qué? Pues, para llevar a cabo las motivaciones y razones reales<br />que determinaron el acuerdo.<br />Estados Unidos aceptó el regalo sin que hasta ahora le haya traído el<br />contra-regalo al presidente de Colombia. Hasta la primera semana de agosto<br />el presidente Obama permaneció silencioso. Y cuando habló, lo hizo para<br />reafirmar lo que ya había dicho el presidente Uribe, que sólo se trataba de<br />actualizar unos acuerdos militares. En nuestro concepto estas siete bases<br />constituyen la mejor expresión del hondo conflicto de poder que caracteriza al<br />actual establecimiento estadounidense entre un presidente que promete un<br />nuevo marco de relaciones con la América del Sur y un sistema imperial que<br />aprovecha la oferta de 'su mejor aliado en la región' para reposicionarse en<br />América Latina y desde ésta frente al mundo. Como ha escrito el profesor<br />Alvaro Camacho, "cuando en América latina se respiran ciertos aires de<br />independencia y alguna altivez frente a los Estados Unidos, Uribe se ubica en<br />el viejo modelo de subordinación a la potencia, lo que sin duda obstaculizará las<br />relaciones con los demás gobiernos de la región. Eso de tratar de establecer<br />un rotundo contraste con el presidente de Ecuador puede servir para satisfacer<br />el fanatismo de los enemigos de Chávez, Correa y Evo, pero no nos acerca a<br />otros presidentes más sensatos. Al contrario, menos confiarán en Uribe como<br />aliado". 9En 1903, cuando en definitiva Los Estados Unidos se llevaron a<br />Panamá para ajustarlo a su proyecto de un imperio en ascenso, Colombia<br />quedó aislada del mundo en general y de América Latina en particular; ahora<br />en 2009, ciento seis años después, cuando ese mismo imperio, pero ahora en<br />declive, ha aprovechado la coyuntura de oportunidad ofrecida en bandeja por<br />el gobierno colombiano de siete bases para su uso aéreo y naval, Colombia ha<br />sido reintegrada al mundo y a América Latina, pero en una apuesta militar que<br />busca la relegitimación del imperio. De Colombia se está hablando en este<br />momento en el mundo entero. Por eso pensamos que esas siete bases<br />constituirán una ruptura en las relaciones de Colombia con el mundo en general,<br />pero, ante todo y sobre todo, con América Latina. Como lo ha dicho el<br />expresidente Samper, esos acuerdos "tendrán unas implicaciones en el cambio<br />9 Camacho G, Alvaro. 'Julio y Uribe'. El Espectador. Bogotá, 18-07-09<br />Obama, obamanías y obamaposibilidades<br />191<br />del relacionamiento externo, parecidas a las que tuvo, hace más de un siglo, la<br />pérdida del Canal de Panamá".10<br /><br />9. En Estados Unidos, aunque lo exaltan, la reelección de<br />Uribe no es bien mirada<br />Como ya vimos, en una conferencia de prensa el presidente Obama, de modo<br />inteligente y elegante, le dijo a Uribe que su gobierno no estaba de acuerdo<br />con una segunda reelección. Pues bien, al acercarse ahora el final del semestre<br />del 2009, con Uribe en pleno juego por un tercer mandato, la opinión especializada<br />de los Estados Unidos, aún reconociendo que "los méritos de Uribe son<br />innegables" siendo ellos "su mejor carta de presentación", sin embargo, su<br />posible reelección no está siendo bien mirada. El gobierno ha reiterado su<br />posición de respeto a las decisiones de cada país, "la reelección, ha dicho<br />Hilary Clinton, es una decisión del pueblo colombiano". Pero, el analista más<br />prestigioso sobre Colombia en Washington, Michael Schifter, de 'Diálogo<br />interamericano', de modo tajante ha afirmado, "no conozco a una sola persona<br />que esté de acuerdo con otra elección de Uribe". Por su parte, el exembajador<br />de Estados Unidos en Colombia, Myles Frechette, señaló, "No es una<br />interpretación demasiado dura. Si Colombia quiere seguir recibiendo ayuda<br />masiva de Estados Unidos, es importante que vaya tomando en cuenta lo que<br />está saliendo en los medios acá. No parece estar en sintonía con el rumbo que<br />Obama y el congreso quieren dar a la política latinoamericana…Obama quiere<br />fortalecer la democracia, las instituciones, el Estado de derecho. Cuando aquí<br />se publican esas noticias- se refiere a los 'falsos positivos', al espionaje del<br />DAS, al enfrentamiento con la Corte Suprema de Justicia, a las grandes<br />ganancias obtenidas por sus hijos gracias a decisiones de funcionarios públicos,<br />a la parapolítica- queda la sensación de que en Colombia no se están<br />fortaleciendo las instituciones de una democracia como quiere la administración<br />Obama".11<br />10 Samper Pizano, Ernesto. 'Acuerdo con Estados Unidos': falta discusión. El Tiempo,<br />16-08-09.<br />11 El Espectador. Bogotá, 24 de mayo de 2009, pgs. 22 y 23.<br />Humberto Vélez Ramírez<br />192<br /><br />10. ¿El imperio y su presidente constitucional, Barack Obama,<br />le pagarán a Uribe el favor prestado?<br />Aunque con Obama no haya congeniado, Uribe continúa siendo, en este<br />momento, un pilar central del imperio estadounidense. Por encima de Obama,<br />aquel lo ha impuesto e impondrá a los presidentes que vengan mientras continúen<br />amarrados a un Acuerdo de naturaleza por completo distinta de los hasta<br />ahora realizados. Por lo tanto, de cara al imperio, Uribe con esa decisión de las<br />siete bases ha ganado un espacio, que le permitirá presionar, con mayor vigor,<br />sobre el gobierno de Obama.Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-89103096743798962412009-06-08T12:02:00.000-05:002009-06-08T12:03:21.993-05:00LA ESTRATEGIA: “ MÁS PAÍS, MENOS URIBE”Atisbos Analíticos, Santiago de Cali, junio 2009, Humberto Vélez Ramírez, profesor del Programa de Estudios Políticos, IEP, Universidad del Valle; presidente de ECOPAZ, Fundación Estado*Comunidad*Paz, “Por un nuevo Estado para un nuevo País”.<br /><br /><br />Ensayo<br /> LA ESTRATEGIA: “ MÁS PAÍS, MENOS URIBE”.<br /><br />Hacia un Movimiento Programático<br /> Anti-reeleccionista.<br /><br />(Especial para “Columnistas Libres”.)<br /><br />Primera Parte<br /><br />1<br /><br />Uno de los rostros más fascinantes de la política es el de ser consentida con sus practicantes: los mima, permitiéndoles ingresar a ella por los más variados caminos y, ya adentro, se les abre a múltiples posibilidades. Les permite realizar, construir y avanzar. También les posibilita sentirse derrotados, levantarse y rectificar. Podemos hablar entonces de los complacientes y maleables caminos de la política. Esta nunca marcha por un solo carril. Como a la libertad personal, a toda hora la retan las opciones.<br />Más que en cualquier otra actividad, los caminos de la política no son los de una línea de ferrocarril a la que, de antemano y para siempre, se le han fijado las paradas, los puntos de partida y los sitios de llegada. Ocurre que por estas calendas, no sabemos a título de qué, así lo ha predeterminado el actual equipo de gobierno: Que con ellos se ha iniciado la historia de Colombia, que los presentes pasados no han sido sino prehistoria y que, por eso, la agenda futura de la política es la agenda por ellos levantada. Es decir, pretenden encarcelar la política al dejarla sin opciones.<br /><br />2<br /><br />En la presenta etapa de la historia del país, media Colombia, orgullosa y enhiesta, alza la testa proclamando que las actuales, las de las primeras décadas del siglo XXI, son la era uribista de la historia nacional.<br /> En este Atisbos desearíamos afirmar que eso así no es, que no nos dejaremos afectar por esa febril afirmación, que esa no es más que una abusiva pretensión que no podemos aceptar. Esto no obstante, somos hombres de esta era, de este tiempo y no podemos escapar de él. Y por eso, al distanciarnos un poco del presente, del fenómeno y de su figura estelar, al volvernos, si se quiere, un poco inactuales, nos vemos obligados a concluir que estos tiempos, los del 2000 al 2010, efectivamente han sido los tiempos de Alvaro Uribe Vélez.<br /><br /><br />3<br /><br />En sus ya históricas relaciones con las Farc (1963-2008), este Estado – que en su formación no ha sido una institucionalidad “inocente” sino que, de modo elevado, ha sido un producto dialéctico de las violencias siendo esto lo que en la actualidad nos ha traído a la memoria la parapolítica- decimos, pues, que en sus históricas relaciones con las guerrillas, este Estado ha pasado por distintos momentos: En unos primeros, se despreocupó del fenómeno y de sus dinámicas como si no existiesen o, mejor, como si no fuesen con él y contra él; en otros, combinó, de modo desacompasado, el garrote con la zanahoria; en un tercer momento, y estamos ya en el Caguán, se puso a negociar, en un territorio paraestatal, el conflicto socioarmado; y finalmente, por primera vez en esta historia, con la Seguridad democrática se centró, concentró y agotó en una estrategia orientada a su derrota militar.<br />Desde sus inicios, en eso anduvo Uribe Vélez. Por esos caminos continuó. En la actualidad los sigue transitando. Y por ellos anhela correr durante tres, cuatro o cinco mandatos más hasta el 2018 cuando, de acuerdo con sus técnicos y asesores, estará en plena vigencia el Estado comunitario como equilibrada combinación de neoliberalismo (componente estatal) con comunidades desorganizadas (componente social).<br />He ahí, entonces, la razón central, que responde a la pregunta sobre el porqué ésta, la del 2000 al 2010, es la era de Uribe en la historia del país.<br />El hijo de Puerto Salgar, encumbrado, pasará a la historia colombiana por haber sido el primer presidente en levantar, desnuda y sin mayores sofisticaciones ideológicas, una estrategia orientada a la derrota militar de las Farc. Pero, Uribe no sólo quiere levantar estrategias antifarquianas. Desea y anhela verlas materializadas en la vida real. Traducidas en unas Farc aniquiladas. De ahí su idea fija de perpetuarse en el poder.<br />No es inane, por cierto, la hipótesis que señala que Uribe sufre de una mal cercano a la sicopatología política, llamado hambruna de poder. En una sociedad como la colombiana, donde la supervaloración del poder sobre otros recursos, es muy elevada – fenómeno definitorio de nuestra Cultura política- ese sesgo perverso, por llamarlo así, no debería ser considerado como anormalidad. Sin embargo, más allá de este enfoque clínico, preferimos escarbar en la objetividad asociada a las realidades nacionales, así como en la subjetividad ciudadana, las razones de la uribización del país. <br /><br />4.<br /><br />Más que de la ideología de las Farc – atractiva y fascinante o perversa e inviable, cada cual la asumirá de acuerdo con sus valores políticos- la ciudadanía pareció cansarse de los métodos y prácticas de guerra, así como de los estilos de negociación de las guerrillas. Inteligente y habilidoso, ésta fue la primera observación detallada recogida por Uribe como precandidato presidencial. En ese momento - segunda parte de la última década del siglo XX - un volumen significativo de la población colombiana, sobre todo a escala local y regional, así como un amplio sector de sus líderes, simpatizaban, más en la intimidad que en el discurso explícito, con los paramilitares. Veían en ellos una fuerza básica de apalancamiento de las luchas del Estado contra la subversión guerrillera. Los más cristianos, al pellizcarles la conciencia, fundamentaban las simpatías en la tesis de “un mal menor”. De nuevo Uribe, desde la gobernación de Antioquia, avizoró el nuevo fenómeno social y lo anticipó en las Convivir. Por otra parte, el precandidato antioqueño empezó a revelarse como un excelente comunicador. Constituía ésta una notable y notoria condición personal en un momento en que en Colombia despegaba la política virtual. Más temprano que tarde, ésta se vio potenciada por unos Medios de difusión, cuyos dueños, en desconocida proporción, eran parte silenciosa de ese fenómeno de empatía social con los paramilitares. Por ese nuevo camino estratégico de las comunicaciones, Uribe, de modo pedagógico aunque simplista pero efectista, empezó a llegar a una población, conformada en su mayoría por pobres, fatigados con los métodos de las guerrillas y simpatizantes in pectore del paramilitarismo. Fue por ahí por donde el emergente candidato empezó a enhebrar una base de popularidad afectiva que, tras una década, no hecho más que agrandar y cultivar. A una estrategia antifarc así construida, no le faltaba más que una sólida base de respaldo internacional. Más temprano que tarde se la brindó Bush con los seis mil millones de dólares del Plan Colombia, destinados, en un efecto carambola, a frenar la producción de la droga derrotando, en el mismo movimiento, a las Farc.<br /><br />5<br /><br />En coherencia ahora con el discurso inicial, en la era de Uribe, “a Dios lo que es de Dios y a Uribe lo que es de Uribe”. <br />Habrá que destacarlo: A la luz de sus propias lógicas hobbesianas, la Estrategia de Seguridad democrática fue exitosa como Estrategia de Contención de las Farc. Estas, con su plan de bloqueo de la Capital, se vieron frenadas en su vertiginoso ascenso hacia el control del Estado central cuya puerta de acceso era la región de Sumapaz. Fue entonces cuando las guerrillas salieron de muchos cascos urbanos regresando a donde siempre habían estado en la etapa precaguán, a la montaña, a sus más clásicas retaguardias paraestatales con bases sociales propias de sustentación. De modo lento y dificultoso fueron readecuando su estrategia regresando, en buena medida, a los métodos de lucha propios de la guerra de guerrillas. Los paramilitares, por su parte, al entender que sobraban, desde el 2002 abandonaron su proyecto anti-insurreccional dedicándose a hacer política armada-institucional codo a codo con la dirigencia de las municipalidades y de las regiones. En este momento el gobierno, apalancado en los ingentes recursos asociados a las políticas de lucha contra la pobreza, transformó a un tercio de los pobres adultos del país en actores indirectos del conflicto armado al asignarles el rol de informantes de las organizaciones de defensa y seguridad del Estado. Una fuente más de cultivo de la más arrolladora popularidad afectiva. <br />En materia económica, por otra parte, dos hechos brutos merecen ser destacados. De acuerdo con el gobierno, los avances en la derrota militar de las Farc, animaron e insuflaron la llamada “confianza inversionista”. Y en efecto, en los últimos años la inversión extranjera directa en cantidades inusitadas empezó a llegar al país. A guisa de ejemplo, según el departamento técnico del Banco de la República, la cifra al respecto en el 2008 alcanzó 10.564 millones de dólares. El monto más alto registrado en el país en su historia económica. También, sobre todo a partir del 2004, la economía empezó a alcanzar tasas importantes de crecimiento. <br />Todo eso aunado - contención efectiva de las Farc en su acelerado ascenso militar, mayor control territorial de algunas regiones del país por parte del Estado, aprietos farquianos en la readecuación de su estrategia, fuertes y reiterados golpes a las Farc siendo espectacular y deslumbrante el de la “Operación Jaque”, masivas delaciones de la población civil a las autoridades, decrecimiento de las tasas de violencia, alejamiento de los paramilitares de la confrontación armada propiamente dicha, conversaciones Gobierno-Auc, llegada en volúmenes históricos de la inversión extranjera directa, elevación de las tasas de crecimiento económico y ampliación de la cobertura social del sentimiento de seguridad ciudadana-, todo eso, sin mayor análisis crítico, fue <br />cargado a favor de la bondad intrínseca de la Estrategia de Seguridad democrática.<br /><br />6.<br /><br />Llegados a este momento del análisis, cuando a la Seguridad Democrática se le han cargado tan inmensas y sublimes virtudes – las aquí destacadas se quedan cortas ante las catedralicias bondades que le asignan los uribistas- una pregunta de lógica elemental nos sale al encuentro: ¿En dónde tender la ropa sucia de la Seguridad democrática? Para el gobierno las críticas se asocian o a casos excepcionales o a guerrilleros analistas vestidos de corbata o a desinformación por no acceder a la verdad de las fuentes oficiales. Ha sido por esto por que algunos hemos pensado que inofensivos, inútiles y circulares se han tornado los esfuerzos por analizar la perversidad estrechamente unida al proyecto de Uribe Vélez.<br />Esto no obstante, démosle también a Uribe lo que es de Uribe en materia de metas no logradas; de logros efectivos falsamente atribuidos a la Seguridad democrática; de los subproductos negativos de ésta en el ámbito de la construcción de democracia; del fracaso de la propuesta de disminuir drásticamente la producción de droga derrotando, en el mismo movimiento, a las Farc; y de los manejos perversos que, desde el Estado, han contribuido al desquiciamiento moral e institucional de la sociedad colombiana.<br />Las guerrillas, de muchos y variados modos, han sido golpeadas con dureza, pero ahí continúan con sus diez mil hombres estratégicamente plantados. Por estos días han salido del repliegue dando de baja a 40 integrantes de la Fuerza Pública en el mes de mayo y a unos 400 en los primeros cinco meses del año. Cuando unos meses atrás los altos mandos hablaron del “comienzo del fin” de las Farc se olvidaron de la buena capacidad que esta organización siempre ha evidenciado para amortiguar los golpes, reciclarse y readecuarse en lo estratégico táctico. Como ha dicho uno de sus mandos medios, “nos han quitado de encima el peso de una masa de guerrilleros asalariados, sin convicciones y rumbos definidos. Al final de esta etapa, como que hemos quedado los que ‘somos’ Los uribistas nos han limpiado”. A los guerrilleros no se les puede pedir, como ha pretendido el gobierno, que se comporten como hermanitas del Buen Pastor, que cumplan con la Constitución y las leyes y que ajusten sus conductas a una Cultura democrática. No. Ellos son alzados en armas que buscan subvertir este Estado, que están en contra de este ordenamiento jurídico y que pregonan querer construir una nueva sociedad. Lo que sí se les debe exigir, de modo perentorio, es que se ajusten a la normatividad del DIH. Y mientras ellos persistan en esa condición “ontológicamente subversiva”, el Estado, rehusando hacerse el haraquiri, está en su derecho de defenderse y de atacarlos procurando llegar, por esa vía, a una utópica paz sin negociación. Por su parte, también se encuentra obligado a ajustar sus conductas a un DIH, que es norma superior de nuestra Constitución de 1991.Por otra parte, todos los indicadores señalan que el Plan Colombia ha sido un fracaso, pero ahora sin Bush y sin los ingentes recursos estatales. Claro que la inversión extranjera directa llegó, pero no tanto por la acción de la Seguridad democrática sino porque el Gobierno de Uribe, solícito, la cultivó de especial modo. El capital llega a un país, con violencia o sin violencia, primero cuando el Estado lo protege, segundo, cuando ese mismo Estado le posibilita la autoprotección, tercero, cuando medidas gubernamentales especiales, al absorber los costos de transacción, le permite incrementar las tasas de ganancias y, cuarto, cuando los alivios tributarios lo abruman. Todo eso, y mucho más, se ha dado en Colombia en los últimos años. Algo similar, puede afirmarse en relación con los importantes logros en materia de crecimiento económico. Pero, también los lograron otros países similares a Colombia, pues las condiciones generadas en la economía global les fueron altamente favorables. <br /><br />7.<br /><br />No se trata de reiterar ahora lo que ya han remarcado analistas y estudiosos de Colombia y de otras latitudes. Pero, con el paso de los días y semanas y meses han adquirido relieve y significación un conjunto de hechos embadurnados de perversidad que, de modo directo o indirecto, se asocian al gobierno de Uribe. A manera de hipótesis así planteamos el asunto: Fenómenos como, <br /> A-) La parapolítica;<br /> B.) La extradición de los jefes paramilitares a los Estados Unidos;<br /> C.) El asesinato a mansalva de jóvenes civiles y de campesinos honrados para hacerlos aparecer como guerrilleros dados de baja;<br /> D.) Las chuzadas del DAS;<br /> E.) La yidispolítica; <br /> F.) La explosión de violencia urbana originada en la delincuencia común, así como en el paramilitarismo de tercera generación …<br />han quedado indisolublemente ligados al proyecto de Uribe Vélez. Por cierto que las verdades más cercanas a esos ejes problemáticos no nos iluminarán en la coyuntura, pero, como ha señalado el colombianólogo Daniel Pecaut, “Ahora, para los responsables de millares de crímenes como es el caso de algunos paramilitares, yo creo que tarde o temprano, puede ser dentro de veinte años que es el plazo estipulado, tendrán que rendir cuentas a la justicia internacional si la justicia colombiana no puede hacerlo”. (2)<br />Entonces, así como en las tres últimas décadas no ha habido en Colombia perversidad nacional en la que el narcotráfico no haya marcado sus huellas, así en los últimos años estos problemas no podrán sustraerse a la rúbrica, directa o indirecta, de la actual forma de gobierno. Para manejar a su favor estos ejes centrales de perversidad, Uribe ha apelado a la gran popularidad afectiva que ostenta, como la manera más efectiva de aislar y debilitar los poderes, que limitan su poder personal. Ya se verá si ahora también buscará reproducir una conducta similar de cara al enorme poder de la opinión pública internacional que, de modo reiterado, le ha venido diciendo que “sí, que ha sido muy buen presidente”, pero que no despilfarre su prestigio imponiendo una segunda reelección.<br />Hoy por hoy, no obstante su elevada popularidad afectiva, no obstante su reconocida habilidad política y no obstante la ya casi desbordada uribización de las instituciones macro y de la mente de los colombianos, en Colombia no parece haber gobernabilidad a no ser en lo poco que va quedando de la Política de Seguridad democrática y en las medidas tributarias orientadas a alentar la inversión extranjera directa en las Zonas Francas, sobre todo. O sino no, que se nos diga ¿cuáles entre los miles de acciones del gobierno ameritan la condición de una Política pública sólida por su impacto en la vida social, orgánica por sus lógicas internas y coherente por su regularidad en la aplicación? <br />Uribe, sin finalizar todavía su segundo mandato, ha desembocado en la Administración de la “Nanoacción”, es decir, administrando un universo de “detalles y de cositas” efectistas” en los Consejos comunitarios. Aún más, nosotros diríamos que su Administración de la “Nanoacción” ha tenido, como telón de fondo, el Gobierno efectivo de los intereses reales del gran capital. <br /><br />8.<br /><br />En la presente coyuntura, Uribe no se encuentra en una “encrucijada del alma” sino, más bien, en “en una encrucijada de realidad”. En su intimidad ya tiene resuelto el problema de la reelección. Dejado a la espontaneidad de sus lógicas íntimas, con seguridad que marchará hacia la perpetuación en el poder moviéndose, durante las 24 horas del día, entre el micrófono y la pantalla chica en procura de acrecentar su popularidad emocional entre los pobres desorganizados como la mejor forma de neutralizar los poderes que limiten su poder personal. Pero ocurre que en sus ya casi siete años de gobierno nunca, como ahora, había pasado por una coyuntura más dificultosa no para que la gente lo reelija sino, más bien, para remover los obstáculos institucionales y de opinión que, como vacas muertas, a toda hora se le están atravesando en los caminos hacia la reelección. Por eso, su “encrucijada” es de realidad.<br />Entre los dos escenarios, ahora, por lo menos, está dudando de verdad. Como antioqueño formado en la Cultura del mundo de los negocios no podrá sustraerse a un cálculo racional, que le permita balancear la más óptima conveniencia personal, aunque, en su lenguaje, él diría “el más óptimo interés de la patria”: o si quedarse con el acumulado de prestigio que ya tiene o si, por el contrario, acrecentarlo sin que se le desborde.<br />Si opta por la reelección, las Farc continuarán siendo su mayor obsesión. Esto no obstante, ojala no lo olvide, él mismo lo ha reiterado, las Farc hoy por hoy no son lo que fueron ayer. Protagónicas en la vida nacional hace unos años, en la actualidad son una fuerza y un problema importantes, pero al lado de otras fuerzas y problemas también centrales. Gracias a Uribe, sobre todo, Colombia se ha desfarquizado al mismo ritmo que se ha uribizado. En este momento, otras son las percepciones de la ciudadanía. Según la última encuesta de Napoleón Franco (01-06-09), el gran problema del país es la seguridad (83%). Pero ahora no se trata de la seguridad atada a la guerra interna sino, más bien, de la seguridad ligada al desempleo (70%) y al problema social (66%). El asunto que menos les interesa, es el de la política (21%). El presidente en este momento continúa obsesionado por la seguridad de la guerra. Quitémosle la adjetivación de “democrática”, lo que no ha sido más que un recurso ideológico orientado a tapar la destrucción de lo poquito que de democracia nos quedaba. La otra seguridad, la seguridad integral o social ha permanecido durante su gobierno en el cuarto trasero.<br />Por lo tanto, si Uribe quiere entrar exitoso a un tercer mandato sólo lo podrá hacer apalancado en una sólida, orgánica y coherente Política social. Pero, esto repugna con sus concepciones neoliberales y con el papel de Supremo Limosnero con el que en sus dos mandatos ha manejado lo social. Al ser ello así, como salida no le queda otra que la de profundizar el populismo asistencialista en el que cada ocho días se ha venido entrenando en los Consejos comunitarios. Por populismo asistencialista entendemos aquella masa de acciones-limosnas que, desde el Estado, se le entrega al más amplio conjunto de de pobres que, por encontrarse líquidos y desorganizados, pueden ser manejados a merced del gran limosnero. Este los quiere y los ama y los ensalza y los llama por sus nombres de pila y periódicamente reproduce y refuerza su lealtad emocional con uno u otro regalo. El gran limosnero goza entonces de la más enorme popularidad. No tendría otra salida, pues, carismático y lo que se quiera, no es el líder con el perfil necesario para inscribirse en el populismo “popular”. Perdóneseme la frase, pero no es un pleonasmo. En el populismo “popular”, el protagonista es el pueblo organizado. Es el protagonismo del conjunto de los trabajadores organizados que, empleados o desempleados, se movilizan, de modo autónomo, buscando sacar adelante sus luchas reivindicativas y hasta postcapitalistas.<br /><br /><br />Segunda Parte.<br /><br />julio 2009<br /><br />Abstract<br /><br />Mental e institucionalmente Uribizado, el país se ha deslizado hacia la más precaria y obtusa y desorientadora polarización: Uribismo versus antiuribismo. Abramos esta cárcel y salgamos de la oposición reeleccionistas y anti-reeleccionistas agarrando por los cuernos al país con sus problemas centrales jerarquizados, de modo adecuado, en procura de una gran coalición programática con claro sentido antireeleccionista. Hacer de la política una actividad decente; impulsar una estrategia de seguridad integral; manejar el Estado a partir un nuevo modelo socioeconómico; poner en acción una política social robusta, orgánica y coherente; y fomentar y respetar una Cultura de las reglas de juego, podrían ser parámetros inspiradores de una nueva apuesta de gobierno del país.<br />Aislados, ninguno de los sectores de la oposición se encuentra en condiciones de emprender por su cuenta un reto tan enorme.<br />En estos Atisbos, aunque en lo básico fungimos como investigadores y analistas académicos, también somos ciudadanos. Desde esta lógica, no ocultamos, por el contrario, lo explicitamos como condición de objetividad, nuestras simpatías críticas por el Polo Alternativo. Este todavía es un esbozo de partido, que se potenciará en la medida en que se democratice ejerciendo y cualificando la democracia interna, que se fortalezca como fuerza parlamentaria y que luche, al lado de los asalariados con sus grandes problemas irresolutos dentro de una estrategia de reivindicaciones y de luchas postcapitalistas. Por eso, en esta coyuntura, un Polo en la Presidencia, se estaría cavando su sepultura.Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-56850571380984555052009-06-08T12:01:00.001-05:002009-06-08T12:01:48.980-05:00CUANDO LOS HIJOS DEL MESÍAS SE NIEGAN A ENTREGAR UN PLUVALOR DE LA SOCIEDADAtisbos Analíticos No 101, mayo 2009, Humberto Vélez Ramírez, profesor del PROGRAMA DE Estudios Políticos de la Universidad del Valle; Directo de ECOPAZ, Fundación Estado*Comunidad*Paz, “Por un nuevo Estado para un nuevo País”.<br /><br /><br /><br /><br />CUANDO LOS HIJOS DEL MESÍAS SE NIEGAN<br />A ENTREGAR UN PLUVALOR DE LA SOCIEDAD.<br /><br /><br />En sociedades donde la estructura específica de poder está montada,<br />1. sobre conciencias individuales sin conciencia ética ( como decir, ante un mal social grande, todo vale, todo es lícito);<br />2. sobre una cultura instrumental de la legalidad ( como decir, la ley presenta dos rostros, es obligatoriedad para los subordinados, pero es discrecionalidad para los dominantes);<br />3. sobre el recuse de “acción antipatriótica o cuando no, subversiva” de toda crítica que lo conmueva ( como decir, “si no estás con el poder, estás contra mí “);<br />4. y sobre una ciudadanía acrítica embobada con el carisma popular del líder y, por lo tanto, pastoreada como borrego por los Medios de Comunicación, todo lo que en ella diga o haga la cohorte cercana al príncipe, tendrá siempre el viso de acción legal, ética, legítima y hasta plausible. <br />Ayer no más leíamos ese formidable discurso del Padre Francisco José de Roux tan inspirado en una versión abierta de humanismo cristiano. (1) De entrada, nos llamó la atención una tesis que afirma que “la dignidad humana no puede incrementarse ni disminuirse”. Al glosarla, quizá de un modo un poco burdo, diríamos que por mucho que se la cultive, o por mucho que se la violente, siempre estará ahí como medida de lo humano. Pero, esto quizá en el plano de lo ontológico, pues, a escala simbólica, en ciertas sociedades con frecuencia uno se pregunta cómo hará el ser humano para aguantarse tanta mentira, tanta falsificación de lo real y tan enorme idealización de lo no real en unos plazos menores a 24 horas. Con inmenso dolor reconocimos que eso es lo que ha venido aconteciendo en Colombia desde hace más de siete años.<br />No pongamos sino un solo ejemplo. Por estos días los hijos del Mesías se han negado a entregarle a la sociedad lo que a ella le corresponde: Unos plusvalores, generados no por el trabajo propio sino por las decisiones públicas- o inocentes o interesadas- de quienes, a escalas territoriales distintas, dirigen el país. Y frente a tan tremendo descaro, en lo que a la ciudadanía respecta, nadie ha dicho nada. Y el poder absoluto ha aplaudido ese silencio. Nadie ha protestado. Y el poder absoluto ha bendecido la pasividad social. Más allá de la ciudadanía, unos pocos han acusado. Y el poder absoluto los ha reacusado de subversivos. Entre la ciudadanía, muchos han aplaudido. Y el poder absoluto los ha legitimado. Pero, ¿desde cuándo en esta sociedad se llegó a un extremo tal? Desde siempre. Pero, sobre todo, desde que hace siete años se instaló en el país una forma autoritaria de gobierno que, de modo voraz, se ha venido acrecentando hasta llegar a su forma actual de un gobierno absoluto que ya no cabe en su propia piel.<br />Este Atisbos 101 constituye una invitación a que pensemos que aquí no ha pasado nada. Y es que ha así ha sido porque en este país, en los últimos siete años, la condición ontológica de realidad sólo la ha alcanzado, lo tocado, lo mimado, lo empujado, lo bendecido, lo aplaudido, lo legitimado por la actual forma de gobierno. Solo es real, lo que toque Uribe. Hagamos de cuenta, entonces, que, en lo que a nuestra querida Colombia respecta, ninguna de estas cosas ha acaecido Ni siquiera las recurrentes rabietas del Mesías:<br />“Así, asuntos como la llamada “parapolítica”, que ha vinculado en su mayoría a amigos políticos del presidente; las inclinaciones delictivas de los antiguos paramilitares; sus confesiones y denuncias; el oscuro proceso de negociación de Ralito; la torcida y celestina ley “de justicia y paz”; las extrañas extradiciones de los jefes “paras”, sin atención alguna a las víctimas; las revelaciones de las mismas autodefensas, en un cerco cada vez más estrecho alrededor del Jefe del Estado; los llamados “falsos positivos”, que no son sino crímenes atroces, cuyo número va en aumento; los enfrentamientos presidenciales con la Corte Suprema de Justicia; el seguimiento a magistrados, inclusive los auxiliares, por parte del Gobierno; la llamada “yidispolítica”, que puso en tela de juicio la legitimidad de la primera reelección; la posible participación de integrantes de la familia presidencial en DMG; la demora del Estado en definir una línea de acción en el problema de las ”pirámides”; la posible financiación de DMG para la recolección de firmas para el referendo con miras a la segunda reelección; la extraña visita de alias “Job” a la Casa de Nariño -nunca explicada-; las interceptaciones telefónicas, tampoco explicadas a cabalidad, en el seno de la Policía Nacional - con la caída, como en el juego del dominó, de varios generales que aspiraban a su dirección; las interceptaciones y seguimientos del DAS a dirigentes de oposición; las interceptaciones a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia; la entrega de datos financieros y familiares de los magistrados al DAS cuando habían sido captados en función de la prerrogativa estatal de carácter tributario; los negocios de los hijos del Presidente de la República con DMG; los negocios de los jóvenes Uribe con la administración dirigida por su padre para obtener beneficios en relación con un terreno, y su posterior conversión en “zona franca”. (2)<br />En relación con el caso Mosquera, aceptemos que todo fue legal y ético; aceptemos también que no hubo ninguna presión indebida que haya manchado las decisiones tomadas; aceptemos que los tomadores de decisiones fueron tan neutrales y objetivos que pasaron por encima el hecho de que entre, los fortuitamente favorecidos, se encontraban los dos hijos del presidente; finalmente hagamos presunciones, todas a favor de los que se ganaron ese catedralicio plusvalor. <br />PERO,<br />Señores “suertudos”, por favor madruguen mañana a hacer cola en la Alcaldía de Mosquera para que paguen un impuesto que legalmente deben por el plusvalor creado. Nada de eso, de que las beneficiarias van a ser unas ONGs abstractas para que hagan una más abstracta inversión social. No. Ese dinero pertenece, por ley, a la Comunidad de Mosquera. Y por favor no se olviden de llevar un chequecito, bien antioqueño, por treinta mil millones de pesos. <br /><br />1. Palabras del P. Francisco José de Roux, SJ., en la ceremonia de graduación de los estudiantes de la Universidad de los Andes., Bogotá, 21 de marzo de 2009. <br />2. “La segunda reelección de Uribe: No es un asunto político, es mediático <br />José Gregorio Hernández”, en Razón Pública” 11-05-2009..Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-19325018419310498142009-06-08T11:59:00.000-05:002009-06-08T12:00:42.220-05:00ENTRE OBAMA Y URIBE NO HABRÁ MUCHO DE QUE HABLARAtisbos Analíticos N. 100, Santiago de Cali, marzo 2009, humberto Vélez Ramírez, profesor del Programa de Estudios Políticos, IEP, Universidad del Valle; Presidente de ECOPAZ, Fundación Estado*Comunidad*Paz, “Un nuevo Estado para un nuevo País”, humbertovelezr@gmail.com, atisbosanaliticos2000.blogspot.com, <br /><br /><br /><br /><br /><br />ENTRE OBAMA Y URIBE NO HABRÁ<br />MUCHO DE QUE HABLAR.<br /><br />(Tomado de, Vélez Ramírez, Humberto, OBAMA, OBAMANÍAS Y OBAMAPOSIBILIDADES Blanco, Negro o Amarillo ¿qué podrá hacer Obama?, Santiago de Cali, marzo 2009, versión digital, páginas 96-100)<br /><br />“Una Introducción Invasora”, en, Atisbos Analíticos No 99, febrero 2009, http://atisbosanaliticos2000.blogspot.com <br /><br /><br />A manera de Prólogo<br />Como idea guía, advertimos que la lectura total o parcial o selectiva de uno u otro de estos 40 acápites, algunos un poco extensos para ser epigramas, la puede sugerir el abstract en su numeración correlativa.<br />Este prólogo constituye, más bien, una especie de introducción como conclusión. Y es que al pergeñar estas anotaciones, hemos llegado a la conclusión de que Obama es un político de nuevo tipo que, bien intencionado, no parece sugerir lo que no es ni disimular lo que es aunque insiste mucho en lo que quisiera hacer. Es decir, no lo encasillamos como hipócrita. Sabe a ciencia cierta que es presidente de un imperio y que, por lo tanto, su accionar se encuentra limitado por sus tendencias y leyes históricas. Esto no obstante, lo mueve e impulsa el más vigoroso deseo de ser un presidente “distinto”, distinto, sobre todo, de la derecha neoconservadora en la línea Reagan- Bush. Es por esto por lo que pretende reenfocarlo todo inscribiéndolo bajo “otro enfoque”, bajo otra mirada de análisis y de acción. Al ser así, podrá acercarse a la improvisación y hasta a fallas y vacilaciones muy marcadas. Por eso, a casi dos meses de su acceso al gobierno, sobre varios asuntos centrales sus partidarios se refieren más a sus opiniones que a sus políticas concretas.<br />Esto no obstante, un famoso psicólogo israelí, Sam Vaknin, especialista en Narcisismo y autor de “El Amor malo del Uno Mismo”, nos ha dicho precisamente lo contrario: Que Obama, de modo consciente o inconsciente, es una persona hipócrita, que será un presidente “distinto” precisamente porque conducirá a Estados Unidos a la ruina ahondando su actual declive como potencia hegemónica internacional. Lo caracteriza como un narcisista, y no como uno cualquiera (Nixon, Clinton), sino como un egotista patológico a la manera de Stalin, Mao y Hitler. En él, las posturas y el lenguaje corporal volarían más alto que sus palabras vacías, además de que mantendría trenzadas la realidad y la fantasía. La conclusión de Vaknin es categórica y contundente, “Hoy los demócratas han colocado todas la esperanzas en Obama, pero este hombre le podría poner fin a su fiesta”. “No es admirable, pensó, que Ahmadinejad, Hugo Chávez, los castristas, los de Hezbollah, los Hamas, los abogados de los terroristas de Guantánamo y naturalmente todos los enemigos jurados de América estén tan emocionados por el prospecto de su hombre en la Casa Blanca. América está al borde de la destrucción. No hay locura mayor que elegir a un narcisista patológico como presidente”. (1)<br />En Vaknin encontramos, desde la psicología política, una posición extrema sobre Barack, emparentada con la de los que, desde la política, piensan que así como el dos sigue al uno, Barack seguirá a Bush. Nosotros, por nuestra parte, pensamos que, limitado por las leyes históricas de un sistema imperial en caída estructural y circunstancial, Obama tendrá, sin embargo, su margen de acción y que nos deberíamos dar por satisfechos si en su país retrocede la injusticia social y si su gobierno contribuye a que en el mundo haya menos tiranos.<br />Pero, sea la que sea la orientación presente-futura de su gobierno, estas notas no tienen otra intención que la de ser un referente discursivo, entre otros quizá más maduros, para hacerle un seguimiento al gobierno de una nación que, nos guste o nos disguste, ha sido y será protagónica en la marcha de nuestros pueblos.<br />1. En Columnistas Libres, Bogotá, 28-02-2009; sobre artículos y diálogos de Vaknin, ver, http://www.afroarticles.com/ <br /><br />Abstract<br />32. Entre Obama y Uribe no habrá mucho de qué hablar.<br /><br /><br /><br />*******************32******************<br />No es que nuestros gobernantes hayan corrido a escribirle a Obama y cuando lo diplomático los obligó, lo hicieron con fastidio in pectore, pues dentro de sus cálculos de ideas, de poder y de deseos un triunfo del wauaiano no les gustaba. En plena campaña electoral, así se expresó, con pésimo cálculo político, el Presidente colombiano sobre el candidato demócrata: “…es joven y tiene poca experiencia. De todas formas, yo no creo que Estados Unidos esté preparado para un presidente de color. Pienso que va ganar el candidato republicano McCain, quien para nosotros representa la continuidad de las relaciones políticas y comerciales” (73) Y al aterrizar discurso, le sirvió al candidato republicano como punta de lanza de su campaña en América Latina.<br />Triunfante Obama, el presidente colombiano empezó a dar pasos, ora sigilosos ora estridentes, orientados a congraciarse y ganar favorabilidad con el nuevo presidente negro de la muy blanca Casa. Estridente, por lo abultado de la delegación y por varias de las declaraciones emitidas por el líder de la misión, el Ministro de Defensa Juan Manuel Santos, fue el viaje realizado a Washington a finales de febrero del 2009. Hubo tapete rojo y zalemas diplomáticas, pero el gobierno recibió la advertencia: Que urgía modificar la Agenda, casi desmilitarizarla, bajarle el tono al viejo orden del día con el Plan Colombia, el narcotráfico y el TLC como puntos casi exclusivos; que en ella problemas como los derechos humanos, la protección de los sindicalistas, el medio ambiente, la Amazonía, las fuentes alternas de energía debían ganar la centralidad; y que todo eso lo manejarían por la vía diplomática con la participación de organismos multilaterales. (74) <br />No es que problemas como el conflicto armado, el narcotráfico, la ayuda militar y el TlC ya no interesen a Washington sino que, más bien, este gobierno se encuentra centrado en otros asuntos prioritarios, razón por la cual anteriores asuntos nuestros o han bajado su nivel de importancia o han adquirido nuevos significados o han empezado a inscribirse dentro de otro enfoque de análisis y de acción.. EL proyecto presupuestario presentado por Obama para el 2009, por ejemplo, refleja de modo adecuado esta última orientación: El Plan Colombia se verá afectado no tanto en el monto (para el 2009 se mantienen los 545 millones de dólares que, con seguridad, se recortarán en el 2010), sino en su composición o distribución interna con mayor énfasis ahora en los programas sociales y de reinserción. Por otra parte, de acuerdo con el texto presupuestario, el Departamento de Estado, para viabilizar el cobro de los dineros, debe presentar al Congreso un informe periódico sobre la situación de los derechos humanos en Colombia y comprobar que “el gobierno de Colombia está desmantelando las redes paramilitares” y que “ha cortado vínculos con ellas. (75) No se podrá olvidar, por otra parte, que al margen del impacto de los cinco mil millones dólares de ayuda norteamericana sobre la estrategia de contención de las guerrillas – ha sido éste el único pero notorio efecto de la Política de Seguridad democrática- el Plan Colombia resultó un fracaso en materia de reducción de la producción y de mercadeo de la droga. Fue a una conclusión así a la que se llegó en un estudio realizado por la GLAO, encomendado por el Vicepresidente Joe Biden. (76) Esto no obstante, no se podrá ocultar que en su actual estado de evolución, el conflicto armado colombiano continuará teniendo buena incidencia en la presión del gobierno colombiano sobre los Estados Unidos pues, aunque no afecte de modo grave su seguridad interna, gravita y continuará gravitando como factor de desestabilización a escala regional. Por eso El Plan Colombia, sea el que sea el enfoque en que se reinscriba, presenta visos de supervivencia.<br />En resumen, Colombia hoy por hoy, y en contraste con la mirada ideológica de la extrema derecha religiosa, no es un factor preocupante para la seguridad norteamericana y tampoco lo son las guerrillas. Esto significa que Colombia tendrá que hacer méritos para desandar pasos busheanos atrayendo la mirada del nuevo equipo de gobierno. Desgraciadamente ha empezado a hacerlo por una vía fácil y peligrosa, que terminará afectando la ya precaria soberanía nacional. Primero, abriéndole campo interno, tanto geopolítico como funcional, a una base que como la de Manta, el gobierno ecuatoriano, por dignidad nacional, ha ordenado clausurar Y en segundo lugar, enviando soldados y policías a Afganistán, a una guerra de la que ya se están retirando los aliados europeos y en la que la experiencia colombiana en materia de minados, contrainsurgencia y narcotráfico con seguridad será bien vista.<br />Por otra parte, en lo interno, el gobierno de Uribe no ha hecho nada por modificar el modelo económico en un nueva era en la que el 2009, como hace dos décadas 1989, significó la caída de otro muro, el muro del neoliberalismo, aquel con el que los países ricos taparon a los países pobres para que éstos no los pillaran practicando el proteccionismo y en el que, además, la cultura y la práctica de la guerra han entrado en barrena. Uribe continúa actuando como si nada hubiese cambiado en el mundo en el último año, como si la política de seguridad democrática ya no hubiese dado de sí todo lo que podía dar, como si Bush todavía lo estuviese esperando en la Casa Blanca para ir a “finquiar” y recondecorarlo como héroe de la libertad y como si Lula, sin estridencias, no se hubiese posicionado como el nuevo líder de América Latina.<br />Para participar en la Cumbre de las Américas, Obama estará en abril del 2009 en Trinidad y Tobago. Por estos meses, los 33 presidentes de América Latina, de modo directo o indirecto, están ejecutando acciones para que en esa reunión sus problemas e intereses centrales lleguen a la mente, a la agenda y al bolsillo del presidente Obama. Por eso, todos irán anhelantes de una reunión con él. Barack, con seguridad llegará al evento, como es de lógica para un temperamento como el suyo y para un momento como el actual, más dispuesto a escuchar y aprender de sus colegas, que a dar y ofrecer. Pero, como ha dicho Jeff Davidow, asesor de esa Cumbre, ésta será, más bien, “un test” sobre la capacidad que tienen los asistentes para crear un foro más estable en el que puedan buscar conjuntamente soluciones a la crisis, en ella se evitarían temas conflictivos como Cuba y el proteccionismo y, hasta allá no irá Obama como “un papá Noel con una bolsa con un regalo para cada presidente”. (76ª) <br />Con un Castro aterrizado pero pensando tras bambalinas; con un Chávez avanzado en socialismo del siglo XXI, pero con problemas para cohesionar esfuerzos latinoamericanos, Lula, por méritos propios, ha emergido como líder en el mundo y, particularmente, en y de América Latina. Aunque en la última década Uribe nunca jugó ese papel, ante Bush sólo fue líder de si mismo y de su proyecto guerrerista, no podrá dejar de afectarle ahora el ver cómo Lula, este 13 de marzo del 2009, ha entrado por la puerta de frente a la Casa Blanca como primer presidente latinoamericano recibido por Obama a los 52 días de posesionado. En concepto de muchos, Lula sería el único que podría modificarle a Obama la agenda de la reunión de Trinidad y Tobago. El Presidente de Brasil ha llegado a la Casa Blanca con tres mensajes interactuados: que como la acción bilateral era obsoleta, él estaba empujando y continuaría empujando por el multilateralismo en las relaciones internacionales, será lo primero que le dirá; que unas nuevas relaciones de vecindad de Estados Unidos con Latinoamérica pasaban por una apertura hacia Cuba, “nosotros, le dirá, vamos a sacar a la Isla del aislamiento y por eso Cuba debe regresar a la OEA; y que Venezuela quería acercarse a los Estados Unidos, será el tercer mensaje. Por estos días el BID señaló que en este 2009 el mundo ha entrado en su primera recesión planetaria desde 1945, final de la segunda guerra mundial. “Me ha impresionado por su realismo, escribió Francisco G Basterra en El País de Madrid, la afirmación del Ministro holandés de Finanzas de que, por primera vez desde 1945, tenemos una generación que duda seriamente si la próxima va a vivir mejor que ellos”. (76b)<br />Entre los asistentes a Trinidad y Tobago, estará el presidente de Colombia que durante la Administración Bush, con su equipo de gobierno y un grupo de lobbistas bien remunerados, se movió en Washington como Pedro por su casa, pero que ahora sabe que con Obama las reglas de juego han cambiado. Unas líneas atrás ya dijimos que el gobierno de Uribe está buscando modificar la estrategia de relaciones con la nueva administración estadounidense, pero sin ajustarse en lo interno para esa transición. Pero si con Bush, con quien tenía una clara identidad ideológico política tuvo que pagar un elevado costo político externo, en América Latina, sobre todo, con Obama, por lo que hizo- oposición a su elección- y por lo que son- dos mundos ideológico-sicológicos muy distintos- las dificultades de relación serán evidentes. <br />Para el actual gobierno de Colombia, sus problemas siguen siendo los mismos quizá mitigados por el éxito central, por cierto, único, en materia de contención de las guerrillas : Una guerrilla contenida pero no domada y con nexos comerciales con el narcotráfico; dificultades para financiar el final de la guerra con más guerra; una Seguridad democrática con visos de haber dado ya todo lo que de sí podía dar; aparición de una nueva generación de paramilitares; la droga en si como factor desinstitucionalizador; evidente desgaste de las reservas sociales de democracia; enorme deterioro de la vigencia de los derechos humanos; y un bajón significativo en la posibilidad de uso social intensivo y ampliado de las trampas de imagen. Pero, numerosas indicaciones señalan que para Estados Unidos esos ya no son problemas centrales y que, aunque seguirá abordándolos bajo otros criterios de enfoque, de análisis y de tratamiento, sin embargo, no volcará hacia ellos millonadas de dólares.<br /> Al referirse al TLC Estados Unidos-Colombia, ha dicho el presidente del Bid, “sería grandioso llegar “a Trinidad y Tobago “con ese tema resuelto, o, al menos, con un camino hacia la solución”. (77) Sin embargo, por lo que acabamos de decir, si en Trinidad y Tobago se produce una reunión Obama- Uribe, con seguridad no será muy larga, pues por pasado de Uribe y presente de Obama no será mucho lo que tendrán para hablar.<br /> De todas maneras, para el nuevo gobierno estadounidense no va ser fácil revertir, desde donde Bush y sus asesores de “Santa Fe IV” la dejaron, la situación colombiana en materia de droga y de conflicto armado. Ambos fenómenos y sus interacciones son un asunto objetivo que, independientemente del enfoque con el que se lo trate y de la prioridad que se le otorgue, interesa a Estados Unidos en sí mismo y por su impacto sobre la región. Lo primero que tendría que hacer Obama sería replantear con claridad, y obrar en consecuencia, la neodoctrina de Seguridad y Defensa de Estados Unidos línea Reagan-Bush que, en sus distintas versiones literarias, fijó como constante discursiva el proclamar y practicar que “somos una fuerza militar sin paralelo, tenemos el derecho de actuar en todo el mundo para imponer la economía de mercado y garantizar la seguridad energética y podemos atacar a quien consideremos una amenaza”. <br />Obama tendrá que evidenciar que “ha cambiado” y Uribe aceptar que un discurso así, tan cercano al suyo, ha perdido actualidad. Pero, sobre todo, tendrá que aceptar que, en lo externo, ha perdido el poder que poseía para inyectarle efectos y visos de verdad absoluta e inmodificable e incuestionable e irrefutable a su Estrategia de seguridad democrática.Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-68792604390998091322009-02-10T16:02:00.000-05:002009-02-10T16:03:29.725-05:00Atisbos Analíticos No 99, febrero 2009, Humberto Vélez Ramírez, Profesor del Programa de Estudios Políticos, Iep, Universidad del Valle; Presidente de ECOPAZ, Fundación Estado*Comunidad*Paz, “Por un nuevo Estado para un nuevo País”.<br />Mi nuevo Correo: humbertovelezr@gmail.com <br />Para acceder a los Atisbos Analíticos, con el próximo llegaremos al No 100, atisbosanaliticos2000.blogspot.com, <br /><br /><br /><br />OBAMA, OBAMANÍAS<br />Y OBAMAPOSIBILIDADES <br /><br /><br />Entre la Esperanza y el Imperio ¿qué podrá<br />hacer este enorme negro?<br />(Libro)<br /><br /><br /><br /><br /> UNA INTRODUCCIÓN INVASORA.<br /><br />La idealización del personaje, la obamanía, nos está llevando a desconectar a Barack del mundo real, de ahí, las desmedidas expectativas que, frente a su condición de nuevo presidente, se han forjado. Urge, entonces, bajarle el tono al actor ubicándolo, más bien, en un horizonte de buenas posibilidades. El tiempo nos dirá si lo más importante de esta irrupción de Obama, ha sido la salida de Bush, lo que reduciría el problema a un simple asunto del triunfo de la moderación sobre la barbarie. Pero, a lo mejor lo posible se mueva un poco más allá, por ejemplo, hasta la firma de decretos que restauren algunos de los derechos perdidos en los últimos años por el movimiento sindical (a dos semanas de posesionado ya ha firmado tres) o a hasta decidir algunas medidas que permitan que en este mundo haya menos tiranos. En frenados comentarios a su posesión, prudente ha sido la posición de Fidel Castro, “Nadie, escribió, podrá dudar de la sinceridad de sus palabras cuando afirma que convertirá a su país en modelo de libertad, respeto de los derechos humanos en el mundo y a la independencia de otros pueblos. Sin embargo, a pesar de todas las pruebas soportadas, Obama no ha pasado por la principal de todas ¿qué hará el presidente cuando el inmenso poder que ha tomado sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?”. (1)<br />Para nosotros Obama constituye un “afuera” de dificultoso escrutinio sociológico, al fin y al cabo nuestra mirada sobre los Estados Unidos de América nunca alegará inocencia. Sin embargo, precisamente por eso, por tratarse de un “afuera”, quizá podamos barruntar y atisbar algunas cosas más o menos importantes sobre el presente y el futuro inmediato del nuevo mandatario. Por lo menos, plantearnos algunas preguntas e interrogantes.<br />Anticipémoslo de entrada. No pensamos que Obama vaya a revolcar las relaciones sociales en la sociedad norteamericana ni que vaya a modificar las formas imperiales que históricamente le han sido propias. Esto no obstante, pensamos que podrá hacer algunas cosas posibles e importantes. Por ejemplo, eso de decidir que en un año estará desmontado ese “Centro experimental de Torturas” del imperio llamado Guantánamo, constituye una decisión de impacto real y simbólico casi mundial. Claro que el año de plazo es ya una limitación impuesta por la burocracia heredada (2) y que eso de llevar a Bush, como reclaman algunos, a la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad, sería algo que, como requisito previo, exigiría un cambio radical en la estructura y funcionamiento de la dominación como fenómeno mundial. Esto es algo que Obama no ha prometido y que nunca lo hará. <br />Lo decimos sin ambages: En el mundo actual y en términos de relaciones de poder, es más lo que Obama podrá hacer en la línea de ese contrasentido radical llamado “humanización del capitalismo” que lo que muchos gobiernos de la nueva izquierda podrán avanzar hacia formas socialistas de vida.<br />Los politólogos han quedado sorprendidos: En una sociedad todavía fracturada por la discriminación racial, un negro sin hacer la clásica política pausada de largo plazo, aún más haciendo a corto plazo una política atípica, fue elegido para regir los destinos de la sociedad imperial más importante del mundo. Y en su discurso de posesión, ese negro dijo que, sin traicionar los principios ni los ideales de los padres fundadores de la república, haría cosas positivas distintas a las de su predecesor. De modo más preciso, así fijó el problema el escritor Héctor Abad Facio Lince en un aterrizado artículo en el que lanzó la pregunta ¿Cualquier presidente es igual?” : Los antiguos romanos, adelantó, “para pronosticar el futuro de su próximo César miraban el vuelo de los pájaros…Obama nos permite alimentar la ilusión , con las cabañuelas de sus primeros cuatro días de gobierno, de que nos esperan cuatro años, si no de sueños, al menos sí muy distintos a los ocho años de pesadilla de Bush”. (3)El nuevo presidente dijo en su discurso de posesión que las guerras se pueden ganar respetando las normas de los padres fundadores y que existen comportamientos decentes que no se negocian y que se debe volver la ciencia al lugar que merece y que Estados Unidos es una nación no sólo de creyentes sino también de no creyentes.<br />Pero, ¿cómo se hizo este negro que ha dado forma a un presidente, por lo menos, distinto si se tiene en cuenta su historia biográfica y lo poco o lo mucho que hasta ahora nos ha anticipado? ¿Cómo y por qué fue elegido? <br />Es lo que en este texto trataremos de observar y exponer del modo más pedagógico posible, aunque sin desprendernos de la academia que es nuestro espacio natural. Buscaremos apresurar otro lenguaje más accesible a un público amplio. Cada uno de los treinta epigramas que le dan forma al libro, posee una relativa independencia pudiendo ser leído a partir de la breve guía que sugiere el Abstrat. Esta Introducción, por su parte, constituye, más bien, un Ensayo de inducción al personaje.<br />Una hipótesis central, entre otras muchas, ha sido adelantada en Estados Unidos buscando responder a esa doble pregunta. Veámosla y glosémosla.<br />Cuando en la segunda parte de la década del ochenta, graduado ya en Ciencias políticas en Columbia, se puso a trabajar, abandonando un empleo económicamente prometedor, como organizador comunitario en las barriadas al sur de Chicago, se encontraba en una etapa más madura de un dificultoso proceso de búsqueda de identidad y pertenencia. Aunque, de modo directo, crudo y personal, no había sufrido la discriminación racial, el quién soy, de dónde vengo y para dónde voy lo acuciaba como nunca. Constituyó ésta una etapa decisiva de su historia biográfica. Un cosquilleo de insuficiencia, de encontrarse desdoblado, de ser “dos mitades”, de no estar completo, lo sacudía en su intimidad. En ese momento, a su lado espiritual ya no se encontraba Ann, su adorable y siempre solícita madre que hasta entonces lo había iluminado con sus ovalados ojos de trotamundos empedernida. Lo había dejado para que volara solo. Dos textos de “El Sueño de mi Padre” (4) son altamente expresivos deL estado de su espíritu. Sobre su nuevo oficio señaló, “En 1983 decidí ser organizador comunitario. No había mucha información sobre esta actividad. No conocía a nadie que se ganara la vida con ella. Cuando los compañeros de clase me preguntaban qué era lo que hacía exactamente un organizador comunitario, no podía darles una respuesta. En lugar de eso me pronunciaba respecto a la necesidad de un cambio. Cambio en la Casa Blanca, donde Reagan y sus acólitos continuaban jugando sucio. Cambio en el Congreso, sumiso y corrupto. Cambio en el talante del país…Cambio que no vendría de las altas esferas, diría yo. Cambio que vendría de la movilización desde la base”. Y al evaluar de modo crítico esa experiencia, esto dijo, “No tenía comunidad o tradiciones en las que pudiese arraigar mis creencias. Los cristianos con los que trabajaba se reconocían en mí, veían que conocía su libro, compartía sus valores y cantaba sus himnos. Pero, además, percibían que una parte de mí permanecía apartada, desaparecida, como espectador. Entonces vi…que sin un compromiso inequívoco hacia una comunidad de fe en particular, estaría condenado siempre a permanecer apartado en algún nivel, libre como lo era mi madre, pero también solo, como en última instancia, lo estaba ella”.<br />El no poder avanzar hacia el sueño americano, ese crudo y brutal ideario de “yo soy yo y mis competencias y mi mercado de trabajo y mi confort” no era en ese momento lo que atormentaba al joven Obama, pues, de haber permanecido en su anterior empleo, habría avanzado hacia ese ideal de eficacia, confort y felicidad. Lo que lo angustiaba en esa coyuntura de su vida era, más bien, el experimentar que “una parte de él” permanecía “apartada, desaparecida, como espectador”. Sentimiento éste expresivo de la intensa crisis de identidad y de pertenencia por la que pasaba.<br />Hasta ese momento de sus 25 a 30 años, la política “profesional” no hacía parte explícita de su proyecto de vida.<br />Trasladémonos ahora al 27 de julio del 2004 a la Convención demócrata a la que el ya senador Obama asistió por el Estado de Illinois. Su intervención en ese evento lo convirtió de repente en destacada figura política, lo metió en el disco duro de la política nacional e internacional. Desconocido todavía a escala nacional, el senador John kerry lo presentó esa noche como “el hombre que puede ayudar a sanar las heridas que hay en nuestra nación”. (5)<br />Obama se vino, entonces, con un sólido discurso de unidad nacional, por encima de lo que los dividía en lo racial, lo religioso y lo político partidista, discurso en el que, como un eje central, disolvió la distinción entre una “derecha” religiosa (republicanos) y una “izquierda” secular o no creyente (demócratas). Emergió así en el campo de la política como profesión, el Obama que para sentirse pleno y completo y colmado en su intimidad, se había acercado, en la segunda parte de la década del 80, a una comunidad de fe, The Church of Crist, en procura de colmar su identidad y anhelos de pertenencia. Se trató de un histórico discurso, emotivo e idealista además que bien formateado, en el que a su enorme carisma y convincente oratoria, agregó la inspiradora historia de su familia. De una familia que había aunado en “ella” varias razas, etnias y religiones. En esa pieza oratoria se refirió, sobre todo y ante todo, a un “único” Estados Unidos, que trascendía las divisiones políticas y raciales. “No hay, dijo, un Estados Unidos blanco y un Estados Unidos negro, sino los Estados Unidos de América.”<br />La escritura de su historia biográfica la había iniciado con la publicación en 1995 de “El Sueño de mi Padre”; ahora el discurso del, 2004 le brindó bases para continuarla con “La Audacia de la Esperanza”, su segunda Memoria autobiográfica. (6)<br />Una vez que el senador Kerry, candidato demócrata a la presidencia en el 2004, escuchó a su protegido, de aplaudido se convirtió en aplaudidor. Cuenta Stephen Mansfield (7) que el día anterior a la Convención, Obama se paseaba tranquilo por las calles de Chicago en compañía de su amigo el empresario Martin Nesbit mientras la gente lo asediaba deseosa de saludarlo. “Es increíble, le dijo Nesbit, pareces una estrella de rock”. Eso no es nada, le respondió Obama con seguridad, “si piensas que lo de hoy está bueno, espera a ver qué pasa mañana, mi discurso es bastante bueno”. (7) Y fue tan bueno que resonó en la nación entera. En unos cuantos minutos quedó instalado en el centro del escenario político de los Estados Unidos. Pero no solamente ahí, en esta época de la política simbólica, de repente se metió en la mente de los norteamericanos, siempre tan históricamente propensos, según las lógicas de su cultura política, a significar ungidos y predestinados a partir de una nación a la que todos imaginan providencialmente elegida. A partir de ese discurso, en la gente quedó la imagen-promesa de que Obama era un político creyente excepcional. Este personaje excepcional, en concepto de Estephen, no era otro que ése “muchachito delgado, que cree que para él también hay un espacio en los Estados Unidos”.<br />Pero, en mi concepto no se trataba de un creyente más, de esos que abundan en esa sociedad materialista epicúrea religiosa que, por encima de Darwin y del amplio despliegue de sus fuerzas productivas, cree en el creacionismo y en la que solamente hay un 3% de ateos. No. Se trataba, más bien, de un creyente de nuevo tipo, capaz de mirar a su país y al mundo con otra mirada, de leerlos desde otra cultura política distinta de la del conservadurismo religioso tradicional cuya expresión más paradigmática había sido el gobierno de Bush. Entonces, se trataba de un político creyente de nuevo tipo dotado de una visión liberal de “izquierda” vitalmente conectada a una fe religiosa. Es como si en el contexto latinoamericano surgiese o hubiese surgido, estoy pensando en Camilo Torres, un político creyente de nuevo tipo, dotado de una visión de izquierda socialista conectada a una inmensa fe en la teología de la liberación y que, a lo Obama, proclamase, “también nosotros tenemos fe, los que estamos a la izquierda de la política, creemos que la mujer tiene derecho a decidir si aborta o no y defendemos los derechos de nuestros amigos los homosexuales y nos interesamos por los pobres y confiamos que un gobierno grande puede ser uno que permita la justicia…También amamos a Dios…También tenemos pasión espiritual y creemos que nuestra visión de Estados Unidos surge de una fe vital. Ya no se nos tildará de no creyentes. Ya no podrán hacer que cedamos el terreno de lo espiritual porque la derecha religiosa no tendrá más nada que decirnos al respecto”. En la parte final de su histórico discurso del 2004, al referirse a los técnicos que dividían el país en Estados colorados (los republicanOs) y los Estados azules (los demócratas), dijo sobre éstos últimos, sus copartidarios, también nosotros “adoramos a un Dios maravilloso en los Estados azules”.<br />Atrás citamos a Estephen Mansfield, quien después de escribir “La Fe de George Bush” escribió un libro en la misma línea, la que correlaciona religión-política, titulado “La Fe de Barack Obama”. En un texto valioso, importante y coyuntural, proporciona buena información, así como algunas hipótesis cercanas a la antropología religiosa. Sobre el trabajo de Estephen, escribió Francisco Fuster, “es en parte una biografía espiritual de Obama, un recorrido por los principales hitos de su trayectoria dentro y fuera de la Iglesia, aquellos que han forjado esa personalísima fe que lo caracteriza…Es también un ensayo sobre la importancia de la fe en la política americana y sobre el uso que hacen de ella los partidos políticos. Su objetivo: acercar al público la visión teológica del candidato con una monografía destinada a acercarnos a uno de los aspectos de la personalidad de Obama que más ha llamado la atención” (8)<br />De acuerdo con Stephen lo que Obama buscaba era “hacer sonar la trompeta de la fe en una convocatoria que ya no dividiría al país en la derecha religiosa y en la izquierda secular” como si sólo los republicanos fuesen creyentes quedando los demócratas adscritos a la representación colectiva de no creyentes. Obama le habría salido al paso a ese imaginario social advirtiendo que los demócratas también eran creyentes, que en los Estados azules también veneraban a un “Dios maravilloso”. Con ello, Obama buscaba hacer desaparecer la religión como una fuente de divergencias y conflictos entre los estadounidenses. Esto no obstante, en nuestro concepto, Estephen se quedó corto en evidenciar cómo la “izquierda demócrata”, versión obama, tenía o, por lo menos, pretendía tener otra forma de leer políticamente a Estados Unidos y al mundo desde sus lógicas de fe religiosa. <br />Cuando Obama ingresó al cristianismo no encontró contradicción mayor entre su compromiso religioso y sus maneras de pensar y examinar la vida, pues The Church of Christ era una Iglesia portadora de una visión liberal radical. Fue por eso por lo que pudo escribir en “La Audacia de la Esperanza”, “Al comprender que el compromiso religioso no exigía que dejara de pensar de forma crítica ni que me desentendiera de la batalla por la justicia social y económica ni que me retirara del mundo de ninguna otra forma, pude caminar un día por el pasillo central de la Trinity United Church of Crhist para ser bautizado. Fue una elección no una epifanía y las preguntas que tenía no desaparecieron por arte de magia”. (9) <br />Decir que el pueblo norteamericano es altamente religioso; afirmar que en la historia electoral norteamericana el voto por razones religiosas o morales ha sido una constante; recordar que en las últimas décadas la derecha religiosa ha tenido una marcada influencia en el manejo ideológico y político de esa sociedad, constituyen frases casi de cajón. Hace siglo y medio cuando el sociólogo francés Alexis De Tocqueville llegó a los Estados Unidos, la gran influencia de la religión sobre las costumbres de la gente en todos los niveles, fue lo que más le llamó la atención. (10) Dada esta histórica situación de casi necesaria presencia de elementos religiosos en las conductas de los norteamericanos, algunos podrían pensar que la tesis de Obama sobre la construcción de una nueva forma de pensar y hacer política a partir del compromiso con una fe religiosa, podría arrastrar una buena dosis de simple táctica electoral. Pero no, la evidente correlación discursiva y empírica existente entre su trabajo en las barriadas de Chicago, su acercamiento a la liberalmente radical Church of Christ, su discurso del 2004 en la Convención demócrata y su elección como presidente señalan que de lo que se trataba era de una tesis-convicción. El cómo la llevará a la práctica en una sociedad de capitalismo imperial, constituye otro asunto, o mejor, el reto que deberá enfrentar como gobernante. Es lo que con otro lenguaje acaba de señalar el profesor Hernando Llano en su último “CaliCanto”, “Sólo el futuro nos revelará si es compatible tal escala de valores con la existencia del mayor imperio militar que haya existido en la historia, pues ella nos ha demostrado, desde Roma hasta el presente, que la República y el Imperio son irreconciliables en un mismo Estado. Si Obama logra esa proeza sin duda habremos entrado en una nueva era, la de una República cosmopolita y global, uncida por un hombre multiétnico y un gobernante tan insólito que merecerá el título de auténtico demócrata”. (11)<br />Ronald Dworkin, filósofo liberal y profesor de Derecho en Nueva York y Londres, en uno de sus últimos libros, “La Democracia Posible” (12), formuló cuidadosas observaciones sobre la salud de la democracia en los Estados Unidos. “Las elecciones del 2004, señaló, provocaron una traumática división. Los republicanos afirmaron que la victoria del candidato demócrata amenazaba la supervivencia, incluso la salvación de la nación…Constituiría un triunfo para Osama Bin Laden. Por su parte, los liberales se declararon defraudados, incluso asqueados, por los resultados de las elecciones.” De acuerdo con Dworkin la política en Estados Unidos, como nunca antes, se había polarizado y trivializado tornándose necesario sacarla de ese estado presentando una propuesta programática positiva.<br />Para muchos observadores cercanos al anterior diagnóstico, había sido eso precisamente lo que había hecho Obama entre el 2004 y el 2008, despolarizar y destribializar la política estadounidense mediante una propuesta que implicaba una relectura de Estados Unidos y del mundo, primero, desde los valores originarios de los Padres Fundadores de la República, y, segundo, desde un compromiso de fe religiosa. <br />Entre muchas otras, en este momento de la reflexión y el análisis, dos preguntas nos acucian. Primera: ¿hasta qué punto ese compromiso tan explícito y marcado de Obama con una fe religiosa, no va a afectar la ya clásica separación entre la Iglesia y el Estado propia de esa sociedad? Y segunda: ¿qué tuvo que ver Ann, la adorada madre de Obama, con el ingreso de este al cristianismo cuando ya tenía casi 25 años?<br />Digamos algo acerca del primer interrogante. Nadie como John F. Kennedy, católico militante, expuso de modo tan claro los principios y razones de esa necesaria separación. En un discurso del 12 de septiembre de 1960 precisó que no era “el candidato católico a la presidencia” sino, más bien, “el candidato del partido demócrata a la presidencia que, por casualidad, era católico”. Al ser ello así precisó que la fe personal de un candidato a la presidencia, nada tenía que ver con el ejercicio del cargo. (13) Por otra parte, de acuerdo con su cultura religiosa política los estadounidenses se han apropiado de un conjunto de valoraciones sociales positivas que favorecen la separación Iglesia y Estado. Por ejemplo, que los Estados Unidos no son una teocracia; que los líderes del país no gobiernan por derecho divino; que Iglesia y Estado son instituciones separadas; y que su Estado es un Estado laico tolerante que no permite que las religiones gocen de privilegios ni interfieran las decisiones políticas. Por otra parte, entre los cuatro puntos en que se puede condensar el calvinismo político, el cuarto precisamente señala que entre “El Estado y la Iglesia no debe existir ni alianza ni dependencia mutua”. (14) Finalmente, ya en un plano más concreto, en el de la acción social del Estado mediada por instituciones religiosas, el candidato Obama precisó, “Mi criterio general es que si una congregación o una Iglesia o una Sinagoga o una Mezquita o un Templo quiere prestar servicios sociales y acceder a fondos gubernamentales deben ser capaces de estructurarlos de modo que toda la gente pueda acceder a esos servicios, y de un modo que no veamos el dinero del gobierno usado para hacer proselitismo. Esta, por cierto, es una visión basada no sólo en la preocupación de que el aparato de Estado sea capturado por una fe religiosa en particular…La libertad de religión en este país, creo, es precisamente lo que hace a la religión tan vital”. (15)<br />Vayamos ahora a Ann, la madre de obama, a tratar de fijar su grado de influencia en el ingreso de su hijo al cristianismo. En general, se trató de una mujer formidable, ya lo veremos en uno de los epigramas, que lo inspiró a medida que iba sumando logros en su vida. También, con resultados positivos, con seriedad lo advirtió cuando, adolescente aún, tuvo tremendo bajón académico debido a su entrega circunstancial a la juerga universitaria, a la droga y al alcohol. Pero Ann no podía darle lo que no poseía. Había sido ella una mujer escéptica que miraba la religión como antropóloga, casi como el científico examina las células a través de un microscopio. Influenciado culturalmente por muchas religiones, hasta sus 25 años Obama nunca profesó una en particular. De cara a las religiones, dos asuntos aprendió Obama de su madre, el respeto a todas ellas y un desapego prudente con respecto a la experiencia religiosa. Por lo tanto, Obama ha sido el primer presidente norteamericano que de niño no tuvo religión. El legado de Ann, escribió Estephen, podría haber sido ése, “si el joven no hubiese logrado ver lo horrible que era el precio de todas las creencias”. Por lo tanto, en nada incidió Ann en el ingreso de Barack a The Church of Christ.<br />Se hace claro así que la relación de Obama con este templo no fue meramente instrumental sino, ante todo y sobre todo, substantiva. A la luz de la cultura política colombiana- sociedad en la que, por las dos vías, la relación Iglesia-Estado ha sido, sobre todo, instrumental- dificultoso se hace comprender cómo la fe religiosa pueda ser una fuente de inspiración para un cambio estructural y funcional del país cuando hasta ahora ella ha funcionado como un factor de sustentación y de consolidación de un establecimiento social injusto, antidemocrático y propiciador de la violación de los derechos humanos.<br />Al terminar esta Introducción nuestro deseo no puede ser otro que el de que estas notas “Obama. Obamanías y Obamaposibilidades” alimenten reflexiones y posiciones críticas sobre el presente y futuro de esa sociedad imperial y sobre sus relaciones con el mundo en general y con América Latina en particular. <br /> <br /> <br /> <br />1. Castro Ruiz, Fidel, “Reflexiones del Compañero Fidel”, http://verbiclara.nireblog.com/pog-/S<br />2. Oszlak, Oscar, “La criptona de Superobama”, en, Página 12, Buenos Aires, 01-12-09.<br />3. Abad Faciolince, Héctor, “¿Cualquier Presidente es igual?, El Espectador, domingo 25 de enero de 2008, p.40.<br />4. Obama, Barack, los Sueños de mi Padre: Una Historia de Raza y Herencia, Almed, Granada, 2008.<br />5. Sobre la Convención demócrata en el 2004 y el papel que en ella cumplió Obama, ver, OBAMA ABRE LA Convención demócrata del 2004, http://obama-presidente.infobae.com/video-democratas <br />6. Obama, Barack, La Audacia de la Esperanza: Cómo restaurar el Sueño americano, Península, Barcelona, 2007.<br />7. Mansfield, Stephen, La Fe de Barack Obama, Grupo Nelson, Una división de Thomas Nelson Publishers, Nashville, Dallas, México D.F, Río Janeiro, Beijing, versión electrónica.<br />8. Ver, http:www.ojosdepapel.com/index.aspx?article=2917<br />9. Obama, Barack, La Audacia de la Esperanza, p.222.<br />10. Tocqueville, Alexis, La Democracia en América, Alianza Editorial S.A. Barcelona, 2002.<br />11. Llano, Hernando, “Obama: Entre el Mito y la Mitomanía de la República norteamericana”, 01-25-09, http://www.calicantoopinion.blogspot.com/ <br />12. Dworkin, Ronald, La Democracia Posible, Editorial Ibérica, España., 2008.<br />13. http.www.ojosdepapel.co<br />14. http: //revistalibertaddigital.com/ <br />15. http:// beliefnet.com/ , 01-30-08.Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-28458771985127340722009-01-12T10:19:00.000-05:002009-01-12T10:20:15.697-05:00Atisbos Analíticos No 98, Santiago de Cali, enero 2009, Director, Humberto Vélez Ramírez, profesor del Programa de Estudios políticos y Resolución de Conflictos, IEP, Universidad del Valle; presidente de ECOPAZ, Fundación Estado*Comunidad y Paz,”Por un nuevo Estado para un nuevo País”, atisbosanaliticos@gmail.com , hvr@coldecon.net.co <br />Para acceder a los Atisbos, atisbosanaliticos2000.blogspot.com <br /><br /><br /><br />EL DEL XXI, EL SIGLO DE LOS DERECHOS<br /> HUMANOS COMO PRÁCTICA POLÍTICA.<br /><br />Hacia una lectura neomarxista del problema <br /><br />Abstract<br /><br />1. Los derechos humanos no son un simple asunto académico, su dimensión ideológica también es central aunque, en la actualidad, se sobre-impone su carácter político práctico.<br />2. Al hablar de derechos humanos no se trata sólo de hechos faustos sino también infaustos, al fin y al cabo, “ser humano es aquel que, poseyendo dos rostros, es capaz de ascender como ángel a las cimas de la bondad, como de descender como demonio a las simas de la perversidad”.<br />3. “Al hablar de derechos humanos postulamos así la necesidad de estudiar, para cada sociedad en particular, el origen y desarrollo histórico de esas reivindicaciones luchadas políticamente desde los sentidos que en cada una de ellas han alcanzado la libertad y la dignidad humanas, ya como representación simbólica ya como realidad, en las distintas etapas de su historia”.<br />4. “En la segunda parte del siglo la positivización normativa de los derechos humanos fue una nota definitoria..En un mundo en su más elevado momento de desarrollo tecnológico y de sus fuerzas productivas, las relaciones sociales imperantes no fueron propicias al desarrollo moral y humano de los pueblos”.<br />5. “Para Marx los derechos humanos no son más que los derechos del hombre burgués…una ficción formal orientada a encubrir la exp0lotación y no el camino para la definitiva emancipación humana…Marx se había hecho prisionero de la versión ideológica de los derechos humanos ‘sin lograr entender lo que significan en la práctica…al margen de la ideología”.<br />6. “El punto de partida del análisis dialéctico de Marx …fue el hombre históricamente situado” y tanto el hombre proletario como el hombre burgués son hombres situados que poseen derechos, conquistados pero “derechos”, distintos pero “derechos”… “Habría que distinguir de derecho a derecho y eso sólo se logra por fuera de la ideología”.<br /><br />7. “…los ya casi siete años de Uribe han sido los tiempos de un manejo casi exclusivamente ideológico de los derechos humanos…”.<br /><br />8. “Pero, cojo resultaría evaluar la situación de los derechos humanos durante la presidencia de Uribe por fuera de una caracterización de su forma de gobierno”…<br /><br />9. “Como estrategia de contención de las guerrillas, la Seguridad democrática, hasta ahora, ha resultado exitosa…”<br /><br />10. En el 2004, al evaluar sobre el terreno la situación de los derechos humanos en Colombia, la ONU, entre otras conclusiones, señaló: “2. La Política de Seguridad democrática no puede ser considerada una Política de Derechos humanos”.<br /><br />11. ¿Por qué será que los Mass Media no le han dado la difusión que merece un documento, y también una entrevista, de estos meses en el que con seriedad académica, desde el exterior, se llama la atención sobre el hondo deterioro de los derechos humanos en el país entre el 2002 y el 2008?. “Declaración de Bruselas sobre la Violación de los Derechos humanos en Colombia” (SEPT.2008)<br /><br />12. “…durante el sexenio de Uribe, a pesar de la honda afectación de los derechos humanos…la bandera por alcanzar reivindicaciones efectivas en materia de derechos humanos la puso muy en alto la Minga de los pueblos indígenas. Desde la acción, con la palabra social y solidaria en la boca, caminó por todo el país. Fue la Minga de los pueblos la que, convertida en vanguardia y pagando de su propia alma colectiva un precio sangriento muy elevado, con sus cinco punto programáticos impuso las dinámicas y los tirmos de las luchas sociales. Su movilización pacífica por medio país, torpedeada de modo antidemocrático por la Seguridd democrática, constituyó una enorme e histórica conquista política”.<br /><br /> <br /><br />*********************1*******************<br /><br />En el plano de lo simbólico, como angélicas han sido imaginadas las sociedades purificadas por la práctica de los derechos humanos- ¿cuantas habrá así en la actualidad en el mundo? – y como demonizadas, aquellas en las que su violación ha constituido una constante - a lo mejor, así lo son en su mayor parte-. De todas maneras, de cara a los llamados derechos humanos, en el mundo actual han primado tres posturas centrales:<br />1. El Jusnaturalismo que, en sus variadas versiones históricas, reinsiste en descubrir una verdadera, genuina y auténtica esencia humana. De todas maneras, no sobra advertir que los derechos humanos están lejos de ser una mera cuestión especulativo- teórico-académica o una simple historia de su positivización normativa.<br />2. El Oportunismo neoimperial que, jugando a la ideología, se enrostra los derechos humanos como máscara en procura de velar sus reales propósitos de expoliación, dominación y de atropello donde quiera que haga presencia. Versión particular de esta postura es la de aquellas formas subordinadas de gobierno- la liderada por Uribe es paradigmática en el mundo actual - en las que se hace un uso ideológico de la verborrea discursiva de los derechos humanos para encubrir los atropellos efectivos contra la democracia real. Esta dimensión ideológica de los derechos ocupa un lugar central en el mundo actual<br />Y 3. El Enfoque histórico de los derechos humanos que se pregunta por las conquistas, en clave de logros positivos o bienes primarios, que los pueblos han logrado para sus miembros en las distintas etapas de sus luchas históricas. Es por esta vía por donde los derechos humanos se transparentan, ante todo y sobre todo, como un asunto político práctico.<br />Avalando la importancia de la construcción conceptual y del debate teórico, los Atisbos se inscriben en esta tercera posición.<br /><br /><br /><br />********************2********************<br />De acuerdo con la reflexión de Bobbio, los derechos humanos son un signo de los tiempos, signo que nos permite echar una mirada cautelosa pero confiada hacia el futuro. (1) Pero, no sólo se trata de avances humanos y de hechos faustos, expresión de la grandeza potencial de los seres humanos, sino también de retrocesos humanos y de hechos infaustos, manifestación de su inmenso potencial de perversidad. Al fin y al acabo, ser humano es aquel que, poseyendo dos rostros, es capaz de ascender como ángel a la cimas de la bondad, así como de descender como demonio a las simas de la perversidad. El ser humano es capaz del uso de la energía atómica para salvar vidas, pero también de la muerte atómica cósmica. Hasta dónde puede llegar el ser humano en una y otra dirección, constituye algo que sólo el análisis histórico crítico puede discernir aunque de modo relativo. Pero éste sólo se hace posible, primero, si se acepta que la lucha por los derechos humanos es una lucha esencialmente política y, segundo, si se considera esa lucha como parte crucial de la lucha de los pueblos por su emancipación progresiva lo que, de modo práctico, contribuye a la construcción de democracia real.<br /> <br /><br />********************3********************<br /><br />Los Atisbos se identifican, pues, con la concepción que de los derechos humanos nos ha ofrecido el profesor Angelo Papaquini de la Universidad del Valle, “Los derechos humanos son reivindicaciones de unos bienes primarios considerados de vital importancia para todo ser humano, que concretan en cada época histórica las demandas de libertad y de dignidad. Estas reivindicaciones van dirigidas en primera instancia al Estado. Y están legitimadas por un sistema normativo o simplemente por el reconocimiento de la comunidad internacional”. (2)<br />Al hablar de derechos humanos postulamos así la necesidad de estudiar, para cada sociedad en particular, el origen y desarrollo histórico de esas reivindicaciones luchadas políticamente desde los sentidos que en cada una de ellas han alcanzado la libertad y la dignidad humanas, ya como representaciòn simbólica ya como realidad, en las distintas etapas de su historia. Por lo tanto, en algún lugar concreto del mundo la lucha por esas reivindicaciones de bienes primarios, en el orden histórico debió preceder a su conceptualización sistemática y a su positivización normativa. En buena medida, la teoría de los derechos de varias generaciones es una teoría de factura histórica, pero con el inconveniente de que, en su versión liberal, el acceso de la ciudadanía a esos bienes primarios es presentado no como producto de la lucha política sino, más bien, como historia de las benignas concesiones de un Estado magnánimo. Por otra parte, también se incurre en el error de presentar los cuadros clínicos de hondo deterioro de los derechos humanos como “pequeños daños colaterales de endebles errores en la puesta en práctica de la democracia” todo ello solucionable mediante “pequeños ajustes a la ideología liberal” y no como lo que es, “la consecuencia inevitable de las fuerzas productivas en relaciones sociales de explotación”. (3) <br /><br />********************4********************<br /><br />En la segunda parte del siglo XX la positivización normativa de los derechos humanos fue una nota definitoria. Estos, como discurso formalizado, estuvieron a la orden del día. El 10 de diciembre de 1948, 48 de 56 países de la ONU, el 87% de sus miembros, suscribieron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Tras dos guerras mundiales, tras el holocausto nazi y el drama de los Estados totalitarios, episodios todos ellos anti-derechos humanos, urgía recuperar un horizonte más humano. Esto no obstante, el mundo con celeridad continuó barbarizándose. Vino después la doctrina de la Seguridad nacional en la que se inscribieron las dictaduras latinoamericanas. La Guerra del Vietnam. Los campos de muerte de Camboya. Las atrocidades de Ruanda. El exterminio étnico de la exYugolavia. Pinochet. La invasión de Irak. Las Masacres de Darfur y de Colombia. En un mundo en su más elevado momento de desarrollo tecnológico y de sus fuerzas productivas, las relaciones sociales imperantes no fueron propicias al desarrollo humano y moral de los pueblos.<br />El documento suscrito por los miembros de la ONU decía que todos teníamos los mismos derechos independientemente de las condiciones de raza, sexo, etnia, clase, nacionalidad y religión. Esto no obstante, enormemente desigual es y ha sido el desarrollo real de los pueblos en materia humana y ello por razones asociadas, primero, a las formas de gobierno imperantes en cada sociedad (en muchas de ellas no cabe la lógica de los derechos humanos); segundo, a las formas predominantes de organización social de muchas de ellas (se trataba de estructuras sociales generadoras de permanente violencia); tercero, al bajo nivel que en la mayoría de ellas ostentaban las luchas políticas y civiles por acceder a los bienes colectivos considerados como importantes para todos sus miembros); cuarto, al predominio de precarias valoraciones sociales de lo humano; y, quinto, a especificidades de la cultura de cada pueblo.<br />Fue así como más temprano que tarde, por razones históricas y no meramente ideológicas, se fue evidenciando la no universalidad de unos mismos derechos para todos los pueblos del mundo. En el mismo seno de la ONU nunca se volvió alcanzar ese 87% que alcanzó la Declaración de 1948. En la actualidad la conforman 192 miembros, pero cada vez menos países suscriben los Acuerdos Globales.<br /><br />********************5********************<br /><br />En “La Cuestión Judía” Marx presentó su concepción de los derechos humanos. Para el profesor Delfín Ignacio Grueso, “quien quiera entender el pensamiento de Marx, debería tomar en consideración este texto corto y revelador”. (4)<br />Para Marx, los derechos del hombre no son más que los derechos del hombre burgués, vale decir, del hombre privado al que la sociedad burguesa conduce de modo exclusivo a la búsqueda egoísta de sus fines, “Ninguno de los derechos humanos va, por tanto, más allá del hombre egoísta, del hombre como miembro de la sociedad burguesa, es decir, del individuo replegado en sí mismo, en su interés privado y en su arbitrariedad privada”. (5) Esos derechos no son más que una ficción formal orientada a encubrir la explotación y no el camino para la definitiva emancipación humana. Una crítica directa e importante de la postura de Marx fue la formulada por Claude Lefort (6) para quien, al pertenecer los derechos humanos al campo de lo político, posición no aceptada por Marx, la lucha por ellos se constituía en la posibilidad de una nueva relación con la política. De acuerdo con Lefort esos derechos no podían quedar reducidos al espíritu de la sociedad burguesa sino que estaban asociados a la construcción de sociedades democráticas perteneciendo, por lo tanto, al ámbito de lo político. No se trataba de desprenderse de la problemática de Marx, de abordar esos derechos en su dimensión ideológica, de examinar lo que ellos encubrían y velaban sino de abordarlos, también desde el ámbito de la política. De acuerdo con el chileno Carlos Riquelme, Marx se había hecho prisionero de la versión ideológica de los derechos “sin lograr entender lo que significan en la práctica…quedando ciego ante lo que en el propio texto de la Declaración aparece al margen de la ideología…Lo que Lefort nos muestra aquí es como Marx parece desconocer el alcance práctico de la Declaración de Derechos”. (7)<br /><br />********************6********************<br /><br />El punto de partida del análisis dialéctico de Marx no fue el hombre abstracto, simple sujeto de derechos; ni siquiera lo fueron las clases sociales, a éstas las descubrió en el proceso de investigación, sino el hombre históricamente situado, el hombre que en una sociedad concreta y en un momento dado de su historia produce bienes transformando la materia con su trabajo (El Capital), el hombre burgués de la Declaración de los derechos humanos (La Cuestión judía). Tanto el uno como el otro son seres históricamente situados. Y tanto el hombre burgués como el hombre proletario “poseen” derechos, conquistados pero “derechos”, distintos pero “derechos”. Por lo tanto, al margen de la Declaración y de su listado de derechos, habría que distinguir de derecho a derecho y eso sólo se logra realizar por fuera de la ideología, que es una representación falseada que busca tapar realidades. Esa distinción sólo se logra visualizar en el ámbito de la política y de la lucha de clases. El derecho a la libre competencia ni la va ni le viene al proletario, pero sí tienen que ver con él las libertades de pensamiento, de escritura, de organización, de protesta etc., es decir, el conjunto de lo que podría denominarse los Derechos de los Trabajadores. Por exigencias de subsistencia y de reproducción, algunos de los derechos los tendrá que reconocer el sistema; otros tendrán que ser conquistados en la lucha política y a muchos de ellos, a los humanamente más dignos y elevados, sólo podrá acceder a medida que, en otro contexto de relaciones sociales, vaya marchando hacia su emancipación definitiva.<br />Como se podrá observar, es desde una mirada así como se logra evidenciar que los derechos humanos pertenecen al ámbito de lo político práctico.<br /><br /><br />********************7********************<br /><br />A escala nacional, los ya casi siete años de Uribe han sido los tiempos de un manejo casi exclusivamente ideológico de los derechos humanos. Se ha insistido y reinsistido en ellos como una forma de tapar y velar su violación efectiva, sobre todo en términos, primero, de afectación de las menguadas reservas de democracia que la sociedad había acumulado y, segundo, de desmonte real de la posibilidad de una paz políticamente negociada. También en Colombia, como ha ocurrido en casi todo el mundo, el precio de la re-guerra, vale decir de la Estrategia de Seguridad democrática, han sido la afectación de la democracia y de las posibilidades de una paz negociada como presupuesto necesario para la protección efectiva de los derechos humanos. En la visión de Atisbos, el problema no es si Uribe es o no es “algún tipo de demócrata”, quizá sí lo es, sino, más bien, si su política de seguridad democrática ha afectado o no ha afectado unos acumulados históricos de democracia incrementando , por esa vía, la violación efectiva de los derechos humanos. <br />Veámoslo en clave de condensación analítica.<br /><br />********************8********************<br /><br /> Pero, cojo resultaría evaluar la situación de los Derechos humanos durante la presidencia de Uribe por fuera de una caracterización de su forma de gobierno. En apretada síntesis la caracterizamos así: se ha tratado de un forma extrema bonapartista de presidencialismo que, apalancada, primero, en una forma espúrea de democracia representativa, segundo, en una dictadura civil mediática con fines de ganar popularidad y, tercero, en la sujeción explícita al centro imperial de Bush, agencia, vehicula y cristaliza los intereses estratégicos de la fracción financiera del gran capital por la vía de una política pública de inspiración neoliberal comunitarista en la que la estrategia de seguridad democrática orientada a la derrota de las guerrillas, impone sus lógicas, dinámicas y ritmos de priorización.<br /> Estos son, entonces, los elementos definitorios de esta forma de gobierno: 1.presidencialismo bonapartista extremo; 2.democracia espúrea de representación; 3.dictadura civil mediática orientada a ganar popularidad; 4. sujeción explícita a un centro imperial 5.predominio de los intereses estratégicos de la fracción financiera del gran capital; 6.política de seguridad democrática orientada casi exclusivamente a la derrota de la guerrilla; 7. neoliberalismo comunitarista.<br /><br />********************9********************<br /><br />Como Estrategia de contención de las guerrillas, la Seguridad democrática, hasta ahora, ha sido exitosa. Las Farc, por cierto, han sido frenadas en su proceso de ascenso y de auge político-militar característico de las dos últimas décadas del siglo XX. ¿Cómo? Mediante una costosa y relativamente orgánica política estatal que, agotada en lo militar, se focalizó hacia las Farc como casi único factor de violencia movilizando, por otra parte, como actores y militantes de la causa de la guerra a unos tres millones de civiles. ¿Consecuencias? <br />A. Bélicas: militarmente contenidas, las guerrillas todavía no han sido derrotadas encontrándose alejadas de los límites militares y sicológicos más allá de los cuales no queda sino una necesaria capitulación.<br />B. Políticas: el país ha quedado en manos, primero, de la delincuencia común; segundo, de unos exparamilitares ejecutivos que, no obstante las aparentes resinserción y castigo, le cobraron al Estado, bajo la forma de la parapolítica y de una benigna extradición, la elevada deuda de apalancamiento militar que los sucesivos gobiernos nacionales, regionales y municipales tenían con ellos; tercero, de un reproducido paramilitarismo de nuevo cuño cubierto bajo el nombre de “Aguilas Negras”; y finalmente, de un mesías, mientras más popular menos legítimo, con una amplia base de uribistas de mucho corazón pero sin partido ni ideología. <br />C. Financieras: el gobierno lo sabía y lo ha experimentado, para una guerra “eterna” no existen recursos “eternos”, por eso fue que en un principio, pensando más en los recursos que en el potencial militar del enemigo, el gobierno se fijó 18 meses para derrotarlo o, por lo menos, colocarlo en condiciones de casi obligatoria capitulación. Vencido ése plazo, éste se fue ampliando de fecha en fecha hasta llegar 2008 como el año militarmente más exitoso para el ejército colombiano. Ahora en el 2009, los técnicos de la guerra a toda hora nos dicen que la serpiente guerrillera ha sido herida de muerte pero que todavía colea necesitando, por lo tanto, otros cuatro años de uribismo para ponerle punto final a la operación Uribe, es decir, para ponerle punto final a un inexistente conflicto armado. Sin Bush en la presidencia; con el hasta ahora antiruribista Obama liderando su estancado neoimperio; con la economía norteamericana mordiendo sólo hacia adentro; con la economía colombiana pagando el costo de la profundización del “subordinaje”, ¿cómo y por dónde alimentar por cuatro años más la ya costosa política de seguridad democrática?. Para salir del atolladero, a un gobierno que ya ha probado en la práctica ser la expresión de los intereses estratégicos del gran capital- recordar por ahora la reforma laboral y el manejo a la cuestión de las Pirámides- sólo se le podrá ocurrir acudir al recorte de lo social. <br />D. Culturales: durante el sexenio de Uribe los niños han aprendido que a los enemigos políticos se los derrota eliminándolos mientras que una masa crítica de mayorcitos ha asimilado que los conflictos sociales sólo se resuelven por el método de las armas. Por lo tanto, una paz lograda mediante la combinación del fusil, de la intolerancia y del odio no podrá ser sino una paz culturalmente desgraciada. En una sociedad así, sólo se enhebrarán valoraciones sociales polarizantes; por esa vía, sólo se logrará reconfigurar un país materialmente desarmado pero simbólicamente armado. Es decir, una paz a la colombiana como nos lo ha logrado evidenciar el escrutinio histórico. <br />E. Finalmente, la otra gran consecuencia de la política de seguridad democrática ha sido ética: durante este sexenio muy prácticamente nos han enseñado a todos que, en caso de guerra, todo ésta permitido, que todo vale, que existen perversidades en las cuales es necesario incurrir. Para un alto porcentaje de colombianos pecados veniales, por necesarios, han sido el corte de manos guerrilleras por cinco mil millones de pesos, la irrupción violenta del ejército colombiano en territorio ecuatoriano, la premiación económica a agentes del Estado por presumir o aparentar estar cumpliendo su obligación de capturar, afectar o matar enemigos, los miles y miles de falsos positivos, la captura masiva de miles de campesinos “con tal de que caiga un guerrillero”, la yidis política generadora de una reelección presidencial, la empatía social y estatal y empresarial con los paramilitares…Esa versión radical y deformada de la ética de la situación que pregona que “bueno y lícito es todo lo que yo hago o hacen mis amigos y los amigos de mis amigos y malo e ilícito todo lo que hacen mi enemigo y sus amigos”, es una valoración social moral que, animada en el espíritu de la seguridad democrática, ha regulado muchas conductas colombianas durante este gobierno.<br />Como ya insinuamos, un cuadro así, no sólo afectó sino que ahondó la violación de los derechos humanos.<br /><br />********************10********************<br /><br /> El pasado 10 de diciembre 43 países de la ONU estuvieron examinando la situación de los derechos humanos en Colombia. La materia prima a elaborar la constituyeron tres documentos, el primero un Informe del Gobierno de Uribe, el segundo un documento de ONGS colombianas y el tercero, un documento sobre las 27 recomendaciones que la Onu le hizo al gobierno de Colombia para enfrentar la situación de los derechos humanos en el país.<br />Se debe recordar que, entre febrero y marzo del 2004, la Onu examinó sobre el terrero el estado clínico de los derechos humanos en el país llegando a tres conclusiones: 1. La situación de los derechos humanos ha empeorado haciéndose cada días más grave; 2. La Política de Seguridad democrática no puede ser considerada una Política de derechos humanos; y 3. El cuadro clínico de los Derechos humanos podría mejorar si el gobierno acogía las 27 recomendaciones que la Onu le había hecho. (8) Como se podrá observar, ya en el 2004, la Comisión de la Onu, sobre la base de un diagnóstico en terreno de la situación, llegó a una conclusión radicalmente distinta a la del gobierno según el cual la vigencia de los derechos humanos se había recuperado siendo éstos, por otra parte, “el eje cardinal para recuperar el orden y la seguridad del país”. (9) Ahora en diciembre del 2008 en medio del escándalo nacional, pero, sobre todo, internacional, por los masivos “falsos positivos” (miles de jóvenes asesinados por agentes del Estado y mostrados ante sus superiores como guerrilleros como una forma de ganar puntos para sus ascensos militares), el expresidente del Estado colombiano, Estado internacionalmente cazado in fraganti, no tuvo empacho en discursearle al mundo en la Onu, “" Siento verguenza por esta situación. Pido perdón a las victimas y prometo que ninguna de esas acciones quedara en la impunidad”.<br /><br />********************11********************<br /><br />Por economía de espacio y tiempo, no vamos a sobreabundar, pero en Colombia, no obstante que urge una Política integral de Seguridad, empezando por la seguridad alimentaria, una política de derechos humanos no cabe dentro del espíritu y, ni siquiera, de la letra de la Estrategia de Seguridad democrática. ¿Por qué será que los Mass Media no le han dado la difusión que merece un documento, y también una entrevista, de estos meses en el que con seriedad académica, desde el exterior, se llama la atención sobre el hondo deterioro de la situación de los derechos humanos en el país entre el 2002 y el 2008? El primero fue el amplio y sesudo Informe llamado “Declaración de Bruselas sobre la Violación de los Derechos Humanos en Colombia”, producido por “El Tribunal Internacional de Opinión” del Parlamento Europeo en septiembre del 2008. Este tribunal fue presidido nada más y nada menos que por el sacerdote y sociólogo belga Francois Houtart, tan conocido en nuestro medio que, de acuerdo con la Encuesta de Inestco a los jóvenes universitarios colombianos, sus estudios figuran entre los más leídos e influyentes en las universidades colombianas. (10) Pues bien, en una condena de más valor moral y político que jurídico, así concluyó el Tribunal: “En función de estas consideraciones…el Tribunal confirma las sentencias de los Tribunales Internacionales de Opinión precedentes y declara: al Gobierno de Colombia culpable de crímenes contra la humanidad. Se espera, al contrario, que se tomen iniciativas para parar las violaciones que se cometen en el país y apoyen la construcción de una sociedad democrática, sobre la base de negociaciones políticas y de instituciones renovadas”. (11) Por otra parte, cuatro días antes de la reunión de Ginebra para examinar el caso colombiano, más en concreto el 6 de diciembre del 2008, Gorka Castillo entrevistó al abogado español Mauricio Valiente miembro coordinador del grupo de especialistas forenses llamado “La Plataforma La Justicia por Colombia”, grupo muy metido, sobre el terreno, en el estudio de las llamadas ejecuciones extrajudiciales en el país. En opinión del abogado, esas ejecuciones venían desde el 2002 y, parcialmente, habían sido financiadas “con fondos de la Cooperación Internacional”. Se calcularían en 2.100 las víctimas. Habría un documento secreto de 15 páginas del Ministerio de Defensa Español conocido por el Grupo de la “Plataforma”. De acuerdo con Valiente, este documento contradecía al presidente Uribe que negaba que existiese una política de recompensas. Señaló el abogado que al conocerse en Colombia que 20 jóvenes de clase baja desaparecidos en Soacha, habían sido asesinados y presentados ante la sociedad como guerrilleros para cobrar recompensas, Uribe había montado en cólera contra el autor de tan falaz información, pero que en los días subsiguientes le había bajado el tono a las agresividad reconociendo que esa atrocidad era “cierta, aunque no generalizada, en unas fuerzas armadas modélicas con los derechos humanos”. Finalmente, Valiente enfatizó que en Colombia se estaba produciendo un cambio “en las maneras de violar los derechos humanos”: los autores más importantes de las violaciones ya no eran los grupos paramilitares “sino que ahora son miembros de las fuerzas de seguridad del Estado y militares” con el agravante de que “los fondos para las multimillonarias recompensas proceden de las áreas del Estado y de otras provenientes de la cooperación internacional”. <br /><br />********************12********************<br /><br />Esto no obstante, durante el sexenio de Uribe, a pesar de la honda afectación de los derechos humanos y de las reservas de democracia, la bandera por alcanzar reivindicaciones efectivas en materia de derechos humanos la puso muy en alto la Minga de los pueblos indígenas. Desde la acción, con la palabra social y solidaria en la boca, caminó por toda Colombia. Fue la Minga de los Pueblos la que, convertida en vanguardia y pagando de su propia alma colectiva un precio sangriento muy elevado, con sus cinco puntos programáticos impuso las dinámicas y los ritmos de las luchas sociales. Su movilización pacífica por medio país, torpedeada de modo antidemocrático por la seguridad democrática, constituyó una enorme e histórica conquista política. <br /><br /><br />1.Bobbio, Norberto, “Los Derechos Humanos Hoy en Día”, en, Norberto Bobbio: el filósofo y la política, Antología, Fondo de Cultura Económica, México, 1996, pgs. 193-202. <br />2.Papaquini, Angelo, Filosofía y Derechos Humanos”, Editorial Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle, Cali, 1995, p.22. Moreno Rincón, Boris Eduardo, Las Fantasías de los Derechos humanos Letras de Ira y de Delirio, en, el Salmón, Edición No 1, julio 2008.<br />3.Moreno Rincón, Boris Eduardo, Las Fantasías de los Derechos humanos Letras de Ira y de Delirio, en, el Salmón, Edición No 1, julio 2008.<br />4.Grueso, Delfín Ignacio, “Estado, Religión y Emancipación en la Cuestión Judía de Marx”, en, OBRAS CLÁSICAS del Pensamiento Político, Unidad Gráfica de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle, 2002, pgs.235-255<br />5.Marx, Carlos, La Cuestión Judía, CS Ediciones, Buenos Aires, 1999, p.23<br />6.Lefort, Claude, La Invención democrática, Ed. Nueva Visión, Argentina, 199º.<br />7.Riquelme, Carlos, “Los Derechos humanos como práctica política”, Programa Magíster en Filosofía, Universidad de Chile.<br />8.www.voltairenet.org/article121146.htlm<br />9.Colombia Presidencia de la República-Ministerio de Defensa Nacional “Política de Defensa y de Seguridad Democrática”, 2003.<br />10.Rojas Carvajal, Alpher, “Los nuevos hijos de la Libertad”, Instituto de Estudios Socialales. Inestco, enero 2009.<br />11.“Declaración de Bruselas sobre la Violación de los Derechos humanos en Colombia”, Tribunal Internacional de Opinión del Parlamento Europeo, sep.2008.<br />12.Entrevista de Gorka Castillo a Mauricio Valiente,“España debe exigir Explicaciones a Colombia”, en, Público, España, diciembre 6 2008.Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-60893190844990061302008-12-01T08:17:00.000-05:002008-12-01T08:20:12.891-05:00Atisbos Analíticos No. 97. Diciembre 2008<div align="justify">Atisbos Analíticos No 97, diciembre 2008. Director: Humberto Vélez Ramírez, Profesor del Programa de Estudios políticos, IEP, Universidad del Valle; presidente de ECOPAZ, Estado*Comunidad*Paz, “Un nuevo Estado para un nuevo País.<br /><br />Para acceder a los Atisbos, ATISBOSANALITICOS2000.BLOGSPOT.COM<br /><br /><br /><br /><br />NARCOTRÁFICO, SEPARATISMO, INFORMALIDAD<br />Y SELVA PIRAMIDAL<br /><br />Una Hipótesis para el Caso de las Pirámides de Putumayo-Nariño.<br /><br /><br /><br />***************1**************<br /><br />En el último sexenio (2002-2008) nada se ha desquiciado de modo tan intenso y veloz como la idealizada e histórica institucionalidad del establecimiento. Como para, afirmar ahora, a guisa de hipótesis, que la desinstitucionalización de cada día está siendo la sepulturera de la institucionalidad social. La institucionalidad autodisparando contra la sociedad institucional ya por la vía de la parapolítica ya por la de las semánticamente mal llamadas ejecuciones extrajudiciales ya por la de una banca usurera que posibilita la conformación de un mercado financiero informal.<br />Primera conclusión: En Colombia esa niña mimada del establecimiento llamada institucionalidad se ha prostituido. ¿Con qué autoridad política y, sobre todo, moral los dueños del país podrán seguir hablando de “nuestras sacrosantas instituciones”? “Del altar de la institucionalidad”? Como para rememorar ahora nuestra historia del siglo XIX cuando el fenómeno institucional más importante, El Estado de las Constituciones, no fue sino el resultado dialéctico de nueve guerras civiles de alcance nacional.<br /><br />**************2**************<br /><br />Para algunas regiones del país, sobre todo para aquellas donde el Estado históricamente ha sido más una representación simbólica que una realidad objetiva, la des-institucionalización animada y auspiciada desde el Palacio de Nariño ha desatado dos tendencias centrífugas distintas pero conexas: de un lado, el ahondamiento de la informalidad y, del otro, el rebrote de viejas y nuevas aspiraciones separatistas.<br />Al vincular la informalidad con el actual aire piramidaloico que se respira en Colombia, ha escrito Marlene Singapur, “Así el patrón de la ‘pirámide’, símbolo de la trampa y la feral codicia que para el capitalismo es parte del ‘orden natural’, no pudo encontrar mejor lugar para respirar que nuestra selva, fecunda en informalidad y para-Estados”.(1) En el caso del departamento de Nariño, sobre todo, siempre ha existido el reclamo histórico de un poder autonómico real; subyacentes a esa reivindicación, con frecuencia, se han movido tendencias y aspiraciones separatistas signadas por grados variados de agitación. De algún modo, la región de Putumayo ha hecho suyos esos reclamos. No es gratuito, entonces, que en la actual coyuntura de casi masiva rebelión contra las decisiones y medidas del presidente, la cuestión de la separación se haya puesto de nuevo sobre el tapete.<br /><br />***********3*************<br /><br />Muchos académicos casi no nos atrevemos a lanzar hipótesis por fuera del disco duro de algunos conceptos centrales. Veamos, de modo denso, una noción y algunas ideas importantes para efectos esta reflexión. Primero, ¿qué entender por el actual capitalismo? Insuficiente parece continuar afirmando que se trata simplemente de la globalización neoliberal; como especificidad histórica creemos que es mucho más. Se trata, mas bien, de un conjunto de oligopolios financieros que toman las decisiones fundamentales de la economía mundial y que se encuentran en lo que Samín Amín denomina proceso de FINANCIARIZACIÓN (2), vale decir, buscando siempre que la actividad financiera se constituya en al actividad central y estratégica del conjunto de las actividades económicas. La otra idea es la asociada al neoliberalismo en el sentido de aquella ideología que pregona que, por encima del Estado, el mercado es el más importante ordenador de la vida social. Digamos al respecto que existe una especie de anarquismo neoliberal de derecha, que anula por completo la presencia y la acción del Estado. Ha sido esto lo que ha sucedido en Colombia en la actual coyuntura de las Pirámides. No obstante existir legislación básica en materia de regulación estatal, nuestros neoliberales al mando del Estado optaron por no intervenir. Creyeron que esas regulaciones estorbaban la mano invisible del mercado y por eso mantuvieron alejadas las manos visibles del Estado.<br /><br />****************4************<br /><br />Resaltemos ahora algunos ejes descriptivos de lo acaecido. Desde hace ya algunos años, cuatro o cinco, las “parafinancieras”, entre legales e ilegales en materia de papeleo, habían venido captando dineros de una fracción predominantemente pobre de la población, sobre todo en regiones más o menos marginales de la geografía nacional. Dentro de esa acción abierta apareció DFRE, la más importante de todas. Hace 18 meses hizo presencia DMC. Afirmaba no captar dinero del público, pero, en realidad de verdad, sí lo captaba. Hacía lo que decía no hacer. De todas maneras, emergió bajo la forma de una comercializadora que feriaba mercancías de todo tipo pagadas con tarjetas prepago. En pocos meses se consolidó como una sólida firma nacional con una ambiciosa proyección internacional. Algunos analistas han resaltado cómo en el Putumayo y Nariño, en general, dueños, accionistas y ejecutores de las Pirámides eran personas cercanas a la política de Seguridad democrática. (3) Habría sido por esta razón por la que cuando el presidente Uribe tomó las primeras medidas contra David Murcia, éste le amenazó con restarle la base uribista que tenía capturada para su proyecto. Entre julio y agostó de este año muchos de los dueños de las Pirámides empezaron a desaparecer pateando con su sombra millonarias sumas de dinero recaudadas entre gente pobre sobre todo. El 7 de noviembre DRFE anunció en Pasto que rebajaba del ciento cincuenta por ciento a un setenta por ciento la tasa de intereses a pagar. Se precipitó entonces el pánico colectivo aupado por los grandes Medios. Concentraciones frente a las sedes. Saqueos. Motines En varios casos, policías apropiándose de dinero. Medio controlada la situación, un sector más racional de ahorradores, al sentirse manipulados por los Medios, reaccionaron así: 1.respaldaron a sus “Pirámides”; 2.rechazaron las medidas del gobierno; y 3.ubicaron a los orquestadores del pánico: Bancos y Medios. (4) Como respuesta central, el Gobierno declaró la Emergencia social lanzando, al mismo tiempo, una ofensiva judicial, política y mediática, sobre todo contra DMG. En el solo sur del país, medio millón de ahorradores, 2.5 billones de pesos captados. Y a escala nacional, un millón de ahorradores y cinco billones de pesos ahorrados<br />Se debe recordar que Putumayo y Nariño fueron puntos de origen y de referencia central tanto de DRFE como de DMG.<br />En este caso la historia asumió la forma de una trágica comedia, en la que un actor central teniendo en las manos las herramientas legales, por convicción neoliberal, y quizá por otras razones, se abstuvo de actuar. Al respecto escribió Jorge Orlando Melo, “Si a las autoridades hubieran actuado sobre la base de que la apariencia es pura apariencia, y que normalmente el estafador dice que hace una cosa y hace otra, habrían cerrado las oficinas abiertas…y juzgado a los promotores por lo que hacen y no por el letrero o etiqueta que les ponen a sus oficinas”. (5)<br /><br /><br />****************5**************<br /><br />De todas maneras, débil la legislación, y quizá todavía inadecuada o mal tipificada, el art.316 del nuevo Código Penal señala que “quien capte dineros del público, en forma masiva y habitual, sin contar con la previa autorización de autoridad competente, incurrirá en prisión de dos años a seis año”. Pero, excepción hecha del fiscal Piedrahita en un pueblo de Cundinamarca, nadie intervino. Como con el caso de los paramilitares años atrás, hasta se negó la existencia de las parafinancieras. Demasiado tarde, el gobierno se dolió de no haber actuado antes. Vinieron entonces la declaratoria de la Emergencia social y una ofensiva judicial, política y mediática sobre todo contra David Murcia, el nuevo Mesías. Las gentes se abstuvieron de acusarlo de estafa. Más bien, rodearon su empresa y su empeño. De cara al personaje contradictorio ha sido el trato dado por el gobierno: y los medios. Estos lo trataron con sevicia y crueldad. Esposado y con grilletes en manos y pies se lo mostraron a Colombia entera mientras declaraba que quería negociar. El Ministro Santos lo acusó de haberse dado la gran vida con el dinero de los pobres “pobres”. ¿Qué habrá detrás de sus actuaciones? Un nuevo Redentor? Un visionario proyectado? ¿Otro ídolo de pies de barro? ¿Un chivo expiatorio”. ¿Un iluminado artífice de nuevas e inéditas formas de relación entre el crimen y la política? Sea lo que sea, lo cierto es que el gobierno pronto mermó los ataques para terminar ofreciéndole la aplicación del principio de oportunidad (una especie de cínica amnistía moral) si cooperaba con la justicia.<br />Muy pocas veces en su sexenio Uribe había actuado de modo tan inoportuno, en un momento tan inoportuno y con medidas tan inoportunas. Pero, todo esto puede que no sea sino la apariencia que oculta las movidas reales.<br /><br />***************6***************<br /><br />Pero, ¿qué movidas reales, al otro lado del mundo de las apariencias, son las que estamos insinuando?<br />Una buena parte de las interpretaciones sobre la cosecha de Pirámides señala que éstas, bien o inadecuadamente legalizadas, no han sido otra cosa que empresas fantasmas realmente dedicadas al lavado del dinero del narcotráfico. Al respecto expondremos tres tesis, entre polares y aproximadas, como marco para presentar la posición de Atisbos. Pero antes, adelantemos una primera respuesta a la pregunta sobre la tardanza del gobierno en realizar la intervención.<br />Digamos como anticipo que, en general, DRFE y DMG aparecieron como el esbozo de una propuesta de mercado financiero informal alternativa a la Banca formal; y agreguemos que se trataba de una apuesta atractiva para una masa crítica de la población colombiana o imposibilitada de acceder a la banca o burdamente maltrata por ella. Desde esta lógica, esas dos Pirámides, sobre todo, aparecieron como una seria amenaza a un sistema bancario que, como el colombiano, en el último semestre había obtenido ganancias usureras por ocho billones de pesos. Pero, desde otras lógicas, Uribe y su Equipo no podían menos que mirar con buenos ojos la existencia de unas parafinancieras que habían empezado a materializar uno de los cien puntos de su catecismo, el arranque de un proceso de conformación de una sociedad de posibles propietarios. Fue así, entonces, como la tensión entre esos dos sistemas financieros, el formal y el emergente, circunstancialmente inhibió la capacidad decisoria del presidente. De allí el titubeo. Esto no obstante, la forma de gobierno instalada en el país (UNA PUTREFACTA DEMOCRACIA DE REPRESENTACIÓN + UNA DICTADURA CIVIL MEDIÁTICA + LOS INTERESES FINANCIEROS DEL GRAN CAPITAL) sería la que finalmente resolvería la tensión jugando a favor de la fracción financiera del gran capital. De esta manera, a Uribe se le deshizo en las manos la ficción del capitalismo popular.<br /><br />**************7***************<br /><br />Jorge Orlando Melo defiende la tesis de que las Pirámides pudieron servir para muchas cosas, entre ellas para consumar una gran estafa y para promover una lucha intrapobres, mas no para lavar dinero; en su concepto, para esos efectos existían maneras menos costosas y llamativas que regalarlos al público tales como la compra de la finca raíz, el contrabando, que con rapidez convierten los dólares sucios en bienes normales.(6) Clara López, por su parte, sostiene una tesis contraria: “Si MDC no se ve es quizás porque tiene detrás, encima, al lado y debajo a la única industria capaz de hacer sostenibles esos extraordinarios rendimientos, y sobra decir que esa industria no es el maíz, papa, plátano, yuca, piña o chontaduro y caña de azúcar que se producen en el Putumayo. La riqueza lavada de unos crece ante la ceguera complaciente del gobierno y la ambición de millones, que no tiene por qué ser rescatados con dineros públicos de la desgracia de su viveza y pereza”. (7) Y en tercer lugar, Pedro Santana sostiene que lavado de dinero sí pero bajo la forma de una nueva modalidad: Ya no se trataría de introducir dinero a la economía formal sino, más bien, de pagar una especie de “peaje social que de contera le daría una base social propia”. Entonces, ha escrito Santana, “el Estado busca ser puesto al servicio de las empresas ilegales, y la tranquilidad y el orden son parte del discurso mafioso. A cambio la mafia comparte parte de las utilidades que obtiene tanto en las redes criminales como en las actividades legales”. (8)<br /><br />***************8****************<br />En opinión de Los Atisbos, el narcotráfico colombiano sí tuvo que ver con las Pirámides, con DFRE y, sobre todo con DMG, pero no con un mero propósito de lavar dinero sino desde una mirada más estratégica: Salvaguardarse a sí mismo, así como cubrir y mimetizar sus intereses estratégicos con una posible pero futura “patria territorial” con jurisdicción sobre las actuales regiones físicas, sociales y culturales de Putumayo y Nariño. DFRE Y MDG, sobretodo, habrían sido el primer paso real, un efectivo punto de partida de esa apuesta de mediano y largo plazo. Fue por eso, asunto que fue silenciado por los Medios, por lo que la cuestión de la separación de modo discreto estuvo en el orden del día en la esporádica pero violenta rebelión que acaba de acaecer en Mocoa contra las medidas del gobierno. Fue por eso por lo que, por otra parte, la Comercializadora MDG trató de hacer del Putumayo físico y mental un único y exclusivo HIPERMERCADO DEPARTAMENTAL en una región donde nada se comercializase por fuera de él.<br />Ficcionaria y efectista puede aparecer la tesis, pero es que el narcotráfico colombiano en materia de tiempos se ha modernizado; de las transnacionales ha aprendido que los tiempos del gran capital son tiempos, como mínimo, de mediana duración. Estos serían los tiempos necesarios para re-fundar una “patria propia” en la época de la globalización, es decir, una “patria” con toda la informalidad requerida para asegurar el maridaje entre la política y el crimen.<br />Ha sido así como a los Atisbos Analíticos se le ha ocurrido pensar en Chupeta y Mancuso bajo el nuevo liderazgo mediático político de David Macías…<br /><br /><br />1.Singapur, Marlene, “Entre ‘Pirámides’ y ‘Mingas? “, en, El Gusano en la Fruta, lunes 17 de noviembre del 2008, http://criteriocolombiano.blogspot.com/<br />2. Amín, Samir, “¿Debacle Financiera Crisis sistémica? , asisi50@hotmail.com<br />3. Dorado Fernando, “Las Contradicciones del Régimen mafioso”, 18 nov.2008, http://www.polodemocratico.net/<br />4.Idem<br />5. Melo, Jorge Orlando, “Las Pirámides: Una Estafa consentida”, en, Razón Pública, 16 nov.20086.<br />6. Idem<br />7. López Clara,”¿Pirámides de Coca?, El Tiempo, 18 nov. 2008<br />8. Santana Rodríguez, Pedro, “La Defraudación de cientos de miles, la Reelección y la Cultura mafiosa”,Caja de Herramientas, Seminario Virtual, nov.28 2008<br /><br /><br /><br /></div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-54715445228998799172008-11-23T12:51:00.000-05:002008-11-23T12:53:43.513-05:00Atisbos Analíticos No. 96. Noviembre 2008<p align="justify">Atisbos Analíticos No 96, Santiago de Cali, noviembre 2008, Director, Humberto Vélez Ramírez, Profesor del Programa de Estudios Políticos, IEP, Universidad del Valle; Presidente de Ecopaz, Fundación Estado*Comunidad y Paz, “Un nuevo Estado para un nuevo País”.<br />UN TEST DE ATISBOS: “La Boétie (hacia 1553)<br />SOBRE LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA”<br />“No es bueno el gobierno de muchos: uno<br />solo el caudillo de todos sea” ( Iliad .Libro<br />II , 204-205)<br /> (Las titulaciones las ha hecho Atisbos. El ensayo de La Boétie se recoge en sus tesis fundamentales, pero, para facilitar la lectura, se lo ha descargado de muchas ilustraciones. La dirección de Atisbos le pide a sus lectores aplicar y contestar este test, teniendo en cuenta el contexto histórico colombiano, y remitir las respuestas a, <a href="mailto:hvr@coldecon.net.co">hvr@coldecon.net.co</a> .Sea la que sea la interpretación, la única condición es la de la altura humana del escrito. Así facilitaremos un diálogo intercomunicativo e intelectualmente productivo no obstante las diferencias de interpretación.<br />Unas cortas palabras sobre Ethienne de la Boètie (1530-1563): siendo todavía un joven universitario hizo esta reflexión sobre la libertad. Un eje central la atraviesa: ¿por qué los seres humanos se someten a los tiranos cuando, unidos, pueden impulsar su emancipación? En el punto crítico de las Monarquías absolutas, de las que Hobbes fue el máximo teórico, la Boétie, metido ya de lleno en el espíritu de la Ilustración, anticipó a Rousseau, así como a los movimientos no violentos y de desobediencia civil de los siglos posteriores. Escarbó, entonces, en las razones de la servidumbre voluntaria o consentida. De acuerdo con su reflexión no se trataba de matar a un hombre (por lo tanto, no propició el tiranicidio) sino de derrotar al tirano. ¿Como? No transfiriendo a él los derechos del pueblo y cortándole todo tipo de apoyos.<br />Abstract: 1. Ulises opta por el gobierno de “UNO”; 2. UN dueño es fatal, MUCHOS dueños Una desgracia; 3. La Razón señala que LO PÚBLICO no puede quedar en manos de “UNO”; 4. Cuando “UNO” alucina, somete a su yugo a millones; 5. Cuando las armas de “UNO” empiezan a enhebrar LA SERVIDUMBRE VOLUNTARIA; 6. Boétie desaconseja la obediencia ciega aún a UN GRAN HOMBRE; 7. OH Gran Dios! Cómo llamar el que millones de hombres pobres y perseguidos sean voluntariamente SERVILES! ; 8. La lengua se niega a moverse para adjetivar la SERVIDUMBRE CONSENTIDA; 9. Un balance de fuerzas humanas no favorece a los que luchan y derraman su sangre para vivir en servidumbre; 10. A los tiranos se los derrota no dándoles nada y, sobre todo, no transfiriéndoles los derechos del pueblo; 11. Al “UNO” engrandecido lo crea el pueblo para que sea su SEPULTURERO; 12. La enfermedad de la servidumbre consentida es mortal, ¿no será mejor no poner las manos en heridas incurables?; 13. Aprendamos de los Animales; 14. Hacia una tipología de tiranías; 15. Algunos caminos radicales hacia las servidumbres consentidas; 16. Las Víctimas del despotismo; 17. Se aprende a ser esclavo: Hacia una Cultura de la servidumbre voluntaria; 18. Servidumbre, Cultura política, Costumbres y Educación; 19. A los tiranos los aterran la Ilustración y los Libros; 20. La tiranía hace débiles a los hombres. El antiparadigma lo constituye Hipócrates: No obstante todo, dijo con su ejemplo, mi ética de científico me convoca a curar a bárbaros y tiranos enemigos de mi patria; 21. Lo mediático espectacular simbólico contribuye a la urdimbre de la SERVIDUMBRE CONSENTIDA; 22. También las adjetivaciones atractivas para el pueblo contribuyen a afianzar la cultura de la servidumbre consentida; 23.Sobre cómo la fetichización del déspota hace milagros; 24. El uso social ideológico de la religión como dispositivo de legitimación de la servidumbre; 25. La Sibila de Virgilio; 26. Al déspota no lo defienden las masas armadas, es la primera cohorte del trono la que lo reproduce; 27. Los déspota no estiman ni son estimados; 28. La Boètie le pide al Todo-Poderoso que apresure la llegada de los tiranos al averno.<br /><br /><br /><a name="1"></a>1. ULISES opta por el gobierno de “Uno”<br />“Eso dice Ulises en Homero hablando en público…: Que uno solo el caudillo soberano y supremo de todos sea… Sin embargo, puede excusarse este lenguaje en Ulises si se atiende a la necesidad que tuvo de usarlo creo, para apaciguar las disensiones del ejército…”.<br />2. UN dueño es fatal, Muchos dueños una desgracia.<br />“pues hablando con imparcialidad, siempre es una fatalidad tener que estar sujeto a un dueño, cuya bondad no ofrece más garantías que su capricho: y el depender de muchos es tener que sobrellevar otras tantas desgracias. …”.<br />3. La Razón señala que LO PÚBLICO no puede quedar en manos de ‘UNO”.<br />“la razón se resiste a creer que haya cosa ‘pública` en un gobierno que depende exclusivamente de una sola y absoluta voluntad. Pero esta discusión queda para otro punto y requiere un tratado particular, o más bien, traería todas las disputas políticas…”<br />4. Cuando “UNO” alucina, somete a su yugo a millones.<br />“De lo que aquí se trata es de averiguar cómo tantos hombres, tantas ciudades y tantas naciones se sujetan a veces al yugo de un solo tirano, que no tiene mas poder que el que le quieren dar; que sólo puede molestarles mientras quieran soportarlo; que sólo sabe dañarles cuando prefieren sufrirlo que contradecirle. Cosa admirable y dolorosa es, aunque harto común, ver a un millón de millones de hombres servir miserablemente y doblar la cerviz bajo el yugo, sin que una gran fuerza se lo imponga, y si solo alucinados al parecer por el nombre Uno, cuyo poder ni debería ser temible por ser de uno solo, ni apreciables sus cualidades por ser inhumano y cruel…”<br />5. Cuando las armas al servicio de ‘UNO’ empiezan a enhebrar la SERVIDUMBRE VOLUNTARIA.<br />“Tal es empero la debilidad de los hombres que algunas veces es preciso el ceder a la fuerza, necesario el contemporizar en otras; no siempre podemos ser los mas fuertes. Así, cuando una nación se ve obligada por la fuerza de las armas a servir a Uno, como la ciudad de Atenas a los Treinta tiranos, no debe admirarnos su servidumbre, antes bien debemos lamentarnos del fatal accidente que la ha causado; y aún será mejor ni sorprendernos ni lamentarnos, sino tomarlo con resignación y prepararse para mejorar de fortuna en el porvenir…”<br />6. Boétie desaconseja la obediencia ciega aún a un “GRAN HOMBRE”<br />“Con todo, cuando un país tenga la dicha de poseer un gran hombre que se haya distinguido por su previsión en conservarlo, por su intrepidez en defenderlo y por su sabiduría en gobernarlo, no me atrevo a considerar prudente lanzarse a su obediencia y entregarse ciegamente a su dominio, quitándole de un lugar donde brillaba por sus virtudes, para elevarle a un puesto donde pueda obrar mal. ¡Quién sabe si esta generosidad se convertiría en daño propio trocándose los bienes en males! Por más que sea bastante verosímil no temer ningún mal de quien siempre ha obrado bien…”<br />7. “1Oh buen Dios! “, ¿cómo llamar el que millones de hombres pobres y perseguidos sean voluntariamente SERVILES?<br />“Mas ¡Oh buen Dios! ¿Qué título daremos a la suerte fatal que agobia a la humanidad? ¿Por qué desgracia o por qué vicio, y vicio desgraciado, vemos a un sinnúmero de hombres, no obedientes, sino serviles, no gobernados, sino tiranizados; sin poseer en propiedad ni bienes, ni padres, ni hijos, ni siquiera su propia existencia? Sufriendo los saqueos, las torpezas y las crueldades, no de un ejército enemigo, ni de una legión de bárbaros, contra los cuales hubiera que arriesgar la sangre y la vida, sino de Uno solo, que no es ni un Hércules ni un Sansón…” <br />8. La lengua se niega a moverse para adjetivar la monstruosidad de la SERVIDUMBRE CONSENTIDA.<br />“¿Llamaremos a eso cobardía? ¿Llamaremos cobardes a los que así se dejan envilecer? Que dos, tres o cuatro personas no se defiendan de uno solo, extraña cosa es, pero no imposible porque puede faltarles el valor. Pero que ciento o mil sufran el yugo de Uno solo, ¿no debe atribuirse más bien a desprecio y apatía que a falta de voluntad y de ánimo? Y si vemos no ciento, ni mil hombres, sino cien naciones, mil ciudades, un millón de hombres, dejar de acometer a Uno solo y prestarle vasallaje, mientras que éste los trata peor que infelices esclavos, ¿diremos que sea por debilidad? Todos los extremos tienen sus límites: dos y aún diez pueden temer a Uno; pero no será por cobardía el que mil, un millón, un sinnúmero de ciudades, no se defiendan de él, puesto que la cobardía no puede llegar hasta este punto, así como el valor no se extiende tampoco a que uno solo asalte una fortaleza, acometa a un ejército o conquiste un reino. ¿Qué monstruosidad pues será ésta que, ni el título merece de cobardía que no halla nombre lo bastante vil, que por su bajeza se resiste la naturaleza a conocerla y la lengua a pronunciarla?”<br />9. Un balance de fuerzas humanas no favorece a los que luchan y derraman su sangre para vivir en servidumbre.<br />“Póngase cincuenta mil hombres para combatir contra otros cincuenta mil; dispóngase la batalla y llegue el momento de acometerse, los unos peleando por su libertad y los otros para arrebatársela; ¿A favor de qué partido se prevee la victoria? ¿Cuáles irán más animosos al combate, los que aspiran al mantenimiento de la libertad en recompensa de sus sacrificios, o los que van a derramar su sangre para vivir en esclavitud? Los primeros fijan la vista en la felicidad de su vida pasada y en la esperanza de un lisonjero porvenir; tienen en nada las privaciones y penalidades inseparables de la guerra, comparándolas con los males que la servidumbre acarrearía a ellos, a sus hijos y a toda su posteridad. A los segundos no hay cosa que los anime salvo una miserable codicia, incapaz de hacer frente al peligro y que nunca puede ser tan ardiente que no la apague una sola gota de sangre manada de sus heridas…”<br />10. A los tiranos se los derrota no dándoles nada y, sobre todo, no transfiriéndoles los derechos del pueblo.<br /> “Admirable es el prodigio que obra la libertad en el corazón de sus defensores. Pero lo que sucede en todos los países, con todos los hombres y todos los días, que un solo hombre pueda esclavizar cien mil ciudades y privarlas de sus derechos. ¡Quién lo creyera a no haberlo oído con certeza o visto con sus propios ojos! Si se refiriera únicamente como cosa acontecida en países extraños y tierras remotas, se creería más bien ser un esfuerzo de invención que el puro idioma de la verdad. Pero ello es así, y aún más prodigioso si se considera-que este tirano sería destruido por sí mismo, sin necesidad de combate ni de defensa, con tal que el país no consintiera en sufrir su yugo; no quitándole nada sino con dejar de darle. Si un país trata de no hacer ningún acto que pueda favorecer al despotismo, basta y aún sobra para asegurar su independencia. Los pueblos deben atribuirse a sí mismos la culpa si sufren el dominio de un bárbaro opresor, pues que cesando de prestar sus propios auxilios al que los tiraniza recobrarían fácilmente su libertad. Es el pueblo quien se esclaviza y suicida cuando, pudiendo escoger entre la servidumbre y la libertad, prefiere abandonar los derechos que recibió de la naturaleza para cargar con un yugo que causa su daño y le embrutece…”<br />11. Al “UNO” engrandecido lo crea el pueblo para que sea su Sepulturero.<br />“¡Hombres miserables, pueblos insensatos, naciones envejecidas en vuestros males y ciegas cuando se trata de vuestra felicidad! ¿Cómo os dejáis arrebatar lo más pingüe de vuestras rentas, talar vuestros campos, robar vuestras casas y despojarlas de los muebles que heredasteis de vuestros antepasados? Vivís de manera que pudierais asegurar que nada poseéis, y aún tendríais a gran dicha el ser verdaderos propietarios de la mitad de vuestros bienes, de vuestros hijos y hasta de vuestra propia existencia. ¿De qué provendrá esta calamidad, este estrago, esta ruina? ¿Acaso de los enemigos? No por cierto: pero sí proviene del enemigo, de aquel Uno que vosotros engrandecéis, de aquel por quien os sacrificáis tan valerosamente en la guerra, ofreciendo vuestros pechos a la muerte para conservarle en su tiranía. Este poderoso que os avasalla, este tirano que os oprime, sólo tiene dos ojos, dos manos, un cuerpo, ni más ni menos que el hombre más insignificante de vuestras ciudades. Si en algo os aventaja es en el poder que le habéis consentido de destruirnos. ¿De dónde adquiriera él tantos ojos para acecharos si vosotros no se los facilitaseis? ¿Cómo tuviera tantas manos para subyugaros si no las tomara de entre vosotros? ¿Con qué pies hoyara vuestras ciudades sino con los vuestros? ¿Cómo ejerciere el despotismo sobre vosotros sino mediante vosotros? ¿Cómo se atrevería a perseguiros sino estuviera de acuerdo con vosotros? ¿Qué mal pudiera haceros a no constituiros en encubridores de sus rapiñas, cómplices del asesino que os mata y traidores a vosotros mismos? <br />12. La enfermedad de la servidumbre consentida es mortal, ¿no será mejor no poner la mano en heridas incurables?<br />“Pero los médicos aconsejan no poner la mano en heridas incurables; y no es obrar con acierto aconsejar a los pueblos la reivindicación de la libertad que consintieron perder y ya que no notan su mal, ello muestra de sobras que su enfermedad es mortal. Indaguemos no obstante cómo pudo el servilismo echar tan profundas raíces hasta el extremo de que incluso el amor por la libertad dejó de ser un sentimiento natural…<br />13. Aprendamos de los animales<br /> “Muchos de ellos mueren al punto que son cogidos; como el pez que pierde la vida tan pronto le falta el agua, asimismo los hay que perecen apenas sienten la oscuridad de su cautiverio y no quieren sobrevivir a la pérdida de su natural libertad…Tenemos que domar el caballo desde que nace para acostumbrarle a estar subyugado; y por más que le acariciemos, siempre muerde el freno y se resiste a la espuela para manifestarnos en algún modo que su naturaleza repugna la esclavitud, y que si la sufre no es de su agrado, sino por el dominio que en él ejerce nuestra violencia. Cuan cierto es:<br />Que hasta los bueyes gimen bajo el yugo, y los pájaros se lamentan en la jaula.<br />De esto se deduce que todos los seres siente el peso de la sujeción y corren en pos de la libertad. Y puesto que hasta los animales destinados al servicio del hombre no pueden acostumbrarse a la esclavitud, antes bien declaran su deseo de sacudirla, ¿qué fatalidad pues ha podido desnaturalizar al hombre, único nacido para vivir libremente, hasta el punto de borrarle de la memoria la dignidad de su ser primitivo y el deseo de recobrarlo?”<br />14. Hacia una Tipología de tiranías.<br /> “Tres clases hay de tiranos (hablo de los malos príncipes): unos adquieren el poder por elección popular; otros por la fuerza de las armas, y los más por sucesión hereditaria. Los que lo adquirieron por el derecho de la guerra, arreglan su conducta según su carácter más o menos sanguinario, más o menos cruel, y obran, según suele decirse, como en país conquistado. Los que nacen reyes no son generalmente mejores, porque nacidos y alimentados en el seno de la tiranía, maman con la leche la naturaleza de tiranos y miran a los pueblos como un rebaño de ovejas que han heredado; y a tenor de su inclinación a la avaricia o a la disipación, disponen del reino como un particular de su patrimonio. El que es monarca por el pueblo, parece que debiera ser el más tolerable; e indudablemente lo fuera si al verse elevado por sobre los demás, alucinado por ese no sé qué que llaman "grandeza`, decide no moverse de ahí olvidando que todo lo debe a la voluntad de sus conciudadanos. Pero es cosa muy común a esta clase de tiranos mirar luego como una propiedad lo que únicamente recibieron por gracia de los pueblos; y deseando vincularla en su familia, se valen de una política astuta y falaz, abren la puerta a toda clase de vicios, de excesos, de crímenes y crueldades. Y para asegurar más y más su nueva tiranía no hallan mejor recurso que extender tanto la servidumbre y apartar tanto a sus súbditos de la libertad que, aunque esté fresco el recuerdo puedan hacérselo perder. Así, a decir verdad, advierto que hay entre ellos alguna diferencia pero no opción a hacer pues, siendo distintos los modos de tomar las riendas, casi siempre el modo de reinar es parecido. Los elegidos, tratan a los pueblos como a toros que deben domarse; los conquistadores, disponen de ellos como de una presa que les pertenece, y los herederos les reducen a la clase de esclavos naturales…”.<br />15. Algunos caminos radicales hacia la servidumbre consentida<br /> “La violencia y el engaño son los medios que más comúnmente suelen emplearse para entronizar la esclavitud, y seguramente que los hombres, mientras les queda algo de hombre, cuando se dejan avasallar no ceden a otras causas: a la violencia, como los Espartanos y Atenienses cuando se vieron obligados a rendirse a las armas de Alejandro… . A penas puede creerse la facilidad con que el vasallo olvida el don de la libertad, su apatía en recobrarla y la naturalidad con que se sujeta a la esclavitud, que se diría que no ha perdido su libertad sino ganado su esclavitud…”.<br />16. Las Víctimas del Despotismo<br />“Es cierto que las primeras víctimas del despotismo lo sufren con violencia; pero los que nacen después de ellas, como no han disfrutado de la libertad, ni saben en qué consiste, sirven sin repugnancia y hacen de buena gana lo que sus pasados sólo hicieron a la fuerza. Esto proviene de que naciendo los hombres bajo el yugo, crecen y se desarrollan con él, no miran más adelante y se complacen en vivir como han nacido, sin pensar en otro derecho ni otra felicidad que la que han encontrado, y llegando finalmente a persuadirse de que el estado de su nacimiento es el de su naturaleza…”.<br />17. Se aprende a ser esclavo: Hacia una Cultura de la Servidumbre voluntaria.<br />“Del modo que Mitrídates se acostumbró paulatinamente a beber el veneno, nos familiarizamos en tragar sin encontrar amargo el veneno de la esclavitud. No se puede negar que depende en gran parte de la naturaleza el nacer en un país libre o esclavo; más es preciso confesar que tiene menos poder sobre nosotros que la costumbre; un bien natural, por excelente que sea, degenera cuando no es bien dirigido, y los hábitos de nuestra juventud nos arrastran siempre a su antojo a pesar de la naturaleza. La semilla del bien que la naturaleza ha sembrado en nosotros son tan sutiles que las arrebata el menor huracán: no son tan susceptibles de conservarse como de corromperse, de arraigarse como de reducirse a la nada. Los hombres son ni más ni menos como los árboles frutales que conservan su naturaleza particular mientras les dejan crecer libres, pero que se adulteran y dan frutas extrañas en el momento que se injertan…<br />¿Quién no admira a los venecianos, un puñado de hombres, viviendo tan libres que el más ínfimo de ellos rehusaría ser rey? Educados sin más ambición que la de conservar su libertad, libres desde la cuna, todas las felicidades de la tierra no les compensarían de la pérdida de sus derechos. Si estas gentes se trasladasen a los dominios del que llamamos Gran Señor, al ver una porción de esclavos que sólo quieren haber nacido para servirle y que para mantenerlo sacrifican hasta su vida, ¿no pensarían habitar entre individuos de diferente naturaleza, o más bien que dejando una ciudad de hombres, se habrían trasladado a un coto de bestias? Se cuenta que Licurgo, legislador de Esparta, había criado dos perros nacidos de una misma madre y alimentados de una misma leche: el uno engordó en la cocina mientras que el otro corría por las selvas siguiendo el sonido de la corneta. Queriendo manifestar al pueblo de Lacedemonia que los hombres viven según fueron educados, puso ambos perros en medio de la plaza y colocó junto a ellos un plato de sopa y una liebre: el primero se arrojó sobre el plato, y el segundo acometió a la liebre: "¡Veis, les dice, y con todo son hermanos:" Así, con sus leyes y política supo ganar tan felizmente el espíritu de los Lacedemonios que cada uno de ellos hubiera sacrificado mil veces la vida antes que reconocer más señor que la Ley y la razón…”<br />18. Servidumbre, Cultura política, Costumbres y Educación<br /> “Al modo que al hombre se le hace natural todo aquello que adquiere con la educación y la costumbre, también el primer impulso de la servidumbre voluntaria es constantemente un efecto del hábito que contrae la niñez… Apenas empieza el hombre a tener uso de razón le dicen que es vasallo de un soberano, que sus padres también lo son, y creen que han de aguantar el mal y lo confirman con varios ejemplos, y, sobre todo, con la autoridad de los siglos; como si un largo sufrimiento diera derecho para que Uno pueda tiranizar a sus semejantes. El tiempo no da jamás derecho a obrar mal, antes bien, aumenta el peso de la injuria. Hay no obstante algunas almas, bien que pocas, más privilegiadas que las otras, que notan el peso del yugo y procuran sacudirlo: semejantes a Ulises que buscaba por mar y tierra el humo de su hogar, no pueden renunciar ni a su modo de pensar ni a sus privilegios naturales, sino recordar a sus antepasados y a su ser primitivo. Este conocimiento es reservado para aquellos, que dotados de un entendimiento claro y de un espíritu noble, no se contentan como el populacho mirando lo presente, sino que fijan la vista en lo pasado para juzgar de lo venidero y medir su estado natural. Estos, además de tener la cabeza bien organizada, la han cultivado con el estudio de las ciencias, de manera que aún cuando llegara a perderse del todo la libertad, pensando en ella, sintiéndola en su alma, saboreándola, nunca pudieran avenirse con la esclavitud por más que la ataviaran…”<br />19. A los tiranos les aterran la Instrucción y los Libros.<br />“Bien advirtió el Gran Turco que pueden más los libros y la instrucción que cualquier otra cosa para fomentar entre los hombres el sentido de reconocerse y el odio a la tiranía. Por esto no permite en sus estados otros sabios más que aquellos que pueden lisonjear su despotismo. Por más que la libertad tenga muchos celosos partidarios no resulta de ello ningún efecto por la imposibilidad de conocerse y comunicarse las ideas: el tirano les priva de toda libertad, de obrar, de hablar y hasta de discurrir; sus pensamientos no pasan de ellos mismos…”<br />20. La tiranía hace débiles a los hombres. El antiparadigma lo constituye Hipócrates: No obstante todo, lo dijo con su ejemplo, mi ética de científico me convoca a curar a los bárbaros y tiranos enemigos de mi patria.<br />“Mas, volviendo al asunto de que inadvertidamente me había separado, digo que la causa principal de constituirse los hombres voluntariamente esclavos, consiste en que nacen siervos y son educados como tales; y de ahí se origina otra consecuencia, a saber: que los hombres fácilmente se vuelven, bajo los tiranos, afeminados y débiles; cuya verdad garantiza Hipócrates en su obra titulada: De las enfermedades. Este padre de la medicina tenía un corazón bien formado, y así lo manifestó a Artajerjes que le envió llamar con ofertas y presentes, contestándole francamente con las siguientes palabras: "Que su conciencia le permitía hacer uso de su ciencia para curar a unos bárbaros que querían hacer perecer a los griegos y servir a quien pretendía avasallar a su patria". Esta respuesta se halla aún hoy día en sus obras, y es un documento que eterniza la bondad de su corazón y la grandeza de su índole…”<br /><br />21. Lo mediático espectacular simbólico también contribuye a la urdimbre de la SERVIDUMBRE VOLUNTARIA.<br /> “No es tan fácil el pájaro en dejarse coger por el reclamo, ni el pez en caer al anzuelo como lo es el pueblo en dejarse seducir; maravilla ver cuán pronto se dejan ir al menor halago que se les dispense. Teatros, juegos, farsas, espectáculos, gladiadores, animales extraños, medallas, cuadros, etc, fueron para los pueblos antiguos los incentivos de la esclavitud, el precio de su libertad, los instrumentos de la tiranía. Alucinados los pueblos, cebados en pasatiempos frívolos y hechizados por vanos placeres, se acostumbraron paulatinamente a ser esclavos con mas facilidad pero peor, como los niños que aprenden a leer por el atractivo de las estampas que contiene el libro…” Los tiranos de Roma apelaron también a otro recurso, cual fue multiplicar las decurias públicas, donde se entregaban a los excesos de la gula: el romano más prevenido no hubiera dejado su taza de sopa a cambio de la libertad de la república de Platón. En las frecuentes distribuciones de trigo, de vino y hasta de dinero, contestaba el pueblo con descompasados gritos de ¡Viva el Rey! ¡Imbéciles! No se daban cuenta de que con aquella falsa generosidad no hacían más que recobrar una mínima parte de lo suyo y que el tirano no se lo hubiera podido dar si antes no se lo hubiera usurpado. Hombre había que recibiendo hoy un sestercio y hartándose en los festines públicos hasta más no poder, bendecía la generosidad de Tiberio y Nerón sin reparar que al día siguiente se vería en la dura precisión de abandonar sus bienes, sus hijas y hasta su propia sangre a la avaricia, a la lujuria y a la crueldad de aquellos soberbios emperadores, cuyos atentados sufría sin prorrumpir en la menor queja…”.<br />22. También las adjetivaciones atractivas para el pueblo contribuyen a afianzar la cultura de la servidumbre voluntaria.<br />“Tampoco olvidaron los emperadores romanos el apropiarse del título de Tribuno del pueblo, ya porque este cargo era mirado como santo y sagrado, ya porque se habla establecido en defensa y protección del pueblo; por este medio se aseguraban la confianza de los romanos, como sii bastara con oír el nombre sin percibir los efectos… No son menos perjudiciales hoy en día los que cometen toda clase de daños a la sombra de las frases lisonjeras de bien común y felicidad pública, halagando con ello al pueblo. A esto se llama engañar con finura, si pudiera haberla en donde domina el descaro. Los reyes asirios y medos raras veces se presentaban en público, formándose la idea de que no siendo vistos del populacho, llegaría éste a tenerlos por algo más de lo que eran; ocupando de este modo la imaginación del vulgo, que creía tanto más en cuanto la vista no podía enjuiciar…Causa compasión, en verdad , oír hablar de cuántos arbitrios y ridiculeces se valieron los tiranos para consolidar su tiranía; valiéndose de tantos pequeños medios, sabiendo que trataban con unos pueblos tan ignorantes y estúpidos que, por mal que se les tendiera el cebo, caían en él, siendo más fácilmente engañado y sujetado cuanto más se burlaban de él…”.<br />23. Sobre cómo la fetichización del déspota hace Milagros.<br />“¿Y qué diremos de otra patraña adoptada también por los pueblos antiguos como moneda corriente, cual fue el creer firmemente que el dedo pulgar de un pie de Pirro, rey de los epirotas, tenía la virtud de hacer milagros y en particular de sanar a los enfermos? Y aún para acreditar más el cuento fingieron que después de quemado el cadáver se habla encontrado el dedo ileso entre las cenizas, respetado de la voracidad de las llamas. Así es como el, pueblo estúpido cree con fe las mentiras que él mismo se ha forjado…”<br />24. El Uso social e ideológico de la Religión como dispositivo de legitimación de la Servidumbre.<br />“Muchos autores lo afirman de un modo que salta a la vista que sólo han recogido los rumores de la calle. Al regresar Vespasiano de Asiria, y al pasar por Alejandría en dirección a Roma para tomar posesión del imperio, obró muchos prodigios, como enderezar cojos, dar vista a los ciegos y otras mil cosas que para ser creídas se necesitaba ser más ciego que los que suponían curados. Y hasta los mismos tiranos no han podido menos de admirarse de la facilidad con que los hombres podían soportar a un hombre que les perjudicara. Querían ampararse con la religión y, si era posible, tomar prestada alguna muestra de divinidad para el mantenimiento de su malvada vida. Asi, Salmoneo está sufriendo los horrores del Averno, según la Sibila de Virgilio, por haberse burlado de la credulidad del vulgo queriendo representar la persona del padre de los dioses…”.<br /><br />25. La Sibila de Virgilio<br />De Salmoneo vi la empresa brava;<br />de fogosos caballos sostenido,<br />los honores divinos usurpaba<br />y ser del rayo autor finge atrevido:<br /> El trueno y vientos imitar pensaba,<br />y de horroroso estruendo precedido<br />con el fuego terror diseminaba,<br />de las Ciudades griegas fue temido.<br />Mas de una nube el Padre omnipotente<br />un rayo le arrojó, y en el Averno<br /> hundióse carro y dios, y el imprudente<br />sufre amargo dolor y llanto eterno.<br />Burlóse de los pueblos, y al momento,<br />a la burla siguió fiero tormento’ <a name="2"></a>.<br /> (Virgilio, Eneid.i vs. 585 y sg.)<br />Si éste es el castigo fulminado contra el estúpido que abusó de la credulidad pública ¿cuál deberá ser la suerte de aquéllos que han abusado de la religión para autorizar sus embustes?”.<br />26. Al déspota no lo defienden las masas armadas, es la primera cohorte del trono la que lo reproduce.<br />“Llego ahora a un punto que es, a mi parecer, el principal secreto y resorte de la dominación, el más grande apoyo y fundamento de la tiranía. El que cree que las alabardas y los esbirros salvan a los tiranos, en mi concepto se equivoca grandemente; se sirven de ello más bien como formalidad y espantajo que por la confianza que tengan en ellos. Los arqueros podrán impedir la entrada de los palacios a los inexpertos y pusilánimes; pero no la impedirán a los que saben abrirse paso por en medio de las armas. Más emperadores romanos fueron víctimas de sus mismos guardias que salvados por ellos; las masas armadas son las menos a propósito para defender un tirano. A primera vista parecerá esto casi increíble pero así sucede en realidad. Cinco o seis son a lo más los que conservan al tirano en su poder y al país en esclavitud; adulan al primero y le allanan el camino de las crueldades; le acompañan en sus placeres,.le facilitan los medios de saciar sus licenciosos apetitos y participan de sus rapiñas. Y estos tales dominan de tal modo a su jefe, que le obligan a autorizar hasta sus propias maldades. Como les es fácil hacerse prosélitos, buscan a quinientos o seiscientos que imiten en ellos la misma táctica que observan en su soberano. Estos seiscientos tienen bajo sus órdenes a más de seis mil ahijados, que colocados en los destinos superiores de las provincias, o en la administración de los fondos públicos se dan la mano para su codicia y crueldad; excitándoles al propio tiempo a que hagan todo el mal que puedan, a fin de que se comprometan en tales términos que no les sea posible medrar sino bajo su sombra, ni evadirse de la justicia sino recurriendo a la protección de sus favorecedores. El que pretenda desenvolver esta madeja, verá que seis mil, y aún cien mil y millones, concurren de acuerdo, formando una cadena ininterrumpida que da fuerza al tirano, el cual les arrastra en pos de sí como Júpiter a los demás dioses, según la pintura de Homero. De aquí tomó origen el aumento del poder del Senado bajo el imperio de Julio César, el establecimiento de nuevos destinos y el nombramiento de empleados, no con el objeto de reformar la administración de la Justicia, sino para robustecer la tiranía. En suma, los favores y beneficios que prodigan los tiranos se dirigen únicamente a aumentar el número de quienes consideran provechosa la tiranía, en términos que pueda rivalizar con el de los amantes de la Libertad. Del mismo modo que en el cuerpo humano, dicen los médicos que si se forma un tumor se reúnen en él los humores venenosos y lo entumecen, del mismo modo en el cuerpo político, cuando un rey se erige en tirano, toda la hez del pueblo y aún aquellos que son incapaces de distinguir el bien del mal, se les reúnen; y no digo un puñado de ladronzuelos que poco mal o bien pueden hacer en un país, sino los ambiciosos y avaros que se amalgaman alrededor de él y le sostienen para participar del botín y constituirse ellos mismos en tiranos subalternos. En esto imitan a las cuadrillas de ladrones y piratas: los unos van a la descubierta del país mientras que los otros persiguen a los viajeros; los unos esperan emboscados mientras que los otros están al acecho; los unos matan, los otros despojan cuanto se les presenta; y aunque entre ellos hay también preeminencias y unos son jefes y otros subordina subordinados, con todo no queda nadie sin participar del botín o por lo menos del reparto…Pocos son los validos, por no decir ninguno, que, después de haber sostenido el despotismo de los reyes, no hayan experimentado más tarde en ellos mismos los efectos de la crueldad que muchas veces habían excitado contra los demás; enriquecidos la mayor parte a la sombra de su favor y con despojos ajenos, a su vez han sido también despojados del fruto de sus rapiñas para enriquecer a nuevos favoritos…”.<br /> 26. Los déspotas no estiman ni son estimados.<br />“Tan cierto es que el tirano no estima ni es estimado. La amistad, este sentimiento sublime, cuyas dulzuras tan sólo conocen los hombres de bien, no se sostiene sino por el amor mutuo, y se alimenta no tanto con beneficios como por una recíproca correspondencia. La convicción que se tiene de la fidelidad de un amigo es el verdadero y sólo vínculo de la amistad: un bello natural, el desprendimiento y la constancia son sus fieles compañeros. La amistad jamás se hermana ni con la crueldad, ni con la deslealtad, ni con la injusticia; pues cuando los hombres malos se reúnen forman más bien un complot que una sociedad. No se sostienen entre sí sino-que se temen; no son amigos, sino cómplices. Pero, aún cuando no mediaran estos inconvenientes, siempre será sumamente difícil el hallar amor seguro de un tirano. Elevado sobre la esfera de los demás y no teniendo compañeros, se encuentra ya más allá de los límites de la amistad cuya sede está en la igualdad. Por esto es que entre los ladrones reina la mejor armonía cuando tratan de repartirse el botín, porque todos se consideran iguales y compañeros, aunque no se amen y más bien se miren con cierta prevención, aunque no quieran aminorar su fuerza al desunirse. Pero los favoritos no pueden jamás estar seguros de la buena fe de un tirano, siempre superior a ellos, que desconoce derechos y deberes, que no tiene más ley que su capricho, y ningún compañero por ser dueño de todos. ¿Y no son dignos de compasión aquellos hombres, que a la vista de tantos ejemplos y peligros amenazantes no saben escarmentar en cabeza ajena? Entre tantos como rodean el solio de los tiranos no hay uno solo que tenga la previsión y el valor de decirles lo que, según la fábula dijo el zorro al león, que se fingía enfermo: ‘Mucho gusto tendría en visitar tu cueva; pero entre las muchas huellas de animales que se dirigen hacia allá, no he visto hasta ahora ninguna que indique haber salido de ella para regresar hacia su casa’…”.<br />27. La Boétie le pide al Todo-Poderoso que apresure la llegada de los tiranos al Averno.<br /> Aprendamos pues, por fin, aprendamos a obrar bien; alcemos los ojos al cielo, ya sea por nuestro propio honor o por amor a la virtud, dirigiéndonos siempre al Todo-poderoso, testigo fiel de nuestras acciones y juez inexorable de nuestras faltas. No creo equivocarme si aseguro que no hay una cosa tan opuesta a Dios, todo liberal y pío, como la tiranía, y que su severa justicia tiene reservado en los abismos un castigo particular para los tiranos y sus cómplices.”.<br /> </p>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-38322344965377937172008-10-28T16:23:00.000-05:002008-10-28T16:25:56.493-05:00Atisbos Analíticos No 95, Cali, noviembre 2008, Director Humberto Vélez Ramírez, profesor de Programa de Estudios políticos, IEP, Universidad del Valle; presidente de ECOPAIS, Fundación Estado-Comunidad y Paz.<br />atisbosanaliticos@gmail.com, para acceder a los Atisbos, atisbosanaliticos2000.blogspot.com <br /><br /><br /><br />“LOS INDÍGENAS COLOMBIANOS: ¿ENTRE LATIFUNDISTAS<br />Y TERRORISTAS? ”<br /><br /> <br />“Yo se los decía esta tarde a losGenerales y se lo <br />Comentaba a los Ministros: a mí lo que me preocupa<br /> No es que se haya disparado o no. A mí lo que me preo-<br />Cupa es que el presidente de la república no le diga la verdad <br />Al país” (Alocución del presidente de la República,<br />Alvaro Uribe Vélez”, Bogotá, 22 octubre 2008, en <br />Web.presidencia.gov.co )<br /><br />*************************1************************<br />Imantado, desde un charco real y simbólico de sangre, por la figura, entre mágica y tramposa, de un presidente que en el 2002 le prometió que en diez y ocho meses derrotaría a las farc o, por lo menos, las colocaría en la situación de casi obligatoria capitulación, el 80% de indigentes y de pobres y de pauperizados que habitaban el país, desde entonces como que se olvidaron de sus efectivas condiciones de existencia social. Hicieron tabula rasa de la explotación, de la sobreexplotación, de la opresión y de la alienación. Seis años después, con unas farc contenidas y corridas pero no derrotadas y ello al más inimaginable costo fiscal y cultural, han empezado a romperse los diques por donde durante casi dos mil doscientos días se ha contenido la pobreza social acumulada. Llegó Asonal; le siguieron los corteros; se precipitaron los indígenas; y se asomaron al escenario de luchas democráticas los empleados de la Registraduría y de la Dial hasta llegar a este 23 de octubre con un paro nacional estatal. Si la plusvalía no es nada más que el trabajo no pagado ni reajustado que se convierte en sobreganancias, estos seis años deben haber sido un sexenio feliz y ganancioso para el gran capital. Y todo ello gracias a una forma de gobierno que piensa y practica que los empresarios no tienen otra función social que la de generar empleos baratos y poco dignos y eso cuando las ganancias programadas y esperadas lo permiten.<br /><br />*************************2**************************<br />Como la minga indígena que, a buena hora, se decidió a lanzarse hacia el país en procura de recoger para el movimiento social en su conjunto una dirección popular colectiva democrática cada día más robusta, se encuentra ya tocando a las puertas de la ciudad de Cali, oportuna se destaca la posición del alcalde Jorge Iván Ospina: “Esta administración ha dado permiso para que la movilización se desarrolle del sur hacia el centro de la ciudad. Me preocupa la asistencia sanitaria, la salud, la seguridad. Esto es para nosotros un tema muy complejo de manejar. LA ÚNICA MANERA DE RESOLVERLO OPORTUNAMENTE ES QUE HAYA UNA MESA DE trabajo. Yo (la) demando del Gobierno nacional…Reiteramos la invitación a una Mesa de diálogo pronta y oportuna que le dé respuesta inmediata a esta movilización gigantesca que, considero, es una de las movilizaciones más importantes en los últimos años en el país” (1)<br />*************************3****************************<br /><br />En la noche del 22 de octubre el presidente Uribe, obligado por un video de la CNN, que se difundió por todo el mundo, en el que el camarógrafo sorprendió a la policía in fraganti disparando contra la Minga indígena, humildemente le dijo al país que, en contravía de lo que sus generales le habían informado, un policía nervioso sí había disparado pero que lo había hecho al aire y que los indígenas muertos se habían automatado al tratar de disparar unas muy terroristas armas hechizas. Hasta el momento de ese obligado e internacionalmente coaccionado reconocimiento, todo el equipo de gobierno se había rasgado públicamente las vestiduras declarando que los inmaculados policías antimotines, ESMAD, no podían disparar pues, para atender esas situaciones, institucionalmente sólo tenían como elementos protectivos…un escudo…un casco…y un bastón…”sin agregar nada más”… como policías vestidos de civil con armas no oficiales etc. <br />Sin descartar la posibilidad de personas infiltradas, cosa muy difícil al tratarse de la cerrada malicia indígena, sólo cabe la posibilidad de que las víctimas sean “terroristas”, lo que va en contravía de la historia reciente de un pueblo, que, en la ultima década, ha luchado con tenacidad por construir su autonomía e independencia de cara a los actores del conflicto armado.<br />*************************4*************************<br />Así respondieron los Comunicadores de la Minga, “Se puso nervioso un policía y disparó. Mentira, Presidente, mentira general. Dispararon muchos, dispararon dos días y dispararon durante horas y además dispararon civiles en medio de los policías y no estaban nerviosos ni respondiendo a explosivos lanzados por los indígenas…Lo decimos porque hay más, mucha más evidencia, más documentales, más pruebas y se harán públicas ahora que ustedes han mentido”.(2)<br />*************************5***************************<br />Por las cifras que trajo el presidente, quien, por ética se negó a dialogar con los indígenas mientras éstos no le pidiesen perdón al Estado, han sido los policías los que han sido las víctimas del terrorismo de los indígenas y no éstos los que lo han sido del terrorismo oficial. (3)<br />**************************6**************************<br />Si en la noche del 22 el presidente intervino para decir una sola presumible “verdad”, que un nervioso policía había disparado al aire, al hablar de la distribución de la tierra en Colombia, para mantener la altura académica no hablemos de mentiras sino, más bien, de las catedralicias inexactitudes en que incurrió. Al escuchar al presidente, un observador extranjero ignorante de nuestras realidades, habría recogido la idea de que los indígenas son los mayores terratenientes del país. Por lo tanto, no sólo terroristas sino, además, latifundistas. De los 115 millones de hectáreas que tiene Colombia, las tierras tituladas a los resguardos se elevarían a 30 millones de hectáreas, vale decir, que el 3.2 de la población tendrían en sus manos el 27% de la tierra. Pero, bajo otro enfoque de las estadísticas, sumemos: 1. Los parámos; 2. Las tierras desérticas; 3. Buena parte de los cuatro millones de hectáreas expropiadas por los paramilitares a los campesinos pobres; 4. Y los 25 millones de hectáreas- el 79%- que quedan en la Amazonía y la Orinoquia y que ni siquiera han sido arañadas por esa mágica mano invisible de la confianza inversionista que, recordando el fantasma smithiano, se inventó el gobierno neoliberal. Esas tierras no hacen parte de la frontera agropecuaria del país, amén de que allí sólo habitan 71 un mil indígenas. Sumemos para concluir que al millón cuatrocientos mil indígenas de Colombia sólo le quedan un poco más de tres millones de hectáreas, es decir, 3 hectáreas por cabeza india. Por lo tanto, en las tierras de los indígenas predominan el minifundio, el desempleo y la pobreza al lado de la más linda Cultura telúrica.<br />**************************7*************************<br />Esa noche el presidente afirmó, “se dice que el Cauca es un departamento de latifundistas, que maltrata a las comunidades indígenas. La realidad es otra, como lo acabamos de demostrar “¿Qué quiso decir el presidente? En mi humilde concepto entiendo que implícitamente dijo que los indígenas son unos latifundistas que maltratan a esos hombres “de bien” llamados hacendados.<br /><br />1. Avance Informativo, 23 octubre 2008, en www.cali.gov.co <br />2. “Uribe ¿por qué no te callas? , Tejido de Comunicación ACIN, octubre 23 2008.<br />3. Ver, Alocución del Presidente de la República, Alvaro Uribe Vélez, 22 de octubre 2008, web,presidencia.gov.co ,Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-18398111909363310062008-10-07T08:59:00.001-05:002008-10-07T09:00:15.585-05:00Atisbos Analíticos No 94, octubre 2008.<br />Director, Humberto Vélez Ramírez, pro-<br />fesor del Programa de Estudios Políticos<br /> y Resolución de ConFlictos. Instituto de<br />Educación y Pedagogía, Universidad del<br />Valle.<br />Para acceder a los Atisbos Analíticos….<br />Atisbosanaliticos2000.blogspot.com<br /><br /><br />“la de los de Arriba es una Cultura que desvaloriza<br />la Existencia humana histórico concreta de los de Abajo”<br />El caso de la Niñez<br /><br /><br /><br /><br />*************************1 *************************<br /><br />Sucedió en Colombia en la última semana de septiembre del 2008: un bebecito de once meses, llamado Luis Santiago Lozano, fue secuestrado. El de la iniciativa del plagio y del casi simultáneo asesinato resultó ser su padre, quien pagó a una examante una menguada suma de dinero por la execrable acción. En un principio, Chía toda entera, población cercana a Bogotá, solidaria se movilizó alrededor de la madre de la inocente víctima. La 521 entre los niños y niñas que de enero a junio de este año han sido asesinados en Colombia<br />Linda y espontánea la reacción de los habitantes de la hermosa Villa cundinamarquesa. Por cierto que así se la debe calificar, pues una sociedad que, de modo especial, no proteja a los niños, a los que están aflorando a la vida, a los que apenas se están asomando a las dinámicas de construcción de independencia, debe ser una cerrada sociedad de clase en la que la protección humana es un asunto que sólo cubre a quienes la dirigen. Pero, apenas se estaban iniciando las manifestaciones en Chía cuando Luis Santiago, al aparecer en televisión, comenzó a existir. Su tiempo terrenal no fue más que el tiempo necesario para mostrarle al mundo las desgraciadas y perversas circunstancias empíricas que enhebraron su corto existir: mientras lo secuestraban, al mismo tiempo, lo iban masacrando. Esa como que fue la orden del embarazador de profesión: que lo mataran para quitarse de encima el peso de una engorrosa manutención.<br /><br />*************************2*************************<br /><br />La noticia de Chía muy pronto devino en un asunto de los niños como noticia nacional y mundial, como malestar e histeria nacionales y, sobre todo, como hipócrita desgarrar de vestiduras. Conversa de paso frente al fantasma de la muerte de un niño, la sociedad nacional se dio golpes de pecho, se untó de cenizas, se vistió con harapos e imploró castigo eterno, en la tierra y en el otro lado de ella, para los violadores y asesinos de infantes. Pero, encanados de por vida o ya en el averno todos ellos, la preocupación central se mantiene, y el colectivo de niños y de niñas ¿qué? <br /><br />*************************3*************************<br />Acerca de los niños como espectáculo ha escrito Marlene Singapur: “ ’Inaudito’, ‘imperdonable’, ‘la patria está de luto’, ‘estamos conmovidos’, ‘es una acción inhumana’ son las palabras que repiten ahora y cada vez que ha trascendido en los medios el asesinato o secuestro de cualquier niño indefenso, que, entre más niño e indefenso, mejor: es más noticia”. ( 1.Subrayado)<br /><br />**************************4***************************<br /><br />Observemos desde donde observemos, por muy distintos caminos siempre llegamos a una conclusión casi común: en esta sociedad los niños que nos llegan para comenzar a abrirse a la vida , al laboratorio humano y a los sueños, excepción hecha de los muy lindos e inocentes y, por lo tanto, no culpables niños de los de arriba, con alegría lo destacamos, siempre se encontrarán con unos sentidos muy precarios de vida humana, así como con una sociedad estructural y funcionalmente organizada para que todo ello se presente y funcione así. Como para desear que la niñez pudiese balbucear una protesta, ¿como niño inocente que soy, para qué, carajo, me mandan a esta sociedad? Por eso, como sueño, desearíamos que no llegasen, pues hacer la práctica de socialización en Colombia es como hacer la práctica de cartuja en un lenocinio o la de un monje franciscano pacifista en un territorio de inacabada guerra.<br /><br />Es ésta nuestra hipótesis central.<br /><br />*************************5*************************<br /><br />En lo metodológico, estas notas casi epigramáticas se encuentran cruzadas, primero, por una descripción, necesariamente ligera, sobre las condiciones existenciales básicas de los niños en Colombia, así como por un inicio de conversación o diálogo con ellos alrededor de tres preguntas centrales conexas: Primera: ¿cuáles son las razones de tan inmenso abandono y de tan radical desprotección de la niñez? Segunda: ¿qué sentido colectivo se le ha dado por estos días al secuestro y asesinato de Luis Santiago y, de refilón, al de los 520 niños asesinados en Colombia en los primeros seis meses del año?; y Tercera: ¿será moralmente lícito traer niños a esta patria entre pacata e hipócrita en la que sea la que sea la moral que se profese, la dirección-dominación-hegemónica del país, de coyuntura en coyuntura y de forma de gobierno a forma de gobierno, a su antojo y conveniencia corre las cercas lindantes entre lo humanamente lícito y lo moralmente ilícito?<br />De todas maneras, estas tres preguntas, montadas sobre una descripción de base, aspiran a formular algunas desparramadas hipótesis asociadas ya a la explicación ya a la comprensión ya a la interpretación del crimen de lesa-niñez que esta sociedad y este Estado han silenciado, soportado y hasta animado.<br /><br />**************************6**************************<br /><br />Empecemos el cuadro descriptivo resaltando el radical cambio que, a partir de esta semana, la del 21-27 de septiembre, se produjo en los contenidos emitidos y codificados por los Medios de Comunicación. Sobre todo, a partir del 16, los complejos y graves problemas que en el último mes habían empezado a convertirse en foco de atención pública, de casi modo automático desaparecieron o empezaron a ocupar un lugar residual en los micrófonos, en las pantallas y en la gran prensa. De un momento a otro, todo quedó subordinado a las lógicas, ritmos y dinámicas del secuestro y del asesinato -acciones malditas y crueles éstas- de Luis Santiago. En el mundo de los Medios casi todo lo demás se obscureció: el recurrente reclamo al gobierno para que, por ética y prudencia y decencia, retirara de su nómina al Ministro del Interior; el escándalo internacional que se produjo cuando se le dio una lujosa villa por cárcel al destituido jefe de fiscales de Medellín, hermano del Mininterior, a quien se le habían tipificado varios delitos; la reunión en el propio Palacio institucional de Nariño de altos representantes del gobierno con emisarios de los altos exjefes paramilitares; la asustadora confesión de Mancuzo según la cual los paramilitares habían apoyado procesos electorales presidenciales; los centenares de jóvenes desaparecidos en Soacha y en Cartago, para señalar sólo dos sitios, quienes a los pocos días fueron reportados por el Ejército como limpiamente abatidos en combate…También estaban para ocultar y tornar invisibles los rotundos fracasos del Jefe de Estado en su aspiración a mediar en los dos conflictos laborales más robustos que ha habido durante su sexenio. De un lado, el paro de Asonal y, del otro, el del los corteros de Caña en el Valle cauca. De cara a éste, empezó convocando a la represión, después ensayó de mediador y finalmente terminó apoyando la salida represiva que, en medio de sutilezas discursivas y prácticas, la burguesía azucarera vallecaucana ha ensayado desde los primeros días de un paro, que no dudamos en calificar como de una lucha de los 19.000 corteros por acceder al capitalismo. Todo se hizo silencio, entonces, para darle paso a la histeria colectiva en la que irrespetuosamente se envolvió el caso de Luis Santiago, caso rechazable, ya lo expresamos, pero normal en esta anestesiada sociedad conducida y liderada por poderosos anestesistas públicos.<br /><br />*************************7*************************<br /><br />Si algún observador extranjero, en busca de crónicas de guerras y escándalos, hubiese llegado por esos días por primera vez a Colombia, se habría visto obligado a encabezar su escrito ensalzando la piedad de esta sociedad por los niños y niñas, así como su obsesión casi colectiva por colocarlos como los sujetos privilegiados de la acción del Estado. Por cierto que esa semana sí estuvo en Colombia el muy conocido, entre nosotros, escritor argentino Noé Jitrik, enamorado de lo que él llama “el lado amoroso de los colombianos”. Evocó una historia de bebés, una muy tierna y conmovedora: en Argentina una perra trasladó hasta la morada que compartía con sus cachorros a un bebé que había sido abandonado por una madre adolescente. Al respecto escribió Mónica Sarmiento, “Sin duda, un contraste impresionante frente a la noticia del día en Colombia. Dan ganas de decirle al padre de esa criatura…’Por alguna vez en tu vida compórtate como un animal ‘, como era el lema de una compañía de publicidad española que resaltaba la amorosa relación de los animales con sus crías”. (2)<br /> Pero por ahora, dejemos así esbozado el siempre oscilante cuadro de sucesos graves del último mes.<br />Pero a esta hora del té, no vamos a salir con la ya gastada tesis de la cortina de humo pues, más bien, poco de ésta y sí mucho de tapar y tapar y tapar y generar imágenes colectivas, ya positivas o negativas, pero siempre favorables y funcionales a la forma de gobierno que se ha instalado en el país. (3)<br /><br />**************************8**************************<br /><br />Para julio del 2006, de una población de 43 millones 593 mil habitantes, el 30.3%, sea, 13 millones 286 mil estaban en el grupo 0-14 años. (4) Es decir, por cada 100 colombianos 30 eran niños o niñas menores de 14 años. Si más del 60% de la población colombiana está atrapada entre la pobreza y la miseria, por muy variadas razones los niños pertenecientes a este grupo macro son triplemente pobres y miserables. Sobre todo y ante todo, por la mera razón de ser niños; por tratarse de criaturas completamente desprotegidas en esa etapa de la vida en que todo en ellas apenas se está empezando a afirmar. Si inacabados somos todos los seres humanos aún en las fases postreras de la vida, ¿qué diremos de los niños que apenas se están abriendo al crecimiento y a la adquisición de defensas?<br />Por otra parte, esos treces millones de niños llegaron a la vida en un país de muertos, de muertos víctimas de las violencias físicas y sobre todo, de la cultura de las violencias, que es la primera maldita escuela simbólica que los recibe. Algunos de nuestros violentólogos han llegado a cuantificar que los impactos de las violencias sobre la niñez en un 80% provienen de la violencia intrafamiliar y en un 20% del conflicto armado. Atisbos Analíticos ha sostenido desde tiempo atrás que, para el caso de esta sociedad, es alrededor de la tríada Estado- Poderes institucionales- Autoridad familiar, donde históricamente se ha impuesto en Colombia una Cultura de violencia (5) De los dos millones de niños que sufren y soportan en sus hogares la violencia intrafamiliar, por lo menos medio millón quedan marcados de por vida con traumas físicos y mentales. (6) En el caso de la guerra interna, como para colocar el acento en el reclutamiento de niños “soldados” (en el período 2000-2003 uno de cada cuatro combatientes era un niño guerrillero o paramilitar para un total de 11 mil niños cumpliendo diversos oficios en las organizaciones irregulares); echémosle ahora una mirada a las minas antipersonales (en el mismo período 214 niños fueron sus victimas); en tercer lugar, dramática fue también la situación en materia de secuestros ( 1048 niños fueron plagiados en esos tres años); y finalmente, para frenarnos un poco en ese largo listado de crímenes de lesa–niñez, digamos algo sobre los niños y el desplazamiento (expertos en la materia señalan que en el moderado cálculo de 2.5 millones de desplazados, un 45 Y 55% cobija a menores de 18 años). (7)<br /><br /><br />**************************9**************************<br /><br />Niño expulsado de su chacra, es niño expulsado de su “patria” que, para él es la patria chica, pues otras patrias casi no lo tocan. Es por eso por lo que la historia del desplazamiento será un proceso recortado y mutilado si se realiza al margen de la pequeña historia de cada víctima y, sobre todo, de la de la masa de niños y niñas que no han llegado siquiera a la etapa de la pubertad. Son una masa de, por lo menos, más de un millón de menores de quince años. Si se realiza al margen (8) de esas manos de hombres curtidos que ahora, en soledad, se alzan en las ciudades casi que plañendo piedad para sus hijos, pero que desean retornar a sus raíces telúricas a cultivar la parcela arrebatada. Pero, para que ese retorno sea humano, debe estar acompañado de medidas, por lo menos, proporcionales al mal causado. Si se realiza al margen de esas manos de madre, cariñosas y cenicientas, que ahora, en una triste calle, acolchonan a los niños mojados de frío, pero que anhelan regresar al rancho con el fogón y la cama marital como espacios vitales. Pero, para que ese retorno sea humano, les tienen que regresar la vivienda incendiada. Si se realiza al margen de esas manos de niño, inocentes y huesudas, que ahora les sirven de almohada en un cruel lecho de cemento, pero que añoran el tablero de la escuela de la vereda donde garabateaban el abecé y pateaban el balón. Pero, para que ese retorno sea humano, les tienen que regresar la escuela y el maestro y la canchita de fútbol. Y finalmente, ese proceso de arreglos será un proceso mutilado e inconcluso si se realiza al margen de esas manos de niña campesina, tímidas e inocentes, que ahora se ven obligadas manosear los más libidinosos e inmundos cuerpos inertes, pero que añoran el rinconcito del naranjo donde se trepaban a pergeñar las primeras cartas de amor con sabor a tierra. Pero, para que ese retorno sea humano, les tienen que regresar lo imposible, la inocencia perdida.<br /><br />*********************10********************<br /><br />Adicionemos unos datos más, aunque no aspiramos ni siquiera a un esbozo satisfactorio del drama de la niñez colombiana. (9) No traigamos estadísticas en materia de educación y salud, pues si para sus padres han sido precarias, para los niños resultan irrespetuosas. <br />Subalimentados y con sus cuerpecitos habitados por todo tipo de bichos tropicales y exprimidos hasta los huesos por la inanición, millares y millares de ellos se van a la escuela sin una aguapanela siquiera. Para una alta proporción, lo que reciban en el aula será el manjar central del día. Por eso en muchos contextos del país educativo provoca pesar escuchar denominar “suplemento alimenticio” al desayuno que en las escuelas les dan a muchos niños.<br />Para muchos de los de arriba leer esto les suena a demagogia y a resentimiento. Así es como su cultura lee y valora la existencia de los de abajo. Por eso leen como demagogia populista todo esfuerzo de la gente por asomarse a observar la realidad más allá de las apariencias en las que discursiva y prácticamente suelen envolverla para que se envolate y no proteste ni critique ni se rebele.<br />Digamos, por otra parte, que alrededor de veinte mil niños son explotados por adultos, con frecuencia, sus padres, que los obligan a mercadear sus cuerpos, sobre todo, en sectores turísticos de Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena. No son prostitutos, de modo coercitivo los prostituyen a mansalva entre adultos cercanos, promotores de turismo y turistas. Preguntémonos finalmente cuántos millares de niños, abrazados a los huesos de sus mayores, estarán todavía sin el “gualí” desde que los arrojaron a las fosas con las que la barbarie blindó a este país contra la vida. Recordemos que en el caso de Bojayá los 48 niños masacrados se quedaron por fuera de esa costumbre africana, conocida también como “chiguala”, en la que el cuerpo sin vida del pequeño es alzado de mano en mano mientras se canta, se baila y se juega con él. (10) Era así como las comunidades negras festejaban al niño que, con la muerte, se liberaba de la esclavitud.<br /><br />*************************11*************************<br /><br />Respetables, aplaudidas y plausibles todas las movilizaciones que hubo en Chía y en un sin número de villas colombianas en contra de violadores, secuestradores y asesinos de niños y niñas; pero, irresponsables, irrespetuosas y, por lo tanto, rechazables las acciones de la mayor parte de los Mass Media, de muchas iglesias y de casi todos los factores institucionales de poder que, a lo Fray Tomás de Torquemada, insuflaron la histeria colectiva mechándola con kerosene destinado a calcinar a los “hombres de mal de la sociedad”. ¿Quiénes serán, los de arriba o los de abajo o los que señale el poder? Esto no obstante, la experiencia histórica nos ha enseñado que acciones emocionales como éstas no pasan de ser flor de un día.<br /><br />*************************12*************************<br />A lo largo de estas anotaciones, ya hemos dejado regadas o sugeridas una buena cantidad de hipótesis. Al margen de toda intención academicista, más bien procurando abrir ventanas que cerrarlas, vamos a recoger algunas preguntas asociadas al por qué de un cuadro tan dramático de la niñez en Colombia; al significado y sentido que presentan esos brotes de histeria colectiva que, estimulados por los Medios y los macro poderes institucionales, de vez en cuando revuelcan la vida social pasando por alto que esas masivas reacciones emocionales han sido alimentadas por hechos, que dolorosos y rechazables, han sido eventos casi normales en la historia oculta de esta sociedad; y preguntas finalmente asociadas al extremo de desregulación institucional al que se ha llegado en Colombia, pues, como ha escrito Ligia Galvis Ortiz, “según lo expresado por los especialistas en los medios de comunicación, buena parte de la población colombiana es psicópata porque no obedece las normas y es impasible ante las conductas ilícitas”. (11)<br />Recojamos, entonces, así tres inquietudes o preguntas asociadas a la explicación, la comprensión y la interpretación de los fenómenos sociales:<br /><br />Primera:<br /> En esta sociedad el poder de los de arriba ha llegado a tales extremos de consolidación que ha generado una Cultura completamente desvalorizadora de las condiciones de existencia de los de abajo donde residen muchos millones de niños, o si no, ¿cómo explicar, apelando al coeficiente de Gini, que el 20% del quintín más rico de la población gane 80 veces más que el quintín más pobre?<br /><br />SEGUNDA:<br />En esa última semana de septiembre la sociedad nacional se dio golpes de pecho, se untó de cenizas, se vistió con harapos e imploró castigo eterno, en la tierra y en el otro lado de ella, para los violadores y asesinos de infantes. Se creó, entonces, el imaginario simbólico colectivo de que ésta era una sociedad motivada por la más intensa piedad por los niños y con un Estado y unas formas de gobierno que los focalizaban como sujetos privilegiados de su acción. Como para preguntarse, entonces, ¿qué tipos de fuerzas y con qué intenciones son las que, de período en período, promueven y alimentan esos estados de histeria colectiva?<br /><br />Y TERCERA:<br />De cara a una sociedad donde la cultura de la legalidad se encuentra a ras de piso, que es impasible ante las conductas ilícitas y donde, por lo tanto, la socialización debe ser un laberinto apocalíptico, pensamos que es pertinente y válido mantener una pregunta ya formulada:¿será moralmente lícito traer niños a esta nuestra patria, entre pacata e hipócrita, en la que sea la que sea la moral que se profese, la dirección-dominación-hegemónica del país, de coyuntura en coyuntura y de forma de gobierno a forma de gobierno, a su conveniencia y antojo corre las cercas lindantes entre lo humanamente lícito y lo moralmente ilícito?<br /><br />*************************13*************************<br /><br />Cualquier lector desprevenido de estas notas podrá atisbar que a ellas subyace una invitación: a repensar y contribuir a replantear con racionalidad pero con radicalidad nuestro Modelo de lo social.<br />Y en el régimen político los partidos no pueden continuar programando, “es que a nosotros también nos importan los niños, también nos importa lo social”. Lo social no es un asunto de proclamas coyunturales impuestas por las circunstancias del momento. Se relaciona, más bien, con una organización político-partidista que, con honestidad, jerarquiza sus valores y principios, la llamada escala de valores, para obtener una articulación en la que lo social en lo programático aparece, se transparenta y expresa como su valor central. Es por esto por lo que no es válido que la distinción entre derecha e izquierda, como afirma el ahora más que nunca frustrado y derrotado neoliberalismo, es una distinción obsoleta. Obsoleto y mentiroso es, más bien, decir que a todos nos interesa lo social por igual.<br /><br />1. Singapur, Marlene, “HIPÓCRITAS”, martes 30 de septiembre 2008, en, El Gusano en la Fruta, Mentalidad y Cultura política.<br />2. Sarmiento Duque, Mónica, “De Sobremesa con Noé”, Especial para el Espectador, domingo 8 de octubre de 2008, p.32<br />3. Ver , Atisbos Analíticos No 92, sep.2883 , “Las Trampas de la Imagen” ,en, atisbosanaliticos2000.blogspot.com ,<br />4. DANE, www.dane.gov.co/<br />5. Sobre la Subcultura de la Violencia política ver, entre otros, el Atisbos No 80, julio del 2007<br />6. <a href="http://profamilia.org.co/">http://profamilia.org.co</a><br />7. codhes.org.co<br />8. Ver, Atisbos Analíticos No 70, Cali, septiembre 2006.<br />9. Human Rights Wastch, Aprenderás a no Llorar , 2003, pgs.116 y sgts.<br />10. Lancheros, Carolina, “Bojayá 2002, Un pueblo entre los Miedos y los Medios”, en, <a href="http://www.etniasdecolombia.org/">www.etniasdecolombia.org</a> ,<br />11. Galvis Ortiz, Ligia, “Después de la Vergüenza, la Sensatez”, domingo 5 de octubre 2008, p.51.Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-12666756477419999952008-09-19T01:01:00.002-05:002008-09-19T01:04:07.785-05:00<div align="justify">Atisbos Analíticos No 93, Cali,<br />septiembre 2008<br />Humberto Vélez Ramírez<br />Programa de Estudios Políticos,<br />Universidad del Valle.<br /><br /><br /><br />Para Ingresar a los Atisbos Analíticos,<br />ATISBOSANALITICOS2000.BLOGSPOT.COM<br /><br /><br /><br />“URIBE: ENTRE LA REELECCIÓN Y LA<br />INTRASCENDENCIA DEL MÉTODO”<br /><br /><br />********************1********************<br /><br />Especial para la Revista<br />“El Salmón”, U. del Tolima.<br /><br />Como una desgracia más, en Colombia en las últimas cinco décadas la historia siempre se ha aparecido y repetido como inmensa mentira, como tremendo engaño social y como perversa sombra encubridora. Clío como que se ha olvidado de presentarse por estos lares como farsa y como tragedia, que fue así como se la imaginó el siempre lúcido y olvidado Marx. (1) Lástima que así hubiese acaecido porque, por lo menos, estas dos formas de aparición de la historia son públicas y abiertas y no privadas y clandestinas como lo son la mentira, el engaño y el encubrimiento. En el primer caso, la historia como tragedia o como farsa para que la sufra la ciudadanía, es cierto , y, en el segundo, la historia para que, ocultados y mimetizados bajo las máscaras del poder, de la ideología y de las trampas de imagen, la gocen y usufructúen los detentadores de la dominación hegemónica.<br /><br />********************2********************<br />Como décadas ha lo dijo el maestro Fals Borda, “Colombia ha llegado en su devenir histórico a tal encrucijada que necesita que se le diga la verdad, así sea ella dolorosa, y aunque produzca serios inconvenientes a aquellos que se atreven a decirla”. (2) En la década del 60, la violencia entre partidos fue investigada y sus resultados, publicados en un libro ya clásico cuya lectura fue prohibida por un acuerdo institucional liberal conservador. De acuerdo con el historiador Jorge Orlando Melo entre 1958 y el 2008 en Colombia hubo 709.000 asesinatos (3), o sea, que en un período de diez y ocho mil días esta sociedad tuvo un promedio de 39.5 víctimas diarias sin que la ciudadanía- estamos casi seguros de nuestra afirmación- haya visto públicamente castigados y encarcelados a los victimarios en el 90% de los casos. Esto significa que los asesinatos de las guerrillas, del narcotráfico, de los paramilitares, de la parapolítica y de la delincuencia común fueron, han sido y continúan siendo acciones básicamente “privadas.”<br />Pero, ¿por qué extender la tesis de la historia como mentira, engaño social y sombra encubridora hasta la actual forma de gobierno cuando el 78% de la ciudadanía – en estos días las encuestas ya no hablan del técnicamente imposible 91.4% de popularidad como hace tres meses- piensa, cree y se imagina que el “Conductor Insustituible del país” anda siempre con la verdad a flor de labios? “.<br /><br />********************3********************<br />Es cierto que un importante sector de la oposición, aunque no toda ella, ha estado empeñada en probar que Uribe ha delinquido. Sabemos que para serlo, lo primero que se requiere es ser humano. Por eso Foucault muy tranquilamente dijo que, entre las cosas, que diariamente hacen los seres humanos se encuentra el delinquir. (4) A nosotros los investigadores no nos corresponde decirlo sino, más bien, probarlo mediante sólidos soportes empíricos, aunque sabemos que, por muy importantes que éstos sean, en la inducción empírica no se agota la ciencia. Claro que a un régimen fuerte y que, ante todo, maneje muy bien el juego entre la realidad y las imágenes, le es relativamente fácil bloquear temporal y circunstancialmente la solidez de unas pruebas empíricas. En nuestro medio abunda la historia de clásicos politicastros, avezados y mañosos y hábiles, que tienen entre rejas a muchos de los administradores de sus prácticas corruptas, cuando a ellos con dificultad se les logra probar que han dejado de rezar el padrenuestro de cada día. Pero, al presidente no se le puede juzgar por lo que dice, porque a excepción de cinco puntos en los que se evidencia altamente coherente, seguridad democrática- confianza inversionista-cohesión social-privatización progresiva de las empresas del Estado- mercado untado de comunitarismo como regulador central de la vida social, engorroso y dificultoso se hace seguirle la coherencia discursiva en otro tema distinto.<br />En una ocasión, antes de subirse al avión para viajar a Europa, Uribe manifestó, “no importa que me digan paramilitar”, afirmación que se complementa con lo que ha dicho en estos días que a la “Corte Penal Internacional no se dejará llevar”. Pues bien, Atisbos no posee ninguna prueba sólida y robusta para configurarle la condición de paramilitar. El mismo ha manifestado que de haberlo sido, otro sería el Uribe que habría cantado con un fusil al hombro. En este caso, tampoco podemos quedarnos en el imaginario popular que dice “dime con quién andas y te diré quién eres”. Pero, existe “algo” que, aunque no apunta a un juicio de hecho empíricamente contundente, sí resulta, por lo menos, muy extraño, inusualmente ocurrido y hasta digno de un cuidadoso examen a la luz de la teoría del cálculo de probabilidades para preguntarle si en la compleja y volátil indeterminación humana puede caber junta tanta coincidencia. Desde enero del 2002 hasta ahora, septiembre del 2008, no ha habido casi semana en la que Uribe no haya tenido que ver con personas presumiblemente cercanas al paramilitarismo ya se trate de altos funcionarios públicos, miembros de su bancada en el Congreso o viejas amistades.<br /><br />********************4********************<br />Como para poder afirmar ahora, en clave de hipótesis, que numerosos y tortuosos son los caminos paras que, de modo indirecto, nos pueden conducir hasta la puerta de entrada de la oficina del exgobernador de Antioquia. Claro que mediante ese método dificultoso resulta configurar delitos pero, ello no obstante, desde y por muchas partes saltarán indicios indirectos de muy posibles malas conductas.<br />Por otra parte, quizá no existan razones válidas para cuestionar a la masa que se babea frente al conductor insustituible pues, desde tiempos remotos, se ha dicho que cada sociedad tiene el gobierno que se merece. Pero ocurre que los colombianos siempre se han cuidado de vigilar quién se le acerca a quién y quién busca a quién, máxime cuando se trata de un presidente idealizado. Al respecto, la antropóloga Marlene Singapur, al referirse al nuevo escándalo de Fiduagraria cuya presidente, sobrina del hasta hace dos días Embajador en República Dominicana, Juan José Chaux, señaló: “Pero, ¿por qué está rodeado el presidente de tanto mentiroso, ¿de dónde los sacó, quién se los recomendó? Al contratarlos, les pidió siquiera la hoja de vida, el pasado judicial? Es que son tantos, que ya no preocupa que mientan, sino la imagen del presidente”.<br />Ahora de cara a esta nueva situación, el gobierno, fiel a su estrategia de las trampas de imagen, le aplicará al país la simbología de un ya reiterado mensaje. En próximo Consejo Comunitario le dirá a la gente que, perdonen, que, en contravía del espíritu democrático de su gobierno, de nuevo el presidente y el ministro del interior han sido engañados por sus subalternos; continuará afirmando que una golondrina no hace verano, que se trata de acciones menores, de casos aislados, que deben ser explicados, pues “cómo vamos a sacrificar a la gente antes que la investiguen, ¡país de linchadores!” (5)<br />Con una declaración así, salida de los labios del Mesías, tremendo punto a favor de éste, pues de la boca de Uribe no puede salir si no la verdad.<br /><br />********************5********************<br /><br />No es que en los tiempos que corren una visión pesimista del país haya invadido a “Los Atisbos” pues juzgamos que, enormes y estructurales los problemas , las salidas se van construyendo a medida que más manos se juntan; que, orgánica la dominación hegemónica alimentada por la seguridad democrática y por las farsas de la imagen, la contradominación hegemónica alternativa, con esperanza y empeño, se va abriendo paso; y que, obnubilado el pueblo por los resplandores de las apariencias, el presidencialismo de excepción de Uribe se irá hundiendo sobre sus bases de arena.<br />La nuestra es una sociedad históricamente marcada por el sufrimiento colectivo, pero, al mismo tiempo, repleta de posibilidades de crecimiento futuro alternativo al capitalismo salvaje. En ella tan graves, por su cercanos abrazos con la muerte, han sido los miles de vivos gritados a muerte a toda hora (el secuestro); la infravaloración de la existencia humana (los 709.000 asesinatos de que nos habló Melo); un coeficiente de Gini del 57.6; el 65% de pobres; el 25% de indigentes; los niños a los que se les arrebató la margarina para saciar con ellas porquerizas y bolsillos; los miles de niños infra-alimentados de las viejas capitales de los paras; y la conversión de la manipulación de las enfermedades del pueblo en gigantescos volúmenes de dinero privadamente apropiado.<br />De todo ello a Uribe sólo le ha interesado la Seguridad democrática con la derrota militar de las farc como objetivo casi exclusivo y excluyente; la confianza inversionista; la impura e inmunda y coercitiva cohesión social alrededor del gran capital; la privatización fracturada y progresiva de las grandes empresas del Estado; y el neoliberalismo untado de comunitarismo, espacio desde el cual cada ocho días su gobierno le tira migajas a los pobres que, en su concepto, son los “más organizados” porque luchan solos y solitarios desprendidos del peligro de las organizaciones y movimientos “terroristas”.<br />Hasta ahora ésa ha sido la agenda nacional de Uribe, agenda que, además de sus protuberantes fallas estructurales, se encuentra divorciada de los otros grandes problemas de la sociedad colombiana.<br /><br />********************7********************<br />No ha trascurrido más de una semana desde que Uribe polarizó al país (unos, preocupados, se pusieron tristes y otros, gozosos, rabiosamente aplaudieron) cuando el presidente en una Universidad respondió así a un estudiante que le preguntó sobre la reelección y las reformas: “…hoy iban a presentar el referendo…yo quiero pedirle al Congreso que por favor se ocupe de las reformas a la justicia y a la política y a los otros temas, y no del referendo. Pensaba llegar esta noche a la Casa de Nariño…a escribir este tema que lo vengo madurando en mi mente, pero lo anticipó el joven que ha hecho la pregunta: la urgencia real es la aprobación de la agenda legislativa. Me parece grave por el futuro del país, por la credibilidad de las instituciones…por la imagen del Congreso. También les pido a los congresistas una cosa: que no saquemos disculpas para negar estas reformas. A mi me parece muy grave que un congreso , que de pronto estaba maduro para que el país lo revocara y que por respeto a las instituciones hemos procurado consolidarlo, me parece muy grave que la respuesta de ese congreso sea alegar que hay impedimentos para no tramitar esas reformas. Yo pienso que para el futuro del país es mejor trabajar para que los colombianos sigan interiorizando la seguridad democrática, el compromiso con la confianza inversionista y la cohesión social que simplemente ocuparnos de perpetuar al presidente. Ahora, el congreso puede, fácilmente, reformar el artículo que aprobó en el 2006 y dejar ahí un factor de contigencia, que un presidente pueda ser reelegido inmediatamente por una sola vez y después, período de por medio, pueda volver a aspirar”.<br />De nuevo el presidente Uribe ha vuelto a jugar con la táctica esbozada en el Atisbos 92 sobre las trampas de la imagen. Partiendo de una inmensa realidad que señala que, de modo directo o indirecto, dado el control sobre posibles candidatos, quiere ser presidente hasta el período del 2019, ha enviado un mensaje simbólico donde le pide a la ciudadanía interiorizar su agenda. Le reitera que no se enrede con el problema de la reelección y la alecciona cómo él, por ejemplo, puede perpetuarse en la presidencia a partir del 2014….Entonces, el país quedó con la imagen de que quizá sí o de que quizá no. De todas maneras hasta ahora Uribe no ha desmontado su idea de un tercer mandato inmediato. Más bien, ha sugerido que podría esperar hasta el 2014 como una simple táctica de de contención de tensiones, como una pausa para definir estrategias a más mediano plazo o quizá como una forma de limpiarse de toda inculpación pudiendo, por lo tanto, la ciudadanía decir, “ No ven ese prototipo o emblema de desprendimiento cuando pudiendo arrasar en unas elecciones presidenciales, para bien de la Patria ha preferido abstenerse?<br />De nuevo, más imaginarios colectivos simbólicos positivos a favor de Uribe.<br /><br />********************8******************<br /><br />En la circunstancia de la coyuntura con todo el alud de escándalos que se han precipitado en los últimos días (sin jerarquizarlos señalamos sólo uno, la conversación en el propio Palacio presidencial con enviados de los líderes de la criminalidad armada), el presidente sintió que estaba perdiendo la iniciativa en la fijación de los temas de reflexión, de análisis y de debate. Fue entonces, cuando con habilidad ya conocida, como paradoja, le dio centralidad al asunto de la reelección para decirle a la gente que no se preocupara por ese asunto, que él iría iluminando el camino por dónde marchar. En la práctica, entonces, le dijo a Colombia que tenía que entrar en una nueva división institucional del trabajo siendo así los lugares y roles de cada quien: 1) La ciudadanía preocupada por interiorizar y apropiarse su agenda, seguridad-derrota de las farc-confianza inversionista-cohesión social.; 2.) el congreso de tiempo completo entregado a reformar la justicia y la política; 3.) las Cortes dedicadas a reflexionar sobre cómo hacer para no entrometerse en las otras ramas del poder público pero dejando precisados los métodos para posibilitar la intromisión progresiva del ejecutivo en las decisiones judiciales; y finalmente 4.), él, el insustituible, dedicado a ensayar estrategias de reelección, que no afectasen sus ya altamente tocadas legalidad, legitimidad y popularidad.<br />En ese descarado bailoteo de la reelección, unas iniciales observaciones se imponen: Al examinar los contenidos de los proyectos de reforma judicial y política y al hacer un esfuerzo por juntar los micos trepados en su urdimbre, uno inmediatamente piensa en la única competencia que podría tener posibilidad en esta coyuntura como sería la pugna electoral entre el presidente y las figuras de Rafael Núñez, El General Mosquera y quizá la de Rafael Reyes. Es decir, sería una competencia electoral tras-histórica entre un vivo y tres muertos. Por otra parte, quién puede pensar que Uribe va a sacrificar su reelección a favor de unas reformas tan tímidas e inanes e intrascendentes como las propuestas en sus nuevos contenidos. Por esta vía con facilidad se llega a la conclusión que lo que le interesa al presidente no es tanto el rediseño institucional de la justicia y de la política sino, más bien, “rediseñar algo” mientras va ganando los tiempos y reacomodos necesarios para salvar a sus “amigos legales e ilegales”, lo que estaría más cerca por la vía de la reelección.<br /><br />********************9********************<br /><br />Efectivamente no sabemos si Uribe aspirará en el 2010 a un tercer período. Lo que sí hemos advertido es que la posibilidad de no volverse a presentar hasta el 2014 constituye una alternativa que le han aconsejado, sobre todo, sus asesores externos norteamericanos y británicos. Los Atisbos también están seguros que Uribe seguirá jugando en las tres elecciones presidenciales que puede haber en el país entre el 2010 y el 2018. Quizá a él personalmente le encantaría estar en la presidencia en el 2019. Y esto por tres razones centrales: Primera: Se espera que para ese año las farc ya no tengan historia; Segunda: Para ese fecha, 7 de agosto del 2019, podría conmemorar el bicentenario del Estado colombiano destacando los aspectos militares y de cultura militar sobre su dimensión político simbólica; y Tercera: Uribe y su equipo esperan que para esa fecha ya estará en plena acción su modelo de Estado comunitario, cuya construcción la ha asumido el presidente como un compromiso de cada día.<br />De llegar a ser así, Uribe no cabrá en la historia nacional.<br /><br />********************10********************<br /><br />Uribe, pues, parece haber recuperado la iniciativa acerca de qué es lo que se debe discutir, o medio discutir, o hacer a un lado y con que métodos y sobre la base de qué tipo de información, que no puede ser otra que la información del poder. Cada 48 horas le cambia la agenda de análisis y de reflexión a analistas e investigadores. Apenas estamos entrando por la superficie a un evento cuando centraliza otro. Así nunca llegamos, por decir lo menos, a la profundidad de la superficie de algo. Es por eso por lo que Atisbos adhiere con satisfacción a la propuesta de Jorge Mejía Martínez , quien nos invita a sacudirnos analíticamente de Uribe para entrar a construir una nueva Agenda nacional. En ésta, la forma de gobierno de Uribe sólo debe funcionar como una dimensión entre otras de una reflexión integral sobre los grandes problemas nacionales.<br /><br />1. Marx, Carlos, Dieciocho Brunario de Luis Bonaparte, Ediciones Ariel, 1971.<br />2. Fals Borda, Orlando et Alia, La Violencia en Colombia, Edit.Taurus,2005<br />3. Melo, Jorge Orlando, “Cincuenta años de homicidios” El Espectador, Bogotá, agosto 16 2008.<br />4. Foucault, Michael, Vigilar y Castigar, 1972.<br />5. Singapur, Marlene, ¿Alguna Duda”, en, El Gusano en la Fruta, 15 de septiembre de 2008, http://criteriocolombianoblogspot.com/<br />6. Mejía Martinez Jorge, “Una nueva Agenda nacional” , septiembre 2008<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-91570615609277111332008-09-07T18:39:00.001-05:002008-09-08T09:06:30.915-05:00Atisbos Analíticos No. 66. 2006.<div align="justify">sábado, mayo 27, 2006<br />ATISBOS ANALÍTICOS No. 66<br /><br /><br />Colombia: ¿Elecciones democráticas ó privatización<br />armada de la política electoral?<br />Por Víctor Mario Estrada Ospina,* viestrad@univalle.edu.co,<br /><br /><br />Colombia ha iniciado el año 2006, en medio de una agitada campaña electoral orientada a garantizar la elección de nuevos miembros al parlamento, así como también, a la realización de la primera vuelta presidencial que se llevará a cabo el 28 de mayo próximo. En un ambiente de exaltación que tuvo como antecedente la larga deliberación de la Corte Constitucional sobre la propuesta de la reelección presidencial, los seguidores del presidente Uribe, recurrieron antes de que dicho fallo se produjera, a utilizar todo tipo de recursos utilizando de manera indebida los medios de comunicación privados, no sólo para presionar a la Corte sino también al mismo tiempo a los potenciales electores, con la idea por cierto mesiánica que ha caracterizado a este gobierno: ¿sino es Uribe!? ¿Entonces quién? ¡Tendrá que ser Uribe por todos los medios!<br /><br />Producido el histórico fallo de lesa juridicidad en que incurrió la Corte Constitucional al aprobar la reelección de Alvaro Uribe Vélez, también entró en colisión con el Congreso al colegislar de hecho de manera indebida en la llamada ley de garantías electorales. Producida la trascendental decisión está terminó por dejar completamente tranquilos y satisfechos a los seguidores uribistas, que en los días anteriores en medio de la incertidumbre por el fallo, habían llevado a cabo todo tipo de desafiantes e indebidas presiones. En esas condiciones las elecciones del 12 de marzo, estuvieron mediadas por el hecho político de la reelección y por la personalización de la política en torno a la figura de Alvaro Uribe Velez; en los últimos quince días el candidato-presidente, violando la ley de garantías electorales, mediante un bombardeo televisivo - sin precedentes en la historia reciente del país- a través de los medios privados de comunicación, tomó partido por los distintos candidatos de las agrupaciones que lo apoyan, jugando un importante papel en la elección del nuevo parlamento.<br /><br />La actual campaña electoral se diferencia a todas luces de la anterior contienda electoral realizada hace cuatro años, ya que son muchos los elementos del contexto interno y externo que han variado considerablemente. Sin embargo, es de resaltar que todos los colombianos asistieron en la pasada campaña casi que sorprendidos, al inicio de una nueva manera de hacer política a través de los medios privados de comunicación; el entonces precandidato Alvaro Uribe Vélez, con un bajo índice de popularidad en la encuestas disparó sus baterías en contra de los llamados “diálogos de negociación del Caguán”, logrando cohesionar y agrupar no sólo a las élites de la aristocracia en el poder, sino también a las empresas electorales enquistadas en los dos llamados “partidos históricos”.<br /><br />De esta manera logró transformar rápidamente los diez millones de votos del “mandato por la paz” entregado a Pastrana, por un importante sector de la población colombiana; esta realidad fue rápidamente transformada en un apoyo mayoritario a favor de una bien calculada estrategia de seguridad democrática y por supuesto a favor de la guerra, con su muy conocido eslogan: “mano firme corazón grande”. Hay que reconocer que su carrera fue meteórica y en muy corto tiempo ayudado principalmente por el papel de los medios de comunicación privados y de las encuestas virtualmente manipuladas y en un contexto de aguda crisis del mal llamado “proceso de negociación del Cagúan”, finalmente, se impuso de manera contundente en la primera vuelta presidencial, contribuyendo con este nuevo hecho político a agudizar la crisis que venía padeciendo el bipartidismo tradicional en Colombia.<br /><br />Esta fue talvez, la primera lección ejemplarizante que la política en Colombia había sido sustraída hábilmente del ámbito público, si en algún momento lo ha sido, para sustituirla por una nueva estrategia electoral y publicitaria que la reduce al espacio privatizado de hacer política. En esas condiciones y siguiendo la tendencia inaugurada en la pasada campaña, la actual contienda electoral se ha caracterizado por el influyente papel de los medios privados de comunicación, los cuales han orientado sus esfuerzos a crear la opinión virtual a favor de la reelección del presidente Uribe y la elección de sus seguidores ahora agrupados en varias pequeños grupos ó mejor facciones.<br /><br />Por esa razón, esos mismos medios que durante todo su mandato continuaron publicando de manera sistemática manipuladas encuestas orientadas a mantener un elevado apoyo a la gestión presidencial, la cual se mantuvo invariablemente a lo largo del cuatrenio con un apoyo de más del 70%; ahora, resulta sorprendente por decir lo menos, que contando el presidente con un supuesto gran apoyo a su gestión, resulte de un momento a otro rajado por las propias encuestas. La reciente encuesta realizada y publicada por la Universidad de los Andes- Indepaz (enero de 2006), muestra paradójicamente que el gobierno de Uribe ha sido un gobierno pobre en materia de realizaciones; los resultados evidencian que el gobierno es rajado en los siguientes temas: esfuerzos por combatir la pobreza; estrategia contra el desempleo, rechazo de la politiquería; protección y promoción de los principios democráticos; lucha contra la corrupción; sanciones a los culpables por violar los derechos humanos; esfuerzos por lograr un acuerdo humanitario; labor para proteger los derechos humanos; preocupación por aplicar la constitución; finalmente, sólo aprueban con un tres raspado en los siguientes temas: acuerdos hacía la paz; políticas de seguridad y lucha contra el narcotráfico.<br /><br />Desde el punto de vista de la lógica del análisis político no es posible explicar éste desfase entre las limitadas realizaciones del gobierno y la imagen de favorabilidad del presidente. Lo lógico sería sí se raja al gobierno en materia de gestión, que se castigara al presidente-candidato con un nivel de favorabilidad que guardara relación con los resultados negativos, pero esto no ocurre de una manera clara. ¿Cómo explicar éste desfase? La posible explicación no se puede dar desde el ámbito de la política, sino desde el ámbito de la comunicación, porque el presidente Uribe ha hecho del acto de gobernar una emoción televisada, logrando penetrar simbólicamente en lo más íntimo de la subjetividad de los ciudadanos y ciudadanas de un importante sector de la población colombiana, la cual lo ve y lo siente ideológicamente como una especie de mesias- redentor, y ésta realidad virtual, ha sido utilizada hábilmente desde el punto de vista ideológico por el candidato- presidente y todos sus seguidores.<br /><br />Sin embargo, todos esos mismos medios privados con sus ideólogos y columnistas oficiales de turno, callaron cuando la encuesta de El Tiempo mostraba que mientras en diciembre de 2005, la intención de voto por el presidente Uribe era del 65.2%; descendió significativamente en febrero del 2006, en la intención de voto al 48.6%, dicha encuesta fue publicada en marzo 5 de 2006. Ahora que ha comenzado a desplomarse en las encuestas todos esos mismos medios callan y guardan prudente silencio, seguramente continuarán haciéndolo mediante la publicación de encuestas calculadas, ésta es la mejor evidencia que están en juego múltiples estrategias electorales y complejos cálculos políticos y estrategias publicitarias; sí bien la encuesta en el análisis político electoral constituye un instrumento que puede mostrar una tendencia con un margen de error posible, sí ésta es bien realizada con todos los requerimientos metodológicos y técnicos, también es cierto, que mal utilizada en el juego electoral se convierte en un poderoso instrumento ideológico, con el cual se puede mentir estadísticamente hablando, para influenciar y manipular la intención de voto de los potenciales electores. ¡En eso consiste el poder mediático de nuestro tiempo!<br /><br />La privatización de la política constituye sin lugar a dudas una tendencia mundial, no es entonces, un fenómeno exclusivamente doméstico, la privatización de la política se ha venido construyendo con el establecimiento de un orden mundial globalizado, que termina como es obvio sacralizando el mercado ó mejor que reduce y empobrece la política a la democracia de mercado, descontextualizando y potenciando la pérdida de sentido de la política y de lo político. En esta dimensión como afirma (Ramoneda, 2000), “toda negación de la autonomía al espacio político es la negación de la política, el secuestro de la palabra a través de la cual el sujeto expresa su soberanía”.<br /><br />Sin embargo, lo más grave en la época contemporánea es y será siempre que la privatización de la política como negación del espacio político, se expresa en que el lenguaje de la política se caracteriza por el uso de un lenguaje eufemista; por esa razón, “el lugar usual de expresión del político son los medios de comunicación mucho más que el parlamento, donde por otra parte el político se expresa siempre pensando en los medios. El lenguaje eufémico se traslada con suma facilidad a la prensa. Las palabras se repiten como gadgets, según las modas ideológicas, sin que nadie se pregunte de verdad sobre lo que quieren decir. La construcción del eufemismo es una tarea conjunta de políticos, ideólogos y periodistas. Pocas veces la prensa hace la tarea crítica de desmenuzar las palabras que componen el diccionario de la correción política. Es parte, Y, por tanto, cómplice de la construcción de éste espacio de la confusión calculada…El referente de toda comunicación ya no es la realidad sino la propia comunicación”. (Ramoneda, 2000, p. 218)<br /><br />El contexto internacional<br /><br />Sin duda alguna las elecciones para el parlamento realizadas y la próxima justa electoral a la presidencia de la república, se llevarán a cabo en nuevo contexto, tanto desde el punto de vista interno como en el plano externo. En el plano internacional el gobierno colombiano ha mantenido desde el comienzo una posición de irrestricta adhesión al gobierno norteamericano, lo que le ha permitido no sólo asegurar la financiación del llamado plan Colombia, hoy “plan patriota”, garantizando a su vez una cada vez más creciente presencia de asesores militares norteamericanos en el desarrollo de la guerra que se libra en Colombia. En ese sentido la política del gobierno colombiano no sólo le ha generado agudas confrontaciones con los países fronterizos como ha ocurrido con Venezuela y con Ecuador más recientemente; sino también, con el resto de países de América Latina, como lo fue en el sonado caso del apoyo que prestó a la guerra de Irak, postura en la cual Colombia se quedó prácticamente sola. En este contexto el panorama se volverá cada vez más complejo y el aislamiento que experimentará el país, será cada vez mayor como consecuencia de los procesos de integración que se vienen impulsando a nivel suramericano.<br /><br />Un nuevo fenómeno se viene produciendo en América Latina al impulsar procesos de integración como el Mercosur y el Alba, que de alguna manera intentan enfrentar al ALCA y los tratados de libre comercio (TLC), que Estados Unidos viene impulsando con algunos países centroamericanos y andinos. Sin embargo, el gobierno colombiano ha preferido cerrar la “negociación” del tratado de libre comercio con los Estados Unidos declarando que lo firmará, defendiendo de manera obstinada la tesis que éste tratado le trae ventajas competitivas a Colombia y que por lo tanto favorece el interés nacional. Es cierto que el tratado favorece la producción de algunos sectores industriales (léase transnacionales), no de todos los sectores; sin embargo, lo mismo no sucederá con los pequeños y medianos industriales y con el sector agrícola el cual será el sector más perjudicado; el balance establecido por algunos gremios agropecuarios es contundente, las concesiones otorgadas por Colombia en el marco del TLC son mayores que las obtenidas por el país. Mientras Colombia otorgó a Estados Unidos entrada libre para 1,2 millones de toneladas de trigo, 2,0 millones de toneladas de maíz, 900.000 toneladas de torta de soya y fríjol soya y 200.000 toneladas de cebada, apenas obtuvo ingreso para 4.000 toneladas de tabaco y para 150.000 toneladas de azúcar; tampoco los cronogramas de desgravación resultan promisorios (El TIEMPO, Marzo 5 de 2006). Seremos pues obligados a reconvertir los producción agrícola y avícola en un país donde el maíz y el fríjol crecen silvestres; en esta materia Estados Unidos impuso finalmente sus condiciones, lo cual es coherente con su política de protección a la producción agrícola. En términos generales el TLC firmado por Colombia está en contra de los intereses nacionales y lesiona nuestra soberanía; en el corto plazo significará un aumento del desempleo, la desigualdad y la pobreza (se perderán 1.800.000 empleos); además, queda amenazada seriamente la salud, la seguridad y la soberanía alimentaria de la población colombiana. Finalmente, la firma de los tratados de libre comercio por el Perú y Colombia, constituye una amenaza para la integración de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), así lo ha hecho manifiesto Venezuela y Bolivia. Por lo tanto es de esperarse que se acrecentaran las tensiones políticas entre los diferentes países, con lo cual resultara erosionada la integración andina y perjudicada seriamente Colombia, ya que Venezuela constituye su segundo socio comercial.<br /><br />En el campo político las distintas elecciones que se han venido produciendo recientemente en diversos países del área han significado la llegada al gobierno de disímiles fuerzas políticas de inspiración socialdemócrata ó de izquierda, producto de las derrotas que han sufrido las fuerzas políticas que representan posiciones de centro ó extrema derecha, defensoras abiertas y a ultranza del neoliberalismo, tan de moda ahora. Estos nuevos vientos que recorren a América Latina constituye sin lugar a dudas una reacción a la creciente pobreza, exclusión y desigualdad, generada por el modelo neoliberal que se ha venido imponiendo, producto del neocolonialismo que practican la miopes y retardatarias élites Latinoamericanas, las cuales se han dedicado a aplicar las orientaciones y las recetas suministradas por el Fondo Monetario Internacional; recetas que por supuesto no logran descifrar, ni interpretar la compleja realidad Latinoaméricana, por la sencilla razón, que esta es una teoría y una propuesta política pensada para resolver los problemas y dificultades propias de las economías desarrolladas y no de la economías subdesarrolladas del Sur como se les denomina ahora.<br /><br />Es cierto que nuevos vientos políticos recorren esta diversa América Latina, sin embargo, Colombia continua siendo un país atípico; era de esperarse como efectivamente ocurrió, que las elecciones parlamentarias no traerían un cambio político fundamental en la composición de las fuerzas políticas presentes en el Senado y la Cámara de representantes. El Uribismo ya antes de las elecciones del 12 de marzo tenía una mayoría integrada por 74 senadores, producto de las transaciones burocráticas realizadas por el ejecutivo; además, de las embajadas y cargos diplomáticos entregados a familiares de muchos congresistas a cambio de su adhesión al gobierno. Aunque el presidente Uribe en su primera campaña presidencial prometió luchar contra el clientelismo y la corrupción terminó devorado y atrapado por ellas. Las elecciones realizadas recientemente han confirmado la consolidación de un gobierno de derecha y esa mayoría quedó representada en el próximo Congreso con 61 senadores, la cual puede convertirse en 70, si entran en esa coalición como seguramente ocurrirá los 7 senadores de Convergencia Ciudadana y los 2 senadores de Colombia Viva; la oposición ha quedado reducida a 30 senadores, constituida por el partido Liberal, el Polo Democrático Alternativo y el movimiento MIRA. En la Cámara aunque la diferencia no es tan holgada como en el Senado, de todas maneras, esta nueva composición política le permitirá al gobierno de Uribe si es reelecto contar con una amplia mayoría.<br /><br />Contexto interno y elecciones en Colombia<br /><br />Desde el punto de vista interno se debe señalar que desde que se comenzó a impulsar el proceso de apertura de la economía con Cesar Gaviria, los diversos gobiernos no han podido ó no han querido formular un modelo de desarrollo, que permita fomentar y potenciar las actividades económicamente productivas, para enfrentar el fenómeno creciente de desempleo, el cual registra en los últimos años una de las tazas más altas del mundo. El modelo que se ha instaurado en la práctica es un modelo recesivo con ajuste fiscal, del cual ha salido favorecido fundamentalmente el sector financiero; descargando todo el peso de la crisis de la economía sobre los trabajadores, mediante el recorte de las pensiones, desregulación y flexibilización laboral y el impuesto a las pensiones de jubilación, agenciando de esta manera el gobierno en la práctica, una política de redistribución de la pobreza. Ha impuesto además, reformas tributarias que han afectado los ingresos de quienes derivan rentas de trabajo, favoreciendo abiertamente a quienes derivan rentas de capital.<br /><br />Estas elecciones sin duda alguna se realizan en un nuevo contexto caracterizado por nuevas realidades:<br /><br />1. La reforma política y la ley de bancadas.<br /><br />La reforma política apunta fundamentalmente a introducir cambios en el modelo electoral y en la ley de bancadas de los partidos. En cuanto a los principales cambios en el sistema electoral, se introdujo la lista única, el umbral, la cifra repartidora, lista cerrada, lista abierta y voto preferente; de otro lado la llamada ley de bancadas obliga a tener un comportamiento como partido y tiene como novedad el que se debe nombrar un vocero de cada bancada para eliminar las decisiones solitarias de los congresistas sobre lo grandes temas que deben discutirse en el próximo Congreso que se instalará el 20 de julio, las cuales girarán en torno a: el tratado de libre comercio; una reforma tributaria estructural; la reelección de alcaldes y gobernadores; la extradición; la reforma a la justicia; la reforma al estatuto de contratación; los derechos civiles para homosexuales y la ley de tierras. No obstante, la mencionada ley deja la ventana abierta para que los nuevos congresistas por razones éticas ó de interés regional voten a “conciencia” y no tengan un comportamiento político como bancadas; la mencionada ley 974 de 2005, deja finalmente a criterio de los partidos la reglamentación de éste aspecto en sus estatutos.<br /><br />Aunque realmente es muy temprano, para evaluar los resultados y ante todo los efectos de la reforma política en las pasadas elecciones realizadas el 12 de marzo, lo cual es bastante difícil evaluarlo en el corto plazo. Su verdadero alcance tan sólo se puede examinar en el mediano y largo plazo, sin embargo, en el mismo proceso de escrutinio se armó un gran debate, en el que coincidieron tanto agrupaciones que resultaron derrotadas, como sectores triunfadores en la pasada contienda electoral; se dijo que faltó pedagogía en el manejo del nuevo tarjetón para que los electores lo usaran correctamente, que los electores se confundieron entre el voto en lista cerrada y el voto preferente, esta situación se ilustra tomando como base el elevado número de votos nulos, según estimativos esta cifra podría haber llegado a los tres millones de votos, siendo la alternativa más votada frente a la votación obtenida por los diferentes partidos; además, de un elevado número de votos en blanco y tarjetones sin marcar. El caso particular más llamativo lo constituyó la situación presentada con la circunscripción especial indígena para Senado, ya que las elecciones se tienen que repetir porque los votos en blanco superaron el 50% de los sufragios totales.<br /><br />Todos estos hechos generaron airadas respuestas de los diferentes candidatos en contra del Concejo nacional electoral, sin embargo, el problema fundamental es analizar sí la finalidad de la reforma política logró al menos algunos de los propósitos que buscaba, veamos la situación: de las sesenta organizaciones que existían con personería jurídica antes de las elecciones, veinte se inscribieron para Senado, 6 con lista cerrada y 14 con voto preferente, de los cuales finalmente quedaron representados 16 “partidos” ó movimientos.<br /><br />En ese se sentido se podría afirmar que se logró un limitado resultado mirado el asunto desde el punto de vista empírico-cuantitativo, al lograr tan sólo agrupar candidatos para superar el umbral, sin embargo, tan sólo se logró reducir en cuatro el número de “partidos” ó movimientos en el caso del Senado; en la Cámara quedaron finalmente representados diez “partidos” y se registró un caso insólito, 16 representantes a la Cámara quedarían como ruedas sueltas, ya que aunque sacaron suficientes votos para ganar su curul, a sus movimientos no les alcanzó para obtener personería jurídica, pues necesitaban al menos el 2 por ciento de los votos válidos de todos los departamentos.<br /><br />Sin embargo, el análisis más importante que se debe hacer es de tipo cualitativo, desde esta perspectiva la reforma política se preocupó más por agrupar candidatos para superar el umbral, que por pensar el tipo de partidos y el sistema de partidos que debería tener el régimen político colombiano. “Los partidos no se preguntaron que demanda la sociedad. Solo se limitaron a sumar, a agrupar barones electorales, a convertir sus microempresas electorales, en mega empresas electorales, para pasar el umbral”. (Giraldo, EL TIEMPO, 15 de marzo, 2006).<br /><br />Sí la reforma política lo que busca es la institucionalización y la consolidación de los partidos y de un sistema multipartidista de partidos- lo que no es nada claro en el espíritu de la reforma política- resulta preocupante por decir lo menos, que esta reforma política no distinga entre movimientos y partidos y permita la inscripción de facciones como “partidos” cuando en sentido estricto realmente no lo son. Las facciones en el mundo contemporáneo “no son más que la expresión de conflictos personales, de un comportamiento que valora el yo y desprecia al público. Como decía Burke, el combate entre facciones no representa más que una lucha mezquina e interesada por obtener puestos y emolumentos”. (Sartori,1992) Antes de las elecciones del 12 de marzo muchos grupos facciosos que ya se habían salido de los llamados “partidos históricos”, pero básicamente del partido Liberal, negociaron en unos casos, con el ejecutivo puestos y emolumentos, y en otros casos, se agruparon en facciones valorando el yo de sus aspiraciones presidenciales para el 2010.<br /><br />El caso más patético, fue lo ocurrido con las cinco agrupaciones que apoyan al presidente Uribe, ante la imposibilidad de formar el “partido de Unidad Social Nacional (Partido de la U) antes de las elecciones del 12 de marzo, por el juego de intereses personales en pugna; estas agrupaciones seguramente con el aval del presidente-candidato, ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, resolvieron como parte de una bien calculada estrategia electoral inscribirse como “partidos”- además la ley se los permitía- llevando a cabo una verdadera operación avispa, que les dio excelentes resultados y de paso incidieron en el resultado de la consulta liberal, potenciando candidatos distintos a Horacio Serpa, para que este no obtuviera la mayoría absoluta, buscando con ello su deslegitimación política con miras a la primera vuelta de la elección presidencial. Basta simplemente con tomar en cuenta los datos suministrados por la Regístraduria Nacional escrutado el 64.38% de los votos; sí se compara el total el total de votos obtenidos por el partido liberal 1.243.665, contra los votos emitidos en la consulta liberal 1.710.148, resultan más votos por la consulta liberal que por el partido; hubo incluso en el Valle del Cauca, mesas de votación donde ganó el partido conservador ó el llamado partido de la U, sin embargo, en ellas el candidato de la consulta liberal Rafael Pardo le ganó al candidato Horacio Serpa.<br /><br />Sin partidos y sin un sistema de partidos ninguna democracia del mundo puede funcionar, los partidos son necesarios para la democracia, las facciones no, estas simplemente existen y por eso hay que combatirlas, porque defienden intereses personales y desprecian lo público. Los genuinos partidos políticos en un sistema político democrático, a diferencia de las facciones, están hechos y tienen razón de existir, para que cumplan con el papel de ejercer la representación – aunque esta no es su más importante función- los partidos ante todo deben existir para que sean instrumentos de expresión, de canalización y de comunicación de las demandas y necesidades de la población.<br /><br />Más que conclusiones, algunas hipótesis se pueden dejar planteadas en relación con las elecciones realizadas el 12 de marzo. La campaña para las elecciones parlamentarias fue pobre en ideas, en propuestas, los partidos y los movimientos no se comportaron como tales, los candidatos dentro de una misma lista practicaron el canibalismo político, lo importante parecía ser obtener la curul a toda costa, independientemente de la suerte del partido o del movimiento, los candidatos no expresaban ni se identificaban con las tesis programáticas de su partido y mucho menos se interesaron por interpretar las necesidades e intereses de los electores. El ejemplo más interesante tiene que ver con la siguiente situación, en la Cámara hay partidos o movimientos que no lograron el umbral y por esa razón, no tendrán personería jurídica; sin embargo, sus candidatos curiosamente obtuvieron la curul respectiva.<br /><br />En una democracia fuerte caracterizada por el desarrollo de una cultura política, el voto preferente puede ser un instrumento electoral valioso para que los electores reconozcan o premien los méritos de un candidato; pero en una democracia formal como la colombiana, que no existe como realidad conceptual y práctica, en el sentido estricto del término; además, mediada por el clientelismo y la corrupción, el voto preferente es un instrumento que en la práctica se convirtió en un mecanismo muy bien utilizado por los barones electorales, basta sólo mirar los resultados por regiones para comprobar esta realidad.<br /><br />El fenómeno político de mayor trascendencia en las pasadas elecciones parlamentarias, estuvo marcado por una elevada abstención, la cual estuvo alrededor del 65%, del potencial de votantes que estaba constituido por 26´593.271 personas aptas para votar (incluyendo residentes en el exterior). Si bien se eligieron miembros de Senado y Cámara, la legitimidad de este evento electoral ha quedado seriamente en cuestión.<br /><br />Finalmente, se debe destacar que en las pasadas elecciones legislativas, se produjo otro hecho político de gran significación para el futuro del país, la desinstitucionalización del régimen político bipartidista colombiano y su sustitución por la adhesión de las mayorías en torno a la figura política de Alvaro Uribe, lo cual significa la personalización de la política, todo mesianismo como es lógico termina en personalismo y éste necesariamente conlleva al caudillismo, con diversos grados de autoritarismo, paternalismo y populismo.<br /><br />2. La negociación con las autodefensas y la ley de justicia y paz.<br /><br />Colombia vive un conflicto armado interno hace casi cincuenta años, el mismo presidente Uribe después de negar de manera sistemática su existencia, ha tenido finalmente que reconocerlo, como una condición para poder iniciar un proceso de acercamiento con el ELN.<br />Los paramilitares aunque declararon una tregua unilateral y concentraron sus altos mandos en la población de Ralito, continuaron actuando en contra de la población civil en todo el país, violando de manera flagrante la tregua; ante esta situación el consejero de paz y el gobierno guardaron un prudente silencio, situación que contrasta abiertamente con la radical posición cuando hace cuatro años en su condición de candidato Alvaro Uribe a la presidencia, denunció las violaciones en el llamado proceso de “negociación del Caguán”. El informe de verificación de la OEA así lo constató cuando afirmó: hay “conejo” en desmovilizaciones. Un grupo entre 60 y 80 antiguos hombres de “Don Berna se quedo en la parte norte de la represa de Urrá en Tierra Alta (Córdoba), y hoy sigue manejando los cultivos ilícitos y la comercialización de la base de coca en la región.<br /><br />Ya no usan camuflados, pero mantienen el control sobre la población civil de la zona. Y hasta realizaron un empadronamiento para imponer cuotas de producción de coca. El caso del Bloque Héroes del Tolová fue reportado en el último informe de la Misión de Verificación de la OEA que fue entregado ayer en Washington y refleja una situación que poco se conocía; la existencia de pequeños reductos de los grupos “paras” supuestamente desarticulados. Ellos según los verificadores “hacían parte orgánica de las estructuras armadas de los bloques desmovilizados y siguen desarrollando las mismas actividades delictivas en sus zonas de influencia”. Es una historia que se repite en Puerto Gaitán (Meta) con un grupo del Bloque Central Bolívar que no se entregó con los paras de Vichada; y en Sucre y Bolívar con dos bandas que quedaron activas a pesar de la desmovilización de 594 integrantes del “Héroes de los Montes de Maria (EL TIEMPO, marzo 2 de 2006).<br /><br />Mientras se tramitaba la ley en el Congreso los paramilitares iban gradualmente desmovilizando sus frentes, hasta que el consejero de paz informo al país de manera oficial, que se habían desmovilizado aproximadamente 27.300 paramilitares, los cuales devolvieron menos de 14.000 armas. Sin embargo, no todas las estructuras paramilitares han sido desmontadas, como lo reconoció el mismo consejero de paz; en algunas regiones del país continúan operando y es evidente que los que se han desmovilizado han reservado parte de su armamento y mantienen intactas sus estructuras económicas y políticas en la práctica, lo que les permite a través de sus redes garantizar el control territorial, participando directa ó indirectamente en la política electoral, sus mismos comandantes afirmaron abiertamente que en la composición del Congreso que está terminando su período, tenían un 35% de sus miembros.<br /><br />La ley de justicia y paz que promovió el gobierno, fue el resultado de un proceso de negociación que se inició con las organizaciones paramilitares, a partir del llamado “acuerdo de Santa fe de Ralito”; sin embargo, la mencionada Ley de Justicia y Paz en lugar de concertarse como un gran acuerdo nacional, con todas las fuerzas políticas presentes en el Congreso y en un debate abierto con la sociedad y sobre todo con las víctimas, quienes han sufrido en carne propia el desplazamiento forzado, (3´500.000 según cifras de la Iglesia y Codhes, en el período 1985- 2006); fue votada e impuesta por la mayoría parlamentaria, haciendo caso omiso de los innumerables cuestionamientos que diversos sectores de la sociedad nacional, como de la comunidad internacional, formularon sobre los proyectos presentados por el gobierno. Una vez aprobada la mencionada ley diversos sectores de opinión la cuestionaron enfáticamente, porque garantizaba un manto de impunidad, sacrificando al mismo tiempo la verdad, tan importante como memoria histórica en todo proceso reconciliación; además, fue criticada por negar abiertamente el pleno derecho a la reparación por parte de las víctimas. Verdad, justicia y reparación reclaman las víctimas a sus victimarios.<br /><br />El reciente fallo de la Corte Constitucional ha disparado todas las alarmas, no sólo por parte del gobierno, sino también de los mismos comandantes paramilitares. El histórico fallo de la Corte, ha desatado todo tipo de polémica por el alcance que pueda tener sobre la Ley de Justicia y Paz; independientemente del alcance que pueda tener en el actual proceso de negociación con los paramilitares ó en los procesos de negociación futuros, el fallo demuestra claramente que el Congreso desconoció abiertamente el derecho internacional y que si existían vicios de inconstitucionalidad en dicha Ley, en ese sentido la Corte concede la razón en parte a los críticos de la mencionada Ley. La Corte respaldo la Ley de Justicia y Paz, pero dejó sin piso jurídico 11 expresiones y tres artículos con el propósito de preservar los pilares básicos de la ley: verdad, justicia y reparación, así lo confirmó el presidente de la corporación Jaime Córdoba Triviño. (EL ESPECTADOR , 21 AL 27 DE MAYO DE 2006)<br /><br />3. Presiones de paramilitares y guerrilleros en las elecciones<br /><br />Como ha venido sucediendo en todas las jornadas electorales realizadas en los últimos años, las fuerzas irregulares armadas han venido incidiendo en su desarrollo, tratando en unos casos de boicotearlas, en otros casos, utilizando su capacidad militar para obligar a la población a votar por determinados candidatos; las elecciones parlamentarias del 12 de marzo no podían ser la excepción, en efecto la fuerzas guerrilleras y paramilitares con distintos motivos mantienen su accionar en diversas regiones del país. Las FARC- EP después de un repliegue táctico, producido por la ofensiva lanzada por las fuerzas militares con el llamado “plan patriota”, orientado a copar el sur del país, donde se encuentra el estado mayor de esta organización guerrillera, iniciaron el 17 de diciembre de 2005 una campaña militar en 12 departamentos del país, la cual tiene como objetivo colocar en entredicho la política de seguridad democrática del gobierno y boicotear al mismo tiempo las elecciones en las regiones en donde ejercen el control territorial.<br /><br />En ese sentido han realizado “amenazas, chantajes y acciones de violencia contra los transportadores en doce departamentos del país, así como atentados contra la infraestructura petrolera, vial y eléctrica en diversas regiones, buscan además atomizar la reacción de la fuerza pública, desconcentrar su presencia en los frentes principales del denominado “plan patriota” y tratar de desprestigiar la política de de seguridad democrática del presidente Uribe Vélez”.(El Espectador, 5 al 11 de marzo de 2006). Es evidente que aún cuando las fuerzas militares han logrado recuperar el control de las principales carreteras nacionales, las FARC mantienen su estructura intacta y tienen capacidad para pasar del repliegue táctico a la ofensiva militar; si estuvieran efectivamente derrotadas no tendrían capacidad para producir los golpes militares, que han realizado antes de las elecciones parlamentarias y de la elección en la primera vuelta presidencial. Las FARC han llevado a cabo paros armados en cinco departamentos y diversas acciones en los departamentos de Antioquia, Arauca, Caquetá, Chocó, Guainía, Guaviare, Huila, Meta, Nariño, Putumayo y Risaralda.<br /><br />Según la Corporación Nuevo Arco Iris, los paramilitares intimidan en más de 100 municipios los cuales están en grave riesgo de alteración de las elecciones, que corresponden a 11 departamentos: Antioquia, Atlántico, Bolívar Cauca, Cesar, Córdoba, Magdalena, Meta, Norte de Santander y Sucre. “Unos porque se pueden volver a presentar las presiones abiertas o encubiertas que los paramilitares realizaron en las elecciones del 2002 y el 2003 y que les dieron una importante cuota de representación en el Congreso y una escandalosa captura del poder local, como lo han demostrado investigaciones realizadas publicadas recientemente…Es la presión para comprometer el voto en el norte y el oriente del país.<br />Otros por la campaña de terror que han lanzado las FARC en las últimas semanas. Asesinatos masivos de líderes políticos, como ocurrió en Rivera (Huila). Paro armado en cinco departamentos. Múltiples acciones orientadas a impedir que los electores acudan a las urnas. Es el sabotaje electoral en el sur y el occidente. La desmovilización y el desarme de las estructuras de la AUC no han conjurado el peligro de alteración de los resultados electorales en las zonas de predominio paramilitar, porque ya se sabe que esta desmovilización es parcial en muchos sitios y también porque se van a presentar los mismos dirigentes que fueron elegidos en los comicios anteriores mediante presiones. Sólo cambiaron de grupo”. (EL TIEMPO, marzo 5 de 2006) Es evidente que los paramilitares desmovilizados y ahora reinsertados mantienen sus estructuras económicas y políticas inalterables a la vez que mantienen sus retaguardias armadas en muchas regiones del país, lo que les confiere un gran poder para intervenir de manera abierta ó encubierta en la política electoral. Esta nueva realidad puede tener incalculables consecuencias negativas para el futuro del país, pues en cierta forma, estamos transitando hacía la institucionalización de la privatización armada de la política electoral; el país casi sin darse cuenta y sin tener mayor conciencia de lo que esto significa, está cayendo en la defensa institucional de la privatización armada de la política electoral .<br /><br />Una mirada a la elección de la primera vuelta presidencial<br /><br />Una mirada a la campaña presidencial en su primera vuelta, permite destacar un fenómeno inédito que se ha venido produciendo en los últimos días, es evidente una creciente polarización de la opinión nacional, mientras una franja se expresa a favor de la reelección del presidente Uribe, otra franja lo hace en contra de la reelección; en este contexto se ha venido fortaleciendo en los últimos días la candidatura presidencial de Carlos Gaviria por el Polo Democrático Alternativo. Aunque las últimas encuestas vaticinan el triunfo del presidente Uribe en la primera vuelta, todo parece indicar que si habrá segunda vuelta y que la verdadera encuesta se sellará en las urnas el próximo 28 de mayo.<br /><br />Por los lados de la campaña del presidente Uribe, existe cierto grado de desasosiego y preocupación por la movilización nacional que ha logrado despertar el candidato Carlos Gaviria, incluso en un sector importante de abstencionistas. Sin duda alguna el candidato presidente ha cometido errores, como fue el no presentarse a los debates con sus demás adversarios políticos. La democracia sin pluralismo no puede funcionar ni consolidarse, es necesario que se confronten ideas, tesis y programas, para que los electores puedan escoger libremente por cual candidato se inclina. Pero la personalización de la política que ha hecho el candidato presidente Uribe, al negarse sistemáticamente a confrontar sus tesis como también sus realizaciones en el gobierno puede resultarle muy caro en términos de resultados; su aspiración de ganar en la primera vuelta con una votación abrumadora, como lo deseó también en el referendo esta hoy en cuestión. Amanecerá y veremos!<br /><br />Una de las lecciones que hay que aprender de las últimas elecciones es que hay que aprender a hacer política simbólica, pero no para sujetar e imponer el autoritarismo, sino para redimir y crear condiciones para que los individuos se conviertan en sujetos políticos de su propia liberación.<br /><br />Los académicos cuando generamos conocimiento ni transformamos ni mantenemos la realidad, pero cuando aportamos conocimientos para quienes son sujetos sociales y políticos esperamos que lo apliquen de manera creadora. Los académicos cuando se comprometen en la vida cotidiana y en las prácticas diarias como ciudadanos, están contribuyendo a los procesos de transformación social.<br /><br /><br />* profesor titular de la Universidad del Valle, Maestría en Ciencia Política, miembro de ECOPAIS, http://ecopais-atisbos.blogspot.com/ , y de REDUNIPAZ, Red de universidades por la paz y la convivencia.<br />posted by ECOPAIS at 9:18 AM 0 comments<br /><br /></div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-33217397796343035792008-09-07T18:36:00.000-05:002008-09-07T18:38:10.060-05:00Atisbos Analíticos No. 65. Abril 2006.<div align="justify">martes, abril 25, 2006<br />ATISBOS ANALITICOS No. 65<br /><br />Nota Introductoria:<br /><br />Estamos a una semana de “BOJAYA”...Los actores del conflicto continúan, unos exacerbando la guerra, otros realizando acciones militares de doloroso impacto sobre los civiles y unos terceros usando todas las formas de lucha aún dentro de la institucionalidad. Que la lectura de este CRONICA ETNOBÉLICA, que constituye un acápite de un texto borrador, sea una ocasión de meditación , así como un momento de decisión para contribuir a construirle a esta guerra una salida social y democrática.<br /><br /><br />BOJAYÁ COMO HISTÓRICA PERVERSIDAD BÉLICA<br /><br /><br />Por: Humberto Velez Ramírez*; humbertovelez@andinet.com<br /><br />Canto 25<br />BOJAYÁ<br /><br />“Aunque murió hace tantos años / por allí debe andar mi padre / ... / ...tan errante, / ....tan llovido: ...”Pablo Neruda<br />“ Nos metimos a la iglesia porque pensamos que allí Dios nos protegería.” Ernesto Ortiz, quien en Bojayá perdió a su esposa y a dos de sus cuatro hijos.<br />“¡Dios mío!, ¿qué hemos hecho?”. Exclamación, de rodillas, en Bojayá, de joven guerrillera, combatiente ... .<br /><br />Negros, ya no vivos, - niños y grandes –<br />vuestra sangre, aguas abajo por el Río Atrato,<br />ha llegado a los confines de los mares.<br /><br />En las playas del Africa,<br />en la cresta ahora rosada de las olas,<br />la ven y la sienten tus hermanos negros.<br />Lloran y, bravos, tocan duro sus tambores.<br /><br />Negros y blancos, ya no vivos, de los pueblos de Colombia<br />–niños y grandes, inocentes y pecadores-<br />vuestra sangre, hermanada<br />con las aguas,<br />ha pintado las nubes.<br />Ha tinturado los hilos de la lluvia.<br />Agua-rosa caerá sobre la tierra entera,<br />de ese color serán las lluvias perennes del Chocó... .<br />Nos mojará y nos hará pensarnos.<br />Y buscar.<br />Y luchar.<br />Gabriel Ruiz, 26 de julio 2002 (2)<br /><br /><br /><br />“Al Infierno no lo conoció Dante, lo conocieron los habitantes de Bojayá aquel 2 de mayo”. (Uno de los Médicos que atendieron la Emergencia)<br /><br /><br />Como necesaria advertencia académica importa precisar que la observación que permitió recoger esta información, fue hecha desde unos lugares reales y simbólicos precisos y que, por lo tanto, no es expresión objetiva del suceso. Sólo una mirada sistemática pero limitada tanto por la complejidad del drama como por ser ésa la naturaleza de toda observación no importa que el que la realice sea un investigador social.<br /><br />Siete días después de “Bojayá”, el Padre Antún deshizo los pasos hasta su iglesia. Venía por su crucifijo. Ahora no era más que una reventada imagen nazarena. Al llegar, un perro negro grandote salió a recibirlo. El Cristo estaba sobre dos copones y un cáliz retorcidos. En menos de una semana la capilla se había convertido en un criadero de diminutos gusanos hediendo toda ella a podredumbre. (3) El padre Antún oficiaba como párroco-misionero de Bojayá. (4)<br />Bojayá, por extenso y selvático, es el único municipio colombiano que tiene su propia “capital”, el poblado de Bellavista. Bojayá es la zona rural y Bellavista el poblado. En esta Comunidad afro-colombiana, el 2 de mayo del 2002, fue masacrado o, en su integridad física afectado, el 20.9% de sus pobladores. Como decir que de 1100 habitantes, 119 fueron masacrados, entre ellos 48 niños-niñas, mientras que 114 sufrieron graves heridas. Un horrendo y horroroso y abominable genocidio, el más histórico por lo perverso, de la más perversa guerra en la historia contemporánea de América Latina.<br /><br />Dos actores del conflicto armado, las Farc y los paramilitares, sin más miras que la de la más radical pugna por el control de territorios poblados, hicieron trizas el corazón, el de carne y el simbólico, de una humilde aldea perdida en la manigua. Y todo ocurrió en ausencia de un Estado autista cuyas fuerzas armadas se hicieron las de la vista gorda cuando los paramilitares transitaron sobre sus narices.<br /><br />“Dios mío, ¿qué hemos hecho?” (5), se vio llorando a una joven guerrillera cuando, en las orillas del río Atrato, medio atisbó la barbaridad realizada. Mientras tanto, “yo no sabía si estaba muerta. No sentía nada”, vivenciaba en el interior de la Capilla católica San Pedro Apóstol, Luz Nelly, otra joven de 19 años, ésta sí una civil desarmada, cuando, atolondrada, descubrió a su mamá viva pero atrapada entre un alud de cadáveres.<br /><br />En el Chocó, departamento al que pertenece Bojayá, miles de niños mueren antes de cumplir el año. Allí, en esa afro-colombiana región, el 70% de su medio millón de habitantes languidece entre la miseria del dólar diario y la indigencia que sólo almuerza cuando la desnutrición no le resta fuerzas para lanzar el anzuelo al río. Como decir, un infrapobre colectivo humano que, bajo otras condiciones de guerra, podría abrirse al discurso de la “revolución social” de las guerrillas o al de “la dignidad humana” de los paramilitares. Pero, en realidad de verdad, del Chocó a farianos y paracos sólo les interesaba el control territorial de la región. Por otra parte, en ese selvático y lluvioso departamento, dada su estratégica posición geopolítica, algún día las internacionales construirán un Canal interoceánico, complementario o alternativo al de Panamá, amén de que en él ya ha empezado a tomar forma la economía de palma africana, el futuro del país de acuerdo con la nueva distribución latinoamericana del trabajo impuesta por los Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio. Allí, pues, “la ampliación de la cerca latifundista corre al ritmo de los intereses de las multinacionales y de los grandes sectores económicos del país”, como se señala en el estudio de “Noche y Niebla”.<br /><br />Las Farc llegaron al Chocó en la última década del siglo veinte. Venían a asentarse en el Atrato Medio, el río-madre de los chocoanos. Como fantasmas en radical rencilla, tras ellos se vinieron los paras. Sus pares, si no ideológicos, por lo menos sí metodológicos, de las maneras bárbaras de practicar la guerra, divorciadas casi siempre de unos mínimos de dignidad humana. Con el advenimiento de farianos y paracos - representación y realidad de enemigos a muerte- el telúrico y afectivo río se fue transformando en el cementerio de miles y miles de cadáveres insepultos. Fue así como el río por antonomasia, la realidad cultural más cercana al corazón de los negros, devino en una simple referencia geopolítica de esos dos actores del conflicto armado. Más acá de Bojayá y aguas abajo del río, desde Riosucio hasta el Urabá bananero, el control lo tenían los paramilitares; pero, más allá de Bojayá, aguas arriba hasta Quibdó, la capital del Chocó, al río lo controlaban las Farc. A las Comunidades chocoanas, las insurgencias le habían expropiado el río. Como había acaecido siempre en su vida cotidiana, ya no podían disponer de él a su amaño: Ni para orillarse a soñar; ni para la imprescindible pesca de subsistencia; ni para el obligado viaje fluvial; ni para la lúdica nadada cotidiana; ni para el íntimo amorío. Como rabió un raizal poblador, “el río es la vida para nosotros. Para un pueblo que pesca, siembra, lava, se transporta y recrea en el río, quitarnos el derecho a usarlo es arrebatarnos la vida misma y esto era lo que habían hecho con nuestro Atrato los guerrilleros y los paramilitares, nos recortaron la aletas de los sueños con las que todos los días navegábamos por sus aguas...Nuestra carretera está hecha de agua”. Y tan atávica y sólida es ésta colectiva representación fluvial que por donde quiera van corriendo las aguas del Atrato los pobladores se las van apropiando agregándoles un “dó”, palabra que significa “río” en dialecto Emberá, a su respectivo poblado, así: Bagadó, Bebedó, Buchadó, Curvaradó, Chintadó, Docampodó, Domingodó, Guaguandó, Juradó, Munbaradó, Opogodó, Profundó, Tadó, Tandó, Taridó, Torrendó, Tutunendó y Yerretruandó. (6)<br />Ya para las primeras semanas del nuevo milenio, el Chocó se había convertido, entonces, en un referente geopolítico de los proyectos estratégicos de paracos y farianos. Estos, bajo la inspiración de Noel Matta, alias “el Viejo Efraín”, otro de los históricos de las Farc, buscaban instalar en la zona la más sólida retaguardia. Primero, como base para jalonar una contraofensiva orientada a recuperar el Urabá bananero, viejo santuario de los hombres de “tiro fijo”, de donde los había expulsado Carlos Castaño, el jefe de los paramilitares; segundo, para tomarse por asalto los corredores del narcotráfico hacia el Pacífico exterior y, finalmente, para asegurarse el abastecimiento diario desde Panamá. Pero, fueron los paramilitares, que no el Estado, los que decidieron atravesárseles en el camino. Se vinieron, entonces, hasta Vigía del Fuerte, una población, río Atrato de por medio, a 2800 metros de Bellavista. Pero, cosa extraña en esta historia de guerra, un teniente de la policía les advirtió,”no señores, les dijo, nosotros aquí somos la autoridad legítima y no necesitamos su apoyo”. Por las razones que fuesen, los paramilitares se marcharon. En marzo del 2000, los farianos llegaron a Vigía del Fuerte. Venían en busca de “algo”. Mataron 21 policías reteniendo a otros 10 y, de casa en casa, sacaron a 8 civiles. Era por ellos que venían, dizque “por auxiliadores de los paracos” y, arrodillados, los fusilaron en público. Pero, como también venían por “territorio poblado”, allí se quedaron. El 21 de abril del 2002, del norte regresaron los paramilitares. Eran unos 300 hombres pertenecientes al Bloque Elmer Cárdenas de las autodefensas de Córdoba y Urabá. Venían a recuperar la zona. “Partiendo desde Turbo, pasaron por Punta de Turbo (retén permanente de la Marina que exige la documentación y una requisa), siguieron por Riosucio (retén permanente de la Policía Nacional) y siguieron a BellaVista-Bojayá (retén permanente del Ejército”. (7) Fue así como seguros en sus pangas, bajaron el río Atrato en un viaje de tres días y de 220 kilómetros y nadie los vio pasar. Fue por eso por lo que, perplejo, Paco Nadal, periodista de El País de Madrid, se preguntó por CARACOL:” ¿Cómo pasaron siete pangas (embarcaciones) frente a una base de la Armada en Riosucio?<br /><br />El día anterior, los farianos habían abandonado el casco urbano de Bellavista. Alfredo Pitayá, un negro grandote de 32 años a quien la movida le había parecido extraña, empezó a cavilar, “¿no me había dicho su Comandante apenas ayer, meditó, que como ellos mandaban en la población, de ella no se moverían?, aquí algo raro va a suceder”. Al día siguiente, la angustia se apoderó de su ánimo cuando vio ingresar a Vigía del Fuerte ese ejército de paramilitares. “Dios mío, se dijo, hemos quedado en vilo entre los dientes de la más peligrosa tenaza”. El 30 de abril el nominal Inspector de Policía de Bellavista, Luis Eduardo Mosquera, buscó al Comandante de los paracos para advertirle que la Comunidad era neutral. Aquel se limitó a decirle, “tranquilo, hombre, que a ustedes nada les va a pasar”. En esa declaratoria exigían “respeto por los lugares de habitación y por los sitios de encuentro de la población civil “. Esa postura de neutralidad habían empezado a construirla desde 1999 cuando los paras, junto al cooperante vasco Iñigo Egiluz, asesinaron al padre Jorge Luis Mazo mientras le repartía alimentos a la población. (8)<br /><br />En cuestión de horas dos mil farianos, con la manigua como trinchera selvática, blindaron a los paramilitares alrededor de un espacio que cubría el círculo que encerraba las dos poblaciones. Para los farianos, Bellavista y Vigía del Fuerte eran su escudo humano mientras que para los paracos lo era el primer poblado.<br /><br />Como en un relato garcíamarquiano, el de Bojayá había sido un pueblicidio anunciado. Ocho días antes, el Defensor del Pueblo había oficiado a las autoridades nacionales competentes que 300 paramilitares avanzaban hacia Bojayá para disputarles a las Farc el control socioterritorial sobre la zona. Desesperado ante el apabullante silencio de todas ellas, el 2 de mayo re-ofició reiterando y advirtiendo y ese mismo día 119 humildes colombianos fueron masacrados viniendo enseguida la ira nacional, así como la más aterrada reacción de la opinión pública internacional. Los oficiados, entonces, ahora sí con la más inútil de las prisas, se deshicieron en condenas, defensas y excusas. Que dada la ola invernal desplomada sobre esa selvática región, los helicópteros no habían podido llegar, dijeron los primeros. Esto no obstante, nadie pudo explicar por qué y cómo, a pesar de la manigua y la lluvia y la neblina, en la burda pista de Vigía del Fuerte en esos días había aterrizado la avioneta de alias “el Alemán”, uno de los jefes de los paramilitares. Que dada la dificultad para reagrupar tropas, habría sido un suicidio enviar 200 0 300 soldaditos a enfrentar a más de 2000 insurgentes, manifestaron unos segundos. Que, aunque ya definido, el sistema de alarmas ese día había fallado, que las alertas se habían quedado enredadas entre jerarquía y jerarquía, en fin, que todavía no se había precisado a qué institución le correspondía supervisar que los responsables actuaran, fue lo que apuntaron unos terceros. (9) La verdad fue que en la época de las comunicaciones al segundo, el Estado, como realidad militar, tardó cinco días en llegar desde Bogotá hasta Bojayá. Cansado llegó a las 6pm del 7 de mayo en un buque nodriza del Ejército colombiano.<br /><br />A las seis de la mañana del 1 de mayo los paras se vieron sorprendidos con los primeros disparos de la guerrilla. Uno de ellos atravesó a su Comandante “Ca- milo” cuando regresaba de Vigía del Fuerte donde la Comunidad le había advertido su autonomía. En escaramuzas se fue yendo el día. Bajo el liderazgo claro y comprometido de tres sacerdotes católicos, unas 300 personas se refugiaron bajo las alas protectoras de la capilla de San Pedro Apóstol. Contra toda realidad bélica, se representaban que donde los dioses habitaban, las balas no entraban. En muchas partes, es común ver un aviso que, colgado de la puerta de la Iglesias, reza, “siga, pero sin el perro”. En Bojayá, en contraste, a la gente la esperanzaba la advertencia explícita que se leía a la entrada de su capilla, “siga, pero sin armas”. De los otros 800 pobladores, unos pocos se acomodaron en la Casa cural, así como en el convento de las Hermanas Agustinas mientras que otros, los más desesperados, cogieron río arriba o río abajo o vadearon el Atrato hasta Vigía del Fuerte. Un grupo amplio, los más baquianos, se internó en la manigua. En una casa de madera del poblado, solitario, permaneció un corazón petrificado: Dionisio Valencia que, la noche anterior, había soñado que “estábamos en una casa y las llamas nos rodeaban y no nos dejaban salir”, se acurrucó a rezar en un rincón de su choza durante 28 horas. (10)<br /><br />La masacre se inició en forma el 2 de mayo a las seis de la mañana. Hacia las diez, un grupo de paramilitares se atrincheró alrededor de la capilla. A una distancia de unos cien metros, los farianos lanzaron tres cilindros de gas. El primero cayó sobre una edificación cercana. El segundo se fue más allá del puesto de salud. Pero, el tercero, el desgraciado tercero, cortó el espacio, hizo con las tejas de eternit del techo de la capilla un montón de afilados cuchillos que, rebanando todo lo que encontraban a su paso, rostros, desesperos, cuellos, terrores, pechos, bramidos, brazos, angustias, piernas, gritos, rabias, vientres, le oficiaron al Cristo del altar 119 víctimas, entre ellas 48 victimitas, niños y niñas, que todavía no habían aprendido a odiar. Fue ése el sangriento oficio del ritual perverso de la guerra. Atropellándose unos a otros, los pocos sobrevivientes, unos 70 de los 300, arrastraron a sus heridos en feroz carrera con la esperanza de que su telúrico y adorado río los salvara. “Lo que vino después, se lee en el relato etnográfico de Carolina Lancheros, fue horrendo: gente desmembrada buscando la salida. Llantos, gritos y angustia. Los que apenas se daban cuenta que estaban vivos reaccionaban y huían despavoridos. En medio del caos, el padre Antún vio a un hombre sin cabeza caminar por el centro de la iglesia y, perplejo, invocó a Dios y al ánima de su madre muerta dos meses atrás. (11) Sobre la improvisada marcha Luis Eduardo Mosquera improvisó un trapo blanco que entregó al Padre Antún, quien en pleno territorio de guerra en caliente, prefiguró la más inédita e histórica movilización de la población civil: “¿Quiénes somos? Población civil. ¿Qué exigimos? Respeto por la Vida”, eso fue lo que medio alcanzaron a vociferar a sus victimarios las aplastadas víctimas de la guerra.<br /><br />Al llegar al río, en las pangas de los paracos y en canoas plataneras trataron de cruzarlo pero, en medio del enredo, la desesperación, el desaliento y las limitaciones de embarque, el río no les alcanzó. Habían olvidado que el Atrato ya no les pertenecía. También algunos guerrilleros rasos, avergonzados, facilitaron el traslado en bote de algunos heridos hasta Vigía del Fuerte. “Les ví gestos de dolor, también les ví lágrimas, pero el daño ya estaba hecho”, recordó Julio César quien, en ese momento, bañado en sangre, cargaba a un niño con una esquirla enterrada en su estómago. Pero, recuperemos a Luz Nelly, quien hallándose cerca de la puerta, alcanzó a abrirla cuando la tercera pipeta hizo de la capilla una densa nube de polvo blanco. Ella iba encabezando aquel desfile de mutilados cuando el recuerdo de su madre la volteó en dificultosa reversa: al ver que nada le había pasado, quise ayudar: “ví gente correr sin un pie o sin una mano, ensangrentada y mutilada y me propuse sacar los niños, no sé cómo hice, pero los cogí como racimos de plátano...Los niños llevaron la peor parte, no sólo murieron 48, si no que había que verlos correr, gritar e incluso llorar encima de los cadáveres de sus padres”. (12)<br /><br />Abandonados por su río, muchos se internaron en la manigua. Aturdida, al ver pasar aquel ejército de mutilados, la joven guerrillera, acodada sobre la culata del fusil, no cesaba de llorar, “Dios mío, ¿qué es lo que hemos hecho?”. Ya en la manigua, empujándolos para que nadie se quedara, iba el padre Janeiro Jiménez Atencio. Cuando se topaban con un paraco o con un fariano, de rodillas les suplicaban que no los mataran, que tuviesen compasión, que ellos no estaban con nadie, que eran una Comunidad neutral. Al Padre Janeiro que, vigilante, avanzaba por la cola, de un momento a otro la selva se le cerró evaporándose en el abismo de la manigua, de las ciénagas y los pantanos.<br /><br />Los guerrilleros de las Farc todavía no sabían lo que había pasado. Por eso cuando apareció aquel ejército de gente semidesnuda, lisiada, mutilada no lo podían creer. El Comandante Chucho se limitó a decir que lamentaba el error. “Esto es la guerra, así de dura es la guerra”, dijo pensativo y, de inmediato, ordenó continuar la ofensiva. Desde tiempo atrás, escribió Julio César, “el dueño de las caudalosas aguas del Atrato se llamaba “chucho”, un comandante de las Farc que de tanto pensar en el futuro de los otros, decidió desaparecernos para que no sufriéramos y que cuando en Bojayá vio pasar la primera panga con sábanas blancas repletas de manos sin dueño y niños sin piel, sólo atinó a decirnos “metimos la pata” “.<br /><br />El día 3 de mayo los paramilitares se replegaron a la selva, las Farc permanecieron en su sitio y las dos poblaciones quedaron vacías, Bellavista con sus cadáveres y Vigía del Fuerte con su miedo. Los combates postmasacre continuaron un poco alejados. En la mañana del 4 de mayo Lascario Miller le leyó al Comandante de las Farc lo que la Comunidad sobreviviente había decidido: “Después del repudiable hecho en el que fueron masacrados 119 hermanos”, como Comunidad neutral “les exigimos que se vayan para terminar de darles cristiana sepultura”. El Comandante guerrillero se limitó a reiterar, “lamentamos, lamentamos el error”. El sábado 5, una breve “tregua” permitió el aterrizaje de dos helipcóteros del Programa Aéreo de Salud de Antioquia, que se llevaron a las 18 personas más graves. El domingo 5 con 500 mercados la Iglesia llegó primero que el Estado. Para este día los combates habían arreciado en los alrededores. Al retar el miedo, un grupo conformado por sacerdotes y habitantes inició la recolección de cadáveres. Al ingresar al templo encontraron a un joven todavía vivo que había cumplido ya varios días con una varilla enterrada en el estómago. Había sobrevivido gracias a la curia de la loca del pueblo. De aquella que proclamaba tener más de 200 años y alrededor de 35 hijos. Ella que se sentía la madre de todos los negros, contó que esa noche “salvó personas y juntó cuerpos y cómo a veces, cuando no coincidían, juntó dos manos derechas o dos pies izquierdos, e incluso, intentó unir cráneos a las espinas dorsales”. A la orilla del río los fueron apilando en una embarcación. `Por irreconocibles, su identificación resultaba imposible. No había sobreviviente sin dolientes: nuestra ya conocida Luz Nelly había perdido cuatro tíos y cuatro primos; y a la familia Polanco Chaverra, de 25 miembros sólo le quedaban 3. El lunes 6, “triunfantes” ya las Farc, se terminó la recolección de cadáveres. En un lugar seco al sur de Bellavista abrieron una fosa que los acogió a todos. En dos bolsas de polietileno habían recogido los restos esparcidos por todos los rincones de la iglesia. El martes 7 llegó el Estado.<br /><br />En los días siguientes los Eduardo Mosquera, los Dionisio Valencia, las Nelly Mosquera, los Padres Janeiros y los Lascano Miller, vale decir, los poquitos que no se habían ido o que, al irse, habían regresado, con los ojos enrojecidos y el alma colectiva en astillas contemplaron una interminable hilera de pangas y canoas cargadas de racimos humanos. En un interminable ir y venir, bajaban y subían todo el día por el río. Durante esa semana las Naciones Unidas contaron más de 30.000. Desenraizados, se sumaban a los dos millones de desterrados que, expulsados de la “patria chica”, para casi todos ellos la única patria, extraños y mal mirados, deambulaban por todos los rincones del territorio nacional.<br /><br />En las mañanas y tardes y atardeceres y noches siguientes, los hijos del Atrato, con los nervios en punta, sentían que sus muertos no se encontraban en paz. “Los velorios, el novenario, los alabaos, las oraciones, los adulatorios y los responsorios, rituales propios de los negros, se habían quedado sin realizar” Las “cantadoras”, sobre todo, sabían más que nadie lo que significaba pasar por alto esos protocolos mortuorios. “Los 48 niños masacrados, por otra parte, se habían quedado sin el ¨”guali”, esa costumbre africana, conocida también como “chiguala” en la que el cuerpo sin vida del pequeño es alzado de mano en mano mientras se canta, se baila y se juega con él”. (13) Era así como las Comunidades negras festejaban al niño que, muerto, se escapaba de la esclavitud. Ahora, no habían tenido la ocasión de festejarlos por haberse librado del infierno de la guerra.<br /><br />Desde entonces y no obstante “Bojayá”, sus habitantes raizales no han perdido las esperanzas. Como escribió Apolonio Mendoza, “¿quién no ha perdido algo en la guerra? Algunos a la madre que no volverá con su cabello cenizo del fogón ardiente, otros al hijo que llevaba a pescar y nadar desde la primera mañana en que vio el Atrato y cientos al esposo repleto de risa en la tarde y viche en las noches... pero de nosotros depende que el encuentro con los que se fueron, no nos halle sentados en el mismo pilón de rabia, sembrados como tambos, dormidos sobre las hamacas de la venganza esperando que un dios terrible y sanguinario los convierta en el mismo olor nauseabundo que absorbía la alegría de Bellavista”. (14)<br /><br /><br />FUENTES<br /><br />1. Ver<br />2. http: poetsagainstthewar.org//displaypoem.asp?AuthorID=19325$453077081 ;ver además, htpp://www.poetasdelmundo.com/verlnfo.asp?ID=950<br />3. Arboleda García, Javier, “Bojayá se en una Fosa común”, en, www.derechos.net//colombia/messages/512.ttml<br />4. Para esta reconstrucción de los hechos se trabajaron los siguientes documentos:htpp:elpaiscali.terra.com.co/historico/jul102005/NAL/A1810N1.html; Semana, los números correspondientes a mayo y junio del 2002; Dick, Emanuelson, “Los trágicos sucesos en la Iglesia de Bojayá” 22-5-92, http: //wwww.rebelion.org/plancolombia/emanuelson270502.htm; “Bojayá-Emergencia humanitaria en Escalada” , PCS INTERNAL Informe , 12-04-2005 , http://www.pcslatin.org/ ;OACNUDH , Informe sobre la Misión de Observación en el Medio Atrato, 20-05-2002 ; 5. Lancheros, Carolina y Rincón, Julián, “Bojayá 2002, un Pueblo entre el Miedo y los Medios”, en, Actualidad Étnica, PAE No 208, 23 de febrero de 2006, www.etniasdecolombia.org ; “El Medio Atrato: La Historia no contada, en Clave geopolítica” ,. http://www.nocheyniebla.org/casotipico/casobojayapdf .<br />5. Semana, No.<br />6.“La Bojayá que se está forjando”, en:<br />http://www.yaigos.com/guerrilleros/16790/<br />7. Informe de la OACNUDH, p.8<br />8. Lancheros, Carolina, relato citado.<br />9. Semana; Informe de la OACNUDH, pgs.8-9.<br />10. Semana,<br />11. Lancheros, Carolina, relato citado.<br />12. Arboleda García, Javier, relato citado.<br />13. Lancheros, Carolina, relato citado.<br />14. Mendoza, Apolonio, “Bojayá reflexiona”, 8-14-2005.<br /><br /><br />A T I S B O S A NA L I T I C O S No 65, Santiago de Cali, abril 30 de 2006, Humberto Vélez Ramírez, profesor del Programa de Estudios políticos, IEP, Universidad Valle ; miembro de REDUNIPAZ, Red de Universidades por la Paz y la Convivencia; Presidente de ECOPAIS, Fundación: *Estado *Comunidad *País: Director Ejecutivo, Aberto Villamizar , funecopais@gmail.com, Nuestro Lema: “Un nuevo Estado para un nuevo País.<br /><br />Especial para:<br /><br />osdelgad@urosario.edu.co<br />ntc, http: //ntcblog.blogspot.com<br />Ecopais-Atisbos Analíticos: http: //ecopais-atisbos.blogspot.com,<br />redyaccion@hotmail.com, </div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-40630167539299468502008-09-07T18:34:00.000-05:002008-09-07T18:35:12.753-05:00Atisbos Analíticos No. 64. Abril 2006.<div align="justify">domingo, abril 02, 2006<br />Atisbos Analíticos No. 64<br /><br />El actual Debate entre Intelectuales en Colombia: una Reflexión entre<br />Sordos por Distantes.<br />Por: Humberto Velez Ramírez<br /><br /><br />No es que no deseen oírse, es que no alcanzan a escucharse, pues escriben desde muy distintos y aislados niveles y escalas de reflexión y de análisis. Mirado así el evento intelectual, el debate no deja de arrastrar una buena dosis de irrespeto, así como de evidenciar cierta pretensión de sobreimposición intelectual y de pensamiento único por parte de los críticos implícita o explícitamente identificados con el establecimiento.<br /><br />En Colombia esa reflexión-debate sobre si en Colombia se había construido o no institucionalidad la inició unos años ha un destacado colombianólogo, Malcolm Deas, recogiéndola y desarrollándola desde un enfoque dado de la academia el historiador Eduardo Posada Carbó. El inglés nos previno entonces contra la obsesión de muchos estudiosos por agotar la historia colombiana en la más radical y generalizada violencia. Por supuesto, que no todo ha acaecido así en la historia colombiana. Y para evidenciar la invalidez de esa idealización negativa bastaría el examen de la historia colombiana período por período, espacio de relaciones sociales por espacio de relaciones sociales, modalidad de violencia por modalidad de violencia, región por región y hasta corazón ciudadano por corazón ciudadano. Claro que no todos nuestros conflictos han tenido salida por las vías violentas como para fundar la legitimidad teórica de la categoría “Cultura de la violencia”. Esto no obstante, para no seguir dejando desparramadas las distintas modalidades de violencias, que han sido una constante histórica, cada día que pasa creo pertinente el uso de la categoría “Subcultura de la violencia estatal”. Como para destacar que sí ha habido un ámbito de la vida social del país en el que la apelación a la violencia ha hecho “cultura”: el de las luchas por acceder al control del Estado, así como a las formas más importantes de poder y de autoridad en la vida social. No es que alrededor del Estado no se haya construido derecho positivo, institucionalidad estatal y culturas estatal y legal. Estúpido sería desconocerlo. Pero ocurre que a casi ya dos siglos, 1810-1819, de haberse iniciado la formación del Estado colombiano, ahí continúan Estado-paramilitares y guerrillas enfrentados armadamente alrededor del asunto estatal. Que el Presidente, al ideologizarlo, denomine a ese fenómeno “violencia terrorista,” no l e borra al evento su naturaleza “ontológica”<br /><br />Pocas semanas ha, el ingeniero-economista Alejandro Gaviria trasladó a la prensa una versión dada de ese debate. Acusó a literatos y periodistas, Oscar Collazos, Laura Restrepo, Santiago Gamboa, Daniel Samper, es decir, a la oposición “escrita” al Presidente Uribe, de caer, “por desconocimiento involuntario o por desidia intelectual”, ya en el fundamentalismo social ya en el miserabilismo intelectual ya en el misionalismo evangélico. Es decir, los cuestionó por desconocer o postular que en Colombia no había habido desarrollo económico y social y político y cultural en las últimas décadas.<br /><br />En mi concepto Gaviria se equivocó de contrincantes, pues los literatos se mueven más en la ficción que en la realidad y los periodistas, por muy analíticos que sean, como es el caso de Samper, no tienen la función de investigadores sociales. Los intelectuales en general leen el país desde la óptica que más se acomode a su formación, horizontes de vida y estética de existencia. Por lo general, leen la nación desde la literatura para echar a volar sus sueños sociales, sugerir el dolor que les causa el que muchos carezcan de “alas” y hasta para inventarles “vuelo” a los que repugnan de ellos. Los literatos, entonces, no podrían decirles a los que han idealizado la institucionalidad por qué caminos ésta fue construida ni señalarles a sus críticos que la práctica social diaria empíricamente nos evidencia a toda hora que más que institucionales los colombianos tendemos a ser para-institucionales. Que esta nación más que como institucionalidad, a ésta se la deja para que cumpla una importante función simbólica, existe es como para-institucionalidad.<br /><br />Tercio, entonces, en este debate, con una reflexión presentada en mi libro SECUESTRO: “Para muchos, la hipótesis explicativa sobre la Sociedad de crimen resultará sin duda una explicación pesimista y desesperanzadora. Casi nihilista. Sin embargo, de paso ya lo advertimos. De modo gratuito, no se debe trabajar con el implícito de que en esta sociedad colombiana en casi dos siglos de existencia no se ha hecho algo bueno, funcional o importante. Desde la más pesimista mirada de nuestra historia, así lo han asumido, en la práctica, algunos intelectuales. Sin embargo, estúpido, soberbio e intelectualmente infantil sería pretender ocultar importantes iniciativas y proyectos y realizaciones asociadas a la construcción ya de Estado ya de Nación ya de Ciudadanía. Habrá que destacarlo, aunque la corrupción y el rentismo y la politiquería hayan sido siempre el aceite exigido por la máquina estatal-privada que los ha sacado avante. Esto no obstante, importa resaltar cómo el primero, y la segunda y la ternera nacieron enfermos. O se enfermaron en el camino y de la penosa enfermedad no han podido salir. Quizá al hablar sobre ventajas y desventajas en nuestros esfuerzos históricos de construcción de país, los analistas no nos pongamos de acuerdo en el memento de jerarquizar bondades y perversidades. Pero que ha habido mucho tanto de las unas como de las otras, claro que lo habido. Al equilibrar miradas podría decirse que los grandes avances, todos ellos rodeados de peligros y obstáculos y amenazas de retroceso, se han dado alrededor de los empeños por construir alguna realidad de institucionalidad democrática. Importantes expresiones al respecto han sido, en las dos últimas décadas, la concertación realizada alrededor de la Constitución de 1991. La ya empujada y dificultosa tendencia de la legitimación de las armas como metodología de acción política. La constante histórica de opción electoral no obstante sus miserias y pecados. El advenimiento de opciones de nueva izquierda a la gestión local. La histórica experiencia de vida ciudadana alrededor de la Acción de Tutela. Y finalmente, la progresiva toma de conciencia ciudadana alrededor de la perversidad asociada al uso privado o familiar o corporativo del Estado, sus recursos y su cultura. Emergentes aunque todavía no consolidadas realidades como éstas no pueden quedar borradas y, ni quiera oscurecidas por las grandes perversidades” de esta Sociedad: la guerra interna y sus redobladas consecuencias perversas; el narcotráfico; el paramilitarismo; la corrupción estatal-privada; la regulación parainstitucional de las conductas ciudadanas; la profundidad de las miserias, tanto la social como la simbólica; la obsolescencia del Estado y sus Instituciones centrales; y la reelección como quiebre de la institucionalidad constitucional, así como de las lógicas de la legislación.<br /><br />****************************************************************************************<br />"Atisbos Analíticos No 64; Cali, Marzo 2006; Director: Humberto Vélez Ramírez; Profesor del Programa de Estudios Políticos y Resolución de Conflictos, IEP, Universidad del Valle; miembro de REDUNIPAZ, Red de Universidades por la Paz y la Convivencia; Esta es una publicación mensual de ECOPAIS, "Fundación Estado*Comunidad*País*," Nuestro Lema: “Un nuevo Estado para un nuevo País."<br />****************************************************************************************</div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-43955495054527263652008-09-07T18:31:00.000-05:002008-09-07T18:33:01.252-05:00Atisbos Analíticos No. 63. Marzo 2006.<div align="justify">jueves, marzo 16, 2006<br />Atisbos Analíticos No 63,<br />Santiago de Cali, Febrero 2006,<br />Director, Humberto Vélez Ramírez, humbertovelez@andinet.com ,<br />profesor del Programa de Estudios políticos, IEP, Universidad del Valle; REDUNIPAZ, Red de Universidades por la Paz y la Convivencia; ECOPAIS, Fundación Estado*Comunidad*País,”Un nuevo Estado para una nueva Nación”.<br />::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br />ENSAYO<br />CUANDO LA TELEPOLITICA EMPIEZA A DESFALLECER:<br />¿ES URIBE VÉLEZ EL HISTÓRICO ESTADISTA QUE EL PAIS<br />NECESITA?<br /><br /><br />“Cuando los sábados, a través de la televisión,<br />realiza sus consejos comunales y ofrece poma-<br />das para las várices, regaña a los oficiales del<br />ejército o saca matas de coca en la Macarena<br />antes de que lleguen las farc para dar sensa-<br />ción de seguridad, yo pienso: algún día le va a<br />fallar la estrategia”. (Alvaro Leyva Durán, El<br />Espectador, 29 enero- 4 febrero 2006, p.7A).<br /><br /><br /><br /><br />ABSTRACT<br /><br />Introducción<br />1. Cuando las Estrategias simbólicas empiezan a fallar<br />2. Uribe: del Predominio de lo simbólico a la Imposición de la Realidad<br />3. Los potenciales Boquetes del Desinfle de Uribe<br />4. No obstante la Mediocridad de su Tele-gobierno, Uribe continúa siendo el más Admirado<br />5. Uribe y el problema del Estado en Colombia<br />Conclusión provisional<br /><br />INTRODUCCIÓN<br /><br />Cuando, en histórico acto, la Corte Constitucional incurrió en el ilícito de lesa juridicidad al formalizar en definitiva la reelección, no la general, lo que podría haber sido acertado, si no la de Alvaro Uribe Vélez en particular, éste, atento y solícito, proclamó que los historiadores del futuro evaluarían el acto, pero que por ahora sus responsabilidades eran con el pueblo, que no con la historia. (1) Al cuestionar este enfoque práctico de la historia como simple pieza de rebujos y antiguallas y no como vívida y socialmente impactante transformación del presente en pasado y futuro, escribió el profesor Ricardo Sánchez: “tal idea sobre el pueblo y la historia, pretende negar los procesos del devenir, en el quehacer de las sociedades y la cultura, colocando a la historia como un decorado, siempre en el pasado”. (2) Como, en otra línea de argumentos, el propio profesor Sánchez lo insinúa, dos son las razones centrales del carácter histórico de la decisión de la Corte. De un lado, el lógico y empíricamente presumible impacto de esa decisión jurídico política sobre la estructura futura del Estado, así como sobre la orientación política de la sociedad colombiana en la década 2006-2016. Y del otro, la más contraria a la sensibilidad de una Cultura jurídica rica, el gravísimo precedente de legislar ad hoc, es decir, a dedo.<br />Destacamos este enfoque de la historia que liga el presente con el pasado y el futuro, porque desde las lógicas analíticas de los “Atisbos”, histórica fue ésa decisión de la Corte, como histórico ha sido éste gobierno de Uribe Vélez. Las huellas empíricas hasta ahora por él dejadas en los últimos mil doscientos sesenta días, para bien o para mal, lo marcan como uno de esos “hechos” reveladores y condensadores de las notas más definitorias de una etapa dada de la sociedad colombiana. Como se apuntó en el Atisbos No 55: “Estamos de acuerdo en que la singularidad de Uribe ha consistido en ser capaz de cohesionar a más de medio país tras un propósito nacional, el de derrotar a los violentos. Pudo, entonces, introducirse subrepticiamente en la intimidad personalizada de una masa policlasista de colombianos de carne y hueso vendiéndoles coloquialmente la idea de que juntos construirían un Estado, primero, capaz de derrotar militarmente a los violentos y, segundo, potenciado para brindarle a todos y todas seguridad sicosocial, familiar y patrimonial. Y como en los foros de Zalamea, la audiencia creció y creció y creció”. (3)<br />Encontrándose ya a medio año del final de su primer mandato, primero, no ha logrado la derrota militar de los violentos. Los obligó, por cierto, a salirse de las carreteras centrales. A correrse en muchas partes, desde los cascos urbanos hasta las zonas rurales. A pasar a una defensiva estratégica. Segundo, inyectó sin dolor en muchos corazones- en los que, en clasista combinación, se agazapaban la “asustada riqueza” de unos pocos, la “crisis desesperada” de los sectores medios y las “optimistas expectativas” de no pocos pobres- el más unidimensional sentimiento de seguridad sicosocial. Esos resultados, como señaló Alvaro Leyva en Carta al presidente, produjeron “la complacencia general de bañistas, dueños de fundos y veraneantes por la forma como usted les brinda atento cuidado movilizando la fuerza pública de aire, tierra y mar con el propósito de depararles satisfacciones...sin medir los costos”. (4) Magnificados en extremo hacia el exterior estos resultados, la inversión extranjera empezó a llegar. Con timidez y con ánimo, más bien, exploratorio en un principio, aunque nunca en los volúmenes esperados por el gobierno. También la economía comenzó a salir del atolladero. Claro que el año de comparación es 1997, el peor en la historia económica contemporánea de Colombia, aunque lo ha hecho por debajo de la media latinoamericana y obedeciendo, sobre todo, a factores exógenos a la política económica del gobierno. Entre ellos habría que destacar, las bondadosas remesas con las que los inmigrantes, ya son millones, amplían la demanda efectiva interna y concretan en sus familias el amor a la patria que los expulsó. Atrás no podrán quedarse, dadas las dificultades para cuantificarlos, los millares de lavaderos de dólares que, a toda hora se instalan en la mayor parte de las regiones del país, propiciados y amparados y enmascarados por la nueva y poderosa “institucionalidad paramilitar”.<br />En medio de tan plural incertidumbre- político-militar, institucional y simbólica- la guerrilla fariana salió de su repliegue estratégico proporcionándole al gobierno en el final del 2005 no pocos golpes, rabietas y sustos. Los analistas académicos cercanos a las lógicas de la Seguridad Democrática, se han distanciado al interpretar la ofensiva. Para Alfredo Rangel, ella es la mejor expresión de que las farc están aún vivas y casi incólumes en lo militar. (5) Para Rubén Darío Acevedo, en cambio, estarían quemando los cartuchos finales. (6) Para Atisbos, por su parte, ciertamente que las Farc en un principio recibieron golpes importantes, pero insuficientes para afectar la esencia de su poderío militar. Decidido por ellas el repliegue militar, retornaron a la clásica guerra de guerrillas, re-evidenciando ahora su ya casi histórica capacidad para readecuarse a las cambiantes condiciones estratégicas y tácticas de la guerra. Asesinadas y re-asesinadas a diario en los corazones y deseos de miles de colombianos, en lo político se han debilitado una enormidad. Esto no significa que el gobierno, no obstante las cotidianas “pescas judiciales” en las que han caído millares de inocentes conciencias, haya logrado vaciarle el agua a la pecera maoista. En muchos lugares de Colombia, mantienen una importante base social alimentada por el pensamiento bolivariano de Cano, así como por las retaguardias de gobiernos guerrilleros informales. Al colega Rubén Darío Acevedo le recordaría, independientemente de la validez empírica de su hipótesis, que en dos asuntos nucleares de toda Estrategia militar, los relativos a los espacios y los tiempos, la Política de Seguridad democrática fue mal planeada. En cuanto a los tiempos se programó que, a 18 meses vista, las guerrillas serían derrotadas o que, por lo menos, serían colocadas en condiciones militares de casi obligada capitulación. A partir de ese resultado rotundo, se pensó, los para-estados guerrilleros quedarían desmontados recuperando el Estado institucional la plena soberanía territorial sobre el conjunto del país.<br />Como la justicia intelectual obliga a dar Dios lo que es de Dios y al Diablo lo que es del Diablo, en este Ensayo se le reconocerá Uribe otro importante mérito. Además de haber logrado cohesionar alrededor de la causa de la guerra a una mayoría nacional de colombianos, díscolos individualistas libertarios, en los inicios del siglo XXI, tal como lo hizo Rafael Reyes, en los del XX, ha colocado sobre el tapete el asunto del Estado obsoleto y premoderno que tenemos. Esto no obstante, hasta ahora no ha podido remover dos de los mayores obstáculos a la materialización de su enfoque específico y particular de nuevo Estado: la politiquería y la corrupción. Aún más. Diría que esos dos obstáculos se lo han engullido. Se lo han tragado.<br />Son éstas, entonces, las bases sobre las que se intentará algunas respuestas a la pregunta, ¿Es Uribe Vélez el histórico Estadista que, con afán, el país necesita?<br />Las respuestas, por otra parte, tendrán como marco el examen de la crisis por la que está pasando su Estrategia de tele-gobierno y que se ha manifestado en el bailoteo de las Encuestas, que, distanciadas, le señalan unas el 48% y otras, la de Napoleón Franco, por ejemplo, el 57% de la intención del voto. (7) De todas maneras, alejadas, por cierto, del 70 y 75 % de simpatías sociales con las que los uribistas señalaban que habría Uribe hasta, por lo menos, el 2019.<br /><br />2. CUANDO LAS ESTRATEGIAS SIMBÓLICAS EMPIEZAN A FALLAR.<br /><br />Desde la colectivamente optimista y optimizada alborada del gobierno de Uribe, los Atisbos le han apuntado a una hipótesis explicativa formulada así, en una muy rica síntesis, por Omar Rincón en su lúcido Ensayo “Uribe tevé Cuando Gobernar es una Emoción televisiva”: “No basta con ser presidente, si no que hay que parecerlo. Y parecer presidente es un efecto de televisión “. (8) Aún más: en general, Uribe Vélez es más lo que parecido presidente que lo que lo ha sido. Por eso, sin los tremendos logros militares objetivos prometidos en el corto plazo; por eso, aún yendo en contra de su gran promesa electoral, la lucha contra la politiquería y la corrupción, todavía, para muchos “parece” el más excepcional y extraordinario y cualificado y admirable e insuperable e irreemplazable presidente de la historia nacional. Como me dijera un obsesivo uribista del eje cafetero:”si no sonase a profanación, lo asimilaría a Bolívar”. (9) Desde otras lógicas, Omar Rincón nos habla de una amiga, “joven, bella, de 23 años, educada en Universidad privada”, que le contó que “ ese hombre (Uribe) la transformaba, le fascinaba, le encantaba...que ella le creía todo...y que, es más, había llegado a soñar con él, no cualquier sueño, uno erótico”. (10)<br />Por distintos caminos, las limitaciones, que no el ocaso, de los mayores clásicos de las Ciencias sociales-Durkheim, Marx y Weber- empezaron evidenciarse de cara a sus explicables impotencias teóricas y metodológicas en el examen de lo virtual-simbólico-mediático. Ahora como nunca se sabe que el estudio de esta dimensión de la vida histórico-sociocultural es fundamental para una inteligencia consistente e integral de las sociedades contemporáneas.<br />Habida cuenta de esta idea, nuestra crítica del uso y abuso intensivos que de la tele-política ha hecho Uribe, no encierra una intención descalificadota de la importancia central y casi inevitable de la política simbólica en el mundo actual. No se podrá ocultar que ésta, de acuerdo con opciones y horizontes políticos distintos, encierra contenidos, orientaciones y objetivos diferenciados. Una cosa es la tele-política, estilo Uribe, dirigida al corazón y a la afectividad de las gentes bloqueando el juicio racional en procura de reproducir la sujeción y embobamiento colectivos y otra cosa es la política simbólica orientada a crearle a la razón, a la racionalidad y al razonamiento condiciones subjetivas y emocionales propicias en procura de alimentar procesos de emancipación ciudadana. Claro que en uno y otro caso, lo simbólico, manejado sin abusos ni espaciales ni temporales, puede ser, y efectivamente lo es, elevadamente eficaz.<br /><br />3. URIBE: DEL PREDOMIO DE LO SIMBÓLICO A LA REIMPOSICIÓN DE LA REALIDAD.<br /><br />Uno de los mayores errores estratégicos de Uribe ha sido el de engolosinarse con “un gobierno desde la televisión, con la televisión y para televidentes” negando, a toda hora y a diestra y siniestra, las realidades objetivas. Eso de negar, a guisa de ejemplo, la existencia de la guerra interna al mismo tiempo que le ruega a la gente que odie y se movilice en contra de actores que, a toda hora y en muchas partes, producen acciones bélicas objetivas, lo ha conducido a la contradicción discursiva permanente, a obligados silencios, a hablar ya con medias verdades ya con medias mentiras, así como a rectificaciones continuas haciendo de la incertidumbre y la superficialidad las notas más notorias y notables de su discurso. Ahora mismo en estas semanas desistió de lanzar una candidatura ya lanzada pues, “siendo ya una misma cosa, presidente y candidato fáctico en un solo Uribe, pudieron pensar sus asesores, es mejor que se quede unos meses más haciendo lo que más sabe hacer, en lo que tiene excelentes competencias técnicas, gobernar a punta de actos televisivos, donde todo es un juego de imágenes espectáculo (García Canclini) sin que sea obligado a entrar en el debate donde el análisis racional, las posiciones doctrinarias y los proyectos sociales continúan siendo la pauta normal de conducta”. (11)<br />Las nuevas Ciencias sociales - línea Wallerstein, Bourdieu, Morin o Castoriadis- nos dirían que el método de la comprensión- en este caso el de la fijación de los sentidos de representaciones bélicas colectivas manejadas, a su amaño, por los Medios de Comunicación a favor de los intereses de la Política de Seguridad democrática-, más bien, que el de la tradicional mirada objetivista, sería más que suficiente para una inteligencia adecuada del primer gobierno de Uribe. Para esta forma específica de gobierno, el de 2002-2006, ese método nos brindaría las claves para descifrarla.<br />Compartimos esta mirada pero matizada más o menos así: por lo menos hasta mediados del 2005, a los mil días de su llegada al Palacio de San Carlos, Uribe fue presidente más como imaginario colectivo que como realidad objetiva. Pero, en los últimos seis meses, tozudas y reacumuladas realidades han empezado a mellar su Estrategia de tele-gobierno haciéndola entrar en progresiva crisis. Un preanuncio de ésta se había presentado en la coyuntura del referendo cuando el uso intensivo y abusivo de lo simbólico, así como de los espacios virtuales se vino en contra de los diez millones de votos con que soñaba el ministro Fernando Londoño. Al escarbar sobre esas realidades que han determinado la crisis del tele-gobierno uribista, en lo interno se pueden destacar la vigorosa irrupción de las farc, las enormes dificultades enfrentadas por el Plan Patriota, la profundización de la inequidad social, así como la acelerada apropiación coercitiva, por parte de los paramilitares, de la institucionalidad local y regional en, por lo menos, once departamentos del país empezando por la Costa atlántica. En lo externo, contra la Estrategia de Uribe han reactuado el desplome de Bush en el manejo del imperio y la reacción anti-neoliberal en casi toda América latina.<br /><br />3. LOS POTENCIALES BOQUETES DEL DESINFLE DE URIBE.<br /><br />En la coyuntura, y sin rivales nacionalmente protagónicos que se apropien de las grandes debilidades de su tele-gobierno, es casi seguro que Uribe, en primera, quizá, en segunda vuelta, acceda a un segundo y dificultoso y complejo e incierto mandato sobre una base de congresistas, heterogénea, parcialmente espuria dado el deseado y no deseado apoyo masivo paramilitar, y babélicamente confusa. Es también casi seguro que un partido liberal medio reagrupado, pueda equilibrar la base parlamentaria del Uribismo. Y finalmente, es probable que el nuevo Polo Democrático Alternativo, PDA, cohesione, con una votación respetable, a las distintas versiones de la izquierda democrática. Esto no obstante, dejando para el próximo Atisbos una reflexión sobre el tema, preferimos desvincular el presente análisis de lo estrictamente coyuntural electoral.<br />En sucesivas reflexiones hemos dicho que el talón de Aquiles de Uribe- “los errorcitos veniales” de los que osan hablar algunos de sus admiradores y hasta analistas como Cepeda- es plurifrontal. Los errores estructurales en el enfoque de la Política de Seguridad democrática; la aventura del Plan Patriota; la marginalidad de la política social; el tratamiento de connivencia, de permisibilidad y de favorabilidad con el paramilitarismo ; la asimétrica firma arrodillada de un TLC, que sólo busca la “gringorización” de nuestro mercado interior; el uso y abuso intensivos de la tele-política visibilizada en esa especie de tele-gobierno al menudeo que han sido los Consejos comunales, constituyen asuntos de grueso calado.<br />Pero, Uribe todavía está muy asentando en los corazones de la mitad de los colombianos y trascurrirá un buen tiempo antes de que empiecen a “corotearse” a otras paternales esperanzas. De todas maneras, la tozuda realidad, más temprano que tarde, terminará por imponerse.<br />Tocaríamos en detalle cada uno de esos puntos, pero la economía, no de espacio virtual sino de compasión con los posibles lectores, obliga a jerarquizar lo que pensamos nodal.<br />Primero señalemos que en materia de crisis socioterritorial, el Estado se encuentra actualmente en una crisis más aguda que la de hace cuatro años.<br />En ese entonces, en muchas regiones y localidades del país predominaban los gobiernos guerrilleros fácticos. Estos, por la acción de los paramilitares que no de las fuerzas del Estado, se habían desmoronado en zonas como Puerto Boyacá y el Urabá antioqueño. El conflicto armado como revolución social le estaba cediendo el paso a la más aguda guerra por el control y recontrol de territorios. La confrontación se daba entre paramilitares, coadyuvados por militares, y las guerrillas de las Farc. Sólo al acceder Uribe al gobierno, el Ejercito llegó a la pugna socioterritorial. Como resultado de la Política de Seguridad democrática, en un primer momento, las guerrillas en algunas partes sufrieron golpes y reveses y, en otras, por sí mismas decidieron replegarse desde poblados donde o actuaban como para-estado o cogobernaban, regresando a sus retaguardias rurales donde, militarmente asediadas o no, mantienen sus gobiernos guerrilleros fácticos. Las AUC, por su parte, de modo notorio y notable se agigantaron como para-estado en constelaciones de micro-municipalidades en, por lo menos, 11 departamentos del país. En síntesis, el que durante el gobierno de Uribe se ha empequeñecido en términos de control territorial real, y no meramente discursivo, ha sido el Estado institucional en su nivel de acción, sobre todo, municipal.<br />Constituye éste un contexto analítico indispensable para explicarse las conductas de los paramilitares una vez iniciado el proceso de pacificación con el gobierno. Sencillamente, ni tontas que fuesen, le han venido cobrando el apalancamiento, a veces estratégico, que le dieron al Estado en la pugna socio-territorial con las guerrillas. En esa línea han hablado con mucha sinceridad. Sin culminar todavía su casi anómico proceso de reinserción a la vida civil, la polemizada ley de Justicia y Paz se produjo a posteriori, arrastrando a ella sus tierras y privilegios y cultura de guerra, han llegado a la institucionalidad con el objetivo específico de controlar las estructuras locales de poder apelando “a todas las formas de lucha”. Hasta ahora en más de diez departamentos del país han alcanzado el objetivo. Han sido sus propios líderes los que le han presentado al país las razones de su políticamente exitosa pero perversa re-inserción. José Vicente Castaño, por ejemplo, le dijo a Colombia entera:”Hay una amistad con los políticos en las zonas donde operamos y se forman alianzas que son innegables. Las autodefensas les dan consejos a muchos de ellos y hay comandantes que tienen sus amigos a las corporaciones y a las alcaldías”. Y a renglón seguido aconsejó:”tratar de aumentar nuestros amigos políticos sin importar el partido a que pertenezcan”. (12) Como en relación con la pasada campaña me lo dijo en una charla de tinto un parlamentario liberal de la Costa: “me llamaron los muchachos de las Auc y me dijeron que aunque en lo personal no tenían nada contra mí, necesitaban mi cupo y mis votos para su gente”. (13) Mancuso, por su parte, señaló que su aspiración política no era personal, si no que dependía de “la voluntad de la gente que durante años se sintió apoyada en nosotros. Recuerde que hablamos de zonas donde el Estado nunca estuvo y los Comandantes ejercen un liderazgo natural”. (14)<br />Solo cuando asediada por condiciones objetivas social y política y culturalmente apremiantes, la gente empiece a despojarse de la venda afectiva prouribista que le impide analizar la realidad con relativa objetividad, sólo entonces, el país empezará a preguntarse, ¿cómo es que hemos llegado a estos extremos de crisis socio-territorial del Estado y de control coercitivo de la sociedad institucional por parte del paramilitarismo reinsertado?<br />La otra bomba que, más temprano que tarde, se le desinflará a Uribe será la de los sabatinos Consejos comunales. Un presidente que, en definitiva, está obsesionado “por gobernar desde la televisión, con la televisión y para los televidentes” en una especie de feria pueblerina en la que al detalle se menudean por millares pequeños servicios públicos, “por mucho que trabaje y trabaje y trabaje”, - en esto el presidente paisa, que goza del don de la ubicuidad, es inigualable - al final se olvida o termina dejando en manos ajenas el estudio, manejo y solución de los grandes problemas nacionales. Ojalá hubiese gastado el 20 % del tiempo que dedica al hebdomadario tele-gobierno sabatino a escarbar caminos para sacar avante los Acuerdos Humanitarios o a negociar el TLC sin genuflexiones y sin entregar lo que nos resta de soberanía externa o a resolver grandes angustias sociales. Todo ello en su conjunto no constituye espectáculo emocional ni engorda la imagen pero se llama “gobernar”.<br /><br />4. NO OBSTANTE LA MEDIOCRIDAD DE SU TELE-GOBIERNO, URIBE CONTINÚA SIENDO EL MÁS ADMIRADO.<br /><br />Hemos dicho que el Uribe ha sido un tele-gobierno mediocre pero que URIBE, como figura paternal y redentora, penetró tan hondo en la intimidad ciudadana que a ésta, por el momento no le importa la precariedad de los resultados por él logrados. Si no sucede un revolcón imprevisto en la subjetividad ciudadana, se encuentra en línea directa hacia un segundo mandato.<br />La Encuesta Universidad de los ANDES-INDEPAZ- enero 2006, dos mil encuestados y 5% de margen de error- (15) señaló, dos puntos por encima de la de GALLUP, que en la primera vuelta alcanzará el 59% de la votación. Esto no obstante, en contra del idealizado líder, el 81% manifestó que en Colombia sí había una guerra interna pero que no ésta, si no la pobreza y la corrupción eran los mayores problemas del país. Por otra parte, con un promedio de 2.87, los que lo reelegirán, de “peapá lo rajaron como gestor de las Políticas públicas. Estos fueron los resultados por áreas de acción:<br /><br />1. Esfuerzos para combatir la pobreza 2.57<br />2. Estrategia contra el Desempleo 2.57<br />3. Rechazo de la Politiquería 2.74<br />4. Protección y Promoción de los<br />Principios democráticos 2.83<br />5. Lucha contra la Corrupción 2.84<br />6. Sanciones a los Culpables por PROMEDIO: 2.87<br />Violar los Derechos humanos 2.87<br />7. Esfuerzos por lograr un Acuer-<br />do Humanitario 2.87<br />8. Labor para proteger los Dere-<br />chos Humanos 2.91<br />9 .Preocupación por aplicar la<br />Constitución 2.97<br />10. Acuerdos hacia la Paz 3.05<br />11. Políticas de Seguridad 3.07<br />12. Lucha contra el Narcotráfico 3.22<br /><br />Así examinaron estos resultados algunos académicos:<br />“La noción de Seguridad está más ligada a mínimos vitales que a lo que es ofrecido por las autoridades. El conflicto no es lo más importante porque nos criamos en él y aprendimos a manejarlo”.(Angélica Rettemberg, U. de los Andes)<br />“Al preferir a Uribe, pese a que lo califican mal en lo social, la gente le está diciendo: lo vamos a reelegir para que realice la tarea que tiene pendiente”, Camilo González Posso, Presidente de Indepaz)<br />“El colombiano necesita la figura paterna. Prefiere esto a una propuesta programática. En Uribe ven el papá y por eso lo prefieren”. (Esteban Restrepo, Universidad de los Andes)<br /><br />5. URIBE O EL PROBLEMADEL ESTADO. En COLOMBIA.<br /><br />El Estado actual, excepción hecha de su ya casi desmontada aunque, por cierto, contradictoria Constitución, es un Estado obsoleto y premoderno. Aunando contrarios, puede decirse que ya no sirve ni para reproducir el establecimiento y, mucho menos, para transformarlo. En 1903, cuando como respuesta a un país hundido por los efectos de la guerra de los Mil Días, del zarpazo norteamericano en Panamá y de la crisis económica, Rafael Reyes intentó iniciar el proceso de modernización capitalista del país, lo primero que señaló era que el Estado heredado del siglo XIX no era el adecuado para emprender tan enorme proyecto.(16) También dijo, conviene recordarlo ahora, que no obstante su liberalismo económico contrario al intervencionismo, un Estado reformado era el único que podía sacar adelante tan tremenda apuesta. Inició entonces una reforma del Estado que, en términos de ordenamiento territorial, de desarme de la ciudadanía y de profesionalización de las Fuerzas armadas, por lo menos en su espíritu, todavía se mantiene vigente.<br />Un gran mérito de actual presidente ha sido el de volver a colocar el problema del Estado actual como un asunto estratégico. En el régimen político las propuestas sobre el ideario de sociedad- la vigente o la reformada o la transformada- sobre-abundan al mismo tiempo que escasean las apuestas sobre la reforma del Estado, es decir, sobre la herramienta estratégica o para mantener la sociedad o para reformarla o para transformarla.<br />Uribe desde un principio presentó su idea-enfoque de Estado comunitario. Fue y continúa siendo una idea práctica, más que un enfoque conceptualizado y operacional con la misión de remodelar la actual sociedad como una sociedad de mercado. Desde el inicio de su gobierno pensó y practicó que, por tres caminos que no explicó cómo se anudaban, podía ir dándole forma a su Enfoque de reforma estatal. Estos no eran otros que los de la creación de instituciones estatales eficaces, la aplicación de Políticas públicas de inspiración neoliberal y la puesta en marcha persistente de los Consejos comunales. En relación con cada uno de ellos, con mayor énfasis en el neoliberalismo, ha venido dando puntadas sin que todavía se sepa con claridad qué es eso de Estado comunitario.<br />Pero, no fue por esas vías por donde encontró las mayores dificultades. Estas han estado asociadas, más bien, a la remoción de los grandes obstáculos a la idea de un Estado “distinto”. De un lado, la corrupción-politiquería y, del otro, el conflicto armado.<br />En un principio, como candidato y cuando rubricó el Catecismo de los Cien Puntos, era sincero cuando hablaba de la lucha contra la corrupción. Eso se correspondía con su pensamiento: la corrupción era un asunto que, al elevar los costos de transacción, se traducía en una baja de los niveles de ganancias de los empresarios. Por eso había que combatirla más que por razones ligadas a una drástica disminución de las posibilidades de hacer inversión social. Algo similar ocurría con la estrategia privilegiada para tratar el conflicto armado. La vía negociada también afectaba las ganancias de los empresarios dado, sobre todo, el enorme costo económico que encerraba la realización de las reformas estructurales exigidas por las guerrillas. Aunque en la coyuntura, derrotarlas militarmente era muy costoso y los impuestos de guerra elevarían los costos de transacción, sin embargo, en el mediano y largo plazo vendría la recompensa económica de un país sin guerrillas o con todas ellas en las cárceles o en los cementerios.<br />Entonces, las dificultades para remover estos obstáculos obligaron al gobierno a postergar para las décadas venideras la definitiva reforma del Estado. Según “Visión Colombia”, El Programa de largo plazo de los Uribistas, para el año 2019, fecha para la que por un acto de poder se trasladó la celebración del Bicentenario, estaría ya concretado el Estado Comunitario. En la práctica, más allá del discurso, se trataría de imbricar los tres próximos Planes Cuatrienales con tres Gobiernos de inspiración uribista, 2006-2018, de tal modo que el 7 de agosto del 2019 el Estado comunitario estuviese ya en plena acción como nuevo Estado.(17)<br /><br />CONCLUSIÓN PROVISIONAL<br /><br />En su primer mandato Uribe no pudo derrotar a las guerrillas y los corruptos se lo engulleron hasta reelegirlo, es decir, no pudo remover los dos mayores obstáculos que conspiran contra su idea-enfoque de Estado Comunitario<br />.¿Será, entonces, Uribe el Estadista que con inmensos deseos viene buscando el país? ¿Será, por otra parte, su idea de Estado comunitario- hasta ahora, neoliberalismo + tele-gobierno comunitario + instituciones de mercado- el camino más adecuado para enfrentar los problemas de un país con los elevados índices que presenta de concentración de la riqueza, de los ingresos y de las oportunidades?<br /><br />1 .Intervención de Uribe en la Universidad Libre, 19 octubre 2005<br />2. Sánchez, Ricardo, “Reelección presidenciaL y Simulación de Garantías”, Red de Oscar Delgado, Universidad del Rosario, 17 de enero 2006<br />3. “Atisbos Analíticos” No 55, Cali, 7 de agosto de 2005.<br />4. Carta de Alvaro Leyva al Presidente Uribe<br />5. Para leer a Rangel, www.seguridadydemocracia.org<br />6. Para leer a Rubén Darío Acevedo, http://ventanaabierta.blogspirit.com ,<br />7. De un lado la Encuesta de DATEXCO, y, por el otro, la de Napoleón Franco.<br />8. “Revista Número, Edición 46, sep-oct-nov 2005, pgs.10-19<br />9. Archivo personal del Autor.<br />10. Rincón, Omar, Ensayo citado, p.17<br />11.Cfr. García Canclini, www.innovarium.com/culturaUrbana/Ciudadania.htm<br />12. Semana, No 1205, junio 6-13 de 2005, p.34<br />13. Archivo personal del Autor.<br />14. Semana, No.1198, abril 28-25 de 2005, p.28<br />15. Ficha técnica de esta importante Encuesta: 2.000 encuestados, 20 municipios, incluidos Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, marga de error<br />16. Vélez, Humberto, “Quinquenio, Régimen político y Capitalismo”, En, NHC.<br />17. Visión Colombia Centenario 2019, Presidencia de la República, Planeta, DNP, Bogotá, 2005</div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-90899389058034959322008-09-07T17:45:00.002-05:002008-09-07T18:30:27.372-05:00Atisbos Analíticos No. 92. Agosto 2008.<div align="justify">::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br />Atisbos Analíticos No 92, Cali, 7 de agosto de 2008, Humberto Vélez Ramírez, Profesor Programa de Estudios políticos, IEP, Universidad del Valle; Fundación ECOPAIS, Estado*Comunidad*País, “Un nuevo Estado para un nuevo País”, hvr@coldecon.net.co<br />:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br /><br /><br />LAS TRAMPAS DE LA IMAGEN<br />Un Balance del primer Sexenio del<br />Gobierno de Uribe 2002-2008.<br /><br />Abstract<br /><br />Uribe: Popularidad y Personalidad. (1)<br />Atando retazos. (2)<br />Seguridad Democrática: Cuando una Palabra significa muchas cosas. (3)<br />Comunicación y Sociedad. (4)<br />Realidad e Imágenes. (5)<br />Aventurando Hipótesis (6)<br />Las Trampas de la Imagen. (7)<br />Uribe, la Ciudadanía y las Guerrillas. (8)<br />Ni el anti-institucional Bolívar quiso Repetir (9)<br />Cuando la Popularidad deja de ser Democracia. (10)<br />Uribe: Entre la Imagen y la Realidad (11)<br />Polemizando con un Colega (12)<br />Que hable la Gente. (13)<br />LA POPULARIDAD DE URIBE: Una explicable mezcla de Paras, Farc,<br />Trampas de Imagen y Consejos Comunitarios. (14)<br /><br /><br /><br />……………Uribe: Popularidad y Personalidad……………. (1)<br /><br />Para entender a Uribe como enorme fenómeno político, es necesario el examen de lo mediático-simbólico-virtual. Mas ello no es suficiente, pues también hacen presencia otras dinámicas y factores. Anticipamos esta mirada más compleja, pues el objeto de este Ensayo no es otro que el de contribuir a descifrar su desbordada popularidad, esa popularidad que ya no cabe dentro de los límites de su personalidad.<br /><br />………..Atando Retazos………. (2)<br /><br />Hace exactamente tres años escribí, “Uribe es más lo que ha parecido que lo que ha sido” (Humberto Vélez, 2005). Lógicamente me refería al Uribe presidente. No sobra recordar ahora que en el mundo actual “parecer” es tan importante como “ser”. Y lo es porque ambas dimensiones de la vida humana, la simbólica como la real, funcionan siempre, aunque en distinto grado, como referentes de opiniones, actitudes y conductas reales.<br />Pero, ahondemos un poco en esta condensación.<br />Durante este su primer sexenio Uribe se la ha pasado haciendo el tránsito ya de la imagen a la realidad ya de la realidad a la imagen. Ese juego, por otra parte, lo ha realizado embebido en la promesa que le hizo al país desde principios de enero del 2002 cuando sólo alcanzaba el 7% de la intención del voto: Que como presidente derrotaría militarmente a las guerrillas; que, por lo menos, las colocaría en situación de casi obligada capitulación; pero que si, por alguna circunstancia, le tocaba negociar con ellas, lo haría desde las lógicas del Estado. Uncido a esa posición estratégica - su síntesis programática - se fue alzando como obsesionado líder que ha resultado ser, sobre todo, para enfrentar y confrontar a contendores y enemigos. Reprodujo así lo que, en otros contextos históricos y con otros objetivos, en Colombia sólo han intentado Laureano Gómez, Jorge Eliécer Gaítán y López Pumarejo: Cohesionar y unir a un amplio sector de la ciudadanía tras un objetivo nacional. En su caso, la derrota de las guerrillas. Por eso, elegido presidente en la primera vuelta, lo primero que hizo fue poner a prueba su condición de líder antiguerrilla.<br />Pero, al líder no lo fabrican las masas. Estas sólo lo especifican, lo colorean, lo untan de sus sentimientos y emociones. Por eso el dirigente que encarne este atributo, está siempre en condiciones de auto-manifestarse en uno u otro ámbito de la vida social. Y en política, cuando la sociedad se debate en aguda crisis y él logra ir más allá de las ofertas de salvación, deviene héroe, Salvador o Libertador. Como escribió la antropóloga Marlene Singapur, “Con Uribe estamos frente a un animal político de colosal magnetismo y capacidad de alinear a las masas”. (Marlene Singapur, 2008).<br />Pero, redondeemos un poco más la figura de este Uribe auto-fenómeno.<br />La ciudadanía lo eligió para que sometiera a las guerrillas. Pero, el presidente se fue creciendo hasta desplegarse como líder anti-insurreccional. Luego, de modo progresivo, el líder, con la cooperación de los medios, de la religión y de la “santocracia”, se fue autohaciendo como Mesías, Salvador y Libertador. La ciudadanía, entonces, ajustada a la medida de su cultura política y a sus condiciones coyunturales de miedo colectivo, real o inducido, lo acogió, lo aclamó, lo bendijo y lo afirmó en su nuevo y trascendental papel.<br />En el proceso, convencido de ser un predestinado, se dedicó a cultivar una amplia base social de popularidad yendo, así, de lejos, más allá de las funciones y competencias de un presidente institucional. Normalmente, los presidentes, al manejar su poder, saben que sus facultades están limitadas por la Constitución, las leyes y la Cultura política. Pero, como Uribe, de presidente institucional pasó a líder y de líder a salvador de la nación, se olvidó de los problemas de límites y limitaciones a su gestión.<br />Es claro que Uribe quiere y desea y busca un tercer mandato o una segunda reelección o llegar a ser Primer Ministro en un posible sistema parlamentario de gobierno y sabe que en su condición de líder y de Salvador puede lograrlo. Para esos efectos, desde su primer mandato empezó a cultivar una popularidad que, como comodín, le ha servido para todo, menos para construir democracia. Ya con su primera reelección dio un paso adelante en “la alta personalización de la política en el país, exacerbada en la figura del presidente reelecto, para cuya reelección se modificaron las reglas de juego (mientras el juego mismo se realizaba) y cuyo estilo de liderazgo y de gobierno ha expresado un fuerte sentido mesiánico”. (Duque Daza, Javier, 2007)<br /><br />……. Seguridad: Cuando una Palabra significa muchas Cosas……. (3)<br /><br />Dos notas caracterizan la noción uribista de Seguridad democrática. La primera nos anuncia que se trata de una Seguridad de clase. Es “la Seguridad como tranquilidad del capital y de sus diferentes maneras de control”. (Fruhling, Michael, 2003) Es la Seguridad para las distintas fracciones del capital, sus patrimonios y familias, para la gente con capacidad de comprar servicios turísticos, para los terratenientes y hacendados y para los inversionistas extranjeros y nacionales. Para el resto de la población se oferta y mercadea una Seguridad simbólica, el sentimiento de sentirse miembro de una sociedad en la que parece que existe “gobierno”.<br />Si EL Leviatán dijo, “dadme tu libertad a cambio de seguridad” (Hobbes Thomas, 1556), Uribe ha agregado, “dadme tu libertad a cambio de seguridad y democracia”.<br />La otra nota, en cambio, tiene un carácter ideológico y con ella se busca ocultar la anti-democracia real mediante el uso reiterado en el discurso de la palabra “democracia”. Pero, como la seguridad tiene un precio moral y político, que es muy alto, Uribe invita a la sociedad a que lo pague renunciando a las pocas reservas de libertad y de democracia que haya podido ahorrar dedicando ese capital a engrosar su popularidad.<br />Es claro que en la vida social la seguridad basada en el Estado como fenómeno de fuerza legítima, es necesaria, más no suficiente. Necesaria es, por ejemplo, una seguridad que garantice, en la concepción y en la práctica social, la existencia de un Estado democrático. Necesaria también lo es una sana seguridad fáctica policial, pero en la medida en que sea una seguridad para toda la ciudadanía. Por otra parte, está la seguridad integral, que es un ideario que evoluciona a la par y de la mano de las libertades reales, pues ¿Qué gana un ciudadano al que el Estado protege con uno de sus fusiles, si no tiene empleo, ni acceso a los servicios de salud, educación y seguridad social?<br />Entonces, al otro lado de la idea uribista de Seguridad, también existen otras opciones de Seguridad y de Convivencia.<br /><br /><br />.………. Comunicación y Sociedad. ……(4)<br /><br /><br />Cuatro elementos conexos han hecho parte de la Estrategia central de Comunicación del Gobierno de Uribe.<br />Primero: La ya costumbre de ocultar y cubrir y tapar un hecho grave, que personalmente lo pueda afectar, con otro más o igualmente grave orientado a desacreditar, intimidar y hasta comprometer en lo judicial a sus contrincantes y opositores. Con conductas así, ha buscado siempre provocar un sorpresivo Golpe de Opinión.<br />Segundo: El empleo intensivo de los resultados del golpe de Opinión para alimentar su Política de Seguridad democrática presentándola como una Estrategia a toda prueba, altamente eficaz, intrínsecamente bondadosa, democrática y patriótica y cooperada siempre con la ayuda de Dios, de la Virgen y la eficiente colaboración de la ciudadanía.<br />Tercero: La incorporación del anterior discurso, esquemático, simplista y efectista, al examen del hecho que busca “patasarribiar”<br />Y Cuarto: la apelación permanente a la trampa de la imagen o de la realidad invertida para que la gente vea en los opositores a la Seguridad democrática a terroristas peligrosos y no a ciudadanos en ejercicio de la crítica democrática.<br /><br /><br /><br />…………… Realidad e Imágenes…………… (5)<br /><br />Completado el círculo que va del Golpe de Opinión a la arcádica representación colectiva de la Seguridad democrática y de ésta a la cerrada validación social de las políticas del gobierno, Uribe y los Medios enjaularon al país en la trampa de las imágenes.<br />A este respecto se hace necesaria una primera distinción entre realidad y su imagen o representación. (Moscovici Serge; Farr Robert M, 1984). En la investigación social esta distinción es epistemológica, teórica, metodológica y técnicamente válida. La que sí no es válida, por la trampa que encierra, es la ideologización de la realidad que, a través de distintos dispositivos, conduce a que la gente asuma como realidad lo que no es más que su imagen o representación. Que se nos entienda bien. En este caso lo cuestionable no es la imagen en sí, sino la trampa, es decir, el asumir la imagen de un fenómeno como si fuese su realidad. Es esto lo que llamamos la trampa de las imágenes. Por otra parte, tampoco se puede olvidar que en esa relación realidad-imagen, ésta, por lo general, no se corresponde con aquella sino que o la excede maximizando su estatuto de realidad o se queda rezagada disminuyéndolo.<br /><br /><br />……………Aventurando Hipótesis………… (6)<br /><br /><br />Iniciamos esta parte del Atisbos, la que se refiere a la dimensión simbólica, con una hipótesis válida para el conjunto del trabajo. La podemos formular así: Durante el gobierno de Uribe lo comunicado y publicitado ha sido más abundante e importante que lo efectivamente realizado, es decir, que lo proclamado ha ido más allá de los resultados objetivos y efectivos de su gestión. Sin embargo, el imaginario colectivo que se ha extendido reza y proclama lo contrario: Que ningún gobierno en la historia del país ha hecho lo realizado por Uribe en casi todos los ámbitos de la vida nacional.<br />Sobre la Seguridad democrática Atisbos ya tomó posición: Por cierto, que en los dos últimos años, sobre todo, las Farc han sufrido serios reveses mas sicológicos, publicitarios y morales que militares o cómo llamar eso de perder a un miembro del secretariado mediante la invasión territorial a un país amigo, a otro asesinado por su propio jefe de guardaespaldas y a un tercero que contra la ley de los puñales, falleció en su propia cama? Los uribistas partidarios de la guerra total, en materia de resultados deberían estar exigiéndole mejores y mayores resultados al gobierno que ha agenciado la estrategia ofensiva de guerra más costosa que habido en la historia del país.<br />Levantamos enseguida tres subhipótesis, así:<br />Una primera nos dice que, si al cumplir su primer sexenio, Uribe ha logrado colocar a sus pies a la sociedad, a la política y al Estado -control mediático casi absoluto de la sociedad, personalización cada vez más extrema de la política y uribización del Estado - ha sido porque ha sabido mantener y alimentar la esperanza de un país sin guerrillas o con ellas descompuestas y en situación de casi necesaria capitulación. Tras ese objetivo, el país se le ha rendido no al Uribe presidente sino al Uribe superstar.<br />La segunda subhipótesis nos señala que todo lo ha venido logrando al mantener siempre en crecimiento permanente su popularidad. Esta que empezó en la sima en enero del 2002 (7% de la intención del voto) llegó a la cima en julio del 2008 (94.1 de favorabilidad). Para el presidente, popularidad no ha sido igual a legitimidad ni a desarrollo de la democracia sino, más bien, estratagema personal de lucha política y comodín que lo ha sacado de todo apuro<br />La tercera subhipótesis, en cambio, destaca que, dada su amplia e histórica popularidad y dadas las maneras antidemocráticas como la ha hecho jugar, todavía posee un apreciable margen de acción para darle salida, por una vía política, a los enormes conflictos judiciales e institucionales que ha generado. Hasta ahora casi todo le ha salido a pedir de boca, excepción hecha el no haber podido zafar del todo a sus colaboradores del enredo del cohecho y la rebelión de las Cortes contra la deshilvanada propuesta de reforma judicial. Amanecerá y veremos, por ejemplo, cómo se quita de encima la molestia de una segunda reelección apelando a un sistema semi-parlamentario de gobierno.<br /><br /><br />. ……………. Las Trampa de la Imagen…………… (7)<br /><br />Colocar la realidad patas arriba de tal forma que los contrincantes asuman su imagen como si fuese la realidad misma, es la esencia de este juego, que también podría llamarse “el juego de la realidad invertida”. Que el salvajismo de las motosierras paras se diluye y evapora cuando se considera la pertinencia, hasta ética, de su causa ligada a apalancar a un Estado impotente en la lucha contra las guerrillas; que la Yidis del cohecho no fue más que una criminal que se tragó entero el Código penal; que la Corte Suprema de Justicia al investigar, juzgar y condenar a los congresistas incursos en para-militarismo arrasó con el Estado de Derecho; y que la liberación incruenta de quince diputados es la prueba más sólida de que la derrota de las Farc se encuentras a la vuelta de la esquina, constituyen afirmaciones en las que las imágenes sobre fenómenos reales se asumen como si fuesen la realidad.<br />Este lúdico pasatiempo se juega desmontando las piezas básicas de una realidad dada pasando luego a recomponerla y resignificarla al amaño de las necesidades e intereses de quien detente las relaciones de poder. En el caso de este juego, el quid picante del asunto radica en una serie de jugadas racionales, con las que se coloca la realidad “patas arriba”, pero sin que los otros jugadores lo adviertan. Se avanza en el juego, primero, tapando, velando y ocultando hechos objetivos y, segundo, poniendo en circulación imágenes, que presionen por una interpretación subjetiva distinta de la realidad que se está encubriendo. Finalmente, gana la partida el jugador que sea capaz de convencer a la gente de que su imagen del fenómeno es el fenómeno real.<br />En un juego como éste tres ayudas han emergido como esenciales: 1. La del discurso ideológico orientado a tapar, velar y encubrir; 2 La de las riquezas de sentido y de las cargas simbólicas; y. 3. La de los Medios de Comunicación.<br />En ese juego de la realidad invertida, Uribe como que a todos nos ha ganado.<br /><br />…………….Uribe, la Ciudadanía y las Guerrillas…………. (8)<br /><br />Además de las poderosas dinámicas puestas en juego por los paramilitares, a las que haremos referencia en la última parte de este Ensayo, y de la eficacia perversa de las Trampas de Imagen, en cuyo manejo el gobierno de Uribe ha sido un artista, la desbordada popularidad de Uribe se explica también por las airadas reacciones de la ciudadanía en contra de las guerrillas, así como por la Estrategia ofensiva de Seguridad democrática que puso en acción.<br />Podría decirse que la amplitud e intensidad de las rabias y reacciones ciudadanas contra los cilindros de gas han sido directamente proporcionales a las adhesiones de la población a la causa de la Seguridad democrática. Entonces, mientras mayor ha sido el odio de la ciudadanía a las guerrillas, a los cilindros, a las minas quiebra-patas, a los secuestros y a los crímenes de lesa humanidad, mayor ha sido su adhesión y apoyo al gobierno de Uribe.<br /><br /><br /><br />…………….Ni el anti-institucional Bolívar quiso Repetir.………. (9)<br /><br />Pero, ¿en dónde se quedó el Simón Bolívar de Alvaro Uribe Vélez? Anti-reeleccionista radical, no obstante las grandes y tremendas hecatombes decimonónicas, el Libertador nunca pensó que él y sólo él fuese el único capaz de enfrentarlas. Bolivar y Sandanter, con frecuencia, han sido impugnados por haber concentrado en sus manos e ideales un enorme poder institucional. Esto no obstante, esta impugnación amerita una mirada histórica. En nuestra sociedad, entre 1819 y 1850 se echaron las bases de un nuevo Estado, el de la Nueva Granada, con sus mitos fundacionales, sus imágenes, sus promesas y crudas realidades. Esto no obstante, hasta bien entrado el siglo XIX nuestros dirigentes continuaron teniendo en el Estado colonial español el referente central de las reglas de juego y de la cultura política. Este es el asunto que tiene que enfrentar todo estado en nacimiento y en sus primeras etapas de formación, el de los grandes vacíos institucionales. (Humberto Vélez, 2008).<br />Esto no obstante, al abrir las sesiones del Congreso de Angostura, Bolívar manifestó el 15 de febrero de 1819: “La continuación del poder en un mismo individuo, frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares porque nada es tan peligroso como dejar permanecer por largo tiempo en un mismo individuo el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana y nuestros ciudadanos deben temer, con sobrada justicia, que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo los mande siempre. (Bolívar Simón, 1819)<br /><br />…………Cuando la Popularidad deja de ser Democracia…….. (10)<br /><br /><br />En la línea de acción que queremos resaltar, Uribe, ignoramos mediante qué tipo de acuerdos, empezó exportando a Estados Unidos el estorbo de los jefes paras, y subió en las encuestas y aumento su popularidad. Pasó luego a la para-política, desmontó la posibilidad de una reforma política, que blindara a la institucionalidad contra la violencia paramilitar y trepó más en los índices de favorabilidad y, triunfante, la popularidad continuó serpenteando hacia la cima de las estadísticas. Trasladó luego la pelea a la Corte Suprema de Justicia y al ver que allí no tipificaban ni coartadas ni chantajes sino un evidente cohecho personal, le dijo pro-terroristas a sus miembros y le pasó la queja a una masa ciudadana emotiva y las adhesiones ascendieron a un 85% Vino después “la jugada inteligente y perfecta”, la de la Operación Jaque, en la que en un principio creímos que no iba a haber “realidad tapada” ni “trampa de imagen” y el presidente “humildemente” le pidió perdón a la Cruz Roja por el uso indebido y abusivo de sus emblemas y las encuestas dijeron que había llegado a un técnicamente imposible 91.4% de favorabilidad.<br />A no ser que algo extraordinario tenga ocurrencia, en este momento Uribe tiene asegurada una segunda reelección, es decir, un tercer mandato. Entre sus golpes a la institucionalidad y su popularidad ha existido una relación dialéctica. Golpeando la institucionalidad ha reforzado su popularidad y ésta, una vez robustecida, ha sido el más formidable recurso de poder para continuar arañando. Pero, para mal del país, ha sido una popularidad antidemocrática usada a su amaño para jalonar su proyecto de personalización y uribización de la vida social, de la política y del Estado. Vale decir, para construirse el más inmenso poder institucional. Va a ser así como en los meses por venir construyendo y recomponiendo ternas, los más altos funcionarios del Estado quedarán a su merced. El turno le corresponderá ahora a los Magistrados de la Corte Constitucional, al Fiscal General, a los Magistrados de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, al Procurador General, al Defensor del Pueblo, a los miembros de la Junta Directiva y a dos miembros de la Junta Directiva del Consejo Nacional de televisión. (García Villegas. Mauricio, julio 2008) Es decir, que Uribe podrá hacer ahora la mayor moñona institucional de la historia del país.<br />Al suceder así, los pesos y contrapesos que se ideara James Madison (1751- 1836)en procura de equilibrar las relaciones de poder entre las ramas del poder publico quedarán desbaratadas (Villegas García, Mauricio, julio2008) a favor no del presidencialismo como sistema de gobierno sino del presidente, el hijo de Medellín.<br /><br /><br /><br />……………Uribe entre la Imagen y la Realidad………….. (11)<br /><br />Para comprender la inmensa popularidad de Uribe, la explicación mediática es necesaria pero no suficiente, es decir, no todo se elucida poniendo a Uribe a jugar la trampa de la imagen.<br />En la coyuntura, la gente ha colocado en la Seguridad Democrática tantas expectativas y anhelos, y Uribe ha sabido inyectar en la gente tantas esperanzas, que cuestionarla ha sido fortalecerla, que criticarla ha significado magnificarla, que evidenciar sus debilidades y precariedades ha implicado maximizar sus logros y potencialidades.<br />Precediéndolo, post-siguiéndolo o acaeciendo casi en simultaneidad, otros importantes fenómenos han tenido lugar. En relación con algunos, ya se han hecho suficientes énfasis, lo que podría caracterizarse como “oficio relativamente cumplido”. A este respecto, por ejemplo, sería una vergüenza para el gobierno el que, después de gastarse ingentes sumas de dinero en el financiamiento de la Estrategia ofensiva anti-subversiva más costosa que ha habido en la historia del Estado colombiano, saliese ahora con el cuento de que sobre la materia no se han alcanzado resultados significativos. No se podrá olvidar que para el 2008, en un país en el que la cosecha cafetera cuesta el 1.1% del PBI, el gasto militar se ha trepado al 6.32% (Revista de la Contraloría 2008)<br />De manera que por la vía del conflicto armado es por donde más se ha alimentado su popularidad. En relación con otros logros, los económicos, sobre todo, el presidente casi que no ha tenido la culpa, pues muchos de los méritos centrales se deben cargar a las condiciones favorables que encontró en la macroeconomía mundial. Esto no obstante, maximizando el fenómeno y atribuyéndole todo el peso del crecimiento económico a la Seguridad democrática, se ha creado el sentimiento colectivo de que todo ha marchado sobre los carriles. Esto no obstante, muchos quisiéramos saber cuánto se ha gastado el Estado en lobby, en asesorías para el mejoramiento de la imagen del país y si ha habido correspondencia entre el nivel de confianza inversionista recuperada y los inmensos pagos en que se ha incurrido, pues otras estadísticas al respecto presentan un color, que no es rosa como el de las del gobierno. De acuerdo con un estudio del CEC (Universidad de los Andes, 2008) sobre la Percepción de los grandes inversionistas del mundo “en el costo empresarial derivado del terrorismo, en el 2007 Colombia se ubicó en el puesto 129 entre 131 países perdiendo 6 puestos frente al 2006; y en los costos derivados del crimen y la violencia se ubicó en el lugar 112 retrocediendo 11 puestos; finalmente, en materia de crimen organizado retrocedió 15 puestos quedando en el 126”. Otro dato importante: el propio CEC señala que en nuestro sacrificado país, el gran incentivo para invertir se encuentra en el hecho de que los costos incluyen los gastos en seguridad. Estas son las cifras que no recoge el aparato de propaganda del gobierno.<br />Lo que sucede es que los ciclos económicos existen y ellos no son una invención de los economistas marxistas para asustar incautos con el fantasma de la crisis. Ahora el presidente se ha inventado unas nuevas “manos invisibles”, las de la confianza inversionista, que habrían llegado a reanimar las “smithianas manos invisibles” del mercado. De todas maneras, sea la que sea la fuente, el ligar el auge económico a una exitosa Seguridad democrática, en lo simbólico ha sido otra importante base de engrosamiento del uribismo como popularidad.<br />Pero, ha habido otro importante fenómeno que ha contribuido a ese engrosamiento. Diría que los comunicadores uribistas han sabido hacer un uso imaginativo, aunque, con frecuencia, abusivo y antiético, de las encuestas de opinión. Más que en las cifras que arrojan, han hecho un uso extra-estadístico de ellas en procura de reforzar determinadas visiones políticas. Para fijar las tendencias probables de ciertos fenómenos, las estadísticas son valiosas. Pero, no podemos “estadisticizar” la realidad. No todo es medible y cuantificable y, aunque lo fuese, como ha escrito William Ospina, “a veces perdemos la visión de la complejidad de los hechos gracias a la ilusión de que entendemos el mundo solo porque entendemos sus porcentajes”. (William Ospina, 2008)<br />Cuando las estadísticas (sobre todo las que arrojan las encuestas y sondeos de opinión) se usan para medir el estado y las dinámicas de las conductas político-electorales, gozan de una especie de taumaturgia: mientras más se mantiene y sube hacia la cima el globo de nieve, más tienden a crecer. Por eso, la mejor propaganda electoral, es un sondeo de opinión, que arroje siempre los resultados más altos. Nunca faltará una masa de adherentes y sufragantes que sólo se subirán al tren de una victoria segura.<br />Al comportarse así, las estadísticas como queadquieren vida propia tornándose generadoras de más apoyos, de más simpatías, de más votos.<br />De manera, pues, que Uribe no sólo ha incrementado su popularidad apelando a las trampas mediáticas de la imagen.<br /><br />……………Polemizado con un Colega………….. (12)<br /><br />El pasado domingo 27 de julio en su artículo en el Espectador, Alvaro Forero Tascón planteó que el unanimismo en torno a Uribe no sólo se explicaba por el embrujo mediático. Como ya hemos escrito, estamos de acuerdo con ese punto de vista: No basta lo mediático para explicar el fenómeno Uribe. Como novedad adicional trajo a colación, tomándola de la psicología política, una hipótesis en nuestro concepto abstracta por su desconexión del fenómeno que buscaba explicar. Nos habló de la adopción que Uribe había hecho de la fórmula de la derecha norteamericana. Se refirió enseguida al relato que el presidente había hecho de la problemática del país y de sus soluciones, relato cargado de los valores predominantes de la sociedad colombiana. Y aquí sí fue una Troya teórica porque más que de nuestros valores históricos, de lo que nos habló fue de unos valores abstractos por ahistóricos. Hemos escrito en este Atisbos que el discurso de Uribe, efectista por cierto, es esquemático por simplista y que se encuentra cargado de una sarta de nociones ideológicas como “patria-Dios-Virgen- seguridad y soldados”. Pero, por su ubicación y manejo en el discurso, esas nociones más que como valores resaltan como ideología que busca tapar y encubrir realidades.<br /><br />……………Que hable la Gente…………… (13)<br /><br />¿Por qué Uribe ha volado tan alto? ¿Por qué tan enorme unanimismo? ¿Por qué una popularidad tan apabullante?<br />Escuchemos algunas respuestas de cara a las reacciones frente al artículo de Álvaro Forero:<br />*** “El uribismo tomó vuelo gracias a los paracos. Es la exaltación de antivalores como la corrupción, el antimilitarismo y el narcotráfico. El uribismo es el resultado de una amalgama de malhechores”. (Anacleto Godoy)<br />*** “Los sagrados valores que heredamos de nuestros abuelos…están siendo inmisericordemente destruidos por este régimen narcoparamilitar que no conoce ni la ética ni la moral”. (Emmaflood))<br />***Lo suyo puede ser cierto, “pero también hay que entender que este es un país conservador y monarquista y por eso la gente se identifica con Uribe”.<br />*** El uribismo nació simplemente cuando el Señor Alvaro Uribe “no se dejó arropar por las ideas arcaicas del liberalismo de turno…Así es de sencillo el nacimiento de la más grande unidad nacional en todos los tiempos en nuestra amada Colombia”. (Elías Franco)<br />***La pregunta no tiene misterio. El uribismo no es más que la reacción al Caguán…”<br />*** “El uribismo nace como propuesta de Álvaro Uribe Vélez de combatir hasta el exterminio a las Farc. Es un caudillismo sin ideología ni prospectiva porque depende de un solo líder”. (Corista)<br />*** Profesor, muy buena columna, “pero hay que reconocer otros factores importantes. Es cierto que no hay que limitarse a ver allí sólo lo mediático o un mero ajuste con valores de derecha. Se deben tener en cuenta el momento histórico y el contexto. La situación económica de América latina…También ayudó la guerra contra el terrorismo de Bush y la amenaza de los vecinos”. Así que sólo no estábamos preparados para un mal líder y sus poderosas medidas mediáticas sino que, además, estábamos de malas. ( José Rojas)<br />*** Dadas las condiciones “es posible que el presidente haya logrado canalizar el desespero nacional mediante una ciega defensa de los valores nacionales, pero “aún y a pesar de todo este despelote esto es una democracia y no una uribarquia”. (Don PACHO)<br />*** “Que continúen los análisis sobre el fenómeno Uribe. Pero, nuestra sociedad no se inscribe en modelos foráneos porque no es una sociedad homogénea con valores universales. Aquí no encuentran aplicación ni Marx, ni Freíd, ni Jesús. Ahora sólo Uribe es el Mesías, el Ungido que nos llevará a la tierra prometida. Y ¿quién nos convence de una alternativa diferente?”. (Orlanka)<br />*** El uribismo se construyó con el liderazgo absoluto de las farc, los Medios de Comunicación y la idiotez de mi querida Colombia”. (Mouse)<br />*** “El uribismo es el nacimiento de la más grande unidad nacional alrededor del crimen organizado.” (Andrés Felipe)<br />*** “El paramilitarismo se construyó por la predisposición de la mayorías colombianas de aceptar el delito como algo normal, como “habilidad”. Por eso es que ahora se ve a la gente pontificando cuál sicario o sicariato es mejor, si el de Antioquia o el de Cali. Las condiciones “habilidosas” de los paísas son muchísimas, de ahí ‘haga plata mijito, hágalo a lo bien, pero si no, de todas maneras hágalo, es que ése man se rebusca en USA y aquí se porta bien` .<br />En un país que así piensa cualquier intento político armado o desarmado por cambiar esas delincuenciales conductas está llamado al fracaso. Por eso el rotundo triunfo del narcouribismo”. (Luis Puyana)<br />*** Para redondear más mis ideas. “Lo que el uribismo ha hecho es todo lo contrario, profundizar los símbolos más negativos contrarios a las sanas costumbres de los pueblos, no de sus dirigentes. Los pueblos siempre han querido gobiernos no corruptos, y los últimos datos son un ejemplo de ello, más uribistas judicializados, y no cualquier uribista, los más íntimos del presidente. Por otra parte, lo que quiere el pueblo, según la encuesta Medios, es una solución a problemas como el del desempleo, la pobreza y la educación, los factores malignos que se han profundizado durante la Seguridad democrática. Esos sí son valores, lo demás son símbolos para tapar y tapar la corrupción. (Luis Puyana)<br />*** “Agréguele a tan sesudo análisis los más de 300 Consejos comunitarios entregando chequecitos y el bombardeo diario RCN-Caracol-Yamit Amat-Jorge Barón y Asociados ensalzando la labor del mandatario y entonces entendemos mejor ese fenómeno de masas. Interesante”. (Amaneno)<br /><br />LA POPULARIDAD DE URIBE: Una explicable Mezcla de Paras, Farc<br />Trampas de Imagen y Consejos Comunitarios (14)<br /><br />En el caso concreto de Atisbos, al leer el Ensayo del profesor Alvaro Forero, nos respondimos:<br />En el principio eran los paramilitares hasta que llegó Alvaro Uribe Vélez.<br />Desalojando a las Farc de uno de sus más clásicos santuarios, militarmente se habían asentado en Puerto Boyacá bajo la promesa de que protegerían a hacendados y ganaderos y de que apalancarían a un Estado frágil en su lucha socioterritorial contra las Farc. Llegado Uribe Vélez a la gobernación de Antioquia, con la creación de las CONVIVIR les dio también forma legal de vida. Fue por estos caminos por donde militarmente llegaron al Urabá antioqueño y al Chocó. A todas éstas, social y sentimentalmente ya se habían instalado en la región costeña y, sobre todo, en el corazón y en las esperanzas de sus habitantes. Entonces, en un primer momento los populares fueron los paras y detrás de ellos estaban los dirigentes, las bases y los congresistas que simpatizaban con ellos al considerarlos un mal menor. Fue entonces cuando en otras regiones del país buscaron aplicar y generalizar el modelo antioqueño de lucha contra las guerrillas.<br />Fue por ahí por donde empezó a enhebrarse la popularidad de Uribe.<br />Sin el para-militarismo, ni Uribe ni el uribismo habrían evolucionado después hasta lo que han llegado a ser.<br />En el 2002, una vez elegido Uribe en la primera vuelta, su popularidad y expectativas arrancaron en forma. Como el proyecto político de Uribe ya no los requería, los paramilitares empezaron a marginarse de la lucha anti-insurreccional deviniendo en una sarta de poderosos grupos centrífugos con delimitaciones territoriales regionales bajo el liderazgo individual de uno u otro de sus grandes señores, que bailoteaban entre el paramilitarismo como ideología (Carlos Castaño) y el paramilitarismo como narcotráfico. (Mancuso) Pero, como el Estado no podía echar en saco roto la deuda política contraída con ellos, más temprano que tarde el gobierno los convocó a un arreglo en Santa Fe del Ralito. ¿Qué les prometió?, hasta ahora nadie lo ha podido saber, pero que “se les prometió, se les prometió”, pues a partir de allí los jefes para aparentemente se disciplinaron.<br />Entonces, nuevos puntos de popularidad para el presidente Uribe, que presentó el asunto como un excelente resultado exitoso de la Política de Seguridad democrática.<br />Durante su primer sexenio (2002-2008), ha sido en los tres últimos años cuando el gobierno ha logrado los resultados relativamente más exitosos en materia de combate ofensivo contra las Farc. En general, las ha aventajado en desarrollo de Inteligencia, así como en fortalecimiento de su poderío aéreo amén de que, en nuestro concepto, los golpes recibidos por los farianos han sido más `sicológicos y publicitarios que militares. Esto no significa que no hayan sufrido serios aunque no definitivos reveses armados, comunicativos y organizacionales. Esos resultados levantaron los ánimos de una ciudadanía, que ya empezaba a decaer en materia de esperanzas de derrota y de revancha contra las Farc. Fue por esto por lo que el reauge de Uribe en favorabilidad y popularidad fue más amplio e intenso en los dos últimos años que en los cuatro anteriores.<br />Dedicamos los primeros siete acápites de este Atisbos 91 a examinar y resaltar lo mediático, lo virtual y lo simbólico como una fuente principal del unanimismo reinante alrededor del fenómeno Uribe. En especial, destacamos la hipótesis sobre lo que llamamos “las trampas de la imagen” o esa capacidad amaestrada de que la ciudadanía asuma como realidad lo que no es sino la imagen de esa realidad. Dentro de esa lógica analizamos los resultados del manejo de la secuencia parapolítica-yidispolítica-reforma política-confrontación con la Corte Suprema de Justicia-liberación incruenta de quince secuestrados, formulando la hipótesis de que lo que más le ha interesado al presidente ha sido la hiperpopularidad como herramienta política privilegiada para la uribización de la vida social, de la política y del estado.<br />Pero los que impugnan al presidente por inmediatista, no deberían olvidar que tiene entre ceja y ceja, como proyecto de mediano plazo, la creación del Estado comunitario, que espera ver en pleno funcionamiento en agosto del 2019. Este Estado es algo así como una combinatoria de neoliberalismo, ideología católica comunitarista, política simbólica y consejos comunitarios. Cada semana, los sábados todo el día, llueva o truene los realiza como una experimentación prefigurada del Estado comunitario. Por la forma coloquial y espontánea como los conduce, por las dádivas oficiales que reparte y por las maneras como regaña y coordina a los funcionarios nacionales y municipales que lo acompañan, esos consejos son quizá su fuente más importante de popularidad. Ya llegó a su Consejo número 300.<br />Es interesante observar cómo esos Consejos semanales son aprovechados por el presidente para dialogar coloquialmente con un sector dado de la población (por lo general, los pobres, los más desorganizados, que son seleccionados para que acudan a solicitarle alguna limosna) aprovechando los intermedios para jugar la trampa de imagen que lleva entre las mangas. En esos ágapes comunitarios, que deberían llamarse, más bien, “Consejos con mi Gran Yo”, una sola persona, el presidente en persona, de modo coloquial le habla a la gente invitada; posibilita y quita el uso de la palabra; regaña a los funcionarios negligentes en el desempeño de sus deberes ciudadanos ; manda a detener a funcionarios sospechosos de corrupción; por sí mismo decide quién es terrorista y quién no lo es; cuenta anécdotas; invade a su arbitrio las otras Ramas del Poder público; le relata a los invitados la “realidad” de lo que durante la semana ha estado ocurriendo en el país; otorga pequeños créditos; realiza al detalle el oficio de alcaldes , corregidores e inspectores de policía; regala motos y bicicletas y con gancho baja y distribuye a su amaño las mercancías semanales.<br />Finalmente, no se podrá olvidar que, institucionalmente cautiva, este gobierno posee de modo permanente bases propias como para elegir un presidente sin necesidad de apelar a otros frentes de trabajo. Veámoslas: En enero del 2008, dentro del Programa de “Familias en Acción” se entregaron subsidios a un millón quinientos mil hogares. Como parte habitual de su discurso, todos los días Uribe llama a que las Redes de Informantes e Informadores se fortalezcan y estrechen lazos con la Fuerza Pública. Como otro ejemplo importante están los soldados campesinos. Por su parte, 170.000 vigilantes privados, 17.000 escoltas y 10.000 empleados operativos de las Empresas de Seguridad han sido incorporados a la Política de Seguridad democrática.<br />Como para decir, que nadie como el presidente posee esa estratégica fuente de popularidad constituida por unos cuatro o cinco millones de ciudadanos pagados con medios salarios y tercios de pensiones. Eso solo, en un país de pobres e indigentes, electoralmente es mucho lo que puede significar.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Economía colombiana, Revista de la Contraloría General de la República, enero 2008.<br />Duque Daza, Javier, “Las Elecciones presidenciales en Colombia, en, Políticas Revista de Estudios políticos Nueva Epoca No 5, Cali: Universidad del Valle, 2006, pgs.145-200.<br />Fruhling, Michael, “Seguridad democrática y Derechos Humanos”, Ponencia, 02-06-2003, en, Pido Castigo, Comisión de Verdad y Justicia, Caso Jhonny Silva: Cali, 2003.<br />Hobbes, Thomas. El Leviatán, Madrid: Alianza Editorial, 1989.<br />Moscovici, Serge y Hewstone, “De la Ciencia al Sentido común”; Farr M. Robert, “Las Representaciones sociales”, en, Psicología social II. Barcelona: Ediciones Paidós, 1993, pgs.679-711.<br />Ospina, William, “Nuestra extraña Época”, El Espectador, Bogotá, 20 diciembre 2008.<br />Singapur, Marlene, El Siglo, Bogotá, 2008.<br />Vélez Ramírez, Humberto, Atisbos Analíticos, Nos 1-91, enero 2000-agosto 2008; “Colombia 1819-2007: “Algo” de Constitución muy “Poco” Estado, Grupo de Constitución y Formación Ciudadana, IEP, Univalle, 2007.<br />Villegas García, Mauricio, EL Tiempo, Bogotá, 2008</div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-25252303662594108052008-09-07T17:28:00.004-05:002008-09-07T18:29:53.048-05:00Atisbos Analíticos No. 91. Agosto 2008.<div align="justify">Atisbos Analíticos N.91, Agosto 12 2008<br /><br /><br /><br />ORLANDO FALS BORDA, MI MAESTRO AYER, MI MAESTRO HOY Y MI MAESTRO SIEMPRE, HA PASADO A UN ININTERRUMPIDO MEDITAR EN SU COLOMBIA ADOLORIDA PERO ESPERANZADA, EN SU REGIÓN COSTEÑA Y EN LOS INDIOS, NEGROS Y MULATOS, LOS PUEBLOS QUE CULTURALMENTE NOS FUNDARON.<br />Hace exactamente dos años, al conmemorarlo en sus ochenta años, escribí éste Atisbos Analíticos, al que me respondió con la amabilidad que en él ha sido proverbial (Anexo Respuesta). Oscar Collazos recogió la nota, que se vino con otra crónica suya y con un buen número de reacciones.<br />Dedico esa VIDA a la Colombia joven y estudiosa, a los estudiantes de la Universidad del Valle y, especial, a los Colegas y Alumnos del Programa de Estudios Políticos del IEP,<br />ATTE, HUMBERTO VÉLEZ RAMÍREZ, Cali, agosto 2008.<br /><br />::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br /><br />ATISBOS ANALÍTICOS N0 68, Cali, julio 2006, Humberto Vélez Ramírez, profesor del Programa de Estudios Políticos, IEP-Universidad del Valle; miembro de REDUNIPAZ, Red de Universidades por la Paz y la Convivencia; director de ECOPAIS, Fundación Estado*Comunidad*País, “Un nuevo Estado para una nueva Nación”.<br />::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br /><br /><br />FALS Y CAMILO: 1959-2006: DOS VIDAS CERCANAS<br />PERO DESENCONTRADAS.<br /><br /><br /><br />Especial para:<br />redunipaz@univalle.edu.co<br />osdelgad@urosario.edu.co<br />ntc@andinet.com,<br /><br /><br />“Ese que va apresurado, con corbata cachaca pero corazón costeño, es Orlando Fals Borda y el que, enredado en la sotana, le sigue el paso, es el Padre Camilo Torres Restrepo; ambos son pilares centrales de esta Facultad”, fue lo que me dijo el estudiante de segundo año que desde mi ingreso al programa de Sociología, sólo dos semanas atrás, se había pegado a mis ideas, idas y venidas como una garrapata doctrinaria. “Claro que ni el uno ni el otro son marxistas, como es la forma certera y correcta de pensar el mundo actual, pero rebeldes en sus iglesias, presbiteriano el primero y católico el segundo, en sus deseos, opciones y prácticas defienden la necesidad de una revolución”, agregó, sin sacudirme el mutismo, mi persistente y tenaz mentor. Mi mirada se había quedado pegada al andar acelerado de ambos hasta que se los tragó el dintel de la sala de profesores. Sobre Fals, me habían dicho durante esas dos semanas, que había sido el fundador de la Facultad de Sociología en 1959 y que era su figura académica nacional e internacionalmente más elevada. Sobre Camilo, cura católico y sociólogo de Lovaina, yo ya había advertido que se trataba de una persona sobremanera querida y admirada. A mí, que provenía de un cerrado programa de filosofía tomista y escolástica, del que me habían excluido dizque “por cuestionar la incuestionable doctrina católica”, me llamaba mucho la atención que en una Universidad “tirapiedra” y que, como decimos ahora, arrastraba la representación social de “atea”, un sacerdote católico hubiese alcanzado niveles tan elevados de admiración.<br />A la semana siguiente, en la fiesta de recepción a los primíparos tuve la, para mi, feliz ocasión de conocerlos en persona. A Fals me lo presentó mi ya pegadilla líder. Todavía “brinca” en mi mano la “felicidad” del caluroso saludo que le di mientras departía con un grupo de estudiantes avanzados sobre unas complejas teorías sociológicas intelectualmente inasibles para mí, apenas un iniciado en las ciencias sociales. Más adelante supe que hablaban de ‘estructural funcionalismo’. De todas maneras, como emergiendo del cuarto de hora que estuve al lado de ellos en aquel presente pasado, todavía escucho en mi presente actual la única tesis que le agarré a la conversación: “vean muchachos, les reiteró en dos oportunidades Fals, sin olvidar el carácter universal de la ciencia, lo más importante es lograr la ligazón ciencia- acción, análisis sociológico-acción política. Con Camilo, en cambio, sí tuve la oportunidad de conversar al calor de unos aguardientes cuando se sentó durante media hora a la mesa donde yo compartía con compañeros de primer año sin que de ella faltase el estudiante que, porque sí o porque no, prefiguraba mi fututo ideológico. De todo lo que dijo Camilo, como con una marca ardiente me fijó una idea: “El cristianismo, dijo, es amor y en una sociedad de pobres, explotados y oprimidos como ésta, el amor tiene que traducirse en solidaridad social y humana por los métodos que sean”.<br />Para mí, todo aquello constituyó el más inesperado alumbramiento: en mi intimidad empezó a enrollarse el gusanillo de la más aguda, compleja y plurifrontal contradicción: sentía que no podía seguir siendo el filósofo tomista que había empezado a ser, empeñado en leer en latín la Summa teológica. Entonces? O el cristianismo revolucionario de Camilo o la sociología comprometida de Fals Borda o el marxismo a la colombiana.<br />En las semanas siguientes no me perdí charla, conferencia o documento ya del uno ya del otro. De Fals me leí “El Campesino de los Andes” (1955) y “La Tierra en Boyacá” (1957) y devoré una copia de “La Violencia en Colombia” (1962) que había caído en mis manos. Ingresé al “Frente Unido” que lideraba Camilo y, boina al pelo, por la séptima bogotana y por la zona obrera con otros nueve compañeros voceamos y vendimos “a peso” el periódico de la organización. Todavía guardo como reliquia los 13 números de “El Frente Unido “que se publicaron entre agosto y diciembre de 1965. Tengo el testimonio sobre la manera cómo en todo el país- en los medios, los púlpitos , las escuelas, las familias y las plazas públicas- se asediaron y militarmente si sitiaron las ideas humanistas y cristianas de Camilo.<br />Fals y Camilo fueron personajes protagónicos y en permanente contradicción con la Colombia de la compleja y decisiva década de 1960. Una década de fracturas que signaron los procesos de tres importantes transiciones que en ella se desarrollaron. En primer lugar, la transición de la violencia bipartidista a la violencia subversiva revolucionaria. Si continuamos con válidos miedos de cara a la categoría “cultura de la violencia”, para no continuar profundizando el fenómeno de dispersión analítica parece útil y conveniente que ensayemos con la categoría analítica “subcultura de la violencia”, pues esa década fue una prueba más sobre cómo históricamente en esta sociedad la apelación a la violencia ha estado casi irremediablemente atada al manejo del Estado, así como al ejercicio de los poderes institucionales y de la autoridad familiar. En segundo lugar, la segunda transición importante fue la que se produjo en el régimen político con el inicio de la institucionalización de la exclusión política, así como con la génesis de una Cultura política elevadamente valorizadora de esa forma de exclusión. Y en tercer lugar, en esta década, sobre todo a partir de Lleras Restrepo, el país entró en un proceso más vigoroso de modernización dependiente. Pero, se trató de un proceso sin modernidad en las ideas y que no implicaba, como intrínseco a él, un enfoque de desarrollo y de políticas sociales. Fue por eso por lo que, en adelante, la redistribución de lo producido en la economía, así como la ampliación de las oportunidades quedaron a merced de las distintas fracciones del capital, de la cúspide de la dirección bipartidista, así como de sus restringidas bases de apoyo y de reproducción.<br />Mas temprano que tarde, hacia finales de 1965, Camilo marchó hacia “el fusil” como método de acción política y como nueva forma total de vida. Algunos nos dolimos, pero otros, muy queridos también, se fueron con él. En el grupo con el que participaba en el “Frente Unido” pensábamos que el camino era, más bien, el de contribuir a elevar los niveles de conciencia política y de organización de las masas hasta que éstas, agudizadas y sin salida las contradicciones del establecimiento, se insurreccionaran como sujetos políticos. Fue entonces cuando, un poco desilusionado, me marché hacia el sur de Latinoamérica y me matriculé en la Escuela de Ciencia política de la Universidad de Chile.<br />Fals Borda, por su parte, desde la academia continuó abriendo camino. En un paciente recorrido pasó por cuatro fases de evolución intelectual política cada una de ellas marcada por una rica producción intelectual, cada vez más asentada y enraizada en los grandes problemas de la sociedad En un primer momento, definió como punto de partida el de la necesaria imbricación entre el análisis sociológico y la acción política. En un segundo momento, ese postulado general fue asumiendo la forma de un método de investigación para llevarlo luego, en una tercera fase, hasta su expresión más elevada en la teoría de la Investigación-Acción participativa. A partir de 1990, sin que se evaporase el investigador, Fals, como ciudadano democrático, ingresó a la acción política directa. Ahí ha permanecido hasta la actualidad cuando es la figura intelectualmente cimera de un esbozo de partido de izquierda democrática que, de consolidarse, producirá un cambio histórico estructural en el régimen político colombiano.<br />Al iniciarse el 16 de febrero de 1966, en un frío amanecer santiaguino, sin razones aparentes, me desperté a las tres de la mañana. Mecánicamente encendí el radiecito de estudiante y, de sopetón, ésta fue la primera noticia: “Atención, Colombia, en un enfrentamiento con el ejército en Patio Cemento, Santander, murió ayer 15 el sacerdote Camilo Torres Restrepo”.<br />Transcurridas cuatro décadas, todavía llevo atragantado el mar de lágrimas en el que me sumergí aquella glacial mañana del 16 de febrero.<br />Para Camilo, los tiempos de la guerrilla no fueron más allá de noventa días. De vivir como guerrillero, por otra parte, todavía estaría luchando por convertir su proyecto armado en revolución social. Lo válido y cierto es que, no obstante haber cumplido importantes funciones como informal e ilegal oposición real, en cuarenta años las guerrillas colombianas nunca han estado a las puertas de una posibilidad efectiva y viable de acceder al poder.<br />En los últimos años han sido muchas las personas que, prisioneras del imaginario colectivo que asocia izquierda a lucha armada, me han preguntado: “de no ser así, ¿qué es, entonces, ser de izquierda en el mundo actual? “. He intentado variadas respuestas conceptuales en varios de mis Atisbos Analíticos. Sin embargo, a algunas les he dado una respuesta más histórico- existencial:”mirad, les he dicho, cómo piensa, analiza, vive y practica Fals Borda, eso quizá es ser de izquierda en la Colombia actual.”<br /><br />REACCIONES<br /><br />Es ésta una crónica, quizá densa y pesada, sobre la pequeña historia de otra crónica, ésta sí emotiva y vital. Para quien no haya leído Atisbos Analíticos 68 o desee refrescarlo, le aconsejo entrar a http://ecopais-atisbos.blogspot.com/.<br />La pequeña cadena de reacciones la inició el diligente y siempre lúcido y atento profesor Oscar Delgado, Director del 0bservatorio político de la Universidad El Rosario, cuando remitió ese Atisbos a sus abonados con un cabezote rezando así, “Al gran maestro FALS BORDA le rendimos todos un homenaje a través de la bendita pluma del profesor Humberto Vélez Ramírez en un paralelo con el sacerdote CAMILO TORRES RESTREPO”. Atrapando la memoria por otros caminos, al día siguiente, 19 de julio, se me vino el escritor Oscar Collazos con este vívido y vivido recuerdo:<br /><br />“Orlando Fals Borda”<br />No había dejado de recordarlo cuando nos volvimos a<br />encontrar hace dos años en Cartagena. El había aceptado abrir el Diplomado<br />que dirijo en la Universidad Tecnológica de Bolívar. Me contó que María<br />Cristina Salazar, su esposa, no estaba bien de salud.<br />Esa tarde, estando juntos en el lobby del Hotel Capilla Real, supimos que<br />Alfredo Correa D´Andreis había sido detenido, acusado de "rebelión" por la<br />Fiscalía, una figura del programa de Seguridad Democrática del presidente<br />Uribe Vélez. Orlando tomó la determinación de ir a visitarlo a las oficinas<br />del DAs, en Manga. Yo llamé al senador Carlos Gaviria y le comuniqué lo<br />sucedido. En todo lo que siguió después, volví a sentir a Fals, solidario y<br />preocupado por la suerte de Alfredo. Sabíamos que la política de delaciones<br />programadas para mostrar resultados en el programa del Presidente, tenía ya<br />sórdidas consecuencias: muchos de los que eran señalados como "colaboradores<br />de la subversión" salían de la Fiscalía y eran asesinados.<br />Pasaron algunos meses. Lo que temíamos se cumplió: Alfredo Correa fue<br />liberado, lo trasladaron a la ciudad donde vivía y donde un año atrás nos<br />habíamos encontrado con Fals Borda, en un acto de la Universidad del Norte.<br />Siguió vinculado formalmente al proceso pero un día cayó asesinado en una<br />calle de Barranquilla. Se cumplió lo que temíamos.<br /><br />La semana pasada supe de la muerte de María Cristina, la esposa de Orlando.<br />Me lo comunicó otra de sus antiguas alumnas, Gloria Triana. Pensé que esa<br />muerte, por lo esperada, no disminuía el dolor del esposo, a quien debíamos<br />rodear con la amistad y la solidaridad. Y es esto lo que hago al "responder" al correo de Humberto.<br />Corría el año de 1962 y yo, bachiller egresado del Colegio Pascual de<br />Andagoya de Buenaventura, presentaba mi examen de ingreso a la facultad de<br />Sociología de la Universidad Nacional. Después del examen escrito, la<br />entrevista personal fue hecha por Orlando (Fals Borda) y Camilo (Torres<br />Restrepo). Les hablé de “El Miedo a la libertad”, el libro de Erich Fromm que<br />acababa de leer. Recuerdo a Camilo, enfundado en una ruana gris. A Orlando,<br />en un saco gris o azul oscuro. Hablamos durante media hora.<br />Decidí 16 meses después fugarme de la Nacional y de la carrera porque quería<br />ser escritor. No sé si lo he conseguido. Lo único que recuerdo es que, en<br />1964, volví a ver Camilo en Cali. Nos acompañaban Enrique y Nicolás<br />Buenaventura. El "cura" estaba a punto de "irse al monte." Hablamos de Fals<br />Borda, recuerdo. Dos años más tarde, cuando publiqué mi primer libro de<br />cuentos, Orlando y Camilo estaban detrás de la memoria que había hecho<br />posible ese libro.<br />Volví a ver a Orlando y a María Cristina en Ginebra (Suiza), en el verano de<br />1968, cuando los que habíamos tenido la experiencia directa de la revuelta<br />estudiantil, sentíamos que habíamos vivido al fin un episodio de la<br />revolución.<br />No sabía por qué estaba contando estos episodios, sólo porque acabo de leer<br />un mensaje de Humberto Vélez. Ahora me doy cuenta de que lo hago porque hay<br />vidas superiores que nos acompañan siempre, que creíamos perdidas de nuestra<br />memoria pero vuelven a aparecer cuando hacemos el inventario del pasado.<br />Esos son María Cristina, Orlando, Camilo: episodios ineludibles en la vida<br />de quienes aprendimos de ellos a ser libres, insubordinados, acaso mejores.<br /><br />Óscar Collazos”<br /><br />Tempranero como siempre, el 24 de julio todavía abría los correos rumiando la idea de que si algo en mi vida había escrito con cariño inmenso, espontaneidad de niño y responsabilidad de adulto, había sido ese paralelo entre dos de mis primeros profesores universitarios, cuando me topé con esta densa anotación autobiográfica del maestro Fals Borda:<br /><br />“Queridos colegas y amigos Humberto y Oscar:<br /><br />Al cabo de mi doloroso período de reclusión por la muerte de María Cristina –golpe duro, como lo podrán suponer—tuve la fortuna de leer sus dos reflexiones sobre los profesores de la Facultad de Sociología, en especial Camilo, María Cristina y mi persona. Fortuna, porque me hicieron volver el alma al cuerpo, y sentir el corrientazo de la solidaridad y, más que eso, la comprensión por tareas y procesos del pasado que, en su momento, no parecían ser trascendentales. Estábamos cumpliendo un deber sagrado de educar y de brindar a la juventud las herramientas intelectuales que nosotros mismos habíamos heredado, asimilado y, por fin, criticado. Seguramente barruntábamos las consecuencias inmediatas, como ocurrió con las decisiones últimas de Camilo Torres, y nos alistábamos a lo peor porque así nos lo había enseñado la clase dominante al ejercer el poder político: un poder violento y cruel para con disidentes y herejes como lo fuimos entonces, y como quedo yo ahora, en mi soledad parcial de los actuales movimientos sociales.<br />Sin embargo, ustedes dos, con el sesudo y sereno análisis de Humberto, y las sentidas observaciones de Oscar, me han dado el honor de colocarme en la historia reciente del país con un reflejo o aureola que nunca esperé. No debo quejarme, en vista de las últimas evoluciones políticas y universitarias, no sólo en Colombia sino en muchos otros países, pero quizás me salvó la longevidad que se le escapó a María Cristina y a Camilo. Qué raro: después de viejo se advierten y descubren aristas de un trabajo que parecía plano y más bien rutinario. Me he sorprendido, como al leer las frases finales de Humberto para referirse a mi persona como epígono de la izquierda colombiana. Con cuánto reconocimiento y humildad recibo esta increíble conclusión! Humberto y también Oscar me colocan así ante una grave responsabilidad inmediata, como es el de pensar, repensar y actuar en el inmediato proceso.<br />Debo decirles que para esta tarea actual no me anima ninguna ambición burocrática o de figuración, como lógicamente puede ser la de muchos de mis colegas actuales en el mundo político. Aún más, trabajo para que figuren y dirijan, para que sean los dirigentes de nuevo cuño que soñamos en los años 60 con Camilo cuando concebimos las primeras reglas de la Acción Comunal, después prostituidas por los gamonales. Es la nueva dirigencia que debe suplantar a la actual, la que debe asumir la responsabilidad histórica. Yo poco puedo hacer al respecto, menos ahora con mis achaques. No puedo ser poder detrás de tronos, ni ningún criollo Rasputín loco. Mis esperanzas siguen radicadas en líderes inesperados, bisoños, nuevos, quizás impolutos, como Carlos Gaviria y los dirigentes del nuevo Polo con todos sus componentes provenientes del Frente Social y Político, el MOIR, hasta del Partido Comunista que tanta ojeriza me tenía. Veo esperanzas en Robledo, Gloria Cuartas, Avellaneda, Borja y tantos otros que están arriesgando sus vidas por nuestros ideales originarios.<br />Por el momento insistiré en la búsqueda histórica de nuestros valores originarios hacia un socialismo raizal, propio y auténtico que sea entendible y fácil de identificar por las masas. De pronto ésta sea mi postrera contribución. Ojalá sea satisfactoria no sólo para la práctica política sino también para el conocimiento social, histórico y cultural. Les invito a ustedes dos, Oscar y Humberto, a estimularme en este último esfuerzo, que ojalá sea bien comprendido. Ustedes tienen el estilo y el acceso periodístico que se necesita para multiplicar estos mensajes áridos de la academia, así sea comprometida como la que intenté introducir en la Universidad Nacional. Vamos a vernos de nuevo, así lo espero, y celebrar estas cosas aquí en Bogotá, porque ya no puedo viajar a Cali o a Cartagena. Pero aquí los esperaré con los brazos abiertos y con el corazón abierto a ustedes y a lo que representan en el nuevo país, en la Colombia Regional que nos sigue animando los sueños.<br />Reciban un grande abrazo de gratitud, de Orlando Fals Borda.”<br />Preocupado y hasta obsesionado como me había encontrado en esos meses por levantar preguntas pertinentes e imaginativas, así como por encontrar respuestas abiertas a las preguntas, “¿Qué es ser de izquierda en el mundo, y, sobre todo, en la Colombia actual? ¿Cómo puede entenderse el Socialismo, no la social democracia, en la Colombia y en la Latinoamérica del siglo XXI?”, con curiosidad y esperanza y entusiasmo me metí a esa especie de condensación investigativo-político-estética que es la obra de Fals: “Por el momento, encontré pronto, persistiré en la búsqueda histórica de nuestros valores originarios hacia un socialismo raizal, propio y auténtico que sea entendible y fácil de identificar por las masas”. Estaba barruntando que un socialismo desvinculado de nuestras raíces históricas sería un socialismo alienado, a-histórico y, por lo tanto, abstracto, sin carne y hueso cultural y quizá meramente contestatario, cuando el siguiente correo del 24 de julio- lo enviaba Catherine Escobar, despierta niña del Programa de Estudios políticos de la Universidad del Valle- me destacó una nota humana del histórico maestro:<br />“Hasta las gracias, decía ella, se oyen mejor de boca de un maestro como Fals Borda”.<br />En esas andaba cuando se produjo la lamentada muerte de Maria Cristina Salazar. Nunca fui su amiga, pero sí la escuché muchas veces: De porte aristocrático, voz serena y apariencia tímida, honda e íntima fue su “traición de clase”, pues hasta el final su norte y su eje analíticos y compromisarios fueron el pueblo y los niños.<br />Algún día daré a conocer los más de cien sentidos mensajes, que se vinieron detrás de mi sencilla crónica sobre Camilo y Fals Borda. </div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1526477203067698401.post-45287514384695312002008-09-07T16:57:00.002-05:002008-09-07T18:29:16.155-05:00Atisbos Analíticos No. 90. Julio 2008.<div align="justify">::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br />Atisbos Analíticos No 90, Cali, julio de 2008, Humberto Vélez Ramírez, Profesor Programa de Estudios políticos, Instituto de Educación y Pedagogía, Universidad del Valle; Fundación ECOPAIS, Estado*Comunidad*País, “Un nuevo Estado para un nuevo País”, hvr@coldecon.net.co<br />:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::<br /><br /><br /><br />SIN EL RÉGIMEN, PERO CON<br />LOS LIBERADOS.<br /><br /><br />La Verdad académica es una entre Otras.<br />La Historia, con frecuencia, también aparece como Esperanza.<br />Golpeadas pero no derrotadas<br />Postdata a un casi milagroso Helicóptero.<br />El Rescate y los Objetivos políticos de Uribe.<br />Celebremos la Liberación, no el Régimen.<br />Cuando, para muchos, “todo” vale.<br /><br /><br />…………La Verdad académica es una entre Otras……..………<br /><br /><br />Los investigadores académicos, además de la inducción empírica, también tenemos otros espacios y caminos de acceso a la verdad académica que, así de simple, es una y sólo una de las verdades cuya búsqueda obsesiona a un buen número de seres humanos. Las razones de la obsesión quizá radiquen en que siempre aspiramos a acceder a la dimensión invisible de lo real y en que allí permanezcamos aunque aquella sólo de vez en cuando se nos abra y eso de modo parcial y casi siempre alejado. Por diversos motivos, me obsesiona lo acaecido en Colombia el 2 de julio; pero entre ellos sobresale la nota de que sobre ese fenómeno sólo he podido aprehender sus apariencias. “Esa historia quizá nunca se sabrá”, dijeron los Generales y así será mientras las fuentes de información sean sólo las oficiales, la de los militares, y mientras no nos atrevamos a lanzar otras miradas de análisis.<br /><br />……La Historia, con frecuencia, también aparece como Esperanza.....<br /><br />Hipostasiado en Hegel, creo que fue el siempre lúcido pero olvidado Marx el que escribió que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecían dos veces, una como tragedia y otra como farsa. (1)<br />El 2 de julio en una acción de rescate sin sangre ni negociación en la que una serie de antivalores (la perversa malicia indígena, el engaño planeado, el uso abusivo de emblemas y símbolos de la Cruz Roja Internacional, “el todo vale” en el proceso de adecuación de los medios a los fines) (2) hicieron presencia, el gobierno de Uribe por unas horas racionalmente colocó el corazón blando sobre la mano dura. Curiosamente, el mayor triunfo histórico del Estado sobre la guerrilla fue un acto incruento. Entonces, fuimos muchos los que hubiéramos deseado eternizar ese momento hasta la firma real de un acuerdo real de negociación real del conflicto armado.<br />Como resultado de la Operación Jaque el gobierno les arrebató a las Farc sus más preciados símbolos (Ingrid, los tres mercenarios norteamericanos y once militares retenidos), así como su más importante dispositivo actual de lucha y de supervivencia política. Por decir algo gráfico, la dejó “empelotadas”, solas con sus trajinados fusiles y con una organización maltrecha sea el que sea el estado en que actualmente se encuentre. En adelante, todo dependerá del movimiento de los contendientes. Las guerrillas: O la Apertura hacia la política por la vía de una paz digna y duradera o el Endurecimiento militar de las acciones o la Disgregación centrífuga o una improbable Recuperación. El Estado: O la Negociación generosa con un enemigo debilitado y disminuido o la desesperada respuesta contra el tiempo a una guerrilla ahora sí terrorista o la larga y costosa marcha hacia una situación entre el exterminio y la capitulación. (3) En mi opinión muy personal, a no ser que bajo el liderazgo de Cano arriben al mundo de la política, las Farc, por un tiempo, se moverán entre el terrorismo clásico y la disgregación centrífuga. Esta última opción, bastante probable, como lo ha dicho el comunicador Alvaro Sierra, “puede dejar a Colombia sumida en un conflicto armado interminable, aún más degradado y sin solución que el actual que, al menos, conserva en cierta forma un carácter político, no sólo delincuencial (4)”; una alternativa así no sería nada más que una enredada cadena de alianzas y realianzas entre ex-guerrilleros, narcotraficantes y el nuevo para-militarismo que ya se está insinuando.<br />Al citar atrás a Marx, nos estábamos preguntando, ¿es que, además que como tragedia y farsa - de la una y la otra ha habido abundante cosecha en nuestro conflicto armado - la historia en nuestra sociedad no podrá aparecer también como esperanza, como esperanza de paz que casi dos generaciones de colombianos no han conocido?<br /><br />……………Golpeadas pero no derrotadas……………<br /><br />Desconocer que, como resultado de la Estrategia de Seguridad democrática, así como de sus propias debilidades, las Farc han sufrido tremendos reveses, significaría analizar la realidad con los deseos o con la ideología.<br />En la actualidad, por ejemplo, el Estado les ha tomado enorme ventaja en materia de Inteligencia y de poderío aéreo. Por otra parte, su débil presencia en las luchas democráticas institucionales las ha hundido en el aislante mundo de la meta-política. Esto no obstante, subsisten múltiples indicaciones empíricas de que todavía se encuentran vivas. De que habrá Farc para varios años más. De que, a no ser que se descongelen los maximalismos militares, por su cuenta todavía correrá mucha sangre. No se puede olvidar que en el Vietnam quince mil guerrilleros pusieron en jaque el poderío militar norteamericano. Como lo ha sugerido Marco Palacio, nadie tiene en sus manos el cadáver de las Farc para realizarles la autopsia; por ahora sólo sabemos que han sufrido tremendos golpes, pero cómo los ha recibido, hasta dónde los ha asimilado, qué efecto han tenido sobre su organización, qué está haciendo para readecuar su estrategia, constituyen materias sobre las que la especulación y muy endebles inferencias indirectas han sobreabundado. Por otra parte, por conveniencia o lo que sea, las estadísticas oficiales sobre las Farc son muy precarias: Precisar por esa vía a cuánto asciende su real pie de fuerza o cuantificar sus reales ingresos constituyen operaciones casi imposibles. Las Farc, pues, han sufrido un revés estratégico tanto por su impacto sobre el conflicto interno como porque “se inscribe, ha escrito Medófilo Medina, en una saga de derrotas que se iniciaron con el desalojo que sufrieron por parte del ejército en la región de Gutiérrez en Cundinamarca en el 2003”. Pero, las Farc están golpeadas, mas no derrotadas. La derrota debe ser más sicológica y publicitaria que física, o mejor, fuertes reveses materiales y estratégicos han sido maximizados al extremo por la acción de la psicología y de la propaganda.<br />El Estado, por otra parte, no las tiene todas consigo. Sobre todo por razones financieras, le urge terminar esta guerra. Para este año del 2008, al 6.5% del PBI y al 21% Presupuesto Nacional se los está tragando la confrontación armada. Suma astronómica que supera de modo amplio el gasto en salud y educación. En materia de financiamiento del conflicto, el gobierno se encuentra, pues, casi contra las cuerdas. Según la Contraloría General de la República no existen las condiciones de sostenibilidad presupuestal del gasto militar. (5) Entonces, dadas las muy visibles adversas condiciones de las macroeconomías nacional y mundial, no quedan si no las siguientes opciones para el manejo financiero del conflicto armado: A. Su negociación política; B. La reedición de la reforma tributaria; C. La prolongación del impuesto de guerra; D. La transferencia de recursos desde el área social; y E. el Subsidio norteamericano de su aparato de coerción. Desde los principios de su primer mandato y hasta hace muy poco, el gobierno podía preguntarse qué estrategia antibélica adoptar para entrar, enseguida, a financiarla; a partir de 2008, en cambio, dados los signos negativos que cruzan la economía, los objetivos estratégicos a alcanzar se encontrarán cada vez más condicionados por los medios financieros disponibles. En estos asuntos, el Estado está entrando en un período de calzas prietas. Esta situación puede incidir en que, en tiempo relativamente corto, el sector más moderado del gobierno presione por una salida más política del conflicto armado.<br />En lo estratégico estamos por la negociación, por una negociación digna y duradera. Aunque es ésta la salida más racional, es una opción, lo ha recalcado Marco Palacio, dificultosa por lo plagada de obstáculos. Se encuentra interferida por ideologías, intereses creados en la guerra, oportunismos políticos, pasiones arraigadas y nociones decimonónicas del honor. (6)<br /><br /><br />…………… Posdata a un casi milagroso Helicóptero……………<br /><br />Aquel 2 de julio, enterado del raro helicóptero en misión humanitaria, estuve a punto de suspender la escritura de un ya iniciado Atisbos, pero la alegría - tristeza asociada a la liberación (alegría por los que llegaron y tristeza por los 2800 que se quedaron) me invitaron a mantenerme en la brega de la palabra, sobre todo en estos días cuando el 84% de los colombianos la habían dejado solita y solitaria en materia de pensamiento crítico. Al retomar el escrito, con el desaliento todavía cociéndose, me pregunté hasta dónde valía la pena pensar y analizar en una sociedad en la que la única fuente de soporte empírico era la de las voces oficiales. De nuevo el desánimo me inundó, pero pudo más la curiosidad, pues desde muchos sitios me llegaba el eco de la gente que clamaba que el único defecto de la operación realizada por el Ejército, había sido el de su sabrosa y sencilla perfección. Con resistencias encendí el televisor en cuya pantalla apareció un Uribe desconocido – ceremonioso, sonriente, humilde y sereno - mientras uno de los soldados liberados, entre lloriqueos y camándulas, proclamaba que era Dios el que, de la mano de Uribe, conducía el país. Muy pronto, con enorme sorpresa me percaté de que ése - en contravía de los diez y seis mil sesenta días que lo habían precedido – (7) no había sido para Colombia un día de guerra si no un día de paz material.<br />Ese 2 de julio (¿lo estaré confundiendo con una experiencia onírica?) la máxima victoria del Estado había sido la de llevar los fusiles hasta la manigua sin dispararlos; la de ajustarse parcialmente al Dih sin proclamar, como era ya costumbre, que esa normativa no regía en Colombia, pues aquí no había guerra ni conflicto armado; la de haber rescatado a quince civiles secuestrados mediante un sostenido engaño que, para contendientes, inscritos en la relación amigo-enemigos, finalmene sí resultó un sucio acto guerra. Entonces, sorprendido me pregunté por los autores de tan inédita acción. “No, no, me dije, no pueden ser los mismos guerreros que en Colombia hacen la guerra todos los días, troperos inmisericordes, implacables, bestiales y brutales.” Cuando el fementido helicóptero del Ejército alzó vuelo, los guerrilleros que hasta unas horas antes por varios años habían sido sus carceleros, se quedaron “bobos” aplaudiendo en su intimidad a la nave liberadora que, sin límite alguno, simulaba los emblemas de la Cruz Roja Internacional. Es decir, brutos además de crueles. De todas maneras, aquella noche los notarios de la guerra de cada grupo reportaron en sus boletines, “cero bajas”<br />Fue entonces cuando, atrapado por esa caballeresca guerra de unas horas, decidí regresar al escritorio a proseguir la elaboración del Atisbos 90.<br />Por cierto que no tuve que forzar ni violentar la estructura del escrito ya iniciado pues, recuperado de nuevo el sentido de realidad, esa inédita y cinematográfica operación se me fue configurando como el último acto de una original pieza de teatro o, para hablar en clave de investigación social, como un nuevo y último soporte empírico de las hipótesis que había empezado a trabajar en procura de balancear “el primer sexenio del gobierno de Uribe”. Desde mi puesto de observador, el presidente, con ese evento no se notaba sorprendido. Más bien, lo intuí satisfecho como si todo hubiese salido a pedir de boca, como si, desde mucho tiempo atrás, hubiese venido ensayando ese libreto con sus supuestos y estratagemas, sus secuencias y actores, sus implicaciones y consecuencias. Quise, entonces, adecuar mejor el título del escrito. Fue así como pensé en, “Conflictos interinstitucionales y Resolución de Conflictos. El caso de la segunda reelección de Uribe”. Más temprano que tarde advertí que, en esta fase del proceso de su segunda reelección, con los resultados de tan humanística e idílica operación, el Presidente había dado otro paso gigantesco en el logro de sus objetivos políticos.<br /><br />……………El Rescate y los objetivos políticos de Uribe…………..<br /><br />Elegido para un primer mandato, Uribe anotó en su agenda el problema de su reelección como el asunto central para el presente y el futuro. El, o uno de los suyos, debería estar como presidente el 7 de agosto del 2019 cuando se cumpliría el bicentenario de la Fundación del joven Estado, además que aprovecharía la ocasión para la inauguración formal de su Estado comunitario. La operación Jaque, entonces, no era más que otro paso, arriesgado, por cierto, en el proceso de construcción de su estrategia de personalización de la sociedad, de la política y del Estado, así:<br /><br />A. El Afianzamiento del control mediático de la sociedad: Llegó a una matemáticamente imposible popularidad del 91.4% (8) y a una intención del voto del 69%. (9)<br /><br />B. La Personalización de la política: Tras haber decidido, a su amaño, el presente y futuro de la reforma política ahora, después de un rescate no militar de quince secuestrados estratégicos, quiso apoderarse del presente y del futuro de la política colombiana al ponerla a depender de un referendo raro y viscoso y generador de las realidades que a él se le antojase crear.<br /><br />C. La Uribización del Estado: Cuando llegue al 100.1% de popularidad, habrá completado su forma definitiva de gobierno como dictadura popular plebiscitaria: Entonces, a los cuatro vientos, podrá proclamar “El Estado Soy Yo” en el lugar de la Mesa en que me encuentre, en el Sitio donde me halle, en el Corazón colombiano que “sienta mi olor a patria, a la virgen santísima y a soldado”.<br /><br />…………… Celebremos la Liberación, no el Régimen……………<br /><br /><br />Es por esto por lo que para explicar a Uribe, así como la sociedad colombiana contemporánea, debemos tener en cuenta, como central, ese fenómeno de Uribización de la vida social, de la política y del Estado. Parece, por lo tanto, oportuna la frase que Le Soulier de Satin puso en boca del hijo del trueno: “Ocupo demasiado sitio en el cielo para que ningún ojo pueda equivocarse”. (10)<br />Algunos podrán pensar que he idealizado ésa, así llamada por Ingrid Betancourt, “perfecta operación”. Si, en nuestro caso, algún desborde de idealización ha habido ha sido en relación con un deseo: El de eternizar esa hora en la que guerrilleros y soldados estuvieron frente a frente sin dispararse un solo tiro. Por lo demás, el rescate no fue tan limpio como muchos han pretendido; en torno a él se han cernido numerosas dudas. (11)<br />Por desgracia, las únicas fuentes con las que contamos son las oficiales y éstas lo único que hacen es reafirmarnos su versión e impugnar como falsa toda fuente que se salga del carril. Además de las dudas iniciales enhebradas alrededor de las hipótesis de Radio Suiza (no hubo un rescate heroico fruto de la inteligencia militar colombiana sino un simple pago de varios millones de dólares) y de la duda que siembra el hecho de que hasta ahora no se ha mostrado un video que recoja, como proceso, el conjunto de secuencias, en la noche del 2 de julio, fungiendo Uribe como entrevistador, se dijo y redijo que los emblemas de la Cruz Roja no habían sido utilizados. Pero, este martes el superhéroe colombiano, al echarse encima toda la responsabilidad moral de la operación, reconoció que un miembro de la Fuerza Pública había utilizado el emblema de la organización humanitaria. Entonces, pidió perdón por esa acción aislada. Y ayer no más La Asociación catalana Global Humanitaria decidió pedirle explicaciones al Presidente por la suplantación de sus datos de registro con el fin de crear una Ong ficticia para el rescate de los 15 secuestrados (12) Ha sido así como, poco a poco, se ha comenzado a reescribir la historia idealizada de esa criatura de la “malicia indígena”.<br />Por lo tanto, estamos con Amy Goodman, “celebrar la liberación no puede confundirse con celebrar el actual gobierno”; como para decir, “celebremos la liberación, no el régimen”. (13)<br />Al haberse dado todo ello así, decidí resolver esa contradicción entre sueño y realidad escribiendo el Atisbos normal de cada mes, en este caso especialmente dedicado a un examen crítico del primer sexenio del gobierno de Uribe, en un artículo que se llamará “Las Trampas de la imagen ”, que será el tema. del Atisbos 91 de agosto del 2008.<br /><br />……… Cuando, para muchos, “todo” vale………..<br /><br />Ha habido analistas que, al contrastar la perfección de la operación y la altura de los objetivos buscados (¿Cuáles? Los humanistas de los rescatados o los políticos del régimen? ) han señalado que, para casos así “todo vale” y que no merece la pena pararse en minucias como si se usaron o no se usaron los emblemas y símbolos de una organización humanitaria. Esto no obstante, siempre hemos defendido que la levedad del accionar humano no está determinada por la grandeza de la causa buscada. Con guerra o sin ella, la ética de los medios utilizados es humanamente tan importante como la de los fines buscados.<br />El 2 de julio, el colega Miguel Angel Herrera fue el primero en advertirlo, se utilizó la insignia de una organización internacional en un acto de guerra (14) Pero, en medio de la euforia colectiva nadie le paró bolas. El artículo 12 del Protocolo II de Ginebra establece que el signo distintivo de la Cruz Roja y de la media luna roja sólo puede ser utilizado bajo control de autoridad competente, que será respetado y que no podrá ser usado de modo indebido y abusivo. En la Operación Jaque el emblema fue utilizado. Pero, cuando el presidente supo que el video que mostraba lo contrario estaba siendo negociado en Estados Unidos, se abrió a las disculpas internacionales.<br />Es por esto por lo que no podemos si no estar de acuerdo con Bernardo Congote, “a pesar de haber sido libertaria, la Operación Jaque por obra de sus propios creadores arriesga con quedar reducida a un innoble juego de mala muerte en el que los ciudadanos que conducen la nación han prostituido esa libertad y magnanimidad canjeándolas, ufanos, por el imperio del engaño, la triquiñuela y la farsa sin que ello les produzca sonrojo alguno. Pero eso no es todo. Mecanismos políticos como el intercambio humanitario, la mediación internacional, el uso de emblemas privativos de ONG humanitarias, ¡todos ellos caminos de paz!!! , han sido pisoteados por la dupla político militar que trajo de la selva 15 seres humanos a un costo moral que los colombianos nos tardaremos varias generaciones en mejorar. ¡Hemos vendido, nuevamente, nuestra frágil primogenitura moral por un pobre plato de lentejas! “. (15)<br />El operativo está perdiendo, así, el carácter de “perfecto” que Ingrid y muchos gobiernos le han asignado. Pero, pequeño internamente el pecado (¡qué desgracia!!! que, para Colombia, todo lo que tenga que ver con la moral se califique como falla leve), pero la confianza de la Cruz Roja en el gobierno de Colombia se ha mellado.<br /><br /><br />1. , Marx, Karl, El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, Ariel, España, 1985. Marx<br />2. Sobre los antivalores que inspiraron la “Operación Jaque”, ver, “Alicia en el País de las Vivezas”, Bernardo Congote, 16-07-2008; ver además, EL Tiempo, “Por la Vida y en contra de la Viveza”, 11-07-2008, pgs. 1-23;<br />3. Palacio Marco, “Las Farc y la Paz en Colombia, julio 2008; Medina. Medófilo, “Qué harán las Farc? Especial para El Tiempo, julio 2008.<br />4. Sierra, Alvaro , en, “Razón pública”, semana 14-20 de julio.<br />5. Cabrera Galvis, Mauricio, “Los Costos del Conflicto interno”, El País, Cali, 6 abril 2008; Villamizar García Herreros, Helena, “El Gasto en Defensa y seguridad”, en, Nuevo Siglo, abril 2008; Otero Prada, Diego, “Los Gastos de la Guerra”, 29-02-2008, www.indepaz.org.co ; Isaza Delgado, José Fernando y Campos Romero D , “Algunas Consideraciones sobre la Evolución reciente del Conflicto armado”, .unperiodico.unal.edu.co/ediciones/112/16.html-234-<br />6. Palacio Marco, artículo citado.<br />7. Fundadas el 27 de mayo de 1964, as Farc han cumplido 45 años.<br />8. La Doctora Esperanza Márquez escribió un detallado artículo donde postula y defiende que estadística y matemáticamente es imposible que Uribe tenga un 84% de popularidad, favorabilidad o como quiera llamarse; envió, Melquiseded Sandoval, melco_sp@hotmail.com .<br />9. El Espectador, Bogotá, 6 de julio de 2008.<br />10. Claudel, Paul, Le Soulier de Satin, teatro, 1929.<br />11. Confrontar al respecto, González, Camilo, “Una Operación de Paz”, en, Caja de Herramientas, julio 2008 y, García, Juan Diego, “Después de la Euforia”, julio 2008.<br />12. “ONG española pedirá Explicaciones a Colombia por suplantar sus datos”, Agencia EFE, 17-07-2008.<br />13. Goodman, Amy, “Celebremos la liberación, no el régimen”, http://www.nassaacin.org/noticias.htm&x=8184 , julio 11 2008.<br />14. Herrera, Miguel Angel, remitido por, osdelgad@urosario.edu.co ,<br />15. Congote, Bernardo, texto citado.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></div>Humberto Vélez Ramírezhttp://www.blogger.com/profile/05504988885198602815noreply@blogger.com0